Resumen Lectura \"\"La ocasión hace al ladrón\"\" PDF

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CONVIVENCIA CIUDADANA, SEGURIDAD PÚBLICAC Y URBANISMO. 1. INTRODUCCIÓN. El comportamiento individual es producto de una interacción entre la persona y el entorno físico. La mayoría de las teorías criminológicas sólo prestan atención al primer aspecto y se plantean por qué ciertos individuos tienen mayor o menor inclinación delictiva. Dejan de lado el segundo aspecto, que son las características relevantes de cada escenario, que ayudan a convertir las inclinaciones delictivas en acción. “No puede darse delito alguno sin las oportunidades físicas para llevarlo a cabo”. Las oportunidades delictivas son condiciones necesarias para que el delito suceda, cosa que las convierte en causas. La oportunidad, más que otras causas, es necesaria y tiene tanto o más derecho a ser considerada “causa última”. EJ: tiendas que facilitan el hurto provocan que el delito se provoque (incita a cometer delitos y ayuda al ladrón a ser más eficiente). La teoría de los escenarios de delito se sustenta en un principio: las oportunidades fáciles o tentadoras atraen a la gente a la acción delictiva. 2. NUEVAS TEORÍAS DE LA OPORTUNIDAD. Examina la oportunidad delictiva en una dirección distinta, pero todas llegan al mismo sitio. 2.1. El enfoque de actividad rutinaria. Para que tales crímenes ocurran, debe existir una convergencia en el tiempo y espacio de tres elementos: posible delincuente, objetivo apropiado y ausencia de vigilancia. Este enfoque dio por supuesto al delincuente y se centró en los otros dos. El vigilante era cualquiera que disuadiera la comisión del delito. Cuando éste está ausente, el objetivo está expuesto a riesgo de ataque delictivo. VIVA [Valor (gran éxito), Inercia (peso artículo), Visibilidad (exposición), Acceso (ubicación)] del objetivo. Por lo tanto, el número de delitos puede incrementarse sin que haya más delincuentes, siempre que existan objetivos o puedan hacerse con ellos. “Cuanto más tempo pasa la gente entre desconocidos y fuera del hogar, más aumenta el riesgo de victimización”. 2.2. Teoría del patrón delictivo. Analiza cómo se mueven en el tiempo y espacio los sujetos y las cosas involucradas en un delito. Tres conceptos: nodos (desde dónde y hasta dónde se trasladan las personas. Delito en el lugar y cerca de ellos. Ej: Bar. Delito fuera y no dentro.), rutas (entre los lugares dónde hay delito. El patrón delictivo presta atención a la distribución geográfica del delito. Ej: horarios hacia el trabajo, salida escolar, cierre bares… Entre nodos y a lo largo de las rutas) y límites (áreas donde la gente compra, habita, trabaja, busca entretenimiento. Coinciden personas de distintos barrios que no se conocen. Juntar a propios y a extraños ayuda a aumentar índices de criminalidad). 2.3. La perspectiva de la elección racional. Fija su atención en la toma de decisión del delincuente. Su principal hipótesis es que el delito es una conducta intencional, diseñada para beneficiar al delincuente. Persiguen fines cuando cometen delitos, teniendo en cuenta algunos riesgos y beneficios. Ej: ladrones de automóviles tienen varios fines (divertirse, para venderlos, sacar piezas, cometer otro delito, volver a casa). Se efectúa una elección, en un momento y escenario determinados, que ofrece la oportunidad de satisfacer el motivo. El delincuente piensa antes de actuar, teniendo en cuenta beneficios y costes de la comisión del delito. Presta menos atención al castigo o efecto a largo plazo. Modus Operandi es muy importante ya que está vinculado a la prevención situacional del delito, diseñada para reducir las oportunidades. Estas teorías no se solapan, sino que comparte presupuestos. Cada una considera que la oportunidad para delinquir genera delitos y presta atención a lo que hacen los delincuentes durante el delito. Pueden ordenarse según ámbito y atención desde un sentido amplio (rutinarias), hasta área local (patrón delictivo) y del individuo (elección racional). Juntas nos dicen que se puede cambiar las oportunidades de delinquir (urbanismo, métodos policiales, prevención situacional…). 3. LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA OPORTUNIDAD Y EL DELITO. 3.1. Las oportunidades desempeñan un papel en la causación de todo delito. Hay que ver el punto de vista del delincuente y centrarse en la comisión del delito e instantes anteriores a éste. En bares se ha mostrado que su diseño y gestión pueden conducir a la existencia o ausencia de violencia (mayor tamaño y más jóvenes hay más peleas). Happy hours (cierre bares a altas horas), concentración de bares inciden en la oportunidad para la violencia. Es probable que un varón joven que insulte a otro, éste le responda, o personas corpulentas golpeen a otros más débiles, y que grupos grande de delincuentes ataquen a otros más pequeños, influido por la oportunidad. 1

CONVIVENCIA CIUDADANA, SEGURIDAD PÚBLICAC Y URBANISMO. En las agresiones sexuales, los niños tendrán más probabilidad por parte de adultos. La violencia doméstica depende de la privacidad (ausencia de otros miembros de familia). Las llamadas amenazadoras dependen del acceso a teléfono y habilidad para ocultar la llamada. En EUA, hay más homicidios por la disponibilidad de armas (mayor probabilidad de una oportunidad a atacar). En el tráfico de drogas y la prostitución requieren una reordenación del entorno para que desciendan. En el cuello blanco y fraude, hay que imponer formas impositivas fáciles de cumple para evitar la necesidad de amenazar a la gente con una pena (ej. pagar en efectivo y no en cheques). En resumen, el mito de que la oportunidad es sólo causa de robo y delitos contra la propiedad, es disipado a medida que se hacen estudios más amplios. No existe ningún delito donde la oportunidad no cumpla su papel. 3.2. Las oportunidades delictivas son sumamente específicas en cada grupo de delito y delincuente. Existen distintos modus operandi según el objetivo del delincuente. Eliminar la oportunidad sobre un delito, puede no tener resultado sobre otros. Ej: Evitar que se robe un vehículo no impide que rompan la ventana y cojan objetos de dentro. 3.3. Las oportunidades delictivas están concentradas en el tiempo y el espacio. ¿Por qué no repartidas? Muchas personas y objetivos no son los apropiados; lugares desfavorables; depende del momento; vigilantes no están en todas partes; los delincuentes probables no pueden estar en todas partes tampoco. La distribución espacial y temporal de las personas y cosas es muy desigual y dispone el escenario perfecto en momentos y lugares determinados. Ej: atracador con víctima débil es fácil, pero para una víctima fuerte harán falta otras oportunidades. “Puntos calientes” delictivos (lugares que dan lugar a más llamadas a la policía), pueden hacer subir el índice delictivo en una zona. Aunque la mayoría de personas y lugares del área estén libres de delito, su reputación se ve empañada por puntos calientes cercanos. Pero estos no tienen en cuenta el delito en las rutas desde y hasta los lugares en cuestión, ni los efectos colaterales negativos del delito en una zona. Hay que hablar de “generadores delictivos” (produce delitos en un sitio y momento concretos y quizás lo propague a otras zonas cercanas) y “reclamos delictivos” (atrae a personas que en principio no habrían ido a ese sitio). Genera delitos que no habrían ocurrido. “Disuasor delictivo” (lugar que disuade a delincuentes del acto de delinquir). Los ganchos pueden fallar. 3.4. Las oportunidades delictivas dependen de los movimientos cotidianos. Los cambios de red de transportes pueden tener un efecto importante en las oportunidades delictivas. Nuevas carreteras introducen peligros delictivos en zonas nuevas, mientras que eliminan oportunidades en las zonas que abandona. Los caminos de ida y vuelta al trabajo son esenciales, al igual que ida y vuelta de la escuela, dónde los jóvenes encuentran sus propias rutas, algunas con consecuencias delictivas. Patrones de movimientos nos ayudan a entender los generadores y reclamos delictivos. Estos nodos generan movimientos. Este perfil geográfico ha sido de utilidad para estrechar el cerco a posibles sospechosos y conducir a una detención. Crímenes inusuales pueden seguir patrones muy rutinarios. 3.5. Un delito crea oportunidades delictivas para otro. Una vez involucrado en un delito, el sujeto puede verse involucrado sin planearlo en otros delitos a causa de las oportunidades que aparecen en el transcurso de la comisión del delito. Ej: robo en una vivienda (armas, lesiones, agresiones sexuales, uso fraudulento tarjetas y reparto del botín con otro delincuente). Cualquier delito puede desencadenar violencia entre las partes ilegales, puesto que no pueden dirigirse a un tribunal y solicitar al juez que resuelva su conflicto. En resumen, los delincuentes tienen al menos ocho maneras de sumirse aún más en el delito: malgastar las ganancias ilegales en drogas o prostitución; repetir el delito contra la misma víctima; pasar tiempo con otros delincuentes; pasar tiempo con sujetos peligrosos; pasar tiempo en entornos peligrosos a determinadas horas; provocar a otros para que les ataquen; desarrollar drogodependencias que conducirán a cometer actos delictivos; consumir substancias. Los objetivos más oportunos pasan a ser aún más oportunos una vez han sido victimizados. En el caso de los grafitis, se relaciona con la teoría de las ventanas rotas, donde la proliferación de infracciones pequeñas puede destruir un barrio. La degradación del control social, hace que otros nuevos delincuentes tomen el control en ese lugar.

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CONVIVENCIA CIUDADANA, SEGURIDAD PÚBLICAC Y URBANISMO. 3.6. Algunos productos ofrecen oportunidades delictivas más tentadoras. Existen ciertos “productos calientes” que pueden ayudar a explicar el patrón de muchas clases de hurtos y robos, así como los incrementos de delitos. También ayudan a explicar victimizaciones repetidas (tiendas). Se precisan mayores medidas de seguridad para disminuir el robo de estos productos, como por ejemplo códigos de seguridad o localización en el caso de Iphone. Se desconoce el Por qué del robo de determinadas marcas y no de otras. 3.7. Los cambios sociales y tecnológicos producen nuevas oportunidades delictivas. El avance tecnológico produce nuevos productos, pero algunos no son apropiados para el robo. En la tapa de innovación el producto es vendido a un grupo especial de consumidores. Será caro y difícil de usar, relativamente pesado y poco manejable. Entonces no se robaban tanto (Ordenadores). En la etapa de crecimiento los productos suelen ser más fáciles de usar, más baratos y más ligeros. La gente sabe cómo usarlos todos quieren uno, y aumentan los robos. En la etapa de mercados de masas el producto es más atractivo todavía. Se venden muchas unidades y el robo aumenta más. En la etapa de saturación la mayoría de gente tiene el producto, y los robos bajan. Muchos productos que habían sido objeto de una ola delictiva, se encuentra en etapa de saturación y ofrecen pocos incentivos al robo. Con las innovaciones, nuevos productos entran al ciclo. En el caso de automóviles, aún no se ha llegado a la etapa de saturación. Tendencias recientes: ordenadores, móviles. 3.8. Las oportunidades delictivas pueden reducirse. De no ser cierto, nadie se tomaría la molestia de adoptar ciertas precauciones rutinarias como cerrar los coches y las casas con llave, guardar dinero en lugar seguro y aconsejar a los niños que no vayan con desconocidos. La policía, el gobierno y otras instituciones deberían poner en marcha acciones más amplias encaminadas a reducir oportunidades. Enfoques: métodos policiales orientados a la resolución de problemas; arquitectura; prevención situacional del crimen. Ninguno de estos enfoques pretende mejorar las características de los seres humano, más aún, aspiran a frenar el delito con bajos costes sociales y económicos y métodos prácticos y simples. El mejor desarrollado es la prevención situacional del delito: hurto monedas tlf. Públicos (tarjetas de teléfono); uso de éstos par vender droga (retirada o limitación llamadas entrantes); llamadas amenazadoras (identificador llamadas). Objetivos para reducir la oportunidad: aumentar el esfuerzo delictivo percibido (dificultar objetivos, desviar delincuentes), aumentar riesgos percibidos (control entradas y salidas, vigilancia), reducir recompensas esperadas (eliminar objetivos, identificar la propiedad, reducir tentación) y eliminar excusas para delinquir (fijar normas, alertar conciencia, desinhibición). 3.9. La reducción de oportunidades no suele desplazar el delito. Trasladado de cinco modos: de un lugar a otro (geográfico); de un momento a otro (temporal); de un objetivo a otro; método distinto (táctico); substitución por otro (tipo de delito). La propensión a cometer el delito se acumula y se tiene que descargar. Cualquiera que sea la base, no tiene en cuenta el papel importante causal de la tentación y la oportunidad. Ej: mercado con nuevas medidas de seguridad. Los delincuentes buscaran otro. En el caso de las drogas, no se produce una progresión. Consumirán menos, pero no cambiarán. Los atracadores de bancos atracarían más si fuesen más fáciles, y menos si fueran más difíciles y arriesgados. En algunos casos, el desplazamiento es más limitado, pero no hay que ignorarlos. No desplazaran los delitos cuando los costes superen los beneficios. En resumen, el desplazamiento siempre constituye una amenaza para la prevención, pero hay razones teóricas sólidas para creer que está lejos de ser evitable. 3.10. Una reducción de oportunidad focalizada puede producir un descenso de delitos más amplio. A veces se da un efecto contrario al desplazamiento. En lugar de que el delito sea exportado a otros momentos y lugares por medidas preventivas, puede ocurrir que los beneficios de las medidas se extiendan más allá de los objetivos de la intervención. Ej: cámaras de vigilancia en un parking descienden el delito en otro también. Lo mismo en todos los autobuses. Biblioteca con ellos en libros, desciende hurto en videos. Geolocalización en algunos vehículos, reduce en todos. “Difusión de beneficios” de las medidas de prevención del delito. Los delincuentes potenciales pueden ser conscientes de que se han introducido nuevas medidas preventivas, pero no están seguros de su alcance preciso. Pueden creer que se están aplicando de manera más amplia. Esta difusión aumenta el atractivo práctico de los programas de reducción de oportunidades. La publicidad puede ayudar. Hay que mantener la incertidumbre para que no se reduzcan estos beneficios. 3

CONVIVENCIA CIUDADANA, SEGURIDAD PÚBLICAC Y URBANISMO. 4. CONCLUSIONES. Hay un importante papel de la oportunidad en la causación del delito. El delito es producto de una interacción entre la persona y el entorno físico. Estudiando los escenarios del delito, no sólo se comprenden los actos delictivos de un modo más completo, si no que podemos obtener más conocimiento sobre patrones y tendencias delictivas. Pero además, pueden tratar la vida cotidiana, dando forma y coherencia a nuestras vidas. Combinando la información de primera mano con información sobre delitos rutinarios, se pueden entender mejor la causación del delito. Al aceptar oportunidad como causa del delito, se abre una nueva visión para la prevención del delito, centrada en la reducción de la oportunidad. Las políticas no son un complemento únicamente de los esfuerzos existentes para disminuir propensiones individuales a cometer delito. Al contrario, operan en circunstancias más cercanas al acto delictivo y ofrecen más oportunidades de reducir el delito inmediatamente. El desplazamiento, raramente implica que se pierdan todos los logros de las focalizadas en reducción de oportunidad. A veces, la difusión de beneficios tiene como resultado la reducción del delito más allá de tales medidas. En resumen, aceptar que la oportunidad es una causa de delito igual en importancia a las variables personales y sociales que se suelen considerar causas, conduce a una criminología más completa y más útil a la política y practica. El trabajo de prevención de la policía, la seguridad privada y el personal de empresas en al reducciones de las oportunidades delictivas se ocupa plena y directamente de las causas básicas del delito.

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