Apuntes, prof. Emilio de Miguel Martínez. PDF

Title Apuntes, prof. Emilio de Miguel Martínez.
Course Literatura Española de la Edad Media I
Institution Universidad de Salamanca
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Apuntes de la asignatura Literatura Española de la Edad Media I, impartida en el primer cuatrimestre de 4º curso del Grado en Filología Hispánica de la Universidad de Salamanca, a cargo del profesor Emilio de Miguel Martínez....


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Tema 0. Introducción a los estudios de literatura medieval Cuando hablamos de literatura medieval, nos encontramos ante la acotación de un periodo inmenso, inabarcable. La datación de las primeras obras, del género de la épica, se sitúa alrededor de finales del siglo XI, aproximadamente. Estas ediciones no son más que apoyos para la transmisión de hechos literarios. Además de esta generalización, debemos dar cuenta de la connotación negativa que tiene la Edad Media: una edad intermedia, cuya denominación otorgan los renacentistas, en desprecio a la misma. Su límite final tampoco es preciso: diferente en cada país, aunque todos en torno a finales del siglo XV. Se produce una revolución absoluta en la transmisión de la cultura con la invención de la imprenta en 1455. Habrá que esperar al Romanticismo para que se produzca la reactivación, el redescubrimiento de la Edad Media. Así, el siglo XIX supone la vuelta de la vista hacia la época medieval y su valoración. Entre los rasgos generales de la cultura medieval influyentes en la literatura podemos destacar los siguientes:  Pobreza y parcialidad de testimonios. Se producen inmensas pérdidas de literatura de la época, como por ejemplo las jarchas descubiertas en 1948 en una sinagoga de El Cairo. La historia de España tiene un enorme descuido en cuanto a la conservación cultural. Además, existe una gran parcialidad de los testimonios conservados. Lo que dice una minoría es realmente lo que sabemos acerca de la sociedad medieval, pues es solo esa minoría quien hace literatura, muy cercana al poder, donde se confunde lo religioso con lo civil.  El teocentrismo, que impregna teóricamente la vida medieval, porque solo tenemos escritos de gente cercana al poder. Existe un inmovilismo social que se establece en paralelo al diseño de lo que Dios tiene previsto en la organización celestial. El hombre medieval, la única democracia que conoce y predica es a post-mortem y quiere que funcione como consuelo. Es el mensaje que se transmite desde las Danzas de la Muerte.  Empleo del latín como lengua franca. Es la lengua del conocimiento, por eso se explica que existan unas mismas historias en distintos lugares de Europa; se depende de unas mismas fuentes. El hombre medieval es un individuo distinto a nosotros, pero ello no quiere decir inferior. De esta forma, entonces, la antigüedad de la literatura medieval es una circunstancia. Nuestro esfuerzo es entender aquella literatura en sus parámetros, pero sería un error valorar

aquello porque es antiguo. Hay una técnica en la época perfectamente consolidada pero según el medio por donde se expresen podemos encontrarlo inmaduro o imperfecto. Por otro lado, se ha hablado del infantilismo de la literatura medieval, cuando en realidad de lo que se trata es de la adecuación del autor para una mentalidad más ingenua y menos elaborada, con menor preparación libresca y erudición. Es, pues, una sociedad más espontánea y primitiva.

Tema 1. La épica. Orígenes y cronología. Cantar de Mio Cid. Otros ciclos épicos

En un principio, la épica ha sido una forma de hacer literatura en todas las comunidades primitivas de los pueblos. La poesía épica enaltece los valores militares de un héroe al que la comunidad reconoce como encarnación de los máximos valores, virtudes heroicas, que por lo general son caudillos encarnando los valores de ese pueblo. Es una literatura primitiva y primera, con una gran homogeneidad de público, en comunión con aquello que se le está contando. Tiene más de prosa que de poesía: es más narrativo, con hazañas, aventuras, etc. La clave de este género es presentarnos a un héroe que ha de superar una serie de obstáculos para alcanzar el triunfo, el reconocimiento; en el caso del Cantar del Mio Cid, recuperar su honra. Un héroe que cae en absoluta desgracia al destierro, suponiendo todo un proceso de regeneración. La poesía épica es un género muy paradójico literariamente, pues no nació para ser leído: se transmite oralmente. Tiene mucho que ver con la música, transmitiéndose en canción y acompañado de instrumentos, lo cual explica su imperfección métrica. Se trata de textos recitados o salmodiados de memoria. En el caso de la épica, además, estamos ante un género de muy difícil valoración: hay una gran distancia temporal entre el momento que ese cantar ha vivido y entre el momento en el que se ha fijado por escrito. Es un género con el que se inicia la literatura, pero no primitivo en su sentido peyorativo, no es un producto espontáneo y sin elaboración: es fruto de una voluntad artística. Estamos, sobre todo en el caso del Cantar del Mio Cid, ante un producto con una base indudablemente histórica, pero sometido a intereses literarios, además de manipulación política: algo se quiere decir, el Cid es el héroe matador de moros. Algunos historiadores también han pronunciado la exaltación del interés del Cid por asuntos políticos. Respecto a la vigencia del Cantar del Mio Cid , hay poca presencia del mismo en el romance viejo; en cambio, en los romances nuevos –sobre todo a partir de la 1ª mitad del

siglo XVI- es abundante, en figuras como Guillén de Castro con su propuesta Las mocedades del Cid o Le Cid de Corneille. También Francisco de Quevedo, como buen barroco y develador de mitos. Y modernamente, en el siglo XX, el Cid ha encontrado eco en un novelista y dramaturgo como Eduardo Arquina, que desarrolla un teatro histórico de tinte conservador, nostálgico del pasado. Y Antonio Gala con Anillos para una dama , propuesta personalísima y muy inteligente donde se plantea la relectura de la reconstrucción histórica; es una lectura épica inventada, convirtiendo a la viuda del Cid en la protagonista.

 Documento Cantar de Mio Cid, vv. 715-164 Apenas hay oraciones subordinadas. Toda la primera tirada (series de versos) está compuesta a base de yuxtaposiciones o paratácticas. Existe la subordinación mental aunque no exista la subordinación escrita. En los versos 750 y 751. Le pegó tal golpe que le mató, así sería en castellano actual. Estructura del fragmento. No estamos ante un tipo que suelta versos. Hay una voluntad estilística y voluntad de construcción.  Del verso 715 al 721 tenemos una información sobre los preparativos inmediatos para entrar en combate y más adelante tengo la narración del combate que además esta graduada completamente.  Del 722 al732 tenemos información del conjunto de los guerreros.  A continuación del 733 al 743 tenemos el comportamiento de los principales caballeros pero me destaca a los líderes.  Ha pasado de la masa al núcleo fuerte del 754 al 768 focaliza en un caballero, en Minaya Albar Fañez.  A continuación, del 759 al 764, acto singular del Cid, del héroe que decide la batalla. Desde el punto de vista estético es una técnica en la que hay una voluntad de jugar con los distintos enfoques de los personajes que cambia perspectiva, cambia enfoques de personajes. Aporta vitalidad, reduce la monotonía y ayuda a ensalzar la figura del héroe. Desde el principio, el Cid, se erige el santo y seña para infundir valor y confianza. Él incita al combate, les anima y el grita su propio nombre. Juan Manuel nos dirá que es una técnica del caballero en batalla. Cuando se representa es doblemente predicado, se prodigan los elogios. Él es el eje del desarrollo del combate. Todos acorren la señal, todos están para defender la bandera y al Cid. Minaya, uno de los jefes, está en situación peligrosa y es ayudado por cantidad de guerreros cristianos. El mismo se defiende con dignidad, pero es el Cid el que da la solución definitiva.

Recursos estilísticos. No hay tiradas de versos acumulados. Hay un proceso muy calculado de narración perfectamente construida con una finalidad muy clara. Hay voluntad artística y mental. Hay epítetos y frases formuladas. Se logra directez, dramatismo, plasticidad y podemos reconstruir todo lo que nos están contando. Nos están dando cantidad de detalles para que lo reconstruyamos. La vista y el oído están magníficamente utilizados. Pendones que ondean, gotear de sangre, lanzas que van y suben . Es un festival de colores. Hay hipérboles narrativas, le pegan un golpe y le cortan la mitad. Son propias de un mundo de acción y exageración. Existe una técnica distinta, no están resueltos los pasajes de idéntica manera. Al principio hay austeridad narrativa porque es lo normal, todo el mundo sabe que se enfrentan dos bandos. Cuando ocurren cosas se acumulan verbos, y aparece una riqueza narrativa. Hay narraciones ascendentes, movimiento de lanzas, resultado de choque violento, la imagen fantástica de los caballos sueltos. Formidables cambios de perspectiva porque es distinto enfoque. Del todo va pasando al individuo. Cambio de tiempos, de perspectiva temporal, los presentes indicativos frente a imperfectos y perfectos. Hay alternancia de tiempos verbales que da riqueza y variedad. Todo está construido para que el brillen aspectos ridículos, así como el proteger a los suyos, como la amistad.

La épica ha sido una manera de hacer literatura en todas las circunstancias primitivas de todos los pueblos. Todos los pueblos prácticamente lo primero que han hecho son textos épicos épicos y sobretodo poesía épica, que cantan las virtudes de un héroe a las que la comunidad considera y reconoce como un héroe porque es la Encarnación de los máximos valores de la época, generalmente militares. Son caudillos que encarnan los ideales de una nación. En momentos en que la moral democrática no ha aparecido. Es una literatura primitiva y primera lo cual no quiere decir que esté exenta de valores. Es literatura que tiene una gran homogeneidad de público. El auditorio formado por partes y altas y bajas está en comunión con aquello que se está contando. Tiene más de narrativa que de poesía. Es más narrativa de hazañas más o menos creíbles. La clave de estas épicas, es que nos presenta un héroe que debe superar unos obstáculos para poder recuperar la honra. Ese héroe que ha caído en absoluta desgracia. Vamos a asistir a un proceso de recuperación de la honra. Al acabar estará convertido en suegro de aspirantes al trono. Cada episodio épico del Cid, ensalza las hazañas que ha hecho el Cid. La épica es un género muy paradójico porque no nació para ser leído. Sabemos que la poesía épica se transmite oralmente. Los juglares cantan estos cantares. Es un género

que tiene que ver con la música. Se transmite en canción con cierta letanía y acompañado con instrumentos musicales. Esa transmisión oral explica la imperfección métrica. Lo paradójico es que nosotros es que estamos conociendo por vía escrita algo que se vivió de forma oral y esto puede llevar a injusticias. Son textos salmodiados de memoria. Para todo hay una ruptura absoluta entre lo que fue la literatura latina y lo que aquí va formarse. Para explicar los orígenes de la épica castellana se ha dicho que es producto de lo latino vulgar. Pero esto no tiene que ser así. El problema es cuando se identifican lugares comunes o cuando es una coincidencia. La teoría latina está descartada. También la teoría arábigo-andaluza. Hay alguna concomitancia de algunos pueblos que conviven en la península. Las dos teorías son las del origen francés y la del origen germánico. La superioridad cultural de lo francés. Hay que darse cuenta de que la comunicación entre reinos castellanos con Francia por un motivo o por otro. Tenemos muchos documentos, las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Peregrinos franceses que han dejado sus huellas en conventos. Es importante para la influencia de la épica castellana. Alfonso VI, a cuyas órdenes esta Rodrigo Díaz de Vivar, tuvo la tendencia de casarse con bula del Papa y se solía casar siempre con francesas y esto implica una influencia de cultura, de cortesanos…Van a tener mucha importancia los monjes del Cluny para repoblar y reconquistar. Se les confían monasterios y su venida implica la llegada de gran material literario. La épica francesa es muy rica. Algunos de los episodios más importantes de epica francesa discurren en suelo español, lo que facilita el acercamiento de los españoles a estos textos. La épica castellana podemos decir que es hija de la francesa. Menéndez Pidal dice que no, dice que es un afluente importante pero la causa fundamental es la épica de origen germánico, de los cantares que han traído los visigodos, que son los que se quedan en buena parte de España. Estos pueblos, dice Pidal que son los auténticos padres de la épica castellana y también de la francesa y de toda la europea. Rastrea costumbres, reacciones, momentos culminantes de cantares castellanos que no tienen nada que ver con lo francés. La venganza como un acto colectivo, a responsabilidad de los ciudadanos cuando algún individuo de esa ciudad ha hecho algo. Ej. Bellido Dolfos, se hace todo contra la ciudad de Zamora. Hay un aspecto más interesante, que reaparece con los romances. Cómo nace la épica, esta épica. Hay tres teorías, la romántica, la racionalista y la neotradicionalista. Teoría romántica. Los primeros eruditos alemanes sostienen la idea de que la épica, las gestas es de creación colectiva, es el espíritu de un pueblo. Esto hoy resulta anticientífico.

Contra esta teoría surge el positivismo francés. Toda creación literaria tiene origen individual en un individuo con dotes superiores a la media, estudioso. Los grandes poemas conservados son los primeros poemas que existieron. Cada cantar es obra de un individuo y es el primero que existe. Los positivistas dicen que los cantares de gesta carecen de valor histórico fundamental. No se puede reconstruir la historia desde los cantares. Básicamente, la idea es creer que los autores son hombres cultos, clérigos, hombres de letras formados. M. Pidal dedicó buena parte de su vida al estudio de todo esto. Él acuña la teoría neotradicionalista. En síntesis, lo que va a decir es que la épica romance ha nacido mucho antes de los textos que hemos conservado. Estos cantares tienen tal perfección literaria que parece imposible que fuera la primera obra que se escribiese. Para Pidal los cantares de gesta nacen de los hechos históricos con la intención de perpetuar a esos héroes como modelos de conducta. En el caso de la épica castellana tiene voluntad propagandística. El Cid se hace millonario matando moros y por ello, se pretende incitar a esta acción. Los cantares, admite Pidal, son obras de poetas individuales aunque no tengamos identificación en ninguno de los casos. Estamos ante una poesía que se ha rehecho, que se enriquece en sus variantes. Siendo de origen culto y popular, es transmitida por vía oral muy viva que va a dar pie en el caso castellano a los romances. De la ruptura de los cantares van a surgir los romances.

El Cid es un profesional de la guerra, pone su espada en servicio de quien le pague. El Cid procura no enfrentarse a su rey natural porque perder la gracia del rey es perder la gracia de Dios. Pero a partir de ahí, la historia del Cid es la de un profesional que sabe matar. Tiene detrás de sí tropas que viven detrás de él y que tiene que dar de comer. En el caso del Cid es cierto el matrimonio con Jimena y que ella pertenecía a una clase noble superior. Es cierta la conquista de Valencia, el destierro, etc.

 Documento Texto de Alberto Montaner El Cid es el producto de la maestría técnica de un poeta. Menéndez Pidal dijo en una segunda ocasión que pudo haber dos autores. Un autor primitivo en el que hay mayor fidelidad histórica mientras que un segundo juglar, hacia 1140, compondría las partes segunda y tercera. La crítica moderna tiende a creer que de ninguna manera estamos ante un producto próximo al Cid, sino más tardía. Ante un producto elaborado por un erudito que no tiene por qué ser un monje. Toda la crítica actual piensa en una composición alejada un siglo, lo

cual explica muchos de los errores. El nombre del abad donde el Cid deposita Jimena, por ejemplo, no se llamaba así. Hay una serie de fallos que se explican por el distanciamiento. Esto conecta con el asunto principal del cantar que es la historicidad y novelizacion. Estamos ante un personaje de ficción. Hay historia y novela -ficción- de circunstancias. El Cid se puede decir que en el conjunto de la épica europea es el menos fantasioso, es el más creíble. La autoría hoy creemos que es de una persona culta. Algunos quieren demostrar como el autor ha leído a Salustio. El poeta sabe muy bien lo que quiere hacer. Se puede establecer perfectamente un paralelismo. El Cid es un problema de honra, que es la que estructura el verso. El Cid constantemente hace alusión a la honra. Es una obsesión (v.1316). Es el motivo central del poema. Estamos ante un género con el que se inicia la literatura y otras literaturas, pero no un género primitivo en el sentido negativo del término. Hay arte, voluntad artística. Es fruto de una aplicación artística. Es la idiosincrasia de un género al que empobrecemos viendo solo desde la literatura. Estamos ante una manipulación artística y política, es decir, no estamos ante un caso de historia pura ni ante un caso de negación de la historia, estamos ante un producto que tiene un componente histórico indudable, base histórica indudable pero sometida a la literatura. Se quiere decir un mensaje de un héroe matador de moros.

El Cid en el futuro El primer aprovechamiento para romances es escaso. Aparece poco en los romances viejos, no existe hasta el siglo XV en adelante. La presencia del Cid en los romances nuevos a partir del XVI es grande y numerosa. Se va a magnificar en la pluma de Guillen de Castro cuando edita Las mocedades del Cid. El tema en el XVII tiene una particular versión en la pluma de Francisco de Quevedo. Es capaz de hacer un romance larguísimo y extraordinario. En el siglo XX el Cid ha encontrado eco en la pluma de un dramaturgo formalmente modernista y temáticamente nostálgico, Eduardo Marquina. Es conservador y nostálgico del pasado. Antonio Gala, Anillos para una dama . Es una propuesta muy personal y muy inteligente cargada de humor e ironía. No se plantea reconstruir la vida del Cid, es una lectura inventada. Convierte en protagonista a la viuda del Cid, doña Jimena. Se plantea algo. Jimena se ha quedado viuda y se le ocurre la posibilidad de volver a casarse. El problema es la Iglesia, el rey. Lo trata magníficamente. En el Cid hay una voluntad de escritura, una estructura bien desarrollada. Hay una simetría en el texto, simetrías buscadas y en cuanto a la técnica narrativa dos aspectos, el poeta tiene voluntad de narrar con habilidad técnica para atraer al oyente, atracción al oyente. El texto está cargado de recursos para repetir información y para crear tensión.

La voluntad de un escritor de un género como la épica es narrar exaltativamente. Comienza en media res. Esta habilidad le concede el estilo directo. Importa mucho que dice. Esto vivifica el género. El detallismo al que desciende para darnos datos descriptivos. Interesa el otro aspecto, narrar exaltativamente. La épica, según Valle Inclán, está escrita de rodillas. Mirar a los personajes de igual a igual, lo hace, por ejemplo, Shakespeare. O el autor se puede poner arriba de los personajes, así está escrito el esperpento. El receptor acoge de rodillas la épica. Este personaje es bestia y es humano. Nos lo presenta llorando que indica el primitivismo en la expresión de los sentimientos. Pero lo contrasta con su altanería, con su orgullo. Observamos como cuando se habla del Cid desde los demás, todos les adoran, todos le quieren ayudar…; lo repite porque tiene que subrayar que el pueblo esta con el Cid. Observamos por otra parte que estamos ante un héroe medieval cristiano. Se dirige al cielo, a Dios. Antes de marcharse a Burgos se arrodilla para rezar a la virgen. Con esto podemos tener una imagen de este héroe, fuerte, cristiano, respetuoso…que respeta a su rey. Es el poeta quien lo tacha de malvado. Mester de juglaría = épica. Oficio propio de los juglares

Tema 2. Literatura del siglo XIII. El mester de clerecía.

2. 1. El mester de clerecía en el XIII. Berceo Mester de clerecía= oficio de los clérigos. Gonzalo de Berceo es el máximo representante. El mester de clerecía casi en la totalidad de lo que ha escrito, no inventa nada en cuanto a temas. Esa forma de hacer literatura todo lo que escri...


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