Unidad 6 Economia - Apuntes 6 PDF

Title Unidad 6 Economia - Apuntes 6
Author Matias Segovia
Course Macroeconomía y Política Económica
Institution Universidad Nacional Arturo Jauretche
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Summary

La identidad macroeconómica básica
El modelo de tres brechas
La demanda agregada
...


Description

ARBOL DE TEMAS UNIDAD 6 La identidad macroeconómica básica El modelo de tres brechas Entonces, ¿ahorro no es igual a inversión? La demanda agregada La función consumo ¿Cuánto se consume cuando el nivel de ingreso es cero? El multiplicador La Inversión El Gasto Público El multiplicador con impuestos La cuestión del superávit El sector externo Resumen: las variables y su influencia sobre la demanda agregada

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PRESENTACION UNIDAD 6 Una vez entendido de qué variables macroeconómicas estamos hablando, las analizamos ahora en el marco de un modelo algebraico sencillo, pero que contiene las relaciones básicas necesarias como para lograr un nivel de comprensión interesante acerca de los procesos económicos reales. Este modelo es tributario de las ideas de Keynes, que han recuperado brillo a partir de la crisis global, de la cual todos los gobiernos del mundo desarrollado pretenden salir con gigantescos paquetes de gasto y subsidios para “volver a poner en marcha” sus economías. La idea central es que si pretendemos ajustar por el lado de la oferta, reduciendo la producción mediante despidos masivos de trabajadores, estaremos profundizando la crisis, puesto que los nuevos desocupados reducirán drásticamente su nivel de consumo y las ventas seguirán cayendo. Por el contrario, si decidimos impulsar

la demanda mediante la realización

de obras

públicas

y

emprendimientos similares que generen trabajo (e ingresos), las empresas lograrán “colocar” su producción y se reanudará el círculo virtuoso de producción y consumo. En este mecanismo, juega un papel fundamental el multiplicador del gasto, que derivaremos y analizaremos en esta unidad.

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BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA UNIDAD 6 PARKIN, Michael (2007) Macroeconomía. Versión para Latinoamérica Editorial Pearson Educación Capítulo 13. MOCHON, F.; BEKER, V. (2008) Economía – Principios y Aplicaciones. McGraw-Hill Capítulo 14.

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IDENTIDADES MACROECONÓMICAS La identidad macroeconómica básica El objetivo de esta unidad es establecer un sencillo modelo algebraico que presente las relaciones básicas entre las variables macroeconómicas con el objeto de conocer cuál es el resultado esperado sobre la actividad económica (el valor del PBI), de distintas acciones del gobierno o de variaciones en las variables externas al modelo. Para ello nos basamos en la igualdad entre oferta y demanda agregadas que definimos en la unidad anterior:

OFERTA AGREGADA

PBI +IMPORTACIONES

DEMANDA AGREGADA

=

CONSUMO PRIVADO +CONSUMO PUBLICO +INVERSIÓN +EXPORTACIONES

Habiendo dejado atrás la contabilidad nacional, en esta instancia no es relevante establecer si medimos el PBI a precios básicos o de mercado, sino simplemente considerar que año a año la economía genera una riqueza que es igual al ingreso de todos los que han contribuido a generarla. De este modo, no consideraremos impuestos indirectos. Tampoco tendremos en cuenta las depreciaciones, de modo que no habrá un producto “neto”. Bajo ese supuesto, escribimos

PBI + M = C + I + G + X donde M: Importaciones C: Consumo privado I: Inversión G: Consumo o Gasto público

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X: Exportaciones Si restamos las importaciones de ambos lados de la igualdad la expresión queda como:

PBI = C + I + G + X – M A los términos X – M se los suele representar entre paréntesis porque como exportaciones menos importaciones dan por resultado el balance comercial se los puede considerar un único término que representa la relación de esta economía con el resto del mundo. En algunos textos, dicho término se escribe como “NX” que significa exportaciones netas. La expresión de arriba sigue representando al enfoque del gasto: lo que producimos es consumido por las familias (C), o utilizado por las empresas para producir bienes (I) 1, o por el gobierno para brindar educación, seguridad, salud, etc., o es vendido al exterior (donde no nos interesa si es consumo, gasto o inversión para otras economías). Pero sabemos que, desde el enfoque del ingreso, también representa

la remuneración

que recibieron

todos

los

sectores

que

participaron en el proceso productivo (ahora no nos interesa si son factores propiedad de residentes o no) y eso constituye el ingreso de la economía. Si representamos al ingreso bruto interno con la letra Y, podemos escribir:

PBI = C + I + G + (X – M) = Y Porque el producto es igual al ingreso. Todo lo que se produce, representa un ingreso para alguien. Ahora bien, para establecer el siguiente concepto, podemos simplificar esta expresión suponiendo que corresponde a una economía como aquella que vimos al inicio del curso, en la unidad uno: sin gobierno ni relación con el resto del mundo (comúnmente se dice “sin sector externo”). En ese caso no habría gasto público G ni (X – M) y volveríamos a aquella frontera de posibilidades de producción donde la elección era entre producir bienes de consumo o bienes de capital. La expresión es: 1

Recordar que la Inversión es el aumento del acervo productivo, o sea, de la cantidad de bienes de capital de que dispone la economía.

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PBI = Y = C + I Por otro lado, tenemos que considerar que los individuos sólo pueden hacer dos cosas con sus ingresos: gastarlos o no gastarlos. Si al “no gasto” lo denominamos “ahorro” y lo representamos con la letra S2, podríamos expresar el concepto anterior mediante la siguiente expresión:

Y =C+S De las dos expresiones surge que

C+S=C+I y, por lo tanto

S = I que significa que en una economía cerrada (sin relación con otras economías) y sin sector público, el ahorro siempre es igual a la inversión. Es importante no caer en la tentación de entender el ahorro en términos personales, como aquel dinero que separamos de nuestro sueldo y vamos juntando con algún fin predeterminado o “por cualquier cosa que pudiera ocurrir”. En primer lugar, aquí estamos hablando de una magnitud agregada al nivel de toda la economía. Sabemos que en realidad el ahorro es canalizado por el sistema financiero de modo que efectivamente una parte del mismo contribuye directamente a financiar la adquisición de bienes de capital por parte de las empresas. Por otro lado, debemos recordar el flujo circular del ingreso. Cuando decimos que ahorro “agregado” es igual a inversión “agregada” estamos hablando del flujo real y no de dinero. De nuevo, queremos significar que si una economía elige no consumir en un 2

Que proviene de la palabra en inglés: “Saving”. Como el pensamiento económico se desarrolló principalmente en inglés, nos ha quedado la dependencia cultural de utilizar una cantidad de abreviaturas en base a su denominación en esa lengua.

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período, podrá producir –y consumir- más en períodos futuros. Por último y considerando cómo se llegó a la expresión “ahorro igual a inversión”, de alguna manera el ahorro representa el nivel de ingreso de la economía y la inversión el nivel de gasto. Aunque en esta economía simplificada es imposible, podría existir un desequilibrio consistente en que durante determinado período, el ahorro fuera mayor que la inversión. En ese caso diríamos que nuestra economía consume menos de lo que produce (y por lo tanto hay un excedente, que ya veremos cómo se canaliza). Si la inversión es mayor al ahorro, la economía está consumiendo por encima de sus posibilidades reales, es decir, consume más de lo que produce. En este caso, adelantamos la conclusión obvia de que alguien nos está prestando; nos estamos endeudando, única manera posible de generar 10 pesos y gastar 12.

S > I Producimos por arriba del consumo, alguien nos debe. S < I Consumimos por arriba de la producción, nos endeudamos.

El modelo de tres brechas Pero las economías sin sector público ni sector externo no existen. Es necesario rehacer el análisis anterior considerando estos factores. Para ello volvemos a la expresión

PBI = C + I + G + (X – M) = Y Cuando existe el sector público ya no podemos decir que los ingresos se consumen o se ahorran, porque una parte de los ingresos se constituyen en los recursos que el Estado obtiene a través de impuestos, que por lo tanto se restan del ingreso para obtener lo que se denomina

Ingreso

disponible.

Y-T=C+S

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Donde T es igual a la recaudación impositiva que constituye el ingreso del Gobierno y permite financiar su gasto. De dicha expresión, surge que

Y - T - C = S (1) Conservamos este resultado por un momento y volvemos a nuestra expresión original:

Y = C + I + G + (X – M) Si consideramos el ingreso disponible y restamos los impuestos de un lado, debemos hacerlo también del otro para no alterar la igualdad.

Y – T = C + I + G + (X – M) – T Pasamos el Consumo restando, y la expresión de la izquierda es similar a (1), por lo que la reemplazamos por su equivalente: S

Y – T - C = I + G + (X – M) – T S = I + G + (X – M) – T Ahora pasamos todos los términos, salvo el balance comercial hacia la izquierda y obtenemos

S - I - G + T = (X – M) que reordenando, puede escribirse así:

(S - I) + (T – G) = (X – M)

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Esta expresión se denomina “Modelo de tres brechas”. Los paréntesis son innecesarios y se incluyen simplemente para remarcar que cada una de las diferencias que abarcan, representa el equilibrio de un sector de la economía: efectivamente, ya sabemos que X – M equivale al balance comercial y representa la relación entre nuestra economía y el resto del mundo. Si las exportaciones son iguales a las exportaciones el resultado de esa diferencia será cero. Cualquier otra situación se representará con un valor positivo o negativo. La expresión T – G representa el balance del sector público en términos de ingresos y gastos: si la recaudación T es mayor que el gasto G, existe superávit; en el caso inverso tenemos déficit público. Queda por último, nuestra conocida expresión S – I, cuyo resultado era igual a cero en una economía sin sector externo ni sector público, que son los sectores representados por las otras diferencias -(X – M) y (T – G)-. Dicha expresión (S – I) corresponde al balance del sector privado de la economía, que como habíamos anticipado, puede consumir por arriba de sus posibilidades – en ese caso S < I y la diferencia arroja un resultado negativo- o puede producir por arriba de sus necesidades –entonces S > I y el resultado es positivo-. La forma “económica” de leer el modelo de tres brechas es:

BALANCE SECTOR PRIVADO

Observando

esta

+

ecuación,

BALANCE SECTOR PUBLICO

=

rápidamente podemos

BALANCE SECTOR EXTERNO

concluir

que una

economía cuyo sector privado consume por arriba de su producción y cuyo sector público es deficitario (gasta más de lo que recauda), no tiene otro remedio que registrar déficit externo (en términos algebraicos, si el lado izquierdo arroja un resultado negativo, el derecho también debe tener ese signo):

(-) (-) (-) (S - I) + (T – G) = (X – M)

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Siguiendo la misma línea de razonamiento en sentido inverso, tenemos que una economía que produce en exceso sobre su consumo y dispone de superávit fiscal, necesariamente es acreedora frente al resto del mundo (mantiene un balance externo positivo). De las dos situaciones, obviamente la primera es la menos deseable en términos de política económica: si período tras período una economía registra un resultado negativo frente al exterior, su endeudamiento registrará un continuo crecimiento. Esta situación es particularmente grave si se trata de una economía pequeña, puesto

que

el

deterioro

de

la

capacidad

de

pago

de

la

deuda

desencadenará, tarde o temprano, la necesidad de restringir el consumo privado y público para generar los recursos necesarios para satisfacer esa deuda. Este proceso podrá llevarse a cabo en forma paulatina o violenta (a través de una crisis) pero nunca será inocuo en términos de bienestar de la sociedad que lo padece. Sin embargo, en términos analíticos, los casos más interesantes son aquellos en los que los balances privado y público tienen diferente signo: allí es relevante la magnitud de cada uno de los desequilibrios, para poder concluir si la situación es sostenible o no en el mediano plazo. Ciertas líneas de pensamiento económico han conseguido imponer de forma más o menos generalizada la idea de que un déficit del sector público es siempre y en todo lugar un grave mal económico que debe ser evitado a toda costa. Sin embargo, nuestra ecuación nos permite apreciar que un superávit externo es compatible con un déficit público de menor cuantía que un superávit privado. Más aún, el déficit puede resultar beneficioso en términos de evitar que la economía registre bajas tasas de crecimiento debido a la debilidad de la demanda3. Pero estas son cuestiones complicadas de analizar a esta altura de nuestro curso. Por ahora nos basta con registrar que hay tres grandes equilibrios macroeconómicos que están relacionados entre sí, que el déficit externo no es sostenible indefinidamente y que por el contrario, el déficit público podría serlo en determinadas condiciones. Entonces, ¿ahorro no es igual a inversión? 3

De hecho frente a la crisis de fines de 2008, ningún estado ha dudado en incurrir en déficit a fin de impulsar la economía, dejando un poco de lado el paradigma del equilibrio fiscal como regla de política.

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Para explicitar la relación entre ahorro e inversión, hicimos referencia a una economía sin sector público y sin relación con el exterior. Al complicar luego el modelo con la introducción de estos factores, parecería que aquella igualdad no se cumple. Sin embargo, podemos tomar nuestra ecuación de tres brechas y rescribirla

(S - I) + (T – G) = (X – M) Si pasamos el balance comercial a la izquierda y la inversión a la derecha, podemos escribir:

S + (T – G) + (M – X) = I Ecuación que ahora puede leerse como

AHORRO SECTOR PRIVADO

+

AHORRO SECTOR PUBLICO

+

AHORRO SECTOR EXTERNO

=

INVERSIÓN

Si recordamos que “ahorro” es aquella parte de nuestro ingreso (o producto) que no consumimos, el concepto puede extenderse para hablar de un “ahorro” del sector público, si el gobierno gasta por debajo de su recaudación (si tiene superávit), o de un “ahorro” del resto del mundo, si del saldo neto del comercio exterior resulta que nuestro país es importador neto (y por lo tanto, las otras economías están produciendo en ese monto, más de lo que consumen internamente). Planteada en esos términos, la ecuación significa que, para que haya inversión, debe resignarse consumo. Ese consumo lo resigna el sector privado, el sector público o alguien en el exterior. El ahorro conjunto de todos esos sectores, es igual a la inversión. En definitiva, vuelve a plantearse aquí la cuestión básica de la economía: la necesidad de elegir entre diferentes alternativas para utilizar recursos que, lamentablemente, siempre son escasos. Si ahorramos más, consumiremos menos. Si

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deseamos mayor inversión, alguien deberá ahorrar. Si decidimos exportar más de lo que importamos, deberemos producir más de lo que consumimos. La demanda agregada Siempre trabajando desde el enfoque del gasto, ahora iniciamos el análisis de los componentes de la demanda agregada. Este enfoque es el más utilizado porque permite asignar a cada uno de los componentes una variable independiente que lo determina. Como lo que nos va a interesar es determinar un nivel de Producto (o PBI, o producción, o ingreso) de equilibrio, trabajamos con la demanda agregada doméstica, es decir, incluimos las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones), de modo que el gasto en bienes finales importados está excluido de los conceptos

globales

de consumo,

gasto público

e inversión,

porque

directamente se resta en el balance comercial4. Partiendo una vez más de nuestra identidad

PBI = C + I + G + (X – M) = Y Debemos considerar que como se ha mencionado anteriormente, el objetivo de la política económica es lograr una tasa estable de crecimiento del PBI. Esto significa por un lado, expandir la frontera de posibilidades de producción y por el otro, aumentar el ingreso de que disponen los miembros de la sociedad (otra cuestión es cómo se distribuye ese ingreso). Lograr este objetivo será entonces, lograr que los componentes de la demanda agregada que explicitamos en la ecuación, crezcan de manera armónica. El siguiente paso es analizar el comportamiento de cada uno de dichos componentes por separado, asignándoles una variable explicativa en función de la cual reaccionan en un sentido o en otro. Son justamente las políticas que determinan esas variables las herramientas que usará el gobierno para lograr que la demanda agregada evolucione de la manera deseada. 4

Esta aclaración viene a cuento de que, en Cuentas Nacionales, se considera demanda agregada a C+I+G+X, sin restar las importaciones, que forman parte de la oferta agregada. En el modelo de identidades macroeconómicas, la oferta agregada es solamente el Producto y la demanda agregada tiene las importaciones restando. Esto no afecta las conclusiones y es mucho más cómodo para trabajar con las ecuaciones.

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La función consumo El primer componente de la demanda agregada es el consumo privado, es decir los bienes y servicios que consumen las familias durante determinado periodo. El perfil de consumo de cada individuo responde a sus necesidades y preferencias, pero siempre sujeto a la restricción que impone el ingreso. Un mayor ingreso nos permite satisfacer más necesidades (incluso puede contribuir a crear nuevas necesidades) y por ello el consumo de bienes y servicios está directamente relacionado con el ingreso. A mayor nivel de ingreso le corresponderá un consumo más elevado. ¿Consumiremos todo nuestro ingreso? No, hemos visto que es frecuente que las familias y la sociedad en conjunto posterguen consumo presente con el objeto de lograr un nivel mayor o cualitativamente mejor de consumo en el futuro. Así una parte del ingreso se consume y otra se ahorra. La relación entre nuestro nivel de ingreso y nuestro consumo constituye la propensión marginal a consumir. Dicha relación puede tomar valores entre cero y uno. Una función de consumo agregado podría expresarse de la siguiente forma:

C = cY Donde el consumo agregado C es igual a una proporción del nivel de ingresos. Esa proporción depende de factores institucionales y culturales de cada sociedad y a su vez, al interior de la misma dicha proporción (la propensión al consumo) difiere entre los distintos estratos sociales. Entre las personas con bajo nivel de ingreso es seguro que observemos propensiones al consumo cercanas a 1. Esto significa que cualquier incremento del ingreso se traslada en su totalidad al consumo sin que se destinen recursos al ahorro. Mayores tasas de ahorro y por lo tanto, propensiones al consumo más bajas se encontrarán entre los niveles de ingresos más elevados.5 ¿Cuánto se consume cuando el nivel de ingreso es cero? 5

Por eso cuando un gobierno quiere fomentar el consumo intenta medidas que signifiquen elevar los ingresos de sectores como los jubilados o personas con muy bajos niveles de ingreso, que seguramente volcarán la totalidad de los nuevos recursos al gasto en bienes y servicios

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Es frecuente que la inercia mental nos lleve a responder que no se consume nada. Sin embargo, esto no es cierto ni a nivel individual, ni al de toda la...


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