TEMA 3. La memoria de trabajo, la agenda visoespacial (Javier de la Fuente) PDF

Title TEMA 3. La memoria de trabajo, la agenda visoespacial (Javier de la Fuente)
Course Memoria y Representación
Institution Universitat de Barcelona
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Apuntes del Tema 3 de Memoria y Representación con Javier de la Fuente...


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MEMORIA Y REPRESENTACIÓN TEMA 3. LA MEMORIA DE TRABAJO: LA AGENDA VISO-ESPACIAL El segundo gran sistema subordinado postulado por el modelo de memoria de trabajo es la agenda viso-espacial, un sistema que se da por sentado se encarga de crear y manipular imágenes viso-espaciales. Sin embargo, el tema de las imágenes mentales y de la memoria viso-espacial es el peor conocido.

Hace mucho tiempo el tema de las imágenes mentales y del manejo de estas ya era un tema de interés, y ya se dieron cuenta de la idea de que los seres humanos cerramos los ojos y vemos cosas y, sobre todo, de que las imágenes mentales eran un efecto fundamental para la memoria (aquello que podemos imaginar, es decir, observar con los ojos cerrados, es más fácil de recordar). En los manuales de retórica aparecen técnicas que surgen de la más remota antigüedad para mejorar la memoria. Las imágenes han sido un tema fundamental dentro de la tradición técnica del “arte de la memoria”. La mayoría de las técnicas del “arte de la memoria” estaban basadas en el uso de imágenes mentales; eran técnicas sofisticadísimas y complejísimas. El método que más se conoce es el método de los lugares, de los loki: consistía en técnicas de imágenes que representaban lugares (es como un sistema de archivo). Estas técnicas del “arte de la memoria” perduraron hasta el siglo XIX, con la proliferación de las técnicas de memoria, estas se acabaron perdiendo. El “arte de la memoria” es un ejemplo clarísimo de un desarrollo tecnológico absolutamente al margen de cualquier desarrollo científico y, posteriormente, avances científicos nos ayudaron a explicar por qué funcionaban estas técnicas. Las técnicas de la memoria tuvieron un recorrido muy largo y se fueron mezclando con el tiempo con distintas cosas. Las imágenes visuales fueron uno de los primeros temas en captar el interés de los psicólogos experimentales durante el siglo pasado. La psicología científica la empezó a trabajar Galton (1883) que hizo una serie de investigaciones sobre imágenes mentales. Estas consistían en que los sujetos debían formarse una imagen mental de como era su mesa de desayuno, con el mayor detalle posible. Galton se dio cuenta de que había una gran diferencia individual en la capacidad de formar imágenes mentales ya que algunos imaginaban la escena casi con tanta claridad como si la estuviesen viendo, mientras que otros negaban firmemente tener imagen alguna. (posteriormente se ha demostrado que las personas hábiles formando imágenes mentales suelen ser testigos menos fiables, ya que acaban confundiendo lo que realmente vieron con lo que después han imaginado).

Las imágenes siguieron desempeñando un papel importante durante el período en el que la introspección era considerada el método principal de investigación psicológica, pero sufrieron severamente durante el período subsiguiente del conductismo, en el que no se consideraba los procesos mentales internos un tema apropiado para el estudio científico ya que, para los conductistas, el estudio de las imágenes mentales no era algo observable. Durante los sesenta, las imágenes y la imaginación emprendieron paulatinamente el camino de regreso al laboratorio psicológico. Gran parte de este aumento de popularidad puede atribuirse al trabajo de Allan Paivio. Paivio (1969) comparó la facilidad de recordar listas de palabras, cuando estas son palabras que evocan fácilmente una imagen, con las que no evocan fácilmente una imagen mental. Con esto demostró que uno de los mejores indicadores de la facilidad con la que se recordaba una palabra venía dado por la medida en que suscitaba una imagen según los sujetos; esto es debido a que se codifica la información de dos formas (con las palabras que evocan una imagen): la imagen mental y el código verbal. Al mismo tiempo, se comenzó a explorar el uso de las reglas mnemotécnicas de imágenes que potencian el aprendizaje y la memoria. 1. EL DEBATE SOBRE REPRESENTACIONES ANALÓGICAS O PROPOSICIONALES Durante esa época (años 60-70) se creó una polémica acerca de si manejamos las imágenes de manera analógica o proposicional. La posición analógica consideraba que manejamos las imágenes de manera continua, con sus propiedades perceptivas. La otra posición consideraba que manejamos descripciones proposicionales, casi lingüísticas, y que las imágenes son un epifenómeno, un acompañamiento irrelevante de una serie de procesos subyacentes que operan sobre información espacial que se almacena en la MLP en forma de proposiciones independientes. Esta polémica hizo promover una serie de investigaciones, experimentos, relacionadas con las imágenes mentales. 1.1. ESTUDIOS SOBRE ROTACIÓN MENTAL Consistían básicamente en presentar dos representaciones bidimensionales de figuras tridimensionales (formadas por cubos) a los sujetos y preguntarles si las figuras eran las mismas o no (podían ser idénticas o una podía ser la imagen en espejo de la otra). Se jugaba con el ángulo que la figura estaba girada y se medía el tiempo de respuesta del sujeto en decir si era la misma figura o no. En la mitad de los ensayos la pregunta era la misma y en la otra mitad no (por control, evitar inercia). Shepard y Metzler, los investigadores de estos estudios, observaron que el tiempo que tardaba un sujeto en tomar esta decisión dependía de la relación angular entre las dos figuras, como si el sujeto girara mentalmente una figura hasta situarla en el mismo ángulo que la otra y tomara entonces su decisión. Se pudo observar que la velocidad de esta rotación mental aparente era lineal, es decir, que existía una relación de proporcionalidad directa entre el ángulo de rotación y el tiempo de respuesta del sujeto (hecho difícilmente explicable desde el punto de vista proposicionalista). También se pudo observar con estudios posteriores que el tiempo de respuesta era independiente de la complejidad de la figura.

Shepard concluyó de estos estudios que las imágenes visuales se basaban en un medio analógico, lo que implicaba una manipulación gradual de la imagen, en lugar de reflejar una serie de saltos cuantitativos independientes, como sería de esperar si el sistema estuviese basado en una serie de pasaos de todo o nada (posición proposicional). 1.2. ESTUDIOS DE DECISIONES SOBRE IMÁGENES MENTALES Diferentes estudios fueron realizados para mostrar una interpretación analógica de las imágenes. Uno de estos, realizado por Kosslyn (1980), en el que se pedía a los sujetos que interpretaran información de, o tomaran decisiones sobre, imágenes mentales, demostró que el sujeto respondía más lentamente cuanto más amplia fuese la zona de exploración, como si este estuviera explorando físicamente la imagen. Otros experimentos similares se realizaron, como el de Baum y Jonides que pedían la estimación de distancias físicas a los sujetos, o el de Thorndyke que demostraba efectos similares en la memorización de mapas físicos en vez de lugares reales. Por lo tanto, podemos considerar que la imagen mental reproduce un efecto de la imagen perceptiva: el efecto de escala. Otro experimento de Kosslyn demuestra muy claramente este efecto: se pedía a los sujetos que imaginaran un conejo al lado de un ratón o un elefante, y se les hacía entonces una pregunta sobre el ojo del conejo. Las respuestas fueron más rápidas cuando se imaginaba el conejo al lado del ratón, probablemente porque el ojo era un rasgo más grande y más destacado de la escena en su conjunto que cuando resultaba empequeñecido por el elefante. Esto demostraba que no podemos ver con detalle dos cosas de diferente tamaño ni perceptivamente ni mentalmente.

2. IMÁGENES Y MEMORIA DE TRABAJO Los primeros estudios de Brooks Estas investigaciones siguen la lógica de la doble tarea y fueron desarrollados para el estudio de la memoria de trabajo y la atención. El propósito fue analizar los procesos que subyacen al uso de las imágenes observando qué clase de actividad interfiere con las tareas que se sabe están basadas en las imágenes. Brooks ideo una tarea basada en la MCP en la que se inducia a un sujeto a codificar el material verbalmente o en función de una imagen visual. Se mostraba a los sujetos una matriz 4x4 y se señalaba un punto de partida. Se pedía entonces a los sujetos repetir secuencias de instrucciones del siguiente tipo: -

En la condición de “material espacial”

-

En la condición de “material verbal o no-espacial” (sin ningún tipo de sentido espacial)

Los resultados mostraron que los sujetos podían recordar 8 de las instrucciones espaciales mientras que sólo pudieron recordar 6 de las verbales. Entonces, Brooks comparó el efecto de presentar la secuencia de instrucciones de forma visual o auditiva y obtuvo que para la tarea espacial la presentación auditiva dio mejores resultados y para la tarea verbal la presentación visual dio mejores resultados. Brooks sugirió que esto reflejaba el hecho de que las frases espaciales se recuerdan mediante imágenes visuales, las cuales utilizan parte del mismo aparato de procesamiento que la percepción visual, mientras que las frases no-espaciales se basan en la codificación verbal, la cual tiende a hacer uso de sistemas que se emplean también en la percepción auditiva. Por lo tanto, los resultados parecieron sugerir que en la presentación visual con la tarea espacial ambos procesos consumirían recursos de un mismo sistema de procesamiento. Datos imaginarios: - Los sujetos recordaban un promedio de secuencias cuando la condición era espacial. Si presentación era visual, los sujetos recordaban mientras que, si era auditiva, recordaban secuencias.

8 la 7, 9

- Cuando la condición era verbal, los sujetos recordaban un promedio de 6 secuencias. Si la condición era visual los sujetos recordaban 7, pero si era auditiva los sujetos recordaban 5 secuencias.

Experimentos de Baddeley Baddeley, interesado en el papel de las imágenes mentales en la memoria, decidió realizar unos experimentos combinando la tarea de la matriz ideada por Brooks con la ejecución del rotor de persecución, una tarea de seguimiento tradicional de laboratorio en la que se pedía al sujeto mantener una varilla en contacto con un haz de luz que seguía una trayectoria circular. Baddeley y sus colaboradores pidieron a los sujetos que realizaran las dos tareas de la matriz verbal y espacial de Brooks (únicamente con presentación auditiva) por sí solas y en combinación con el rotor de persecución.

Los resultados obtenidos demostraron que el seguimiento de la trayectoria (una tarea espacial) afectó seriamente la tarea de las imágenes, pero no a su equivalente verbal. La gráfica nos muestra estos resultados: se medía los errores que cometían los sujetos al realizar la tarea espacial de Brooks (“espacial”) o la tarea no-espacial de Brooks (“sin sentido”) y se observó que, cuando la tarea espacial de Brooks se realizaba sola (“memoria sólo”), no se producían muchos errores, pero cuando los sujetos hacían la tarea espacial de Brooks concurrentemente con el rotor de persecución (“memoria con seguimiento”), se producían muchos más errores; en cambio, con la tarea verbal o no-espacial de Brooks, independientemente de si se realizaba con el rotor de persecución o no, los errores eran mínimos. 2.1. COMPONENTE VISUAL Y COMPONENTE ESPACIAL Aunque se realizaron muchos experimentos suponiendo que las imágenes eran de naturaleza visual, podría ser igualmente un sistema espacial encargado de la localización, independientemente de que la información sobre la posición esté basada en la visión, o alguna otra modalidad como el oído o el tacto. Investigaciones actuales demuestran que lo visual y lo espacial es separable. En las tareas cotidianas lo visual y lo espacial se mezcla, pero hay tareas que son fundamentalmente visuales o espaciales: -

Tarea visual no espacial: con un retroproyector se debía imaginar el grado de luz e ir imaginando como disminuye cuando le pones hojas de papel encima.

-

Tarea espacial no visual: el sujeto debe mantener una luz en contacto con un péndulo a oscuras. Cada vez que toca el péndulo suena un zumbido. Con este feedback auditivo el sujeto consigue mantener la luz en el péndulo.

Esto acaba concluyendo que el sistema de las imágenes encargado de la tarea de Brooks se basa en la localización espacial en lugar de en características visuales tales como el brillo. Cabe concretar que existe una buena evidencia que sugiere que las imágenes visuales no son necesariamente sólo espaciales o sólo visuales, sino que pueden ser de ambos tipos. 2.2. PARA QUÉ SIRVE LA AGENDA VISOESPACIAL Ha habido bastante menos trabajo interesado directamente por la exploración del papel de la agenda viso-espacial en la cognición cotidiana. Parece que el sistema espacial es importante para: -

La orientación geográfica

-

La planificación de tareas espaciales (planificación espacial)...


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