Tema 3. La economía internacional entre 1870-1914 PDF

Title Tema 3. La economía internacional entre 1870-1914
Author Paula Blanca
Course Historia económica y social
Institution Universidad de Cádiz
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Tema 3. La economía internacional entre 1870-1914 1. LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS. 1.1. La evolución de la población mundial. El crecimiento de la población a lo largo de todo el siglo XIX fue constante. La población creció más rápidamente en las regiones dominadas por los europeos, mientras que Asia y África experimentaron un menor ritmo de crecimiento y disminuyeron su peso en la población mundial. El crecimiento global de la población mundial a lo largo del siglo XIX no tenía precedentes. La población mundial se había dotado desde a invención de a agricultura a finales del siglo XVIII. Las transformaciones económicas el aumento de la producción agrícola, la industrialización y la revolución de los transportes, pueden ayudar a explicar ese crecimiento de la población. Los cambios en el régimen demográfico y los intensos movimientos migratorios nos explican las diferencias en el ritmo de crecimiento demográfico entre las diferencias regiones y países. Las diferencias de crecimiento demográfico entre los países europeos podían llegar a ser muy destacadas entre los países de tasas altas y bajas. Esas diferencias en las tasas de crecimiento demográfico estuvieron relacionadas con la diversa evolución de la natalidad y la mortalidad. todos los países empezaron el proceso de transición demográfica, algunos con más intensidad que otros. En todos los países las tasas de natalidad y de mortalidad empezaron a descender de forma permanente, pero el ritmo fue diferente. la mejora de los transportes facilitó los movimientos migratorios dentro de Europa y hacia América y otros enclaves. Las migraciones dentro de Europa fueron importantes, aunque fueron en algunos casos temporales. La migración interna, aunque menos pronunciada que la exterior también siguió ampliándose. Las regiones con una economía más dinámica siguieron atrayendo los excedentes de población de las regiones pobres. el crecimiento de la población urbana fue mucho más intenso que la media general. En Gran Bretaña en 1850 la mitad de la población ya vivían en las ciudades, el resto de naciones estaban menos urbanizadas. Las grandes ciudades tendieron a concentrar la mayor parte de la población urbana. El hecho más destacado de este periodo es el de las migraciones internacionales. Las islas británicas (Irlanda incluida) suministraron el mayor número de emigrantes, Muchos también abandonaron Alemania, los países escandinavos y Italia, Austria-Hungría y el imperio ruso (incluida Polonia). En este periodo en concreto, 1870-1913, abandonaron Europa alrededor de 20 millones de personas. Francia atrajo un gran número de emigrantes, pero los destinos preferentes de los emigrantes europeos fueron los de América o de Australia. La intensificación de las migraciones internacionales a finales del siglo XIX estuvo relacionada con la mejora de los transportes y las comunicaciones. Además de la reducción del precio, aumentó la velocidad y mejoró la comodidad del viaje. La travesía del Atlántico en barco de vapor explica que la emigración europea se acelerara desde 1870 luego siguió creciendo hasta la primera guerra mundial, pero a menor ritmo. También se puede percibir en este periodo un cambio en la composición de los emigrantes. los emigrantes eran ya adultos jóvenes, predominantemente varones solteros, que procedían del mundo urbano y que eran trabajadores sin cualificar. Estos emigrantes aumentaron la oferta de trabajo en los países de reciente colonización, contribuyendo a equilibrar los salarios reales a ambos lados del Atlántico. Con algunas excepciones (como España y Portugal), los salarios reales de los países de origen tendieron a converger con los países de destino de la emigración. La emigración de indios y chinos fue muy cuantiosa, pero de carácter temporal. Se estableció a partir de unos contratos especiales que forzaban a los emigrantes a trabajar, en un régimen de servidumbre, en las plantaciones durante un tiempo para pagar el pasaje. Esos emigrantes se dirigieron a los países de Asia que tenían una baja densidad de población y que establecieron los sistemas de plantaciones. La emigración japonesa fue más tardía y pequeña y se dirigió a Hawai y Brasil. Las intensas migraciones no contribuyeron a equilibrar las densidades de población por continentes.

La revolución de los transportes facilitó los movimientos migratorios, pero las causas de dicha emigración fueron otras. Algunos acontecimientos provocaron corrientes migratorias, como las crisis de subsistencias, las persecuciones religiosas o las revoluciones políticas. Pero sus principales determinantes fueron las condiciones demográficas y económicas. La tasa de crecimiento vegetativo de la población impulsó la emigración, al aumentar el porcentaje de la población en edad de trabajar y, por tanto, emigrar. También las posibilidades de empleo y las diferencias salariales entre el país de destino y el de origen fueron factores decisivos. La pauta general de la emigración, de economías de densidad demográfica más alta a más baja se debió a la elevada productividad del trabajo en las zonas de asentamiento reciente. Esta productividad elevada fue debido a una tecnología nueva que reducía los costes de transportes y que podía hacer buen uso de tierras abundantes. La intención de escapar de la pobreza para obtener mayores salarios no era suficiente para explicar la emigración, porque ésta tenía unos costes elevados. Muy importante fue el papel desempeñado por los emigrantes ya establecidos en las regiones de destino; éstos impulsaban la migración en cadena, pues enviaban información y dinero y les proporcionaba alojamiento y manutención. Los efectos de la industrialización sobre la emigración fueron importantes, porque incrementó los salarios de los emigrantes potenciales. La industrialización de la Europa occidental y del norte había elevado las rentas salariales relativas y aumentado el número de puestos de trabajo. La industrialización de la Europa occidental y del norte había elevado las rentas salariales relativas y aumentado el número de puestos de trabajo. Suiza se había convertido en una región de inmigración neta. Los estados alemanes industrializados del oeste y el valle del Po en Italia estaban recibiendo emigrantes de fuera de la región. El retraso en la industrialización explica que la emigración de los países mediterráneos fuese más tardía y más intensa en este periodo que la de los países del norte de Europa. La amplitud de los movimientos migratorios durante este periodo está relacionada con el proceso de internalización de la economía. Las migraciones y el comercio internacional afectaron a la distribución de la renta en los diferentes países. El proceso de globalización permitió colocar los productos agrarios americanos en Europa a precios inferiores a los europeos. Los descensos en Europa de los precios agrarios provocaron una profunda crisis en el sector. La escasez de empleo y los bajos salarios impulsaron la emigración. Se reforzaron las políticas proteccionistas frente a los productos americanos para limitar los efectos de la competencia internacional y evitar una mayor caída de las rentas. La inmigración erosionaba los salarios en los países ricos en recursos naturales y con escasez de trabajo. La consecuencia fue la aparición de restricciones a la emigración y el reforzamiento del proteccionismo. Las restricciones a la inmigración surgieron: se redujeron los subsidios a la inmigración; se exigieron contratos de trabajo; se prohibió la entrada de emigrantes asiáticos se establecieron controles de alfabetización, y se pusieron cuotas a la inmigración hasta llegar a la Ley de Cuotas a la inmigración. se pretendía frenar la inmigración de trabajadores sin cualificar, permitiendo la entrada de trabajadores cualificados, que seguían faltando en las economías del Nuevo Mundo. En Europa, las respuestas ante la inmigración fueron distintas. En Gran Bretaña, a pesar de la escasa inmigración los sindicatos pidieron restricciones a la entrada de emigrantes. Otros países pusieron algunos limites, pero no tuvieron efectividad. La permisividad de Francia con la inmigración se debió al lento crecimiento de la población, por la distribución más equitativa de la tierra y por el apoyo de los sindicatos a la inmigración....


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