TEMA 3 EL ARTE Mobiliar Paleolítico PDF

Title TEMA 3 EL ARTE Mobiliar Paleolítico
Author camino con
Course Arte Prehistórico
Institution UNED
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Resumen del libro el arte en la Prehistoria de la UNED...


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TEMA 3 EL ARTE MOBILIAR PALEOLÍTICO INTRODUCCIÓN El arte es por naturaleza una forma de expresión compleja. La abundancia de manifestaciones de arte prehistórico que se conocen ha obligado a establecer divisiones y clasificaciones para estudiarlo. La primera y más elemental clasificación consiste en dividirlo atendiendo al soporte. Así hablamos de arte rupestre o parietal, establecido sobre paredes de cuevas o abrigos, o afloramientos rocosos al aire libre, y arte mueble o mobiliar; lo que define el arte mueble es su carácter portátil, aunque ambos tipos de arte comparten múltiples elementos. La división es menos operativa de lo que parece a simple vista. Existen obras parietales que se convirtieron en mobiliares, es el caso de las plaquetas grabadas que se desprendieron de la pared de santuarios exteriores y se convirtieron en objetos transportables en niveles de ocupación solutrense como la cueva del Buxu en Asturias o las esculturas francesas de Angles-sur-´L’Aglin, desprendidas de la pared accidentalmente. En otras ocasiones fueron arrancadas de la pared como la Venus de Laussel de la Dordoña. Por el contrario, algunas plaquetas mobiliares como las magdalenienses de la cueva de la Marché se suponían “parietales por vocación”. Existe un arte intermedio entre lo rupestre y lo mobiliar También se da el caso de arte mobiliar no transportable por su tamaño y volumen, como es el caso de la Máscara del Juyo en Cantabria o los bloques esculpidos en Roc de Sers en Francia. El arte mobiliar paleolítico no gozaba de la misma consideración que el rupestre, siendo una especie de hermano menor del arte paleolítico. En la historiografía más tradicional era considerado más como una artesanía perteneciente al mundo de las artes decorativas, mientras que el arte parietal pertenecía al mundo de las bellas artes. En la actualidad se valora el arte mueble por sí mismo.

Animales esculpidos en bajorrelieve sobre las calizas de los abrigos rocosos de Roc de Sers, Charente, Francia.

1.- CONCEPTO Y DIVISIÓN DEL ARTE MUEBLE El arte mueble paleolítico está constituido por el conjunto de objetos transportables, utilitarios o no, que aparecen generalmente asociados a los restos de ocupación del yacimiento, conteniendo huellas de una acción humana sobre los mismos susceptibles de ser catalogada como artística, lo cual es una apreciación subjetiva. Los prehistoriadores han llegado a un consenso sobre lo que se ha de considerar como artístico y cuales tienen un carácter meramente utilitario. En repertorio

artístico mobiliar abarca desde simples trazos e incisiones hasta verdaderas esculturas de bulto redondo, incluso se han incluido objetos no alterados por el hombre pero que fueron transportados por éste debido a su curiosidad, por su textura, color, etc. Desde sus primeras manifestaciones aparecen los dos campos posibles de realizaciones artísticas: el figurativo y el abstracto. Y puede ser estudiado desde sus aspectos técnicos, temáticos, territoriales o simbólicos con una indudable personalidad propia. Se han propuesto diferentes clasificaciones, siendo la primera de 1.910, donde Chauvet mezcla criterios estilísticos y funcionales. Ha habido otras clasificaciones; merecen destacarse la de A. Marshack centrada en los temas y su interpretación y en la Península Ibérica las realizadas por I. Barandiarán y S. Corchón en base a yacimientos y cronologías. Pero sin duda la más operativa será la de Leroi-Gourhan, basada en los soportes en que se realizaron las obras y el tipo y uso previsto a los mismos, que serán los siguientes:

Esquema de la clasificación del arte mueble paleolítico de Leroi- Gourhan

1. El arte de los útiles y las armas a. De uso precario: azagayas (arma arrojadiza se usa con la mano o con un propulsor) y arpones b. De uso prolongado: bastones perforados, propulsores, espátulas y varillas semicirculares 2. Objetos para colgar: colgantes, contornos recortados y rodetes. 3. Objetos religiosos: esculturas (animales, femeninas y masculinas) y plaquetas decoradas

Aquí se incluye todo el arte mueble paleolítico e implica una asignación de significados a las decoraciones y objetos: funcional en el primer grupo, con mayor insistencia decorativa en los de larga vida; utilidad decorativa y es posible que como referente étnico en el segundo y, finalmente, vinculado a lo sagrado el tercer grupo. 2.- HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN: LOS COMIENZOS El descubrimiento del arte mueble Paleolítico es anterior al parietal. La primera obra que se tiene constancia es un bastón perforado y grabado con motivos geométricos y un extraño animal, interpretado como un ave, aparecido en Etrembières, HauteSavoie entre 1833 y 1838, documentándose poco después una placa de hueso decorada con dos ciervas grabadas procedente de Chaffaud atribuida por Lartet al Paleolítico.

Costilla grabada con ciervas de la cueva de Chaffaud, Vienne, Francia. Está considerada la primera pieza mobiliar paleolítica aceptada como tal. Fue identificada en 1945

Éste último impulsará los estudios con numerosos descubrimientos en estaciones francesas y en 1864 escribirá un novedoso artículo sobre las figuras animales esculpidas o grabadas. Piette será el referente de los estudios franceses en el último tercio del XIX, cuando al mismo tiempo se producen los primeros descubrimientos en Bélgica, Centroeuropa e Italia, mientras que en España se producen los primeros trabajos de Sanz de Sautuola en Altamira determinantes para el posterior reconocimiento del arte parietal, gracias a la intervención de Breuil. Las comparaciones entre ambos tipos de arte las inaugura Rivière a finales del XIX, paralelizando una cabra grabada en una lámpara de piedra de La Mouthe con otra similar grabada en una pared de la misma cueva. En 1906 se realiza un estudio de comparación por Cartailhac y Breuil sobre el arte rupestre de Altamira y su parecido con piezas muebles de ese mismo yacimiento. A partir de ahí, arte mobiliar y parietal comienzan andaduras paralelas y a veces convergentes por coincidencias estilísticas evidentes y en el apoyo al estudio de lo rupestre por parte de lo mobiliar. 3.- LAS MATERIAS PRIMAS EMPLEADAS Las sociedades de cazadores-recolectores sobrevivieron a un medio tan agresivo y cambiante del Pleistoceno gracias a su capacidad de adaptación, que implica un profundo conocimiento de los recursos y su aprovechamiento. Por ello, en el arte mueble debieron utilizar variadas materias primas, pero solo algunas nos han llegado, las que mejor han podido conservarse a través del

tiempo. Unas son orgánicas (huesos o astas), otras inorgánicas (diferentes tipos de piedra o incluso cerámicas). Debió existir también madera, corteza, plumas, pieles, etc. pero su carácter perecedero ha impedido su conservación. Los principales soportes son el hueso, asta, marfil, dientes, conchas de moluscos y el ámbar usándose en cada zona lo más disponible. En Europa Occidental y mediterránea abundan los materiales extraídos de ungulados (ciervo, reno, caballo, bisonte, et.), mientras que en la Central es frecuente el marfil procedente de paquidermos o el ámbar báltico. Se ha documentado el desplazamiento a grandes distancias de materiales exóticos fruto de los intercambios o desplazamientos humanos. En la Península Ibérica aparecen diferencias regionales en el uso de materias primas. Para el cantábrico, según Barandiarán se usa el asta de cérvido en el 70% de los casos, huesos en el 21% y la piedra en el 9%, mientras que en Mediterráneo destacan las plaquetas grabadas; si bien la Cueva del Parpalló introduce un sesgo en la estadística. En hueso, se utilizan diferentes tipos en función del objeto que se desea fabricar o la decoración a realizar. Se tiene en cuenta la adecuación morfológica del hueso, su resistencia y las posibilidades que la superficie ofrece. Así las piezas recortadas se hacen sobre huesos finos como escápulas, los silbatos sobre falanges las flautas sobre huesos finos de ave, los hioides sirven para fabricar colgantes, con las costillas se hacen espátulas. Lo mismo ocurre con las astas de ciertos animales, sobre todo los cérvidos, fáciles de trabaja por abrasión, de los cuales han salido la mayor parte de armas de caza y pesca como azagayas, puntas, arpones, varillas propulsores y bastones perforados. En marfil se han hecho puntas e incluso lanzas, pero sobre todo objetos de adorno y esculturas de probable contenido religioso. Igual utilidad se dado al ámbar, fácil de trabajar, pero con escasa resistencia mecánica. Los dientes de uso frecuente como colgantes, mediante entalles o una perforación, especialmente los caninos atrofiados de ciervo, que por su curiosa forma pudo ser usado de amuleto. También las conchas perforadas con el mismo uso probable como colgantes. Todas estas piezas tienen en común que son orgánicas susceptibles de datación por C14. Los diferentes tipos de piedra son los soportes inorgánicos habituales, desde simples cantos rodados a las plaquetas de caliza desprendidas. Destacan 2 casos emblemáticos: las plaquetas grabadas con abundantes figuras femeninas del yacimiento renano de Gönnersdorf o las innumerables plaquetas grabadas y pintadas de la valenciana cueva del Parpalló. Otros minerales fueron utilizados para tallar esculturas como las areniscas por su carácter deleznable. Otras por su atractivo como piedras semipreciosas como la variscita, esteatita o calizas ambarinas. Se conocen algunas figuras en cerámica (arcilla cocida entre 500 y 800ºC) aunque excepcionales, en los yacimientos checos de Dolni Vestonice y Pavlov, y figuras animales en arcilla en Austria. La cerámica no se usó en Europa o Próximo Oriente para recipientes hasta el Neolítico, quizá por su fragilidad, aunque sí en Japón, al final de su Paleolítico Japonés, y en el Sáhara y Nilo Medio en el Mesolítico.

Figura femenina-Venus- de Dolni Estonice. Gravetiense

4.- LOS SOPORTES MATERIALES Y OBJETOS UTILIZADOS Vamos a seguir el esquema de Leroi-Gourhan 4.1 ÚTILES Y ARMAS Con frecuencia aparecen decorados con motivos figurativos o abstractos por lo que se les cataloga como artísticos además de su uso funcional.

Contornos recortados Isturitz. Magdaleniense Medio

Los de corta vida o uso precario, como azagayas o arpones se decoran de forma más sencilla, a veces algunos trazos o formando series, o bien surcos profundos cuyo uso pudiera ser introducir algún veneno para provocar la muerte del animal o un indicativo de propiedad. En las azagayas estos motivos pueden aparecer en los biseles de enmangue, por lo que pudieran ser para facilitar su adherencia al astil. Por el contrario, los de uso prolongado están con decoraciones más elaboradas: -Bastones perforados: realizados sobre asta de cérvido con una perforación en uno de sus extremos que suele coincidir con una bifurcación de las cuernas. Se les denominó bastones de mando relacionándolos con un distintivo de autoridad, pero más bien parecen herramientas destinadas a enderezar o doblar fragmentos de asta o madera con la ayuda del fuego, fabricar cordajes, etc. Ayudar como apoyo a la jabalina en el lanzamiento con propulsor etc. Reciben decoraciones geométricas o de figuras animales grabadas o incluso talladas a modo de escultura.

Bastón perforado. Cueva del Castillo, Cantabria

-Propulsores: Generalmente de asta, pocos en hueso, es una varilla larga acabada en un extremo con un gancho o figura en relieve, que hace de apoyo a un arma arrojadiza. Se utilizan para imprimir más fuerza al lanzamiento. A veces se decoran con bellas esculturas animales como cervatillos, urogallos, caballos, etc. En posturas inverosímiles, son uno de los conjuntos más hermosos de la historia del arte.

Propulsor El caballo saltando de la cueva francesa El Bruniquel

-Espátulas: Óseas, que debieron utilizarse en labores domésticas de cocina o preparación de pieles, decoradas con motivos geométricos o de animales. Algunas se recortan en la zona proximal dando forma de cola de pez. -Varillas semicilíndricas: Largas varillas óseas o de asta con una cara convexa y otra plana que a veces reciben complicadas decoraciones geométricas en la cara redondeada. Se supone que se unían de forma pareada por la cara plana. -Flautas y tubos: Sobre huesos largos de ave. Las flautas tienen una o varias perforaciones. Los estuches se supone que se usaban para guardar agujas de hueso, colorante, etc. Decoradas con series de trazos en paralelo o retícula -Otros: lámparas de piedra, silbatos, bastones de asta, cinceles, cuñas, lapiceros de ocre, etc. con decoraciones más o menos elaboradas. 4.2 OBJETOS PARA COLGAR

Colgantes realizados sobre caninos atróficos de ciervo

Se incluyen todos aquellos elementos con perforaciones, rebajes o protuberancias por las que es posible sustentarlas mediante un hilo, atribuyéndoles utilidad decorativa, incluso posible uso religioso, social o utilitario. -Colgantes: Sobre dientes, piedra, concha, hueso, etc. Los más frecuentes sobre caninos atrofiados de ciervo ya citados; con incisiones lineales, grandes caninos de oso de las cavernas, tallados en forma de ave u otro animal, o piezas de collares. También han aparecido cuentas de marfil o hueso cosidas a la ropa o en gorros de piel en el este europeo. -Contornos recortados: Fragmentos de huesos planos, recortados con la figura de una cabeza animal, con una o dos perforaciones, se supone iban cosidos a la ropa.

Rodetes magdaleniense medio

-Rodetes: Discos óseos perforados en el centro con decoraciones geométricas o de animales en una o ambas caras. Se interpretan como de uso parecido a los botones de la ropa o como parte de una sonaja para producir sonidos rítmicos unidos a un vástago. Una función similar serían las bramaderas que emiten un sordo zumbido al hacerlas girar en el extremo de un hilo. 4.3 OBJETOS RELIGIOSOS Son los más elaborados. Se les atribuye esta función por sus características por su hallazgo en lugares especiales, pero también por exclusión, al no poder atribuirles una utilidad práctica inmediata. -Esculturas: Piezas de bulto redondo trabajadas en tres dimensiones, en piedra, marfil, hueso, asta, ámbar o incluso arcilla cocida. Las más conocidas son las “venus paleolíticas”, mujeres desnudas

con formas prominentes. Otras muy escasas parecen representar cabezas de varones. También hay figuras animales e incluso antropomorfos o híbridos de animal y humano. Todos se han tratado del naturalismo a la abstracción, siendo estas últimas tan esquemáticas que se discute su atribución.

Venus de Lespugne. Haute Garonne, Francia. Figura femenina vista de espalda

-Plaquetas y cantos: Piedras o fragmentos en los que se ha grabado o pintado algún motivo figurativo o abstracto. Probablemente fuera más frecuente la pintura, pero no se ha conservado. -Huesos grabados: Representaciones de todo tipo grabadas sobre huesos animales diversos, combinando a veces el grabado con el recorte del hueso o se aprovechan sus formas naturales para resaltar una figura. Estas piezas se paralelizan con el arte rupestre, con el que mantienen, a veces, sorprendentes coincidencias. 5.- TÉCNICAS DE REALIZACIÓN Se debe comenzar por indagar sobre los medios de obtención y preparación de la materia prima. La decisión del artista sobre qué soporte elige está en relación con el diseño mental de la obra Desde ahí, hasta que la obra acaba en un museo existe toda una cadena operativa que hay que

descubrir, que incluye elaboración, uso, deshecho, procesos postdeposicionales y su recuperación y consolidación. La materia prima se suele obtener entre los recursos inmediatos, aunque a veces procede de entornos más alejados, se selecciona según el tipo de obra a realizar, buscando el campo decorativo necesario: pueden ser cilíndricos (huesos largos, cuernas) aplanados (costillas escápulas), y volumétricas (huesos que presentan una cara aplanada y otra cilíndrica). Sobre esta superficie se realizan los procesos técnicos de elaboración, bastante sencillos, basados en grabar, pintar, recortar, perforar, pulir, desgastar, modelar y todos aquellos procesos que conducen a la elaboración de esculturas de bulto redondo. La técnica más usada o mejor conservada es el grabado, realizado con buril directamente sobre el objeto. Hay multitud de divisiones de tipos de grabados, pero fundamentalmente dos: simples o múltiples. Los primeros pueden ser más o menos profundos con incisiones en U, en V, simétricos o disimétricos, acanalados, etc. y los segundos más superficiales que suelen dar sensación de sombreado o volumen. La pintura no abunda, debido a su mala conservación, con la excepción de la Cueva del Parpalló donde Pericot halló más un millar de plaquetas de piedra pintadas con signos y animales. El pulimento se asocia más al Neolítico, pero se usó en el Paleolítico superior, sobre hueso, asta y marfil e incluso areniscas y ocres. El desgaste es similar, aunque incluye procesos más complejos como el uso de cuerdas con un abrasivo (arena). La perforación puede ser directa o mediante un vástago puntiagudo que gira en un arco de cuerda y puede ser por una sola cara o bipolar por ambas. El recortado de huesos y astas se asocia al pulimento de sus bordes. Por último, el modelado de arcilla pudo ser más común, aunque se han conservado sólo algunos ejemplos como los bisontes de Tuc.

Bisontes modelados en arcilla. Cueva de Tuc d’Audoubert, Ariege. Francia. Magdaleniense 13,000 a.C.

6.- CONVENCIONES Y CRONOLOGÍA En el arte mueble paleolítico existen convenciones o formas de representación socialmente aceptadas y generalizadas, como algunas se repiten en el arte rupestre han servido para datar también el arte parietal. Las principales convenciones se refieren a técnicas asociadas a determinadas representaciones: ciervas realizadas con trazo múltiple, que hacen efecto de sombreado, características del magdaleniense inferior que encontramos en objetos mobiliares de yacimientos cantábricos como el de El Castillo, Altamira o Mirón y también en el arte rupestre de estas cuevas, por lo que se las supone contemporáneas de las primeras. Lo mismo ocurre con trazos pareados del Solutrense o los trazos longitudinales y puntuaciones en los colgantes magdalenienses y azilienses. También hay convenciones específicas para la representación de algunos animales en determinados momentos, como la doble crinera o el pico de pato de los caballos solutrenses o el despiece en forma de M interior de los caballos magdalenienses. Otras veces son los temas elegidos y su forma de representación los que muestran un carácter repetitivo lo que constituye una convención (las cabras en visión frontal, los tectiformes etc..). Estas convenciones (técnicas y estilísticas) afectan a todos los temas tratados. Algunas de estas convenciones tienen un carácter restringidamente geográfico, y se han interpretado como referentes culturales de un grupo. Otros tienen carácter más general. Finalmente, también existen convenciones y temas transversales que están presentes a lo largo del desarrollo de todo el arte Paleolítico, constituyendo su esencia permanente y generalizada. Esta diversidad muestra la evolución del arte mueble Paleolítico a lo largo de 30.000 años con sus diferencias territoriales y temporales. El arte mueble tiene una ventaja respecto al parietal a la hora de datarlo, su datación es seguro por el conjunto de restos materiales que lo acompañan, esto es cierto, pero gran parte de las obras mobiliares han sido halladas fuera de un contexto arqueológico. En el caso de la Península Ibérica la aparición de excelentes colecciones mobiliares en yacimientos plenamente fiables y con secuencias cronológicas bien establecidas ha disipado muchas dudas, además la posibilidad de datar los soportes orgánicos con AMS de C14 ha confirmado o variado algunas cronologías. Otras piezas constituyen en sí mismas referencias cronológicas al ser exclusivas de un momento concreto.

Colgantes realizados sobre hueso hioides de ciervo. Cuevas de Tito Bustillo y la Güelga, Asturias....


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