Tema 4. Necesidades básicas. La higiene PDF

Title Tema 4. Necesidades básicas. La higiene
Course Nutrición y salud
Institution Universidad de Jaén
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Tema 4: Necesidades básicas: la higiene. 1. La higiene como elemento de salud.  En sentido amplio, la higiene es la parte de la medicina que tiene por objeto la conservación de la salud y la prevención de enfermedades. Las actuaciones de higiene se centran en el control de los factores externos y ambientales que pueden influir en la salud física y mental de las personas. 

Así, entendemos higiene personal como la limpieza y el cuidado exteriores del cuerpo.



Entendemos por higiene ambiental la limpieza y protección del entorno físico.

2. La higiene personal. La higiene personal tiene dos objetivos básicos que están interrelacionados. 

La prevención de enfermedades y trastornos. La correcta higiene del cuerpo reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades o trastornos.



La mejora de autoconcepto y las relaciones sociales. Una imagen personal cuidada favorece la autoestima y también hace que la percepción que tienen las demás personas de nosotros mejore.

3. Las fases en el logro de la autonomía. 

Fase pasiva. La persona adulta debe realizar todas las actividades de higiene en el recién nacido, ya que no es capaz de atender sus necesidades por sí mismo.



Fase de colaboración. El niño comienza a participar en su higiene. En los primeros periodos, la persona adulta se hace cargo de la higiene con ayuda del niño; más adelante el niño la lleva a cabo y el adulto lo ayuda.



Fase activa. El niño llega a una independencia progresiva de las tareas de higiene personal, aunque al principio es necesario la vigilancia de la persona adulta.

4. La higiene ambiental.  La higiene de espacios y utensilios. En la escuela infantil se deben satisfacer las exigencias en lo referente a las normas y a la higiene en el aula, sin olvidar la perspectiva educativa, ya que los niños deben aprender que esta higiene es necesaria y que todos deben colaborar para mantenerla.  La higiene medioambiental. Es esencial para mantener nuestro hábitat. 5. La higiene corporal.

5.1 Higiene corporal de los niños. En la fase de colaboración, el niño cada vez participará más en la satisfacción de las necesidades básicas propias, pero habrá que marcar una serie de medidas y procedimientos en relación con la higiene. El educador debe procurar que cada niño o niña llegue a la escuela en unas condiciones higiénicas óptimas para evitar que sea un foco infecciones que afecte al resto del grupo.  Baño, ducha y limpieza de la piel. Se debe recomendar el uso de productos que no sean agresivos y no alteren el pH de la piel. El baño diario debe garantizar la higiene de la piel. Cuando el niño empiece a mantenerse sentado, se le puede bañar en una bañera más grande y se convierte en un momento de juego. En esta fase deben extremarse las precauciones y en ningún caso se debe dejar solo. Hacia los cuatro años, la actividad del baño se puede transformar en ducha. En un principio, necesitará ayuda hasta ser capaz de ducharse solo. Aun así, continuar vigilando y supervisando durante bastante tiempo. Además el baño diario, los niños/as deben lavarse las manos y la cara cada mañana.  El cabello. Se aconseja hacerlo 2-3 veces por semana a partir de los dos años. A los niños y niñas no les suele gustar que les laven el pelo, es necesario introducir incentivos que les ayuden a aceptarlo. Hay que frotar la raíz suavemente y poco a poco con las puntas de los dedos (nunca con las uñas). Después hay que aclararlo mucho para que no queden restos de champú. Se debe favorecer la adopción de cortes de pelo que permitan los niños/as peinarse solos. En cuanto al corte, hay que evitar los flecos o las cabelleras demasiado largas que entorpezcan la visión, como también vigilar la parasitación.  Los dientes. El cepillado de los dientes es un aspecto importante para el futuro de la salud dental. Se recomienda empezar a partir de los 18 meses, con un cepillado después de cada comida. El aprendizaje y la adquisición del hábito de la higiene bucal tienen lugar en muchos casos en la escuela infantil. Hay que insistir en aspectos higiénicos y saludables de este hábito, y se debe enseñar a cómo hacerlo. El cepillado debe estar supervisado por una persona adulta hasta los siete u ocho años. Finalmente hay que tener en cuenta dos aspectos preventivos importantes: ir al dentista regularmente y establecer unos hábitos en cuanto a la ingesta de golosinas.

 Las uñas.

Hay que procurar que los niños tengan uñas cortas y limpias, ya que retienen la suciedad y por la tendencia natural que tienen los niños de estas edades a meterse las manos en la boca. Para limpiarlas, además de usar agua y jabón, es recomendable usar un cepillo. Hay que tener en cuenta que las uñas de las manos se deben cortar redondeadas, siguiendo su forma natural, mientras que las de los pies es mejor cortarlas rectas para evitar que se encarnen. 6. El control de esfínteres. Uno de los cambios importantes en estas edades y que a menudo genera preocupaciones en las familias, es la retirada de pañales. Este es un aprendizaje complejo que requiere madurez, ya que implica un control muscular voluntario consciente e inconsciente, y también motivación por parte de los niños. Respecto al control de esfínteres se pretende que al niño o la niña:  

Conozca el funcionamiento de su cuerpo, identifique sus necesidades y aprenda a satisfacerlas. Comprenda el proceso de evacuación de su cuerpo: lugar, momento, higiene, etc.

 Respecto al control de las heces y el pipi diurno. La mayoría de los niños consiguen el control de orina diurna entre los dos y los tres años. Se deberá llevar al niño al lavabo periódicamente, cada dos o tres horas como mucho, hasta que sea capaz de pedirlo por sí mismo o de aguantar más tiempo. Hay que estar pendiente de los gestos o de las conductas que muestran que quiere orinar o defecar. En esta etapa hay que vestirlo con ropa cómoda, que se pueda manipular de la manera más autónoma posible. Para el control de las heces se debe sentar al niño en el orinal cada día a la misma hora, y explicarle que debe hacer. Después se deben tirar las deposiciones en la taza delante de él, tanto si lo ha hecho en el orinal como si se le ha escapado, para que entienda qué es lo que se quiere de él.  Respecto al control de pipi nocturno. El aprendizaje comienza cuando el niño tiene asumido el control del pipi diurno, entre los dos y cuatro años, más o menos. En un momento favorable, ya sea por la edad o por el clima, conviene quitar el pañal de la noche para favorecer la motivación y el deseo de superar la situación. Para ayudarle, hay que evitar que tome mucho líquido antes de ir a dormir y se le debe acostumbrar a ir al baño justo antes de meterse en la cama.

7. Cuidado de la imagen personal. 7.1 El vestido y el calzado de los bebes. Abrimos el body tanto como podamos, Colocamos la parte de atrás en la cabeza del bebé y, a continuación, rápidamente, pasamos la parte delantera por la cabeza hasta el cuello. Entonces levantamos la cabeza y colocamos la parte de atrás hasta la altura de los hombros. Para introducir los brazos, recogemos la manga en forma de acordeón, metemos nuestra mano y luego tomamos la manita del bebé, que no debemos soltar hasta que pase el brazo. Luego se debe cerrar los broches de la parte de abajo. Para ponerle la ropa exterior, previamente hay que examinar los botones y determinar cual es la manera más cómoda y rápida de hacerlo. En primer lugar le introducimos los pies, ponemos nuestra mano en una manga, cogemos la mano del bebé y, con la otra mano, pasamos el brazo. Con el otro brazo se repite la misma operación: se alinean los dos lados del vestido de una pieza y al final se cierran los broches.

7.2 El vestido y el calzado de los niños. Las prendas de vestir y calzado deben ser adecuados a la edad de niño, la actividad que llevará a cabo y el lugar en que estará.  El calzado. 

Consideraciones sobre el calzado.

Debe tenerse en cuenta a la hora de elegir calzado, que no perjudique el crecimiento del pie y que, además, contribuya a su correcto desarrollo.



¿Cómo deben ser los zapatos?

Los zapatos deben ser adecuados al tamaño del pie y deben adaptarse a la perfección. La suela debe ser flexible para permitir el movimiento del pie. El cuerpo del zapato debe ser flexible, pero con refuerzos para que el pie se mantenga bien sujeto, y no debe contener dobleces no costuras gruesas en el forro. Deben ser fáciles de poner y quitar, un buen sistema de cierre como el velcro. Es importante que los zapatos sean de materiales transpirables. Para tener la higiene del calzado y alargar su vida útil, conviene limpiar, cepillar y airear los zapatos con regularidad.

8. La higiene en el centro educativo.

La higiene, tanto personal como medioambiental, es uno de los ejes básicos de la actividad educativa, ya que está presente en todas las actividades a lo largo del día. Los hábitos de higiene se aprenden conjuntamente en la escuela y en la casa y, por ello, también es importante la comunicación con las familias. 8.1 ¿Qué aspectos cuidamos en el centro educativo? En lo más pequeños hay que atender todas sus necesidades higiénicas. Estos ratos deben servir también para mejorar los vínculos con los niños. A medida que crecen y pueden colaborar en su higiene, se debe ir permitiendo que hagan solos las diversas actividades. Para favorecer la autonomía es importante que la ropa, los utensilios, las instalaciones, etc. permitan que los niños puedan hacer el máximo de cosas solos. Los aprendizajes relacionados con la higiene personal tienen una doble vertiente:  

El aprendizaje de las habilidades: abotonar y desabotonar prendas, manipular cremalleras, lavarse y secarse las manos, peinarse, lavarse los dientes, etc. El logro de los hábitos: lavarse las manos antes de comer, lavarse los dientes después de comer, tomar una ducha diaria, etc.

9. Hitos en la adquisición de los hábitos.  De uno a tres años.    

Empieza a no usar pañales a no usar pañales, pero se pueden producir descuidos, por lo que se debe prestar ayuda. Debe empezar a entender la necesidad de lavarse las manos y a sentirse incomodo si las tiene sucias. Valora el baño y colabora en la higiene. Iniciación del aprendizaje bucal. Interés por vestirse y desvestirse. También ordenar y catalogar la ropa sucia.

 De tres a seis años.      

Control nocturno de la orina, aunque puede haber descuidos. Aguantar más tiempo la orina. Autonomía en el baño, a limpiarse al hacer las necesidades y tirar de la cadena. Autonomía en lavarse la cara, manos y los dientes. Empieza a bañarse solo y controlar las uñas con ayuda. Vestirse y desvestirse sin ayuda, saber abotonarse y hacer nudos con ayuda. Debe valorar su imagen y cuidar la ropa que lleva.

 A partir de los seis años.  Control de esfínteres nocturnos y diurno.  No necesita control para vestirse y desvestirse. Doblar la ropa y ordenar los cajones y el armario. 10. Problemas, alteraciones y trastornos relacionados con la higiene.

Unas actuaciones inadecuadas o deficientes en lo que concierne a las medidas de higiene se pueden traducir en la aparición de alteraciones o infecciones. Los educadores infantiles deben ser escrupulosos con las normas de higiene personal y del aula.  Actuaciones negligentes. Los educadores infantiles cumplen una función como agentes de prevención y detención de situaciones de riesgo social que pueden desembocar en situaciones de maltrato infantil por negligencia o abandono físico. La negligencia son situaciones en las que las necesidades físicas básicas del menor no son atendidas de forma temporal o permanente. 

Indicadores físicos:

El niños se ve sucio constantemente, con hambre y vestido de manera inadecuada. Presenta problemas físicos (heridas sin curar o infectadas). 

Indicadores de comportamiento:

Pide o roba comida, muy pocas veces asiste a la escuela, dice que no hay nadie que lo cuide, etc. Se debe valorar la gravedad de la situación y de acuerdo con la dirección del centro, la necesidad de concertar una reunión con la familia o, en casos graves, de avisar a los servicios sociales. Las normativas internas de los centros deben prever los protocolos de actuación ante las sospechas de negligencia.  Alteraciones relacionadas con la higiene. 

Eritema.

El eritema es una inflamación con lesiones visibles en la piel, que se localiza preferentemente en los glúteos, la región anal, los genitales externos y la cara anterior de los muslos, donde la humedad es casi permanente. Se pueden considerar como causas fundamentales los pañales empapados de orina, las deposiciones acidas, el uso permanente de pañales de plástico, que impiden la aireación necesaria, etc. Para prevenir este problema hay que cambiar los pañales cada vez que se mojen o ensucien, lavar y secar bien la zona y aplicar una crema protectora, usar siempre pañales desechables y transpirables. En caso de aparición de un eritema se deberán seguir las indicaciones del pediatra.



Muguet o candidiasis del pañal.

El Muguet o candidiasis del pañal es una infección por el hongo Candida albicans.

Cuando afecta a la boca, el Muguet produce la aparición de varias placas blanquecinas cuya base es roja. En la zona genital, se aprecia un enrojecimiento brillante. No es una infección grave, no se puede curar con medios caseros y hay que aplicar un tratamiento médico. Toda sospecha se debe avisar al pediatra. 

Pediculosis.

La pediculosis es una infestación de piojos. El síntoma más claro de la presencia de piojos es el picazón. Si se detecta hay que evaluar si tiene piojos o huevos en el pelo. Para prevenir hay que mantener buenas condiciones de higiene personal. Si se detecta la presencia de estos parásitos es necesario aplicar un tratamiento adecuado al cabello, con lociones y champús específicos. En la escuela infantil se deben adoptar medidas: los niños infectados tendrán que quedarse en casa y se notificara a todos los padres la existencia de la infestación y se les dará orientación sobre lo que deben hacer. 

Caries dental.

Su efecto se traduce en la destrucción de las estructuras de los dientes. Es causa de dolor y molestias y pueden dan lugar en un foco de infección. Las caries de biberón, afectan a los bebes. Es muy importante conservar los dientes de leche tanto tiempo como sea posible. Es recomendable tratar la caries en el momento en que se detecta con un empaste o una oclusión. El método más eficaz es la prevención, lavándolos después de cada comida y evitando el exceso de azucares, dulces y caramelos. Por otra parte el uso de biberones y chupetes puede favorecer la aparición de la caries. También es necesario el hábito de ir al dentista para hacerse revisiones periódicas. 

Helmintiasis.

Es una enfermedad causada por la parasitación de helmintos o lombrices en el intestino. Se contrae por transmisión fecal-oral. Son muy frecuentes y se transmiten fácilmente entre lo más pequeños. Son inofensivas pero resultan muy molestas. Es importante mantener cortas las uñas y ante cualquier síntoma, hay que consultar al médico, que determinará cuál será el tratamiento. 

Onicofagia.

Es el hábito de roer las uñas. Puede provocar heridas en los dedos, los labios y las encías. Facilita la transmisión y el desarrollo de diversas infecciones. Como consecuencia ocasiona un desgaste prematuro de los incisivos centrales superiores (paletones). Este trastorno debe ser tratado de manera específica por el médico o psicólogo. Las pautas para cambiar esta conducta deben ser aplicadas tanto por la familia como por los educadores.  Trastornos de eliminación. 

Enuresis.

Es la falta de control del esfínter urinario. La evolución espontanea de la micción (orinar) suele seguir esta secuencia: -Desde el nacimiento hasta los seis meses, la vejiga se vacía sin ningún tipo de inhibición. -De los seis a los doce meses comienza a aparecer una inhibición, que hace que se orine con menos frecuencia. -De los doce a los veinticuatro meses, el niño va percibiendo cada vez más las necesidades de micción y la sensación de que se vacía la vejiga. -Hacia los dos años, ya es capaz, en cierta medida, de inhibir voluntariamente. -Entre los cuatro y cinco años se completa el control de esfínteres. La falta de control no debe ser considerada un problema significativo. 

Enuresis nocturna.

En este caso no hay control de micción por la noche. Se puede deber a complicaciones de tipo social y emocional, que tienen un gran impacto. Se puede plantear algunas estrategias para su tratamiento, con la restricción de líquidos antes de dormir, vaciamiento de la vejiga antes de acostarse, auto limpieza, refuerzo social, etc. Los educadores y padres deben tener un plan individualizado. 

Encopresis.

Consiste en la falta de control del esfínter anal. Es menos frecuente que la enuresis, pero también tiene efectos negativos en la autoestima. El problema se atribuye a perturbaciones del aprendizaje del esfínter y a manifestaciones de estrés. Requiere un control psiquiátrico y el planteamiento educativo adecuado sobre los hábitos de control de esfínteres por parte de educadores y familia....


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