Weber - Division DE Poder EN LA Comunidad Clases, Estamentos, Partidos (( Terminado)) PDF

Title Weber - Division DE Poder EN LA Comunidad Clases, Estamentos, Partidos (( Terminado))
Author Emma Roberts
Course Sujeto Y Sociedad
Institution Universidad Abierta Interamericana
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Resumen de la division de poder en la comunidad de clases, estamentos y partidos ...


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6. DIVISION DE PODER EN LA COMUNIDAD: CLASES, ESTAMENTOS, PARTIDOS Las clases se definen por las posibilidades de posesión (o no posesión), y consumo que tienen en el mercado, o sea, la situacion de los actores en el mercado. Una situación de clase es la posición ocupada en el mercado y el interés de clase es el interés común de individuos que tienen una misma situación de clase. Son intereses económicos, vinculados a la existencia del mercado, los que producen las clases. Hay situaciones de clase positivamente privilegiadas, como los empresarios de la noche, los productores sojeros o los inversores financieros, cuya posición en el mercado los pone en ventaja respecto a otros grupos. Y hay situaciones de clase negativamente privilegiadas, como los cartoneros o la clase trabajadora, que no tienen para ofrecer al mercado más que su propia fuerza de trabajo, y eso los pone en desventaja. La posesión y la no posesión son las categorías fundamentales de todas las situaciones de clase. Siempre el concepto de clase remite a las probabilidades que se tienen en el mercado. En este sentido, el concepto de “situación de clase” de Weber, y el de “clase” de Marx son muy similares: ambos son categorías económicas. “Situación de clase” y auténtica comunidad de “clase” no siempre son lo mismo. Para constituirse en una auténtica comunidad, un grupo de hombres que compartan una situación frente al mercado debe llevar adelante una “acción social”, es decir, una acción deliberada y consciente que se oriente por la acción de otro autor. Un caso de acción social de clase fue el lock out patronal agropecuario contra la Resolución 125, más conocido como “paro del campo”. Los productores agropecuarios constituyen una verdadera comunidad al realizar una acción social, en este caso, cien días de cortes de ruta y desabastecimiento para que un gobierno de marcha atrás con una iniciativa impositiva. Los cartoneros constituyen una situación de clase, pero no una comunidad, puesto que no llevan adelante acciones sociales como conjunto: no hay paro de cartoneros, ni se constituyen en sindicatos o grupos de presión que tengan relevancia. Pero a su vez existe una distribución desigual de poder que Max Weber identificó con el prestigio y el honor social, la tradición y el modo de vida. Un grupo de personas que se distinga de los demás por su reconocimiento social, prestigio y honor -en definitiva, por su status- es un “estamento”. Esta forma de poder no operaría en el ámbito económico. Weber escribe que el mercado no repara en el individuo, solo en la cosa. Es decir, una persona puede convertirse en empresario de la noche de un día para el otro si compra un boliche. Pero no puede convertirse en noble, samurái, caballero o sacerdote inmediatamente, pues la pertenencia a estos grupos implica condiciones personales o cierta tradición. Esta es una forma de diferenciación distinta a las clases, ya que los estamentos implican principios valorativos y un sentido de pertenencia por parte de sus miembros.

El estamento se relaciona con el modo de vida. Weber menciona una reunión a la que sólo son invitados los residentes de cierta calle, las distinguidas familias. Menciona también a los descendientes de Pocahontas, los padres peregrinos y diversos círculos. El poder social que se expresa en el prestigio y el honor no operaría en el ámbito económico, sino más bien en una dimensión social. Las sociedades en las que los estamentos fueron la forma predominante de división fueron la europea medieval y otras como el Japón feudal o la India tradicional. Pero en las sociedades modernas aun quedarían elementos relacionados con el honor estamental de las sociedades tradicionales, un prestigio asociado a determinados modos de vida que son característicos de algunas comunidades como los antes mencionados grupos estamentales. Ejemplos de estamentos modernos podrían ser los jueces, el clero, los excombatientes de Malvinas, los presos, etc. En ese sentido, clase vendría siendo solo un tipo de división. Weber critica la visión marxista en relación al concepto de clase social, donde esta sería solo en efecto de las contradicciones económicas. Este honor puede también corresponder a una situación de clase, y la posesión de bienes puede tener importancia. Es decir, sería muy raro que un juez anduviera levantando cartones. Cuando el estamento está reglado y está establemente arraigado en el orden social, se convierte en una casta, la que puede incluir una garantía ritual que prohíba el contacto físico con alguna de éstas. La sociedad de castas más famosa es la India tradicional: las castas eran grupos cristalizados y heredados de los que se podía salir. Menciona también a los pueblos parias, estamentos negativamente priviliegiados que conservan una creencia en la comunidad étnica viviendo en la diáspora. El orden estamental significa lo inverso al orden de mercado: una organización de acuerdo con el honor y un modo de vida según normas estamentales. Tal orden resulta, pues, amenazado cuando la mera adquisición económica y el poder puramente económico pueden otorgar poder. Por eso los miembros de toda organización estamental reaccionan con actitud contra las pretensiones del mero lucro económico. Esto puede obstaculizar la evolución del mercado, como es el problema de la tierra heredada, los bienes sacerdotales y la clientela de un gremio. El honor estamental suele rechazar el regateo y la búsqueda constante de más ganancia, considerándolos vicios de “nuevo rico”. Así como una “situación de clase” no implica necesariamente una auténtica comunidad de clase a menos que lleve adelante una acción social, una “situación estamental” no implica necesariamente una auténtica comunidad estamental si no lleva adelante una acción social estamental. Algunos ejemplos

de acción social estamental podrían ser las marchas de estudiantes o las movilizaciones de excombatientes. Por otra parte, los partidos se mueven principalmente dentro de la esfera del poder. Su acción está encaminada al poder social, es decir, tiende a ejercer una influencia sobre una acción comunitaria. A diferencia de la acción comunitaria ejercida por las clases y estamentos, la de los partidos va siempre dirigida a un fin metódicamente establecido. Sólo pueden existir partidos en comunidades que tienen un aparato político. La finalidad de los partidos consiste en influir sobre ese aparato y componerlo de partidarios. En algún caso pueden representar intereses clasistas o estamentales, pero no siempre. Sus medios para alcanzar el poder pueden ser diversos, legales e ilegales, y no son un fenómeno exclusivo de la modernidad. Es una organización que lucha por el dominio y suele estar organizada de manera verticalista. Por último, clases, estamentos y partidos han traspasado las fronteras de los países. Por ejemplo, los buitres financieros, que son una clase, actúan igualmente en cualquier país. El clero católico en Andorra, Rumania o Canadá, como estamento, tiene una existencia social prácticamente igual. Los partidos comunistas del siglo XX se organizaron de manera idéntica en todos los países, así como otros movimientos partidarios transnacionales, como el socialismo árabe. ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO DE LA DOMINACIÓN 1. PODER Y DOMINACIÓN. FORMAS DE TRANSICIÓN La dominación es uno de los más importantes elementos de la acción comunitaria. Todas las esferas de la acción comunitaria están profundamente influidas por las formas de dominación. La dominación es un caso especial del poder. No toda “dominación” se sirve de medios económicos para sostenerse y conservarse. Puede desarrollarse una situación considerada como “dominante” en las relaciones sociales de salón, en un mercado, en una cátedra universitaria, etc. Representamos dos tipos opuestos de dominación. A. la dominación mediante una constelación de intereses; se basa, en un aspecto puro, principalmente en las influencias que, a causa de cualquier posesión, se ejerce sobre el tráfico formalmente “libre” de los dominados, que se inspiran en su propio interés. B. la dominacion mediante la autoridad. Se se basa en el hecho de recurrir al deber de obediencia con absoluta independencia de toda suerte de motivos e intereses.

Toda forma típica de dominación en virtud de una constelación de intereses, y sobre todo en virtud de la posesión de un monopolio, puede transformarse gradualmente en una dominación autoritaria. Entendemos por dominación un estado de cosas por el cual una voluntad manifiesta (“mandato”) del “dominador” o de los “dominadores” influye sobre los actos de los otros (del “dominado” o de los “dominados”), de tal suerte que en un grado socialmente relevante estos actos tienen lugar como si los dominados hubieran adoptado por si mismo y como máxima de su obra el contenido del mandato (“obediencia”). El enlace causal que liga al mandato a su cumplimiento puede adoptar formas muy diferentes. La consideración sociológica se apoya naturalmente en el hecho de que el poder de mandar “factico” suele exigir el complemento de un “orden” normativo legal, y espera así forzosamente en relación con el sistema de nociones jurídicas.

2. DOMINACION Y GOBIERNO. NATURALEZA Y LÍMITES DEL GOBIERNO DEMOCRATICO. Toda dominación se manifiesta y funciona en forma de gobierno. Todo régimen de gobierno necesita del dominio en alguna forma, ya que para su desempeño se debe colocar en manos de alguien poderes imperativos. El poder de mando puede tener una modesta apariencia y el jefe puede considerar como un “servidor” de los dominados. Esto ocurre casi siempre en el llamado gobierno directamente democrático. Se llama democrático por dos razones: 1. porque se basa en la suposición de que todo el mundo esta en principio igualmente calificado por la dirección. 2. Porque reduce al mínimo alcance del poder de mando. El régimen de dominación directa es inestable en cualquier parte donde se manifiesta. Si tiene lugar una diferenciación económica se presenta también la probabilidad de que los poseedores se apoderen de las funciones de gobierno, simplemente porque están desocupados, porque disponen del tiempo necesario para hacerse cargo del gobierno, y porque están en situaciones económicas de desempeñar un trabajo profesional tienen que sacrificar tiempo a tal efecto, y esto significa la renuncia a probabilidades de lucro, al aumentar su trabajo se les hace imposible atender al desempeño de las funciones públicas. Por eso, lo que adquiere preponderancia en estas funciones son los que tienen ingresos sin trabajo o solo con un trabajo intermitente. El relativo prestigio de la edad dentro de una comunidad cambia de un modo considerable. Cuando las posibilidades de vida son muy escasas el sujeto que

tiene ya capacidad física para el trabajo suele resultar molesto. Cuando hay un estado de guerra crónico, se desvanece, en general la importancia de la edad frente a los que pueden llevar las armas, siguiendo con frecuencia una consigna “democracia” de los jóvenes contra su prestigio. Se conserva la consideración por la edad siempre que se reconoce el valor objetivo de la experiencia o el poder subjetivo de la tradición. Con la lucha de los partidos por el poder, la democracia directa pierde su carácter específico, que contiene la dominación solo en principio. Todo partido es una organización que lucha por el dominio y tiene la tendencia a organizarse expresamente de acuerdo con las formas de dominación.

3. LA DOMINACION MEDIANTE “ORGANIZACIÓN”. LOS FUNDAMENTOS DE SU LEGITIMIDAD. La posición dominante de las personas pertenecientes a la organización a la organización mencionada frente a las masas dominadas se basa siempre en la ventaja del pequeño número en la posibilidad que tienen los miembros de la minoría dominante de ponerse rápidamente de acuerdo y de crear y dirigir una acción societaria racionalmente ordenada y encaminada a la conservación de su posición dirigente. De este modo, la actuación amenazadora de las masas o de la comunidad podrá ser fácilmente reprimida siempre que los que oponen resistencia no hayan adoptado precauciones eficaces para dirigir una acción societaria encaminada a la obtención de un dominio. Toda dominación que pretenda la continuidad es hasta cierto punto una dominación secreta. La subsistencia de toda dominación se manifiesta mediante la auto justificación que apela a principios de legitimidad. Hay tres principios últimos de esta clase. La “autoridad” de un poder de mando puede expresarse en un sistema de normas racionales pactadas, las cuales encuentran obediencia en tanto que normas generalmente obligatorias cuando las invoca “quien pudo hacerlo” en virtud de esas normas. Por otro lado, la obediencia puede basarse en la autoridad de personas. Esta puede tener su fundamento en la santidad de la tradición y, por tanto, de lo acostumbrado, de lo que ha sido siempre de un modo determinado, lo cual prescribe obediencia de determinadas personas. Finalmente puede basarse en la consagración a lo extraordinario, en la creencia, en un carisma. La acción racionalmente socializada de una estructura de dominación encuentra en la “burocracia” su tipo especifico. La acción comunitaria fundada en la vinculación a la autoridad tradicional se halla típicamente representada por el “patriarcalismo”. La forma “carismática” de dominación se apoya en la autoridad, no fundada en la razón ni en la tradición, de las personalidades concretas.

II. LOS TRES TIPOS PUROS DE LA DOMINACION LEGÍTIMA.

LEGITIMIDAD DE LA DOMINACION, FUNDAMENTOS DE LA LEGITIMIDAD 1) DOMINACION LEGAL; 2) DOMINACION TRADICIONAL; 3) DOMINACION CARISMATICA. La dominación puede fundarse en diversos motivos: puede depender directamente de una constelación de intereses; o puede depender de la mera “costumbre”. En las relaciones entre dominantes y dominados, la dominación suele apoyarse interiormente en motivos jurídicos, en motivos de su “legitimidad”, de tal manera que la conmoción de esa creencia en la legitimidad suele acarrear graves consecuencias. Los motivos de la legitimidad de la dominación solo son tres, cada uno de los cuales se halla enlazado con una estructura sociológica fundamentalmente distinta del cuerpo y de los medios administrativos.

1) DOMINACION LEGAL EN VIRTUD DE ESTATUTO: su tipo más puro es la dominación burocrática. Se obedece a la regla estatuida. También el que ordena obedece, al emitir una orden, a una regla: a la “ley” o al “reglamento”. El tipo del funcionario es del funcionario de formación profesional. El deber de obediencia esta graduado en una jerarquía de cargos, con subordinación de los inferiores a los superiores, y disponen de un derecho de queja reglamentado. El fundamento del funcionamiento técnico es: la disciplina del servicio. Caen bajo el tipo de dominación legal: la estructura moderna del Estado y el municipio, la relación de dominación en una empresa capitalista privada, en una asociación de finalidad utilitaria, o en una unión, de cualquier tipo que sea, que disponga de un equipo numeroso y jerárquicamente articulado. La burocracia constituye el tipo técnicamente más puro de la dominación legal. Sin embargo, ninguna dominación es exclusivamente burocrática, ya que ninguna es ejercida únicamente por funcionarios contratados.

2) DOMINACION TRADICIONAL: en virtud de creencia en la santidad de los ordenamientos y los poderes señorales existentes desde siempre. Su tipo más puro es el de dominación patriarcal. El contenido de las ordenes esta ligado por la tradición, cuya violación desconsiderada por parte del seños pondría en entredicho la legitimidad de su propio dominio, basado exclusivamente en la santidad de aquellas. Fuera de las normas de la tradición, en cambio, la voluntad del señor solo se halla ligada por los limites que le pone en cada caso el sentimiento de equidad de ahí que su dominio se divida en un área estrictamente ligada por la tradición y otra en la que obra conforme a su placer, su simpatía o antipatía y de acuerdo con su punto de vista puramente personales susceptibles, en particular, de dejarse influir por complacencias también personales.

La estructura puramente patriarcal de la administración. Los servidores se reclutan en completa dependencia personal del señor, ya sea en forma puramente patrimonial o extramatrimonial. La estructura de clase: los servidores no son personalmente del señor, sino que son personas independientes de posición social propia. La dominación patriarcal es el tipo más puro de dominación tradicional. Todo forma de dominación de clase basada en una apropiación más o menos fijadas del poder de administración se halla en relación con el patriarcalismo, más cerca de la dominación legal.

3. DOMINACION CARISMATICA: en virtud de devoción afectiva a la persona del señor y a sus dotes sobre naturales, fuente de devoción personal. Cuando es “abandonado” por su dios, o cuando decaen sus fuerzas heroicas o la fe que creen en su calidad de caudillo, entonces su dominio su hace también caduco. El cuerpo administrativo es elegido según carisma y devoción personal. El pasado antiguo solo conoce, al lado de intentos insignificantes de dominio “estatuido”, que sin duda no faltan totalmente la división del conjunto de todas las relaciones de dominio en tradición y carisma. La autoridad carismática se basa en la “creencia” en el profeta o en el “reconocimiento” que encuentran personalmente el héroe guerrero. El señor carismático ha de acreditarse como señor “por la gracia de Dios”, por medio de milagros, éxitos, su dominación se tambalea. La subsistencia de la gran mayoría de las relaciones de dominio de carácter legal reposa en las bases mixtas: la habituación tradicional y el “prestigio” figuran al lado de la creencia. La dominación carismática es una relación social extraordinaria y puramente personal; 1) por tradicionalización de las ordenaciones; 2) por paso del cuerpo político carismático; 3) por transformación del sentido de propio carisma. Es determinante para ello la clase de solución de la cuestión palpitante, tanto por motivos ideales como materiales, del problema de la sucesión. Esta puede darse de diversos modos: la mera espera pasiva de la aparición de un nuevo señor carismáticamente acreditado o calificado suele ser reemplazada por la actuación directa en vista de su obtención. 1. El carácter estrictamente personal y extraordinario del carisma se convierte en una cualidad que se confirma por reglas. 2. Por medio del oráculo, de la suerte o de otras técnicas de designación. 3. Por designación de calificado carismáticamente: 1) por el propio portador del carisma; la creencia en la legitimidad propia del carisma se convierte

con ello en la creencia en la adquisición legítima del dominio en virtud de designación jurídica o divina; 2) por un apostolado o un sequito carismáticamente calificados, con adicción del reconocimiento por la comunidad religiosa o respectivamente militar. La creencia ya no es directamente en la persona como tal, sino en el señor “correcta y válidamente designado” o instaurado en alguna otra forma en el poder, a la manera de un objeto de posesión; 3) por carisma “hereditario”, en la idea de que la calificación carismática reside en la sangre. La creencia no es directamente en la persona como tal, sino en el heredero “legitimo” de la dinastía; 4) por objetivación ritual del carisma: la creencia no está ligada a la persona del portador del carisma, sino al acto sacramental en cuestión; 5) el principio carismático de la legitimidad, interpretado conforme a su significado primario en sentido autoritario, puede interpretarse en forma anti autoritaria....


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