Resumen Giulio Carlo Argan - Walter Gropius y la Bauhaus. UNDAV 2018 PDF

Title Resumen Giulio Carlo Argan - Walter Gropius y la Bauhaus. UNDAV 2018
Course Introducción al Diseño
Institution Universidad Nacional de Avellaneda
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Resumen Giulio Carlo Argan - Walter Gropius y la Bauhaus. UNDAV 2018
Introuccion al diselo...


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"Walter Gropius y la Bauhaus" - Giulio Carlo Argan - La pedagogía formal de la Bauhaus La Escuela de Arquitectura de Artes Aplicadas que Gropius creó en 1919 y dirigió hasta 1928 es la conclusión de los esfuerzos encaminados, desde la mitad del Ochocientos, a restablecer el contacto entre el mundo del arte y de la producción, a constituir una clase de artífices ideadores de formas, a fundar el trabajo artístico sobre el principio de la cooperación. Los antecedentes directos de la Bauhaus son el movimiento de William Morris llamado Arts and Crafts, la Kunstgewerbeschule y el Werkbund alemán, en los cuales se refleja evidentemente el ansia del Ochocientos de afirmar los caracteres sociales del arte. Si el arte no es ya una revelación del mundo que se da al artista en la gracia de la inspiración, sino la perfección de un hacer que tiene en el mundo su principio y su fin y se cumple enteramente en la esfera social, el problema del proceso creador de la forma se extiende a toda la sociedad presentándose como problema de producción artística. Como el hacer es un hacer en la realidad y por ende un hecerse de la realidad, el arte es el proceso por el cual la conciencia configura lo real en las formas siempre nuevas, que resultan de una red más amplia de interrelaciones y de recopilación de existencias. De esta manera, la forma que se crea es la más actual de la realidad, conforma a la condición de la conciencia que la crea. Ella es reducible al deseo de establecer una nueva relación con el mundo y renovar nuestra experiencia. Si la forma es el producto de un hacer, sólo la experiencia del hacer artístico nos suministra los esquemas mediante lso cuales contorneamos y definimos, tomando conciencia de ellas y fijándolas con sensaciones precisas, las impresiones infinitas y pasajeras que nos llegan del mundo exterior. Como el arte es el simultáneo construirse y evolucionar de la conciencia del mundo, resulta clero que éste es una continua creación. La Bauhaus de Gropius, sobre todo en su proyecto inicial, se puede considerar como la consecuencia y el lógico desarrollo de la teoríade arte de Fiedler. Ésta, al ubicarse como teoría de la visión particular que se consigue profesando el arte, tiene su salida natural en una pedagogía o didáctica artística. Fiedler distingue netamente el arte, como medio de conocimiento, de "toda finalidad estética o simbólica". Lo bello no es el fin del arte, sino un elemento de la realidad; está ligado a la existencia fenoménica del arte y se manifiesta sólo a posteriori, en la realidad de hecho que el arte produce: corresponde al placer que la obra de arte procura. Gropius incluye a la belleza entre las exigencias fundamentales de la arquitectura, y para definirla: alude a la ligereza de la estrcutura, a la luminosidad, al pleinair que la nueva arquitectura logra realizar mediante los grandes vitrales, al placer que nace, no de la cntemplación sino del empleo del objeto artístico. Para Fiedler "la esencia del arte es fundamentalmente simple: elevación de la conciencia intuitiva desde un estadio oscuro y confuso a su forma de claridad y determinación concreta", el arte es "un desarrollo necesario de la misma imagen del mundo". El arte no trata de descubrir la esencia del objeto, ni la esencia profunda del sujeto y de realizar su destino. El mundo externo no es el objeto del arte,pero sigue siendo su condición. El objeto es una realidad ya separada de nosotros, superada adquirida. Al tomar el arte las cosas como aparecen se alude a la pura percepción, a un registro exento de toda alteración emocional, a una percepción pre-sensorial. Este tipo de percepción está ligado a la acción de la mano, a un hacer. El artista no medita ni interpela la realidad, sino que la organiza y la revela insertándose en ella, con ese racionalismo característico de su ser humano. El pensamiento de Fiedler está sobre la línea de la fenomenología. Si el arte ocurre y opera en la realidad, ésta realiza un ser en la realidad, un estar allí,un Dasein. Ella se cumple en el lugar y en el momento de obrar. La imagen de mundo que ella revela no es una imagen constante, ilimitada, sino una imagen que se forma y desarrolla con nuestros actos.

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Las proposiciones de Fiedler, que ubicaban al arte como "contemplación productiva" o productividad ilimitada, se concretan en el pensamiento de Gropius en un problema histórico: el contraste de artesanado e industria. El arte podrá concurrir a eliminar esta contradicción si sabe hacer suyos los medios de la industria y pasar también de una fase histórica artesanal a una fase industrial. Es preciso restituir al artesano su prestigio artístico y su función económica Como causa del despretigio, no se encuentra sólo la competencia abrumadora, sino también, la concepción clasicista y académica del arte, que ha relegado al artesanado a un plano inferior y secundario, que lo ha reducido a una servil aplicación estilística. El individualismo hizo del arte una expresión de orgullo y de dominio. Los artesanos, como categoría están destinados a desaparecer, por ende la que le sucede hereda su experiencia, sino la civilización deberá comenzar de vuelta. La industria dará a la sociedad el arte que los artesanos no podrán producir y deberá crear tipos especiales para la producción mecánica en serie. Estos objetos "son producidos según la naturaleza económica de nuetra época". Ellos determinarán el nuevo estilo, el maschinenstil. Por belleza se entiende una cosa más allá del objeto artístico en sí, un conjunto de relaciones de valores a cuyo fin deben igualmente uniformarse objetos producidos por técnicas diversas y para fines diversos. Calidad es una perfección concerniente al objeto, obtenido después de un cierto proceso técnico no transferible. Teóricamente, la obra de arte es siempre la obra colectiva de una sociedad, que en ella resuleve una determinada exigencia. La máquina no hace más que recibir y multiplicar la forma de ideación, ya que el momento ejecutivo está implícito y totalmente previsto en el momento ideativo. Superponiendo ambos momentos, la obra es, en conjunto, enteramente teoría y enteramente práctica. La práctica (técnica) ha absorbido y sustituído la función de la teoría (ideación). Es la didáctica de la Bauhaus quien deberá cumplir el último paso: ya que la tarea tradicional del "hacer" artístico era traducir la idea o la teoría en una concreta y constructiva esperiencia de la naturaleza, al sobreponer el momento de la teoría con el de la práctica, y unificar los dos términos del antiguo dualismo, se cierra para siempre la época del naturalismo o del intelectualismo artístico. El arte deberá realizarse sin pasar por la naturaleza. La tradición constructiva que prepara la didáctica de la Bauhaus es la arquitectura industrial alemana; ésta empeña toda la vida de la nación en un gigantesco esfuerzo productivo. Ya no se cree en un goce más perfecto y en una más justa distribución de los bienes naturales, sino en la posibilidad de multiplicarlos con la técnica y crear en lo nuevo, en lo artificial. La fábrica ya no es solamente un lugar donde se trabaja, sino un enorme instrumento: es la síntesis suprema de hombre y máquina, empeñado en el proceso racional que subyuga la materia al espíritu. La nueva idea del espacio se funda sobre la organización, la coherencia, la mecánica del trabajo humano. Puede parecerse más bien al espacio que Heidegger define en relación a la actitud originaria de nuestro "ser en el mundo": un espacio que es al mismo tiempo distancia a superar y disposición de las cosas en un orden dado, correspondiente a nuestro deseo de servirnos de ellas y, a saber, un conjunto de lugares, distancias y direcciones, en las cuales nosotros mismos estamos implicados y que modificamos en su valor con nuestro cambio de posición en el conjunto. El hacer es la condición de toda designación del espacio. La forma es un grado de la materia, su calidad. Gropius inicia su carrera artística trabajando en el estudio de Behrens; su formación se roduce en el ambiente del Werbund y de la arquitectura industrial alemana. La Bauhaus nace de la fusión de dos institutos, con un programa no muy distinto de aquel del Werkbund, pero con un rigor de método que elimina los residuos del vago sentido artístico que el Werkbund había heredado del movimiento Arts and Crafts. Gropius no pretende destruir el artesanado. Entre artesanado e industria, momentos sucesivos en la historia de la sociedad, debe existir continuidad de desarrollo. El artesanado debe

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progresar en la industria, y si ésta no llega a ser el resultado de esa evolución, su inmensa fuerza será destructiva. La vieja clase artesanal es numéricamente insuficiente y se reproduce con demasiada lentitud para poder suministrar a la industria el personal dirigente y los operarios que se necesitan y que trata de reclutar entre los que posean experiencia de trabajo artesanal. Entre las herramientas y la máquina no hay diferencia de calidad, sino de cantidad, de "escala". Como la formación del obrero o del artesanado consiste en pasar del domino de la herramienta al de la máquina, su proceso formativo reproduce el proceso evolutivo del artesanado a la industria. La escuela artística es, pues una sociedad in nuce, cuya evolución social es reductible a una didáctica. La primera época de la Bauhaus, la de Weimar es denominada "populista"; es decir está caracterizada por el planteamiento de la enseñanza a partir de los métodos y los procesos de la artesanía, y por el acento expresionista y popular a la vez de sus productos. Busca los recursos de la artesanía, su ethos popular, para que a partir de una clase dirigente, superior, se pueda situar en un nivel "cultural". Tanto la máquina como la herramienta operan en la materia y, al evidenciar su calidad, la constituyen en forma. Por otra parte, la materia es la realidad prenaturalista que no se da en la contemplación, pero de la cual se adquiere la experiencia obrando en ella con la ayuda indispensable de la herramienta. Ésta última es un aumento de nuestra posibilidad de acción y una determinación del proceder. Por medio de la misma se penetra y se vive en la materia hasta constituirla en forma o representación. La Bauhaus con su rígido racionalismo, desea crear las condiciones de un arte sin inspiración, que no deforme poéticamente, sin que forma la realidad constructivamente. En contra de la Bauhaus se unieron: el ambiente artístico oficial, el artesanado tradicional y conservador, la alta burocracia y la derecha nacionalista apoyada en el capitalismo. Los que la sostenían eran los hombres técnicamente más preparados del mundo industrial e intelectual. En 1925 La Bauhaus abandona Weimar debido a las hostilidades de los grupos derechistas. Se traslada con maestros y alumnos a Dessau, donde la nueva sede surgirá de los diseños de Gropius. Em 1928, éste deja la dirección de la escuela, que es asumida primero por H. Mayer y luego por Mies van der Rohe. Los enemigos de la Bauhaus encontrarán en los nazis sus aliados naturales. Cuando sube Hitler al poder, la Bauhaus es oficialmente clausurada en abril de 1933 y su sede confinada a una organización nazi cualquiera. La Bauhaus fue un ejemplo típico de escuela democrática basada sobre el principio de la colaboración entre maestros y alumnos. Su fisonomía era la de una comunidad artística organizada. Durante el desarrollo completo de los cursos, profesores y alumnos vivían en la escuela: su colaboración continuaba también en las horas de descanso, en las que se realizaban audiciones musicales, conferencias, lecturas, discusiones y se organizaban representaciones, exposiciones y certámens deportivos. La actividad artística se insertaba espontáneamente en ese nivel tratando así de quitar a la "creación" artística todo el carácter de cosa excepcional y sublime, para resolverla en un ciclo normal de actividad y producción.. El arte destinado a repercutir y confndirse con la vida debía nacer como una cto más de la vida. Una enseñanza práctica, llamada de organización, y fundada sobre la base unitaria del sonido, del color y de la forma, integraba las distintas aptitudes físicas y psíquicas de los alumnos. Ella substituía a toda otra enseñanza humanística o catedrática; su finalidad era habituar a una percepción exacta e inmediata de los hechos formales e inculcar en los jóvenes una espontánea disposición a encuadrar todo dato de la experiencia en un nítido contorno formal. Esta disciplina tendía a desarrollar al mismo tiempo y en estrecha relación la aptitud activa y la receptiva. La duración completa de los cursos ers de tres años y seis meses. El primer semestre se dedicaba a la enseñanza preliminar, es decir, a una instrucción elemental sobre los poblemas de la forma, combinada con ejercicios prácticos en un laboratorio espacial para principiantes.

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Superando ese breve curso preparatorio, el alumno era admitido en los laboratorios especiales. La enseñanza resultaba de un conjunto de experiencias técnicas y formales. La enseñanza técnica se desarrollaba en laboratorios especiales para las diferentes materias y estaba completada por nociones tróricas de tecnología (materiales y e instrumentos de trabajo) y por nociones generales sobre dirección de fábricas y talleres. La enseñanza formal se articulaba sobre aquellas que eran consideradas las tres etapas genéticas de la forma: observación (estudio particularizado de la realidad, teoría de los materiales); representación (geometría descriptiva, técnica de la construcción, diseños y modelos para toda clase de construcciones); composición (teoría del espacio, teoría del color, teoría de la composición). Al termino del curso de los tres años, el alumno obtenía, ante una comisión externa, el diploma de artesano; mediante una prueba más severa, ante una comisión interna, el diploma de "artesano de la Bauhaus". El curso de perfeccionamiento que seguía estaba basado sobre la enseñanza de la arquitectura y un aprendizaje práctico muy serio en el taller experimental de la escuela; su duración variaba según las aptitudes y el provecho logrado. El exámen rendido a su término, ante una comisión externa, proporcionaba el diploma de maestro de arte y con sucesivos exámenes internos se podía conseguir el diploma de "maestro de arte de la Bauhaus". Los estudiantes de la Bauhaus eran aproximadamente un poco más de doscientos; provenían de todas las regiones de Alemania y Austria y su edad variaba entre los diecisiete y los cuarenta años; de los cuales muchos habían luchado en la guerra mundial. El Manifiesto de 1919 de la Bauhaus afirma que: "todos nosotros, arquitectos, escultores, pintores, debemos volver al oficio. El arte no es una profesión, no hay ninguna diferencia esencial entre el artista y el ertesano. [...] ... la perfección en el oficio es esencial a todo artista. ella es la fuente de imaginación creadora". "El arte de construir está estrechamente vinculado a la posibilidad de colaboración entre una pluralidad de individuos operantes ya que sus obras son de naturaleza orquestal y, como tales, reflejan mucho más el espíritu de la comunidad; a diferencia de los productos ailados, individuales o parciales de las otras artes". La arquitectura no puede proponerse fines prácticos, pues tiene su fin en sí misma; no es un medio para la solución de determinados problemas, sino la solución de todos ellos. La arquitectura es el espacio mismo en su consruirse, es la dimensión de la vida social en su complejidad y totalidad. El espacio lo percibimos con todo nuestro indivisible Yo, con el alma, con la inteligencia, con el cuerpo, y le damos forma con todos nuestro órganos corpóreos. La batalla de Arts and Crafts y del Werkbund había dado el primer paso en el camino de la "reconciliación del mundo de la producción con el mundo de los creadores artísticos". En el proceso de producción de los objetos aislados, el artesano imagina el objeto en un material determinado y para un uso determinado, pero conserva la posibilidad de modificar el diseño inicial en el curso de la elaboración. Los objetos más perfectos son aquellos que reúnen una mayor cantidad de experiencias, aun cuando complejidad no significa complicación. El artesano convive con la materia, aprende a conocerla trabajándola, la transforma, la hace sensible a su mundo afectivo y fantástico. A diferencia del proceso de producción en masa, en donde al utilizar la máquina, la serie de experiencias del artesano deben ser previstas y cumplidas en la ideación; debe ser una experiencia perfecta para la posibilidad de la materia y, la forma tampoco variará. A la teoría de la materia corresponde en la Bauhaus la teoría de la forma. Su consecuencia común es lo standard. El producto término medio para el término medio. Económicamente consiste en obtener un máximo de calidad con un costo mínimo y, socialmente, en lograr por medio de su difusión nivelar las diferencias exteriores de usos y costumbres entre las diversas clases y, dejando además intacta la necesaria diferencia de función, anular la diferencia de nivel entre los componentes de la comunidad. Toda teoría de la materia se produce en función de la forma, y es en ésta última, en donde la materia revela su "calidad". El producto standard existe o se produce en función de la reproducción mecánica en serie; y esta standarización es una garantía del respeto hacia la autenticidad de la ideación y un remedio -4-

contra el peligro de la monotonía. El producto standard determina el contacto directo del público con el valor o la "calidad" de la forma; por esto modifica la relación entre el público y el objeto. Ya no puede ser contemplado o gozado por su carácter singular, por la habilidad del artista o del artesano, o por aquella parte de la historia humana que se relaciona con la historia de su formación. La base pedagógica de la Bauhaus era el curso preliminar, cuyo objetivo era el "reconocimiento y la exacta valoración de los medios expresivos individuales". Básicamente, se trataba de "liberar en el alumno las energías creadoras", pero evitando "toda insistencia hacia una determinada dirección elitista". Po esto, la enseñanza se limitaba a los problemas de observación y representación, pero teniendo como objetivo "la identidad ideal de la forma y contenido". La materia es considerada como una posibilidad, no una cosa dada, con ciertos contornos y caracteres; sino que se la considera en relación a alguna cosa por hacer y a los medios para hacerla. El pensamiento de una realidad cambiante según el ritmo continuo del espacio-tiempo es la base de la enseñanza formal de los cursos superiores. Como la "construcción" o "diseño" ya no es más una construcción intelectualista y, por tanto, dirigida a componer una naturaleza, no se desarrollará más sobre, sino dentro de la percepción, siendo ella también acto. En los inicios de la Bauhaus, se puede reconocer un actitud populista análoga a la de los artistas rusos de vanguardia. También la apelación al artesanado más tradicional y folklorístico cumple una función anti-burguesa al aspirar a la revalidación de un Volkgeist artístico contra el gusto generalmente cosmopolita de las clases burguesas. Su propósito es llevar a la producción industrial las genuinas fuerzas creadoras y la antigua experiencia operativa de las clases trabajadoras, para conferirles de ese modo funciones directivas. En 1925, el mueble metálico elimina la estática maciza del mueble de madera y le reemplaza por un conjunto de líneas tensas y curvas elásticas, que tienden a acompañar los movimientos espontáneos del cuerpo. No se trata de pasar de la materia a la forma, ya que el punto de partida, el tubo metálico, ya es una forma; el proceso es una construcción formal. En la Bauhaus de Dessau, por sugerencia de Gropius, los estudios se dirigen hacia otros problemas aparentemente más superficiales. Se crean nuevos tipos de papeles para empapelar, privados de carácter figurativo y cuyo valor consiste exclusivamente en la calidad de "superficie" o en la "textura" de la materia. La Bauhaus agranda la esfera de su influencia sobre las costumbres y usos de la sociedad con la reforma de la tipografía (se extiende desde la forma de los caracteres a la arquitectura de la página y el libro), de la publicidad y del teatro. Se trata de introducir en la vida cotidiana, a través de objetos de uso común, un sentido más pr...


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