Tema 2. La descolonización PDF

Title Tema 2. La descolonización
Course Historia Política Actual
Institution Universidad Complutense de Madrid
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Profesor: Fernando del Rey Reguillo...


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Tema 2. La descolonización

1.

Introducción: los tiempos y los factores.

No podemos entender el mundo actual sin la emergencia de los no aliados, del Tercer Mundo y del proceso de descolonización. Los procesos de descolonización se podrían entender como la liberación del Tercer Mundo (es en esta época cuando se acuña esta expresión para referirse a los países que antes habían sido dependientes, y que con el fin de la IIGM, ya son independientes). Hasta bien llegado el siglo XX, la Historia del mundo había sido una historia de imperios. Es con la llegada de los procesos de descolonización cuando la supremacía de los imperios anteriores termina finalizando. La mayor parte de los territorios del continente africano y asiático formaban parte de los Imperios británico y francés – durante la Primera Guerra Mundial-, alcanzando entre ambos un 60% de la superficie mundial y un 89% de producción total. Con las posesiones rusas, el porcentaje del territorio total aumentaba hasta el 80%, ocupando un 85% de la población total. Esta distribución tendrá una gran trascendencia en la nueva configuración mundial y facilita la comprensión de la irrupción de en la Segunda Guerra Mundial. Asistimos en esta época a un cambio de potencias, con la decadencia de Europa y la emergencia de nuevos actores, con el auge de América. Europa sigue pesando mucho económica y políticamente, pero siempre lo hará menos que Estados Unidos y la Unión Soviética. Nos movemos ahora con Estados nacionales. Además, como ya hemos mencionado, irrumpe el Tercer Mundo, actor con el que, a partir de ese momento, se debía tener en cuenta. Aunque durante la Primera Guerra Mundial, ya hubo algunas campañas coloniales más o menos descoordinadas en el Pacífico y en África, fue durante la Segunda Guerra Mundial – primer conflicto armado de magnitudes verdaderamente planetarias – cuando la violencia del conflicto llegó, de un modo u otro, a todas partes. Por tanto, podemos decir que la descolonización constituye el proceso histórico por el que las colonias de Asia y África, hasta entonces dependientes de Europa, alcanzan la independencia política tras la Segunda Guerra Mundial, durante los años centrales del siglo XX, para formar el llamado Tercer Mundo. Supone la liquidación de los imperios coloniales europeos constituidos en sus épocas de expansión y colonialismo. El grueso del proceso de descolonización se produjo en las décadas centrales del siglo XX: 1945-1965. Surgen más de 40 países nuevos, lo que supone que un cuarto de la población mundial accede a la independencia. En plena Segunda Guerra Mundial, sólo cuatro países del continente africano – Etiopía, Egipto, Liberia y la Unión Sudafricana – eran independientes; sin embargo, a partir de 1975, casi todo el continente gozaba ya de independencia, realidad aplicable también a Asia y a América Latina.

1.1. Las etapas de la descolonización. - Los precedentes hasta 1945. Se puede decir que los orígenes de este proceso son en realidad anteriores a 1945, sobre todo si destacamos movimientos anteriores de independencia como los que se habían dado en territorios de

América Latina. Aunque los precedentes de este proceso se dan sobre todo en el periodo de entreguerras. Lo más llamativo hasta 1945 es cómo desaparecen las colonias alemanas, italianas (con la pérdida de Etiopía) y el Imperio Japonés, así como la retirada de Estados Unidos de Filipinas en 1936, con la concesión de status especial de Estado Asociado a Puerto Rico. Se derrumba también el Imperio AustroHúngaro, donde muchas zonas pasan a ser tuteladas por diversos países, pero ya no son colonias. En el Imperio otomano, sus antiguas colonias pasan a ser mandatos administrados por los franceses y británicos, con territorios como Palestina, Jordania, Líbano, Siria... La mayoría de los nuevos Estados y territorios descolonizados pasan a ser gestionados por la ONU, y en poco tiempo, llegaron a alcanzar su autonomía.!

- El inicio del proceso (1945-1955). Ya en la inmediata posguerra, este proceso se dispara, sobre todo por influencia del fin de la guerra, donde los territorios europeos están agotados y destrozados por los daños que les provocó el conflicto. Aun así, intentarán proseguir con sus colonias, siendo un total fracaso para la mayoría.! Los movimientos nacionalistas se extienden principalmente por el continente asiático y bajo el ejemplo e influencia japonesa, que se convierte en esta época en modelo a imitar, ya que rompen con la superioridad del hombre blanco. Se registran las revoluciones e independencias de la práctica totalidad de los países de Asia Oriental, Meridional, así como de Oriente Próximo, culminando en la Conferencia de Bandung (1955), que reúne por primera vez a los países afroasiáticos independientes y los configura como una nueva fuerza internacional. Se tratará de uno de los primeros movimientos de países no alineados. Tiene lugar la decadencia de los imperios más consistentes, los cuales se vienen abajo: Reino Unido, Francia y Holanda. En poco más de 20 años, se desmoronarán.

- La consolidación (1955-1975). Es la fase central del proceso, en la que toma carácter formal el llamado Tercer Mundo. África es protagonista, de la mano de los países árabes del norte, el Magreb. Libia se independiza de Italia en 1951, seguida por Marruecos (1956), Túnez (1957) y Argelia (1962), el caso más dramático, con la dura Guerra de Independencia que se extendió entre 1954 y 1962. Estos países fueron un ejemplo a seguir para los países subsaharianos, el “África negra”. También durante esta fase se completan y culminan las independencias y revoluciones de los países árabes y asiáticos. En 1963, se crea la Organización para la Unidad Africana, creada como ámbito de reivindicación de estos territorios que se conforman como estados nuevos. A partir de mediados de los 60, las colonias aún existentes eran posesiones de España y Portugal, en Oceanía y el Caribe y territorios de la URSS, heredados de aquellos que habían sido propiedad del Imperio Ruso en la época de los zares. !

- Los últimos coletazos (1975-1995). En esta última fase es cuando se liquida el proceso. Se registran las independencias de los países del África Austral, foco de resistencia blanca, que completan el proceso junto con las últimas revoluciones africanas.

Igualmente, a lo largo de esta fase culminan las independencias de los países, territorios y archipiélagos de Oceanía y el Caribe. Además, con la desintegración de la URSS en 1990, se da la independencia de las repúblicas exsoviéticas centroasiáticas (Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Georgia, Ucrania, Bielorrusia, Azerbaiyán, países bálticos...). Se cierra así el proceso de descolonización, sin existir ya al final del mismo prácticamente territorios dependientes en el mundo, salvo algún residuo colonial diferenciado y su singular problemática, de los viejos y superados imperialismos, como resto aislado de la época colonial.

1.2. Los factores de la descolonización.! - Las transformaciones económicas y sociales en las colonias. Estos cambios en los territorios se deben a la presencia de los colonizadores europeos; sin ellos, estas transformaciones no habrían tenido lugar por lo que podemos decir que su colonización presenta, no sólo aspectos negativos, sino también positivos.! Las transformaciones económicas, que se produjeron en las colonias favorecidas por las inversiones de las metrópolis, provocaron el inicio de su desarrollo y modernización, dando paso a los transformaciones sociales: crecimiento demográfico debido a los avances sanitarios e higiénicos, alfabetización, aumento de la renta... lo que afectó principalmente a las ciudades – con un proceso de urbanización acelerada - lo que favoreció la cohesión de ideas anticolonialistas y multiplicó su fuerza. Estas mejoras, en concreto la expansión de la enseñanza, la cultura y la ideología europea – con la exportación de ideas liberales, democráticas y socialistas – ejercieron una influencia sobre las minorías cultas de las colonias, dando lugar a la aparición de las clases medias ilustradas. Las sucesivas generaciones de dirigentes autóctonos o indígenas ilustrados (élites intelectuales y económicas), se educaron en las metrópolis, asimilando los conceptos de justicia, autodeterminación, justicia, igualdad de derechos... por lo que serán estos grupos o minorías cultas los que encabezarán el proceso de descolonización en algunas colonias. Es el caso de Gandhi y Nehru quienes, aunque formados en universidades británicas, redescubrieron su cultura hindú. Senghor, por su parte, educado en Francia, formuló los valores de la negritud. No se trata de otra cosa que de un proceso de occidentalización. Un denominador común de las colonias es el hecho de que las nuevas élites que se han generado se integrarán en la Administración de las colonias. - Las consecuencias de las dos guerras mundiales. En las colonias, se produjo una remodelación de los vínculos de intercambio e interdependencia. Las colonias contribuyen de manera decisiva al esfuerzo bélico, con la exportación de recursos materiales y humanos y la creación de industrias complementarias al servicio de la metrópoli. Además, porque en ocasiones son escenarios de la propia guerra (Tanganica). A nivel social, se realiza una utilización de contingentes humanos coloniales que, integrados en los ejércitos

europeos victoriosos, experimentan un profundo cambio en sus actitudes ante los europeos, tanto a nivel individual como colectivo. Por último, el caso de Japón que, al expandirse y ocupar países orientales, representa un auténtico poder asiático que va logrando la victoria sobre el colonialismo occidental, fomentando los nacionalismos asiáticos latentes en las colonias frente al poder europeo.! - Movimientos nacionalistas e independentistas. En este sentido, se produce un efecto mimético y dominó, siendo Japón el claro ejemplo que alentará los movimientos nacionalistas autóctonos en los países de su entorno, al ser la primera potencia no blanca capaz de derrotar a los europeos.! Durante la Segunda Guerra Mundial ocurren hechos similares: Alemania se encargaría de alentar movimientos nacionalistas en el Próximo Oriente, con el fin de alentar los movimientos nacionalistas y eliminar las bases de la colonización británica y francesa. Además, tanto soviéticos como americanos defienden los movimientos de liberación ante las dictaduras de la guerra, lo que acaba calando en el resto de continentes, con la introducción de valores universales reales. Estos movimientos nacionalistas independentistas serán vitales después de la Segunda Guerra Mundial para el proceso de independencia de las colonias. De modo que este proceso de descolonización no se puede entender únicamente como consecuencia de los problemas de las metrópolis o de las decisiones de la URSS y EEUU, sino que debemos tener en cuenta los cambios ideológicos que se producen en las propias colonias. Además, ya se habían producido algunos movimientos de resistencia a la presencia europea en África y Asia. Por ejemplo, en la India con los Zipayos, Marruecos ante la presencia española y francesa o la rebelión de los bóxers en China de principios de siglo. Los países oprimidos comienzan a alzarse contra las metrópolis. Por su parte, la Revolución Meiji fue el intento de occidentalización de Japón, de abrirse al exterior, con un gran desarrollo de su economía, además de la victoria contra la URSS en 1905, lo que supuso una humillación ante su supuesta superioridad. Podemos identificar partidos como la Liga Musulmana en la India, que promovían la lealtad a los británicos y una partición en dos estados – uno indio y otro musulmán el Kuomintang, partido nacionalista chino.! Una vez organizados políticamente, comienzan a surgir unas redes de solidaridad internacionales. Aparece el “panasiatismo” y, a partir de los años 20, empieza a desarrollar una conciencia de “arabidad”, más fuerte que el concepto anterior: es la idea de que los pueblos árabes tienen una identidad común, comparten elementos religiosos, una misma lengua... En el África subsahariana también se extienden las ideas independentistas. Crece la idea de desarrollar una organización supranacional centrada en el panafricanismo y formada por intelectuales y las élites más occidentalizadas, que son las que comienzan el impulso democrático, liberal y afirman que existe una “identidad africana” de modo que, una vez que los territorios se independizan, queda anulada. A principios de los años 60 se constituye la Organización para la Unidad Africana. !

- Los costes de la ocupación colonial. ! El imperialismo sólo sería rentable para la metrópoli si obtuviera beneficios, y esto no ocurría en todos los casos. Los imperios se plantean si merecen la pena los costes del mantenimiento de las colonias. Tras la situación de ruina una vez finalizada las Segunda Guerra Mundial, se procede a la descolonización. El caso de la Commonwealth ha sido el mejor llevado de la época; Gran Bretaña tomó conciencia de que la situación no era válida y abrió rápidamente el proceso de descolonización, manteniendo lazos con los territorios que habían colonizado.! Por otro lado, con una situación muy diferente se encuentran Francia, Holanda, España y Portugal.!

Los franceses crean la Unión Francesa tarde y mal, cuando el proceso de independencia de las colonias ya es imparable y los pueblos se niegan a acogerse a esta entidad política. El proceso de descolonización de Indochina fue traumático.! Holanda, de forma similar, salió derrotada y humillada de Indonesia – al negarse a perderla – y España y Portugal, utilizaron la coacción en un primer momento para después tratar de provincializar las colonias, sin éxito.! En esta época, lo primordial era la reconstrucción de Europa, en torno a lo cual giraban todos los esfuerzos de los países.

2. La actitud de las grandes potencias, la ONU y la Conferencia de Bandung. Las fuerzas profundas: anticolonialismo, misioneros, bolchevismo, la SDN. La evolución de las ideas y de la conciencia internacional, tanto en lo que respecta al papel de la Iglesia como de las fuerzas ideológicas y políticas mundiales (que se fueron mostrando opuestos a los abusos del colonialismo expresando una crítica anticolonialista y las ventajas de la descolonización) contribuyeron también de manera decisiva en la iniciación del proceso. La actitud de las dos grandes potencias del momento – EEUU y la URSS – favorecieron la descolonización. Tienen un gran protagonismo también las coyunturas históricas. Tras la Primera Guerra Mundial, “Los 14 puntos de Wilson” ya había establecido el derecho de autodeterminación de los pueblos, lo que aumenta las ideas independentistas en el mundo colonial. Más adelante, mantuvo esta misma línea el presidente Roosevelt, manifestada en la Carta del Atlántico de 1941. A pesar de todo, este principio creó más problemas de los que pretendía solucionar. Asimismo, las ideas bolcheviques y de la III Internacional se expanden por Asia y otros países, ligando la descolonización a la lucha por la revolución social. Es el caso de la creación de partidos comunistas influyentes en la descolonización de Indonesia o de Indochina, cuyo líder fue Ho Chi Minh. El socialismo marxista ha sido desde sus comienzos claramente anticolonialista, realizando una fuerte crítica al colonialismo y manifestándose a favor de la libertad y contra la explotación de los pueblos oprimidos. Podemos decir que el prestigio de la URSS fue un factor determinante de esta influencia en los pueblos colonizados, país que había conseguido llegar a ser una de las naciones más poderosas del mundo con sus propios medios y sin poner en manos extranjeras la menor parte de su riqueza nacional. Aunque las colonias no adoptaron un plan tan radical, sí que tomaron una actitud anticapitalista. Ambas potencias mostraron posición anticolonialista: EEUU dio prueba en 1946, concedió la independencia a su única colonia, Filipinas y la URSS apoyó movimientos impulsados por guerrillas comunistas. Desde el punto de vista de las ideas, la tradicion anticolonial es tan antigua como los propios imperios (van desde las denuncias de Bartolomé de las Casas en el s. XVI hasta, por ejemplo, pensadores como Marx en el s. XIX. en el s. XX, donde se retoman estas ideas con más fuerza), por lo que el anticolonialismo no solo viene de las corrientes revolucionarias. Las iglesias protestantes y católicas tienen protagonismo dentro de esto. Los misioneros ayudaron a inculcar valores (universalismo supraoccidental, igualdad de razas...) a las colonia, por lo que no sólo fueron los militares los que ayudaron a la independencia. Son factores importantes, pero no decisivos. En el continente africano y asiático, sacerdotes y misioneros denunciaron los abusos políticos, culturales y sociales del colonialismo. La propia Iglesia Católica intervino con dos encíclicas a favor de la descolonización: Pacem in terris (1963) y Populorum Progressio (1967). Asimismo, las diferentes Iglesias actuaron como avanzadillas (observando al enemigo o avisando sobre un peligro) y por su mensaje

universalista. Reconocen a todas las realidades étnicas y culturales, por lo que su mensaje cala hondo en las poblaciones, alimentado aun más su deseo de emancipación. Como excepción se encuentra la Iglesia Reformadora holandesa, que siguió justificando la política del apartheid en África. La Sociedad de Naciones también contribuyó a crear realidades jurídicas nuevas. Al término de la Primera Guerra Mundial, se ocupó de regular la situación de los territorios de los países dependientes derrotados en el conflicto: Alemania y Turquía. Ésta organización confería mandatos a los países que heredaban las colonias despojadas a alemanes y turcos, obligándoles a informar cada año a la Sociedad de las Naciones sobre las medidas adoptadas para preparar a las poblaciones administradas para la independencia. Los países que habían formado parte del Imperio turco estaban ahora bajo el mando de Francia y Gran Bretaña, como Irak, Libia y Líbano. Así, vulneran las promesas que habían realizado anteriormente con los Estados árabes de construir un gran Estado árabe a cambio de ayuda.

2.1. Los árbitros del concierto internacional. Como ya hemos tratado anteriormente, los auténticos árbitros del contexto internacional son EEUU y la URSS, quienes se imponen en contra de los imperios coloniales europeos con el fin último de satisfacer sus propios intereses. Las metrópolis se encontraban además en bancarrota.! Por estas razones, la Carta del Atlántico y la ONU se caracterizan por una fuerte línea anticolonial. Bien es cierto que a medida que avanza la Guerra Fría, su posición de irá moderando al forjarse un nuevo tipo de neoimperialismo, que se manifiesta de otro modo pero, en esencia, no difiere mucho del anterior.! - Los Estados Unidos de América. La posición de Estados Unidos ha sido claramente favorable a la descolonización, manifestada en declaraciones y actitudes políticas. Los pueblos sometidos pusieron en él grandes esperanzas, mientras que las potencias coloniales mostraban una gran desconfianza. Esto no supone una gran novedad, debido a su herencia colonial (había sido, como sabemos, una antogua colonia británica hasta finales del s. XVIII), servidumbre de la que se había desecho, mostrando una gran ansia de libertades, considerando una de las fundamentales el derecho de los pueblos a elegir su Gobierno. Asimismo, existen otros factores ideológicos, como los ideales conservadores del partido demócrata, y los intereses económicos, en cuanto a las colonias ricas en materias primas y nuevos mercados y a la existencia de mercados preservados a los grandes imperios (no bien visto por Estados Unidos, debido a que en ese momento de crecimiento que experimentaba necesitaba un mercado amplio para poder expandirse a costa de los imperios europeos).! Aunque en ocasiones van a incurrir en contradicciones prácticas, debido a las exigencias de su política occidental, siguen fieles a su doctrina, iniciada en su propia historia, de ayuda a los pueblos sometidos para la obtención de su independencia. Como ya he citado, destaca la postura anticolonialista de EEUU., que volvía a la tradición de “Los Catorce Puntos” de Wilson en 1918, y su mensaje ...


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