Tema 2: El educador/a y su ejercicio profesional PDF

Title Tema 2: El educador/a y su ejercicio profesional
Course Fundamentos Pedagógicos de la Educación
Institution Universidad de Huelva
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TEMA 2: EL EDUCADOR/A Y SU EJERCICIO PROFESIONAL 1. EL EDUCADOR/A: DE LA GENERALIDAD A LA PROFESIÓN Según Ricardo Nassif, educador es todo o que ejerce influencias. Para Ferrández y Sarramona, educador es todo lo que educa, de forma general. Para Sindo Froufe, educador es todapersona que influye en otra. Según Zaragüeta, lo que posee educatividad (aptitud y energía para educar). Según el criterio de los profesores Ferrández y Sarramona pueden ser: personales o institucionales. Y según el grado de intencionalidad y conciencia que tengan o pongan en su cometido educativo y según la encomienda social asignada: primarios o secundarios. Los primarios son aquellos educadores que socioculturalmente se les han asignado como objetivo primordial el derecho y el deber de educar. Los secundarios son aquellos los que se les asignó como tarea añadida a otras prioritarias la de educar. -

Personales: Primarios: padres, profesores, maestros, educadores sociales, monitores, tutores…  Secundarios: amigos, compañeros, vecinos… Institucionales:  Primarios: familias, Colegios, Institutos, Universidades, Conservatorios e Música, Estado, Iglesia…  Secundarios: ludotecas, asociaciones, centros penitenciarios, clubes, centros de la tercera edad… 

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Simmer añade a estos dos tipos de educadores lo que él llama “objetos y circunstancias especiales”. Cabría la posibilidad de incorporar a la clasificación los denominados “Educadores Mediáticos” que son las publicaciones impresas y electrónicas, los medios de comunicación de masas y los new media. Añade que detrás de los educadores institucionales y mediáticos siempre está el hombre, la mujer, el ser humano. El término “educador” incluye y acoge al concepto de educador/a profesional (maestro/a y educador/a social). 2. EL EDUCADOR PROFESIONAL Y SUS TIPOLOGÍAS Una profesión es definida por la R.A.E. como “el empleo, facultad u oficio que tiene y ejerce una persona con derecho a una remuneración”. Y según el profesor José María

Quintana Cabanas “actividad socialmente productiva que se encuadra dentro de un sistema de división del trabajo”. A continuación, las cualidades que debe tener una actividad laboral según tres profesores: -

Agustín Escolano Benito sostiene que una actividad laboral para tener la consideración de profesión debe estar sustentada en tres bases:  Base societaria. La actividad debe repercutir en un bien comunitario, social, colectivo.  Base de conocimiento y competencia. La actividad debe estar precedido de una formación inicial deliberada y sistemática que le capacite para ello científica y técnicamente.  Base ética. La actividad debe tener un código ético o una ética que recoja los “deberes u obligaciones morales de dicho ejercicio”

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Jaume Sarramona apunta las siguientes características:  Delimitación de un campo propio de actuación. Cada profesional tiene su ámbito específico de desempeño.  Preparación específico. Hace referencia a la formación inicial.  Compromiso de actuación. La persona debe formarse, actualizarse, reciclarse continuamente.  Unos ciertos de derechos sociales.  

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Autonomía en la acción. El profesional tiene sus altas cotas de acción autónoma, toma decisiones y actúa según criterios propios. Compromiso deontológico. Coincide con la Base ética (profesor Escolano).

Bernardo de la Rosa señala 4 características a cumplir por toda profesión:  Tener una formación universitaria y un alto grado de conocimientos.  

Tener un ideal de servicio comunitario. (=base societaria) La existencia de códigos éticos. Exige la existencia de un código ético reconocido.



Un sistema de recompensas que se traduce en honorarios. Recoge directamente la percepción de un salario como característica de una profesión.

Educador/a Profesional se puede definir como “aquella persona que ejerce una labor educativa aplicando unos conocimientos científicos y técnicos adquiridos mediante una formación inicial y permanente, sistemática y deliberada, prestando así un servicio socio-comunitario regido por una ética o código propio y por el que recibe una remuneración económica”.

Las tipologías de los educadores/as profesionales obedecen en su mayoría al criterio relacional entre la personalidad del educador y las consecuencias que la misma tiene en el educando. Ferrández-Sarramona recogen distintas clasificaciones de diferentes autores: -

Casselman distingue el profesor Logotropo del Paidotropo. 



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Kerschensteiner diferencia cuatro tipos de educadores:  Solícitos: son rutinarios, paternalistas, intervienen de forma “encimista” sobre los alumnos.  Indolentes: no participan activamente en la tarea educativa por comodidad, dejan la iniciativa al alumnado.  Ponderados: dosifican disciplina y libertad 

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Logotropo: considera esencial la materia, los contenidos, predominando en la relación educativa la figura del profesor en detrimento del pasivo alumno. Paidotropo: considera al alumno el centro y la referencia de su acción, adaptando los contenidos y los recursos a las cualidades del alumnado.

Natos: son los vocacionales, los que hacen de su profesión con entusiasmo, se adaptan a las necesidades y cualidades de los educandos.

Lippit y White hacen una clasificación según la tipología de liderazgo:  Autocrático: posee el saber y la autoridad, da las cosas hechas, toma decisiones por sí, se hace escuchar por los alumnos, marca objetivos y planes, se preocupa de la disciplina, califica, etc.  Laissez-faire: no aporta nada a la marcha de la clase, el alumnado participa con toda libertad pero sin llegar a conclusiones eficaces, propicia la aparición de líderes entre el alumnado.  Democrático: promueve el saber enseña a aprender, crea responsabilidad, enseña a tomar decisiones, escucha, hace hablar al grupo, propone objetivos y planifica con los alumnos, orienta, tranquiliza, etc.

3. EL MAESTRO, LA MAESTRA 3.1.

El magisterio como vocación

El maestro, la maestra, es un educador/a personal, primario y profesional que ejerce su labor en las etapas del sistema educativo reglado de educación infantil y primaria. Algunos autores le adicionan la vocación como componente sustancial.

Para Gotler los maestros/as y los profesores/as son quienes de una manera vocacional y consciente dirigen el progresivo desarrollo de la niñez y la juventud y para J.M. Moreno son las personas que por vocación dedican su existencia a transmitir a una nueva generación una síntesis de los aspectos teóricos, prácticos, éticos y estéticos de la cultura. La idea de profesión, según Quintana Cabanas, va vinculada a una idea de vocación, a un servicio que se presta desinteresadamente. Así podríamos decir que el profesional docente no trabaja para que se le pague, sino que se le paga para que pueda trabajar. 3.2.

Las cualidades deseables del docente

Según Asensi Díaz el perfil del maestro/a está formado por una serie de cualidades características que determinan la actuación profesional de los mismos, y que se pueden agrupar en dos bloques según la perceptividad y objetividad de dichos atributos. -

Las cualidades objetivamente apreciables: salud, edad, sexo y presencia física. Las cualidades no definidas objetivamente:  Intelectuales: claridad de ideas y expresión, imaginación, memoria, etc.  Didácticas: adaptación al educando, conocimiento de los métodos de enseñanza. 

Morales: ejemplaridad, madurez afectiva, empatía, justicia, paciencia, buen humor, etc.

Según Renzo Titone, sostiene que el maestro debería de ser un guía, que creara espíritu, que animara y que arrastrara. Y al abordar las dotes del docente señala como cualidades: la humanidad, la espiritualidad, la preparación psicológica y la habilidad didáctica. Tres fuentes personales distintas se pueden señalar como las que han aportado en las distintas investigaciones las cualidades de los docentes, sin detenernos en las diferentes metodologías, técnicas e instrumentos que se emplearon para obtenerlas o identificarlas: a) el propio profesorado, b) el alumnado y c) agentes externos y expertos al proceso formativo. Las cualidades deseables de los maestros/as que resultaron concluyentes fueron: mantener la disciplina, motivar a los alumnos, tratar los problemas personales y tener en cuenta las diferencias individuales. Las once cualidades deseables de los docentes, según la investigación de Villa, por orden de preferencia resultaron ser: motivación, orientación, función afectiva, instrucción, innovación, control, socialización, personalización, organización, imposición e ironía.

Ryans, con la investigación basada en la observación, concluyó con once cualidades a destacar: afabilidad, sistematismo, originalidad, apertura, dominador de la materia, tolerancia, compromiso/vocación, ajuste emocional, capacidad de expresión oral, sinceridad y juicio lógico. Adalberto Ferrández y con Jaume Sarramona señalan que las dos realidades aptitudes, características y condiciones que definen un maestro, un profesor, de calidad son: 1. La capacidad de conocer y adaptarse a los alumnos de manera individual y en grupo, que conlleva a una personalidad equilibrada y madura y unos conocimientos psicológicos y sociales. 2. La capacidad y los saberes didácticos para adaptar los contenidos formativos a las necesidades y características del educando y su contexto. 3.3.

Las funciones del maestro, de la maestra.

Podemos afirmar que la educación es “función” del maestro/a. “Funtio” es la palabra latina de la que procede “función”, que significa cumplir, hacer, ejercitar. El maestro/a, el profesor/a, tiene como función la educación, la acción y efecto de educar. Tiene por función la educación como proceso, como algo in fieri (en camino de hacerse), y la educación como tendencia infinita a ser producto, in facto ese, como resultado provisional nuevamente perfectible. La función de educar actúa de marco consistente dentro del cual se sitúan unas competencias más concretas propias del maestro y de la maestra en la actualidad. Jaume Sarramona divide en cuatro grupos las funciones de los maestros: 1. Las funciones estrictamente docentes. Se inician con la planificación curricular, con la anticipación de las experiencias formativas que se llevarán a cabo. De ahí incorporemos a este grupo de tareas del docente la de diagnóstico. Después, vendrá la aplicación o puesta en práctica del proceso enseñanza-aprendizaje. Más tarde, se realizará la correspondiente evaluación del proceso y de los resultados, con lo que se podrá reconducir y mejorar todo los elementos. 2. La función tutorial. Se atenderá de manera personalizada a cada alumno/a, realizando una labor de orientación escolar y personal. Incluye el contacto directo con la familia para mantenerla informada y coordinar las respectivas acciones educativas. 3. Las de relación con el entorno. Cabe aquí diferenciar, según Sarramona, entre las relaciones del interior del centro escolar y las que se refieren al entorno social que rodea a la escuela. El docente debe estar en relación con el entorno para llevar a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje realista y contextualizado. 4. La función de formación permanente y de innovación didáctica.

3.4.

Código deontológico de los docentes

La palabra “deontología” procede del griego deón, lo que es menester, el deber, y de logos, tratado, doctrina. Etimológicamente, la deontología es el tratado o doctrina del deber, de lo necesario. El inglés Jeremy Bentham definió la deontología en un sentido amplio como la ciencia de los deberes o teoría de las normas morales. La deontología en un sentido más restringido se aplica a las profesiones o a actividades particulares, y tuvo su origen histórico en el código ético de Hipócrates (s. V a.C.) para los médicos. La deontología según Mialaret es “el conjunto de obligaciones morales vinculadas a una profesión”. Según Gervilla Castillo es “saber o disciplina que se ocupa de determinar y regular el conjunto de deberes, obligaciones prácticas y responsabilidades que surgen en el ejercicio de una profesión”. Y según Jover Olmeda es “el conjunto de deberes, principios y normas éticas que rigen la práctica de una profesión o actividad determinada”. Una de las profesiones de marcado e interactivo carácter humano, es la profesión de educador/a, la profesión docente. El ejercicio profesional docente reclama un código deontológico que recoja qué debe y puede hacerse, así como las normas, recomendaciones y obligaciones de su cometido para obrar con la máxima honestidad y conseguir la máxima dignidad. Pero como observara la UNESCO en la Carta Magna de la profesión de maestro, la profesión docente carece de un código de deberes profesionales. Según Blázquez, el código debiera contribuir a la clarificación de qué es y para qué sirve la profesión educativa, y debiera aporta las pautas morales básicas para una correcta conducta académica y pedagógica. No obstante, el hecho de no poseer en la actualidad un código, no nos hace olvidar que en nuestra historia contemporánea han sido varias las asociaciones que en distintos campos de la profesional educativa han apuntado diferentes códigos deontológicos. Importamos, con el apoyo del trabajo de Gervilla Castillo, un estracto del documento “Statement on Professional Ethics” aprobado por la Asociación Americana de profesores Universitarios: -

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El profesor en cuanto a su ser personal debe: buscar y exponer la verdad, ser efectivo en su docencia, ser autocrítico, formarse permanentemente, practicar y defender la libertad de docencia e investigación. El profesor en relación a sus compañeros debe: cooperar, colaborar, hacer crítica respetuosa, investigar…

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El profesor en relación al alumnado debe: respetarles, orientarles, motivarles, evaluarles honestamente, guardar secreto profesional respetando la intimidad… Y con respecto a la sociedad, el profesor debe: ser ciudadano sometido a derechos y obligaciones, distinguir su actuación personal de la de miembro del centro, etc.

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Según el profesor Jover Olmeda hay cuatro ámbitos de incidencia profesional: 1. Ámbito de la Profesión: a) Desarrollo de la confianza pública en la profesión, b) Elevación de los niveles profesionales. 2. Ámbito de la institución: a) Participación en el funcionamiento del centro, b) Respeto al carácter propio del centro, c) Respeto y colaboración con los compañeros, d) Colaboración con otros profesionales y familias. 3. Ámbito de la relación con los alumnos: a) Respeto, b) Diligencia, c) Ausencia de discriminación, d) Veracidad, e) Desinterés, f) Secreto profesional 4. Ámbito de la sociedad: a) Deberes de ciudadanía, b) Promoción de valores sociales. 4. El educador social, la educadora social 4.1. Definición de educador/a social Podemos definir educador o educadora social junto con Jordi Riera Romaní, como “aquel educador/a profesional especializado en procesos de educación social de personas, grupos o comunidades”. Sabiendo que por educación social debemos entender aquella “acción sistemática y fundamentada que favorece específicamente el desarrollo de la sociabilidad del sujeto a lo largo de toda su vida, circunstancias y contextos, promoviendo su autonomía, integración y participación crítica, constructiva y transformadora en el marco sociocultural que le envuelve”. 4.2. Funciones del educador/a social. Según el profesor Antonio Petrus: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

Detectora y de análisis de los problemas sociales y sus causas Orientación y relación institucional Relacionante y dialogante con los educandos Reeducativa Organizativa y participativa Animación grupal comunitaria Promotora de actividades socioculturales Formativa, informativa, orientativa Docente-social Económica-laboral

Por su parte, Jordi Riera Romani apunta las siguientes funciones: 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Función formativa Funciones de promoción y desarrollo Funciones de relación comunitaria y mediación Funciones de orientación, asesoramiento e información Funciones de diseño, planificación y evaluación Funciones de gestión, organización y administración

Y por último, señalamos las siguientes funciones como ejecutables por parte del educador/a social: 1. Función de análisis, descripción y diagnóstico de contextos y sujetos (persona, grupo o comunidad) 2. Función planificadora y de diseño de intervenciones socioeducativas. 3. Función formativa Con distinta teleología: preventiva, compensatoria, reeducadora, promoción y desarrollo. 4. Función de orientación, asesoramiento, información y mediación sobre sujetos 5. Función de evaluación 6. Funciones de gestión, organización y administración 7. Función investigadora...


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