Resumen Psicopatología 4 Conjuntos materia completa PDF

Title Resumen Psicopatología 4 Conjuntos materia completa
Author Brenda Murray
Course Psicopatología
Institution Universidad de Buenos Aires
Pages 185
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Summary

Resumen de los textos, completisimo. Incluye teoricos, seminarios, practicos y bibliografia en cada caso. Divido en 4 modulos, 4 parciales, con el que das final....


Description

PRIMER CONJUNTO TEMÁTICO II. Relación psiquiatría-psicoanálisis: 1. Método psiquiátrico y método psicoanalítico. El método psiquiátrico. Fundamentos epistemológicos e ideológicos. El dispositivo freudiano de tratamiento. 2. Nosología descriptiva y nosología estructural. El síntoma para la psiquiatría y para el psicoanálisis. 3. Ruptura y continuidad entre el psicoanálisis y la psiquiatría. El psicoanálisis como culminación de la psiquiatría clásica. 4. Clínica psiquiátrica y clínica psicoanalítica. Clínica de la mirada y clínica de la escucha. Bibliografía obligatoria: Godoy, C., "La psicopatología: de la psiquiatría al psicoanálisis", en Psicoanálisis y psiquiatría: encuentros y desencuentros (Temas introductorios a la psicopatología), op. cit. III. Surgimiento y desarrollo de la clínica psiquiátrica: 1. Nacimiento de la clínica. Pinel: referentes científicos, su clasificación de las enfermedades mentales. Aportes de Esquirol. El sistema sincrónico en la clasificación de síndromes. El tratamiento moral. 2. El paso intermedio entre la clínica sincrónica y la clínica diacrónica. Bayle (P.G.P.). Morel (teoría de la degeneración). Falret. Comienzo de la clínica diacrónica. 3. Clínica sincrónica y diacrónica: diferencias y representantes. 4. Los paradigmas de la psiquiatría: la alienación mental, las enfermedades mentales y las grandes estructuras psicopatológicas. Bibliografía obligatoria: Bercherie, P., Los fundamentos de la clínica. Introducción y Cap.1. Godoy, C., "La psicopatología: de la psiquiatría al psicoanálisis", en Psicoanálisis y psiquiatría: encuentros y desencuentros (Temas introductorios a la psicopatología), op. cit. Zlotnik, M., "La psiquiatría clásica y sus dos clínicas", en Psicoanálisis y psiquiatría: encuentros y desencuentros (Temas introductorios a la psicopatología), op. cit. IV. Culminación de la clínica psiquiátrica: A. Paranoia: 1. Desarrollo histórico y conceptual del término paranoia. Tres momentos: Previo a Kraepelin (la concepción de la paranoia antes de 1899). La sexta edición de Kraepelin y su restricción del concepto de paranoia. La paranoia después de Kraepelin. La disolución del concepto de paranoia. De Clérambault. Kraepelin y los franceses. La escuela alemana y la escuela francesa. 2. Kraepelin y sus antecedentes. Definición de paranoia, síntomas basales y accesorios, evolución y síntomas negativos. Diferencias entre la sexta y la octava edición. El delirio de los querulantes. 3. Sérieux y Capgras y las locuras razonantes. Distinción del delirio de interpretación y el delirio de reivindicación. 4. Modificaciones introducidas por De Clérambault. Diferencias entre las psicosis pasionales y el delirio interpretativo (paranoia). B. Esquizofrenia y demencia precoz: 1. Desarrollo histórico y conceptual del término esquizofrenia. Diferencias entre la escuela alemana y la francesa. El rechazo de la demencia precoz por los franceses. Crítica de Ballet a Kraepelin. 2. La demencia precoz. Kraepelin. Síntomas basales y síntomas accesorios. 3. El grupo de las esquizofrenias. Bleuler. Antecedentes del concepto de esquizofrenia. Acuñación del término. Síntomas fundamentales y accesorios. El trastorno de la asociación. La obstrucción del pensamiento y su diferencia con la inhibición. C. Parafrenias: 1. Desarrollo histórico y conceptual del término parafrenia. Introducción del concepto de parafrenia por Kraepelin. La octava edición del tratado de Kraepelin y su relación con la sexta. Las diferentes parafrenias. La evolución y el deterioro. 2. G. Ballet. La psicosis alucinatoria crónica como entidad autónoma, por fuera de la demencia precoz de Kraepelin. Críticas a la disociación de Magnan y a la síntesis de Kraepelin. Los síntomas constantes y los inconstantes. La desagregación de la personalidad y el eco de pensamiento. Bibliografía obligatoria: 1

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Ballet, G., "La psicosis alucinatoria crónica" (Incluye: "La psicosis alucinatoria crónica y la desagregación de la personalidad"). Bercherie, P., Los fundamentos de la clínica. Cap. 12. Bleuler, E., "Dementia praecox o el grupo de las esquizofrenias". De Clérambault, G. G., "Las psicosis pasionales". En Metáfora y delirio. Eolia Dor, Madrid, 1993. Kraepelin, E., "Paranoia". Lección 15. Kraepelin, E., "La locura sistemática" (paranoia). En Analytica, 30. Págs. 21 a 43. Kraepelin, E., "Demencia precoz". Lección 3. Kraepelin, E., "La psicosis irreversible". En Analytica, 49. Cap. 1: El cuadro general de la enfermedad (págs. 11 a 23); Cap. 4: Diagnóstico diferencial (págs. 83 a 91). Kraepelin, E., "Las parafrenias". En La demencia precoz. 2ª parte. Parafrenias, Polemos, Bs. As., 1996. Cap. XIII. Sérieux P. y Capgras J., "Delirio de reivindicación". Sérieux P. y Capgras J., "Delirio de interpretación". Zlotnik, M., "La psiquiatría clásica y sus dos clínicas", en Psicoanálisis y psiquiatría: encuentros y desencuentros (Temas introductorios a la psicopatología), op. cit. Godoy: La psicopatología: de la psiquiatría al psicoanálisis. Psicoanálisis y psiquiatría: encuentro y desencuentros. Lacan dice que hay clínica desde que hay tipos clínicos. Esta clínica identificó y nominó a una seria de tipos clínicos, que luego fueron retomados por el psicoanálisis. La psicopatología es el campo a través del cual el psicoanálisis va a incidir en la teoría psiquiátrica. Esto se observa en Bleuer y Jung (psiquiatras de Zurich) quienes toman las concepciones freudianas para crear la noción de esquizofrenia. Los tipos clínicos no son especies naturales sino el recorte, producido en el campo de la clínica, a partir de ciertos conceptos que explicíta o implícitamente, agrupan a un conjunto de síntomas. Por lo tanto es fundamental extraer cuál es el criterio que opera en cada distinción nosológica. Godoy distingue la lógica de la psiquiatría y la del psicoanálisis y el concepto lacaniano de estructura. Los paradigmas de la psiquiatría Khun plantea la noción de paradigma, el cual constituye el conjunto del saber establecido que sostiene a la ciencia normal en su función, opera como una referencia eficaz que permite resolver los problemas planteados en un campo científico dado. Se trata de un marco teórico, en el cual son posibles un conjunto de teorías. La eficacia de cada paradigma se mantiene mientras no surjan problemas que lo pongan en crisis. Georges Lanteri-Laura propone utilizar el concepto de “paradigma” para realizar una lectura de la historia de la psiquiatría. Pero plantea que en el pasaje de un paradigma a otro permanecen nociones o criterios residuales del paradigma anterior, y se producen retornos a cuestiones que parecían superadas o permanecían veladas. G. Lanteri-Laura propone 3 paradigmas: el de la alienación mental (corresponde a la clínica sincrónica planteada por P. Bercherie), el de las enfermedades mentales (corresponde a la clínica diacrónica planteada por P.Bercherie) y el de las grandes estructuras psicopatológicas. Paradigma de la alienación mental: corresponde al pasaje de la noción social y cultural de “locura” al concepto médico de “alienación mental”, introduciéndosela como una enfermedad y ubicándosela en el plano de la asistencia médica. La alienación mental se constituye entonces en una especialidad autónoma, pero para Pinel no consiste en enfermedades irreductibles sino simples variedades que pueden sucederse en el mismo paciente. Se destaca así LA alienación mental, ya que sus variedades de presentación no le quitan el carácter de enfermedad única, para la cual se propone una única forma de tratamiento: el tratamiento moral. En este período nace el dispositivo de internación como una parte esencial del tratamiento moral. Este dispositivo se erige bajo el supuesto de que aislar al alienado de sus lazos familiares y de los problemas del mundo evita las pasiones que agravan la alienación mental. El asilo encarnaría un ambiente enteramente 2

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racional que podría devolverle la razón al alienado. El tratamiento moral buscaba dirigirse a lo que “restaba” de razón en el alienado y ocuparlo en un trabajo que pudiera alejarlo de su padecimiento. Pinel y Esquirol, son los autores que caracterizan a este período. Éste se extiende desde 1973 (año de la asunción de Pinel como director del asilo de Bicêtre) hasta mediados del siglo XIX, momento en que J.P. Falret (alumno de Esquirol) sostiene que la patología mental se componía de una serie de especies mórbidas, las cuales no constituirían variedades sino que serían específicas e irreductibles unas a otras, especies verdaderamente distintas y caracterizadas por un conjunto de síntomas y por una evolución determinada. Paradigma de las enfermedades mentales: llevará a poner el acento en la semiología y en la observación clínica del paciente, ya que al multiplicarse las entidades mórbidas se vuelve crucial la evaluación diagnóstica. Se despliega la semiología psiquiátrica, la cual constituye una rama de la medicina que se ocupa de describir y definir los signos de las enfermedades, para poder establecer un pronóstico y un tratamiento adecuado. Se produce un desarrollo marcado de la clínica, constituyéndose las grandes nosografías. Lanteri-Laura denomina empirismo estricto a la observación y descripción que se realiza en este período, el cual se opone en cierta manera a la psicopatología, reflejándose en el pasaje al siguiente paradigma. La crisis de este paradigma comienza cuando la multiplicación de las especies mórbidas se torna difícil de ordenar. En este momento también surge el cuestionamiento de la teoría de las localizaciones cerebrales, la cual esperaba poder localizar para cada enfermedad una etiología certera. La influencia de Freud en algunos psiquiatras será la base para la constitución del tercer paradigma. Las grandes estructuras psicopatológicas Tercer paradigma: momento en que se imponen en la psiquiatría un conjunto de conceptos y la psicopatología misma, produciendo una modificación crucial en la misma. La psicopatología no nace con este paradigma, tiene su propia historia. El término “psicopatología” fue utilizado por primera vez por Emminghaus en 1878 como equivalente a psiquiatría clínica. Posteriormente, T. Ribot crea el método patológico que buscaba comprender la psicología normal a partir del estudio del hecho patológico. Constituía una disciplina fundamentalmente teórica opuesta a la psiquiatría como práctica médica. El surgimiento de este paradigma es en 1926, en la intervención de Bleuler en el Cogreso de Psiquiatras de Ginebra en el cual se acepta y consolida las ideas de Bleuler sobre la esquizofrenia. El declive de este paradigma se ubica en 1977, año en que muere Henri Ey, quién planteaba el modelo orgánico-dinámico. Entre los años 20 y 40 se manejó en la psiquiatría la noción de estructura originada en la teoría de la Gestalt, mostrando la influencia de esta teoría. A su vez, la filosofía fenomenológica también ejercerá una amplia influencia. En este momento se impone la oposición neurosis-psicosis, la cual le permite a la psiquiatría organizar todo lo que no corresponde a lesiones cerebrales evidentes ni a factores exógenos indudables. Diferencia entre Kreapelin y Bleuler: _Kreapelin: concepción sobre demencia precoz se encuentra ubicada dentro del segundo paradigma. Para éste, la demencia precoz constituía una enfermedad que podía ser abordada a partir de la descripción clínica y cura evolución asegura su unicidad. _Bleuler: marca el pasaje del segundo al tercer paradigma al introducir el concepto de esquizofrenia. Éste se sitúa en una perspectiva donde la clínica se inspira en concepciones no clínicas, introduciendo hipótesis psicopatológicas y no meramente descriptivo-semiológicas. Esto trae aparejado una progresiva reducción de las enfermedades mentales junto con la ampliación del concepto de esquizofrenia hasta cubrir casi todo el campo de la psicosis E. Minkowski decía que la psiquiatría objetiva es insuficiente y no permite analizar los elementos más que como elementos psíquicos artificialmente aislados, a los que se atribuye falsamente una realidad propia. Por el contrario, el síntoma mental no es una simple asociación de síntomas, sino la expresión de una modificación profunda y característica de la personalidad humana entera. El autor propone el diagnóstico estructural como la identificación del trastorno generador que corresponde a la base anatomofisiológica de los síndromes somáticos. Este planteo presenta el límite de su concepto de estructura pensado fenomenológicamente como estructura de la personalidad. 3

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A su vez, H. Ey plantea un orden jerárquico y dinámico de instancias superiores e inferiores. En lo superior ubica a la conciencia que debe conducir y dominar todas las funciones inferiores que son automáticas e inconscientes. Todo proceso patológico daría por resultado 2 tipos de síntomas: los negativos (resultado de la disolución de la función superior) y los positivos (consecuencia de la liberación de los niveles inferiores). A este dinamismo entre instancias jerárquicas H. Ey llama estructura y deduce una estratificación de los estados psicopatológicos según el grado de degradación de la actividad psíquica. La crisis del paradigma estructural se debe: en parte a lo abusivo de la utilización del concepto de estructura que, al ganar amplitud, perdió precisión; a la declinación, en el nivel práctico, de las nociones introducidas por estas concepciones; y al cambio introducido por el surgimiento y la multiplicación de los psicofármacos y la diversidad de dispositivos psicoterapéuticos. Lanteri-Laura se pregunta si la autoridad adquirida por el DSM bastará, con su modelo sindrómico, para establecer un nuevo paradigma (el cuarto). Se entiende que cada síndrome posee algunos síntomas que pueden servir para el diagnóstico, de esta manera se deja de lado la etiología y la evolución, ambas nociones de carácter psicopatológico. Sin embargo, para Lanteri-Laura, la fragmentación progresiva de la psiquiatría contemporánea resulta un obstáculo al intentar de identificar un cuarto paradigma. El “paradigma” lacaniano Se pueden destacar aproximaciones y diferencias entre el psicoanálisis y el tercer paradigma. _El modelo construido en el tercer paradigma sigue estando dentro del campo de la psiquiatría, aunque influenciada por las concepciones freudiana, la fenomenología, la teoría de la Gestalt, la neurología globalista, etc. _ El trabajo que hace J. Lacan se puede ubicar, su comienzo, en el tercer paradigma, y posteriormente una articulación con el segundo paradigma. En ésta se destaca la introducción del concepto de estructura de modo radicalmente diferente, refiriéndose a la estructura del lenguaje, de la cual se articulará con el efecto subjetivo. El debate entre J. Lacan y H. Ey producido en el segundo coloquio de Bonneval en 1946 se puede marcar como un hito que marca la diferencia entre el psicoanálsis y la psiquiatría (del tercer paradigma). Lacan aquí demuestra que la teoría de H. Ey no deja de tratarse de un organicismo y propone una concepción radicalmente distinta de locura y la causalidad. Si el segundo paradigma ponía su acento en el fenómeno clínico y el tercero destacaba la dimensión de la estructura, Lacan propone en lugar de esa disyunción, una conjunción: buscar la estructura en el fenómeno. De esta manera destaca el estudio de Clérambault de los automatismos mentales, ya que el autor intentó aislar la estructura presente en el síntoma, aquello que Lacan luego definió como el significante en lo real de la psicosis. Se puede sostener que la psiquiatría excluye el campo del goce (esto se observa en la elisión que realiza Bleuler del eros de “autoerotismo” para introducir como síntoma de la esquizofrenia el autismo), mientras que para el psicoanálisis la consideración de la envoltura formal del síntoma (sea neurótico o psicótico) es inseparable de la problemática de goce que implica. A su vez, el psicoanálisis constituye una clínica basada en la transferencia, introduce al analista. Esto lo aleja de la descripción objetivante de la psiquiatría introduciendo la posición subjetiva de auqel que nos habla de los fenómenos que lo habitan. Por lo tanto, si bien el tercer paradigma no se constituye son el psicoanálisis, éste, sin embargo, no se confunde con él. En contraposición con lo que plantea Lanteri-Laura, desde la persectiva del psicoanálisis resulta fundamental subrayar que los trabajos de Freud son decisivos en la constitución del campo de la psicopatología al introducir la formulación de hipótesis sobre la formación de síntomas. A su vez, a partir de la lectura que propone Lacan, ciertos autores ubicados por Lateri-Laura en el segundo paradigma, llevan adelante importantes distinciones psicopatológicas, por ejemplo Clérembault con la psicosis a base de automatismos. Se podría ubicar un paradigma lacaniano, no de la psiquiatría sino del psicoanálisis, que puede constituir una respuesta al impasse del modelo del DSM y la psiquiatría contemporánea. Éste se da cuenta de la envoltura formal del síntoma y su relación con el goce. Zlotnik: La psiquiatría clásica y sus dos clínicas. Psicoanálisis y psiquiatría: encuentro y desencuentros. 4

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I. Introducción Clínica de la mirada (Foucault): durante muchas décadas la psiquiatría prescindió de la psicopatología al reducir el fenómeno mismo a una descripción que pretendía ser objetiva. Psiquiatría clásica: estableció las descripciones canónicas de los síntomas, así como las grandes clasificaciones de las enfermedades mentales. Siglo XVII: surge el asilo como lugar de encierro para todo sujeto considerado improductivo y, por ello, segregado socialmente. A partir de los ideales humanitarios propugnados por la Revolución Francesa se impone hacer la distinción entre aquel que es considerado “loco” y aquellos que no lo son. A fines del siglo XVIII es nombrado el médico Philippe Pinel director del hospital de Bicêtre, el primero dedicado al diagnóstico, tratamiento y atención de quienes comienzan a ser llamados “alienados”. Esto constituye la medicalización de la locura, que comienza a ser considerada una enfermedad. A partir de aquí Bercherie distingue 2 tiempos de la historia de la psiquiatría: el primero el período de la clínica sincrónica (con Pinel y Esquirol como referentes) y el segundo es el período de la clínica diacrónica (iniciado por Falret). Oposición entre: un mismo estado y estados de desarrollo diferentes. Saussure: la sincronía refiere al aspecto estático de un fenómeno, es decir, designa un estado de las cosas en una relación de simultaneidad que excluye toda intervención del tiempo. La diacronía consiste en tomar un objeto y estudiar sus modificaciones a través del tiempo. Clínica sincrónica: se caracteriza por tomar a la enfermedad mental en el memento preciso en que se la está abordando, sin tener en cuenta sus antecedentes, ni el tipo de evolución. Fundada en la descripción sindrómica de la patología. La locura, si bien es tomada como un género unitario, puede presentar diversos tipos de síndromes sin que necesariamente se establezca un orden de sucesión entre ellos, ya que lo que interesa es hacer la descripción precisa de lo que se presenta en el momento de la evaluación de la enfermedad. II.La clínica sincrónica 1.Pinel y las especies de la locura Pinel se inscribe dentro de la corriente hipocrática, él trataba de observar no para explicar sino para describir lo real, por esta razón el saber que despliega se ve limitado al campo de los fenómenos. Considera la alienación mental como una perturbación de las funciones intelectuales (funciones superiores del sistema nervioso sin inflamación, lesión estructural, ni fiebre), es decir producidas en condiciones normales. La alienación mental formaría parte del conjunto de las neurosis cerebrales.

Concibe la locura como única y dentro de ella encuentra distintos síntomas o síndromes que son entendidos como distintas apariencias de ese fenómeno único. Distingue 4 síndromes: manía, melancolía, demencia, idiotismo. 5

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