Amelia Bence la madre del arte de la epoca PDF

Title Amelia Bence la madre del arte de la epoca
Author Dayi Alba
Course Derecho Administrativo
Institution Instituto Tecnológico Superior El Oro
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Trabajo practico respecto a Amelia Bence la madre del arte de la epoca en esos tiempos de poco conocimiento de las artes e el medio ....


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Amelia Bence Ir a la navegaciónIr a la búsqueda Amelia Bence, seudónimo de María Batvinik12 (Buenos Aires, 13 de noviembre de 1914-Ib., 8 de febrero de 2016)1 fue una actriz argentina. Inició su carrera a temprana edad luego de ser alumna de Alfonsina Storni en el Teatro Infantil Lavardén y de Mecha Quintana en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación.3Su debut cinematográfico ocurrió en uno de los primeros filmes sonoros argentinos, Dancing (1933), de Luis Moglia Barth.4 Su participación en La guerra gaucha (1942), una de las películas más importantes de la historia del cine argentino, le dio reconocimiento y comenzó a ser solicitada para papeles protagónicos gracias a su fotogenia y estilo interpretativo.4Formó parte de la denominada «época de oro» del cine argentino y fue así como encabezó Los ojos más lindos del mundo (1943), título con el cual se la continúa asociando, Todo un hombre, Camino del infierno (1946), A sangre fría (1947), La otra y yo (1949) y Danza del fuego.5Fue dirigida en varias ocasiones por Daniel Tinayre y Luis Saslavsky, y obtuvo el premio a la mejor actriz de la Asociación de Cronistas Cinematográficos y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina en múltiples ocasiones a lo largo de los años de 1940 y 1950.4 Entre 1952 y 1954, Bence filmó dos películas en México contratada por Reforma Films y, a su regreso, fue sumamente elogiada por su protagónico en Alfonsina (1957), que fue elegida representante de Argentina en el Festival Internacional de Cine de Berlín.6 Además de encabezar una película en España, desarrolló una extensa carrera teatral en los

años de 1960, protagonizando obras como La dama del trébol, Así es la vida, Maribel y la extraña familia y El proceso de Mary Duggan. Desde 1973 a 1976, finalizada una larga gira por Hispanoamérica, fue convocada para actuar en el Gramercy Arts Theater de Nueva York con La valija,7que le valió el premio ACE a la Mejor Actriz Extranjera. Sus representaciones de Doña Rosita la soltera (1975) y La loba (1982) en Estados Unidos y Perú fueron muy exitosas. Durante la última etapa de su carrera, intervino con mayor frecuencia en televisión, en ciclos como Romina, Bianca o Las 24 horas.4En 1989 recibió el premio Cóndor de Plata a la Trayectoria y obtuvo el premio Podestá en el mismo rubro en 1992. Desde 1996, se presentó en diversos teatros con su unipersonal Alfonsina, donde intercalaba música y poesía, hasta que los problemas de salud la alejaron de la actividad artística en 2010. Biografía[editar] Infancia y juventud[editar] María Batvinik nació el 13 de noviembre de 1914 en una casona ubicada sobre Pasaje del Carmen en Capital Federal como la menor de los siete hijos de Jaime Batvinik, un constructor de obra originario de Minsk, y Ana Zager, proveniente de Pinsk;8ambos eran inmigrantes judíos bielorrusos asentados en Argentina. Sus otros hermanos fueron Raúl, Mauricio, Elena, Aída y Esther.9En su autobiografía, Bence calificó a su padre como un «hombre muy sereno y tranquilo... con humildad y costumbres sencillas, disfrutaba con placidez de las cosas simples y calmas», y a su madre como de «un carácter fuerte».10 Poco después, la familia se trasladó a una vivienda de la calle Paraguay 1913.11 Desde temprana edad, se sintió atraída por la actuación y comenzó a actuar junto a otros

niños vecinos en los patios de sus casas. Fue así como conoció a las hermanas Paulina y Berta Singerman, vecinas suyas, que le sugirieron a la madre de Amelia que la inscribiera en el Teatro Infantil Lavardén, que funcionaba en el Teatro Colón.12A la edad de 5 años, debutó oficialmente en la obra Juanita bajo la enseñanza de la reconocida poetisa Alfonsina Storni.4En esa representación, Bence recordó que sufrió un altercado cuando por accidente tragó la estampilla que debía colocar en un sobre y comenzó a llorar desesperadamente hasta que Storni la consoló diciéndole: «Lo hiciste muy bien, estuviste bárbara... vas a ser una gran actriz».13Realizó sus estudios primarios en la Escuela General Roca además de estudiar piano junto a su hermana Esther en el Conservatorio Fontova14y trabajar como ascensorista de la tienda Gath & Chaves poco después de cumplir diez años. Paralelamente, por medio del hermano de Ben Molar, logró ingresar a un grupo actoral dirigido por Pedro Aleandro, donde participó de la obra Las campanas de Julio Sánchez Gardel.15 Es algo muy importante poder realizar la propia vocación. Yo peleé contra mi familia porque no me dejaban ser actriz. Luché y lo conseguí, pese a que a los diez años me sacaron del Lavardén porque querían apartarme de este oficio, pero a los doce logré volver.11 A pesar de la oposición de su familia a la actuación, Bence convenció a su padre y, a falta de vacante en el Conservatorio Nacional de Arte Escénico, decidió aprender danzas clásicas junto a Mercedes Quintana en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación, al cual concurrió breve tiempo. Con 18 años, Quintana la llevó a participar como parte de un ballet en el Teatro Ópera a la comedia musical Wunder Bar (1933),

protagonizada por Armando y Enrique Discépolo.1116En una ocasión, inclusive, llegó a suplantar a la protagonista cuando esta enfermó durante la temporada.17 Teatro y debut en cine[editar] Bence junto a León Zárate en El forastero (1937). Su primer papel cinematográfico fue como extra en una escena junto a Pedro Quartucci en una de las primeras películas sonoras argentinas, Dancing (1933), bajo la dirección de Luis José Moglia Barth, quien diseñó su nombre artístico (Amelia Bence).18 La película fue un fracaso y no tuvo el mismo éxito que la de su predecesora ¡Tango!.4 Esta producción aún no pudo ser recuperada y Bence demoró bastante tiempo en reconocerla como parte de su filmografía.19Poco después, fue admitida por Enrique Susini para integrar el cuerpo de baile de su compañía del Teatro Odeón y fue bajo su dirección que incursionó en las obras Tu boca, Superficies, Los malos tiempos y Baile en el Savoy, que pertenecían al género de la comedia musical y la opereta. En esta última, Bence reemplazó a la protagonista Amanda Varela cuando enfermó y logró compartir escena con Florencio Parravicini.20 La obra fue uno de sus primeros éxitos y alcanzó más de 100 representaciones; de hecho, cuando fue retirada de Odeón, fue trasladada al cine Monumental para ser reestrenada algunas semanas más.21En compañía de Parravicini también actuó en Ocho en línea en el Teatro Corrientes, pero las críticas fueron mordaces. El diario El Mundo publicó que «el espectáculo pareció improvisado», aunque elogió a Bence diciendo: «la debutante..., conduciéndose con gracia y eficacia».22En Conde de Chantenay, interrumpida por la mala salud de Parravicini, Bence fue calificada por la prensa como «modosa, fina y

agradable», mientras que De mí no se ríe nadie, donde fue dirigida por León Zárate, alcanzó las 200 representaciones.23 En 1937, intervino con un papel más relevante en el filme dramático La fuga, donde secundó a Tita Merello y Santiago Arrieta en el rol de Sara. El autor Enrique Cadícamo editó rápidamente el tango «Nieblas del Riachuelo» a pedido del director para que pudiera ser interpretado por Merello en el filme. Esa actuación le valió un contrato de Olegario Ferrando para Pampa Film y otras tres participaciones cinematográficas.24Luego de una larga temporada teatral con Luis Arata y una participación intrascendente en El forastero, filmó La vuelta al nido junto a José Gola. Bence definió a la película como «una de las mejores de nuestro cine... Una historia sencilla y profunda... muy intimista, colmado de detalles sensibles... no fue comprendida ni por los críticos, ni por el público en su momento».25 Bence junto a Pepe Arias en El haragán de la familia (1939). A finales de la década de 1930, Leopoldo Torres Ríos, informado de su capacidad para la fotogenia, le concedió su primer protagónico cinematográfico en Adiós Buenos Aires, de escaso éxito, donde compuso a una corista de vida bohemia llamada Luisita.4En noviembre de 1938, atrajo la atención de la prensa pública cuando protagonizó la obra Mujeres en el Teatro Smart (actualmente Multiteatro), ubicado sobre la avenida Corrientes. En una de las escenas Bence debía aparecer bañándose dentro de una tina llena de espuma; sobre la misma comentó: «Tenía una malla de nylon, por pudor y, como era lógico, no pasé inadvertida. Tuve una repercusión muy grande a raíz de aquella escena... tanto es así que, en el Teatro Maipo... hicieron una parodia».26La obra fue calificada como

«original, simpática y moderna», alcanzó 250 representaciones y fue reestrenada en el Teatro Fénix de Flores.27 La guerra gaucha y consagración en cine[editar] En pleno éxito de la temporada teatral, Bence fue contratada por Miguel Machinandiarena, de los Estudios San Miguel, bajo un contrato de exclusividad de tres años. En la provincia de Tucumán filmó El matrero, donde encarnó a Pontezuela, la muchacha que se enamora del personaje de Agustín Irusta, acusado de crimen y rechazado por su padre. El licenciado Emilio Núñez señaló que «Bence, que recién iniciaba su carrera artística, era quien más admiración y sorpresa provocaba a quienes asistían a la filmación».28La película duró solo una semana en cartel y fue opacada por el estreno de Así es la vida.29 Tras un período de baja recaudación en teatro, Bence fue convocada para protagonizar Novios para las muchachas (1941), una comedia para jóvenes adaptada de la pieza Las de Caín y dirigida por Antonio Momplet, con quien entabló una relación de amistad.30Silvana Roth, actriz integrante del elenco, definió a Bence en un reportaje como una colega «competitiva» al saberse ya primera figura, mientras que Nélida Bilbao admitió que se «comportaba con una corrección admirable».19Al momento de la entrega de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina ese mismo año, Bence fue galardonada con el premio a la mejor actriz de reparto por su labor en La casa de los cuervos, basada en una novela de Hugo Wast.30Según la actriz, en ese momento su mayor preocupación era «continuar con personajes que me permitieran mostrar mi crecimiento, asegurarme un nombre con el que seguir y evitar convertirme en solo una cara bonita de moda, como sí le ocurría a otras actrices».30En El tercer beso, debió interpretar el

papel de madre de Silvia Legrand (1927-), a quien solo le llevaba poco más de doce años. Bence recordó luego un episodio en el que Amadori, preocupado por esa situación, se aferró la cabeza y dijo: «Si el público no lo cree, estamos perdidos».31Sin embargo, la película se convirtió en un éxito y Bence recibió el premio a la mejor actriz del año de la Asociación de Cronistas Cinematográficos, al mismo tiempo que comenzaba a aparecer en las portadas de las revistas con mayor frecuencia.31Dirigida de nuevo por Momplet, intervino en En el viejo Buenos Aires, una película basada en la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires de 1871 y protagonizada por Libertad Lamarque.32 Sebastián Chiola y Amelia Bence en La guerra gaucha (1942). En 1942, fue convocada para encabezar uno de los filmes más importantes de la historia del cine argentino: La guerra gaucha,33 encabezada por Enrique Muiño, Sebastián Chiola, Francisco Petrone y Ángel Magaña.34«La película entró en la historia, y yo tengo el honor de estar en ella, fue un punto fundamental en mi carrera», manifestó Bence.35 Ambientada en la provincia de Salta en 1817, la actriz no rodó en exteriores por recomendación del director Lucas Demare debido a las bajas temperaturas de junio y julio, y obtuvo el premio a la mejor actriz del año de la Municipalidad de Buenos Aires.36Su actuación en esta película le valió una propuesta de la Paramount Pictures para viajar a Estados Unidos y recibir una preparación de dos años para luego lanzarla como una estrella, pero Bence rechazó la oferta.36 Primeros roles protagónicos[editar Amelia Bence en el filme Hermanos (1939).

A partir de entonces, Bence solo recibía ofertas para protagónicos. Aceptó trabajar con Pedro López Lagar en Son cartas de amor, una historia romántica ambientada en la época de la Guerra Civil Española. Por su labor, recibió el premio a la Mejor Actriz de la Federación de Redactores Cinematográficos y Teatrales de Cuba, medalla que donó en 1982 en el programa Las 24 horas de las Malvinas con el fin de contribuir a los soldados de la Guerra de las Malvinas.37En 1943, ya con relevante prestigio, fue una de las protagonistas femeninas de Los ojos más lindos del mundo, título que se relacionaba con sus ojos de tonalidad verde violácea, a tal punto que cuando realizó una gira por Chile en 1955 y 1964, la prensa tituló: «Llegaron los ojos más lindos del mundo».38De su participación en La guerra gaucha, devino su protagónico en Todo un hombre, dirigida por el francés Pierre Chenal. Según Bence, «con Chenal, la calidad argumental de la película ganó en calidad formal, la imagen sugirió y narró por sí sola una historia llena de matices. En un año de excelentes películas, fue una de las mejores».39En la escena final en la que Petrone debía llevarla en brazos río adentro, Bence fue reemplazada por una doble debido a la imposibilidad de postergar un viaje a Brasil.40La actriz obtuvo el premio a la Mejor Actriz de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. La portada con su imagen en la revista Antena en diciembre de 1943 anunció el próximo estreno de Nuestra Natacha.40Al momento del rodaje, la actriz estaba deprimida debido a su reciente separación de su primera pareja, Roberto Fernández Beyró, por lo que debió canalizar su angustia en la interpretación de su papel actoral.41El filme se estrenó en septiembre de 1944, poco después de la presentación de su otra película 24 horas de la vida de una mujer, en la que interpretó el papel de Cecilia.42La Nación calificó su actuación en esta última producción argumentando que «... presenta los más diversos matices de la

ternura», mientras que Antena comentó que fue «humana y expresiva».42Para las escenas en las que debía figurar como anciana, se debieron emplear planos de cámara y efectos de iluminación especiales para disminuir el brillo en los ojos de Bence.43Durante los primeros meses de 1944, formó parte de una comitiva de Artistas Argentinos Asociados junto a Homero Manzi, Ulises Petit de Murat y Francisco Petrone para la presentación de La guerra gaucha en Río de Janeiro, al mismo tiempo que fue la imagen publicitaria de la marca de jabones «Le Sancy».42 Carrera junto a Alberto Closas[editar] Interpretó a una secretaria humilde y amigable en Camino del infierno junto a Mecha Ortiz —la protagonista principal—, que ejecutaba el personaje de una millonaria enferma y despótica. El personaje de Ortiz fue desmerecido por el público a diferencia del de Bence, hecho que Ortiz le remarcó al director Luis Saslavsky en una charla privada.44A pesar de la trama, la ardua dirección y la realización en general, la película recibió malas críticas.45Ante la incapacidad de producir una película con cada una de sus artistas elegidas, Machinandiarena contrató a Mecha Ortiz, María Duval y Bence para producir una que incluyera a las tres; finalmente, se concretó Las tres ratas (1946), que tuvo una amplia repercusión.45 Durante el rodaje de María Rosa en Chile, conoció al actor español Alberto Closas y ambos iniciaron un romance.46En 1946, se estrenó Lauracha, película que había sido filmada en el verano de 1944 y fue pausada durante dos años por problemas legales del director Ernesto Arancibia, quien decidió poner fin a su contrato con Pampa Film. El historiador Domingo Di Núbila apuntó a que el motivo de la interrupción del rodaje fue la competitividad entre empresas que llevó a Bence a abandonar el filme producto del reclamo

de los Estudios San Miguel, hecho que afectó aún más las finanzas de Pampa Film.47La revista Criterio definió la labor de Bence en esa película como «excepcional» y la Asociación de Cronistas Cinematográficos le otorgó el premio a la Mejor Actriz de 1946.48 Su siguiente filme, El pecado de Julia, recibió críticas mixtas; sin embargo, Noticias Gráficas publicó que fue su mejor trabajo.49El escritor Luis Cortés Bargalló, en uno de sus libros, publicó: «Amelia Bence ruega a Alberto Closas en El pecado de Julia: "Dime que me quieres, es lo único que te pido". Mediante esa retórica llegamos al amor como discurso, según la idea de Julia Kristeva. Así, todo lo que es amor se dice a través de palabras».50 Amelia Bence. En el policial A sangre fría fue dirigida por Daniel Tinayre. Rico Tipo, si bien la atacó inicialmente, aceptó que la película estaba correctamente realizada y era «técnicamente perfecta».51Fue galardonada con el premio a la Mejor Actriz de la Academia y la Asociación de Cronistas, como así también del Primer Certamen Hispanoamericano de Cinematografía de Madrid.52Durante una de las escenas, López Lagar (con quien la actriz tuvo un serio enfrentamiento) debía empujar a Bence contra la pared de un vagón de ferrocarril, pero ante la negativa de la actriz, Tinayre lo suplantó, pero el impacto fue tal que la actriz debió guardar reposo durante un día. El hecho fue citado en Radiolandia: «Daniel logró una toma fantástica, a costa eso sí del cuerpo y el traje de Amelia Bence».52A sangre fría fue estrenada en cuarenta cines y Bence continuó su carrera con una breve temporada radial junto a Roberto Airaldi en Radio Splendid.53 Su participación en La otra y yo (1949), donde debió cambiar la tonalidad de su cabello a rubio para encarar dos personajes (la diva de cine Dora Nelson y la modista

Matilde García), causó gracia y sorpresa en el público, ya que en una escena ambos personajes dialogan entre sí en un mismo plano, lo que era poco habitual en la época. La Opinión la elogió como comediante y El Hogar publicó que «fue más allá del libreto y el director». La otra y yo significó el primer trabajo de los Estudios San Miguel en 1949.54 En Danza del fuego, junto a Enrique Álvarez Diosdado, Bence interpretó a Elena Valdez, una concertista exitosa que muere en su noche de bodas al caer por la ventana de su casa, atormentada y creída culpable de un crimen. Su actuación le valió el premio a la Mejor Actriz de 1949 de la Asociación de Cronistas y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina.55 Luego de su casamiento con Alberto Closas en 1950, ambos formaron una compañía actoral y se dedicaron con mayor frecuencia al teatro.56El estreno de La estrella cayó en el mar, signado por presiones políticas, fue un éxito y permanecieron sin localidades durante largas funciones.56Luego de la primera presentación, un periodista de El Hogar realizó una elogiosa crítica sobre la obra y el matrimonio Bence-Closas, hecho que indignó a la primera dama Eva Perón, quien se comunicó con el redactor para que negara públicamente lo que había afirmado. Según comentó en su biografía, Bence sintió a partir de ese momento que pertenecía a la «lista negra» del peronismo a pesar de que no se adhería a ningún partido político.57En julio, la obra alcanzó las 150 funciones en el Teatro Odeón y el elenco emprendió una gira que se inició en el Coliseo Podestá de La Plata, donde permanecieron diez días a sala llena. Mientras proseguían con la gira, Bence y Closas prepararon la obra Mi marido y su complejo, estrenada inicialmente en Rosario y luego, en Buenos Aires, Río Cuarto, Mendoza, San Juan y Córdoba. La gira se vio

interrumpida por la producción de Mi mujer está loca (1952), una adaptación de Carlos Schlieper y Ariel Cortazzo.58 Viaje a México y Alfonsina[editar] Contratada en México por Reforma Films, su primera película en ese país fue Siete mujeres.59Bence recordó que la filmación estuvo marcada por un sistema de trabajo totalmente distinto en donde no había posibilidad de repetir las tomas o de poder elegir entre varias para seleccionar la mejor.60Siete mujeres, al igual que Las tres Elenas, nunca fue estrenada en Argentina.60Diez meses después, Bence regresó a la Argentina y finalizó su relación con Alberto Closas.61Tras asistir al primer Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en 1954, partió con Mario Soffici y su equipo de producción hacia La Rioja para filmar El hombre que debía una muerte, junto a Carlos Cores, con quien ya había trabajado anter...


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