Análisis - Operación Masacre PDF

Title Análisis - Operación Masacre
Course Literatura
Institution Universidad Nacional de Cuyo
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Trabajo práctico de análisis de la novela Operación Masacre. Cátedra Literatura, perteneciente a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Cuyo....


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Análisis de OPERACIÓN MASACRE- RODOLFO WALSH La novela argentina constituye un producto doblemente social. En primera instancia, lo es a partir de las condiciones propias del medio que implica la categoría literatura, como instancia donde interactúan sujetos caracterizados genéricamente como escritores, es decir, productores de ciertos objetos particulares con arreglo a un requerimiento cultural específico, una realidad ficticia, que se inscribe en el proceso social de intercambio integrado por productores y receptores de un mensaje escrito. En segundo lugar, es social porque, en su proceso de elaboración, se inscriben las marcas del sujeto productor bajo la forma de objetivación de ciertos fenómenos o sucesos que constituyen la realidad objetiva donde tiene lugar el acto productivo. En este sentido, Operación Masacre resulta un producto histórico inscripto en una tradición que reconoce en Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento, el antecedente primario de la relación existente entre las coyunturas del medio y el proceso de producción textual. El mantenimiento de la dicotomía sarmientina civilización – barbarie circula en la historia de la Literatura Argentina, exponiendo un modelo funcional aplicado al texto y que opera instrumentalmente en los diversos sujetos productores. De estas deducciones es posible establecer que Operación Masacre retoma la tradición de la escritura estética de las condiciones políticas de la sociedad argentina. Dadas las características de la novela y el tópico de define su producción, su análisis debe inscribirse dentro de la lógica particular que rige su desarrollo, la dialéctica materialista, en la medida en que el objeto da cuenta de un suceso histórico reconocido, aunque no explicitado, y un proceso indagatorio por el cual se elucida el conjunto de fenómenos causales que lo movilizan, a la vez que habilitan una instancia valorativa que trasciende al propio texto para instalarse en el propio receptor. Constitución funcional: De lo expresado, se deduce la función que comporta el texto: acusar a un sujeto determinado, el Estado y su accionar terrorista. En este sentido, resulta solidario de las condiciones históricas en las que tiene lugar su elaboración y emergencia. La aparición del texto de R. Walsh marca la emergencia de un quiebre en el espacio social de la literatura, aun cuando falta un tiempo considerable para su adscripción al peronismo revolucionario, y pone en evidencia las maniobras que definen las adscripciones que se producen dentro del medio social implicado en la literatura y la correspondiente contracción de este espacio social respecto de lo hechos narrados. Esta utilización particular de la forma define a la novela como un objeto decadente dentro de su situación en el campo social de la literatura y habilita su definición como elemento referido a una posición social específica, destinada a desvelar las condiciones operativas por las que se expresa el aspecto funcional del terrorismo de Estado, respecto del mantenimiento de un statu quo. "La novela era, para Walsh, algo así como la representación de los hechos. ‘Yo prefiero su simple presentación... Eso quiere decir que la novela es lo difícil de decir, lo que se resiste a ser dicho? Lo que me compromete más a fondo? Otra variante que he pensado es que la novela es la última forma del arte burgués, y por eso ya no me satisface.’" Más que apartarse de la literatura, Walsh parece alejarse de las formas legitimadas de su interpretación, ya sea entendidas como discurso oficial, prensa orgánica o dogma literario.

El autor abandona sistemática y paulatinamente los espacios comunes para explorar lo que está negado y oculto. Su prosa avanza sobre lo elidido. Si el problema es cómo contar la realidad, todas las formas existentes adolecen de lo mismo: son objetos de lectura que sólo pueden capturar aquello previsto con anterioridad, dentro de la forma y la tópica legítima. Las agencias de noticias, los medios organizados, los grandes diarios y revistas, el género ficcional ya no pueden informar, ya no pueden dar cuenta de las cosas porque están precisamente determinados por las condiciones objetivas y subjetivas a las que responden en cuanto mecanismos socialmente definidos; en ese marco, el texto de R. Walsh no sólo pone en evidencia la función del Estado dentro de una coyuntura histórica, sino también pone los mecanismos de solidaridad y coerción social tanto material, como simbólica, en la que el lugar común funciona como un a priori que garantiza una autorización relativa. En Operación Masacre , el testimonio de las víctimas, los documentos, organizados tópica y cronológicamente, la reconstrucción deductiva de los hechos se articulan en torno a la ficción de verdad y, mediante su encadenamiento, bloquean la manipulación conspirativa en torno a la posesión legítima de la verdad. La búsqueda sistemática de los detalles escondidos y la lógica que los vincula en el relato, son los que esquivarán, por azarosos, cualquier ordenamiento apriorístico, de acuerdo a un canon. La forma y el contenido aparecen subordinados a la función socialmente significativa que el autor le asigna a su obra no sólo con relación a los hechos históricos tratados, sino a la totalidad sistémica involucrada en las maniobras de ocultamiento. Una vez acuñada esa visión de la literatura, la elección de Walsh fue volcarse al periodismo como arma de conocimiento y combate." Resumen de la novela: Estando el autor en un bar de la ciudad de La Plata, donde se reunían para jugar ajedrez o hablar, simplemente, escucha la frase "un fusilado vive". Como buen escritor la curiosidad lo invade y comienza una investigación que lo pone en contacto con "el fusilado". Por la investigación descubre que hay más sobrevivientes: Giunta, Livraga, Di Chiano, Gavino, Troxler, Rogelio Díaz, Benavídez. Averigua que en Florida, Vicente López, las personas que se encontraron fortuitamente eran: Carranza que busca a Gariboti para escuchar por radio la de Lausse el 9 de junio de 1956 en la casa de Torres, inquilino de un departamento de pasillo de Di Chiano que es el dueño. Hasta allí llegan también Mario Brion, Lizaso, Livraga que lleva a Vicente Rodríguez, Torres, Troxler después y también dos pesquisas infiltrados como aparentes escuchas de la pelea pero que en realidad han ido para averiguar si existían en el lugar armas, y poder cumplir con la orden de aniquilamiento. Desde aquí en adelante el relato se organiza de manera paralela con los hechos del verdadero levantamiento de Valle, lo que ocurrió con estas personas que se habían reunido para escuchar la pelea, y lo que ocurre al mismo tiempo en los altos mandos, anunciado desde la radio. El narrador se mantiene ajeno, pues el narrador oíble y creíble es la voz de la radio en la manipulación de la verdad. En Campo de Mayo el levantamiento ocurre a las 21,30 hs; la pelea de Lausse termina a las 23,00 hs y la radio no transmite todavía ninguna noticia. Mientras tanto, la policía, para eso han llegado los dos inspectores antes señalados hasta la casa

de Torre, cree que en ese departamento la gente está conectada con Tanco supuesto ideólogo de la causa de Valle. Desgranando el acontecer a través de las horas, los hechos se habrían sucedido así: •

Ha ocurrido un levantamiento en Campo de Mayo, Escuela de Mecánica, Avellaneda y La Plata y en el término de 12 horas se han fusilado 18 personas, pero este hecho no se difunde.



A las 23,00hs llega la policía al departamento, derriba la puerta, suben a los sospechosos de conato al colectivo y los llevan a las 0,45 hs a la Unidad Regional. Después que ha sido dada la orden de detención, se difunde la noticia de la Ley Marcial: 0,32 hs



2.45 hs Rodríguez Moreno, comisario, decide tomarles declaración



3,45 hs concluyen los interrogatorios



4,45 hs Orden de fusilamiento de Fernández Suárez.

Sigue el relato minucioso de los hechos de la masacre, de los tiros de gracia. Relato minucioso de los que se salvaron, de los que murieron y cómo. Se dedica el autor, ya en su rol de investigador, en seguir el laberinto de los hechos relatados por Livraga sobreviviente, ya que los otros sobrevivientes están alojados en Embajadas, o locos. Livraga relata que después del tiro de gracia logra escapar, es encontrado por un policía que lo lleva hasta el policlínico, donde vive un nuevo martirio. Se producen varios percances por parte de la policía que trata de rescatar el recibo otorgado en la Unidad Regional. Livraga logra hacerlo "desaparecer de la vista de la policía y es la prueba de que había estado en esa Unidad, hecho que la policía negaba. Se produce intercambio fe telegramas con el gobierno e interviene Jorge Doglia como jefe de la División Judicial de la Policía. El autor como el investigador llega hasta la Suprema Corte, pero el crimen queda impune. Estructura externa Resumen de cada capitulo: Las Personas: Así titula la primera parte del libro, allí pinta de cuerpo y alma a cada uno de los protagonistas de los hechos en unas pocas páginas. Y va deslizando los datos que, sobre estas personas, pudo obtener de su investigación, matizando con algunas presunciones o dudas sobre otros que no consiguió. Todos personajes de carne y hueso, reales, cercanos, como cualquiera de nosotros. Todos van hacia un destino trágico. Por ejemplo, cuando Carranza pasa a buscar a Garibotti:

Eran tiempos distintos a los actuales, la gente se juntaba, no importaba mucho el motivo. Alguno tenía una casa con espacio, parrilla, ganas de charlar, entonces invita a amigos, vecinos que apenas conoce, viene también el amigo del amigo, el amigo del vecino. Se escucha la radio, se juega a las cartas o a los dados, si hay guitarra y alguno que mueva un poco los dedos, se canta algo, folklore. Y no siempre, pero a veces, se habla de política. Juan Carlos Torres es el anfitrión de la casa del fondo, aquella a la que llegará la policía en breve. Torres estaba involucrado en la conspiración, su amigo Gavino también, pero el resto…

Los

hechos

La segunda parte es la más fuerte y vertiginosa. La policía hace su ingreso y las cosas se precipitan. La suerte está echada. Muy lejos de allí, el alzamiento de los generales Valle y Tanco ya es un hecho. En Campo de Mayo y Avellaneda, los intentos son rápidamente sofocados y seis de los rebeldes son sumariados y fusilados. En La Plata la cosa se pondría mucho más peluda, con un saldo de cien mil tiros, seis muertos y una veintena de heridos. Prácticamente la totalidad del país duerme como si nada y se enterará de lo ocurrido recién al día siguiente Los integrantes de la reunión en la casa de Torres, más los vecinos de la casa de adelante y tres infortunados transeúntes, son trasladados en un colectivo de la línea 19 requisado para tal fin. Luego de pasada la media noche, se promulga la ley marcial: Poco después se suman dos detenidos más: Troxler y Benavídez llaman a la puerta de la casa de Torres, para sumarse a la reunión o tal vez a buscar a un amigo. Julio Troxler conoce al sargento que se encuentra en la casa y al comisario de la seccional a la que los trasladan, quien le dice: Los detenidos pasan horas dentro de la comisaría, lógicamente nerviosos por la situación, unos más y otros menos. Pero nadie prevé el trágico final. Son interrogados individualmente, les preguntan por la revolución, la mayoría no tiene idea y responde en consecuencia. Vuelven a esperar, tienen frío, tienen sueño. Empiezan a llamarlos de nuevo, les sacan las pertenencias a cambio de un recibo (prueba fundamental de la investigación). Presumen, con razón, que no van a soltarlos esa noche.

LaEvidencia En la tercera, y última, parte del libro, Walsh da cuenta de la evidencia con la que sostiene la tesis de “Masacre” y “Asesinato”: “(…) que se detuvo a un grupo de hombres antes de entrar en vigencia la ley marcial; que no se les instruyó proceso; no se averiguó quiénes eran; no se les dictó sentencia; y se los masacró en un descampado.”(p.155). Todo un proceso judicial (Caso Livraga) que llega hasta la Corte Suprema prueba la hipocresía, la arbitrariedad y la injusticia que sufren los inocentes de la masacre. Y es la base fundamental con que Walsh se mete con lo jurídico desde lo literario, desmenuza cada una de las partes del injusto fallo y lo destroza con altura y contundencia....


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