Cambio social I apuntes completo PDF

Title Cambio social I apuntes completo
Author jose antonio crespo morgado
Course Cambio Social I
Institution UNED
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TEMA 1-Conceptos fundamentales en el estudio del cambio socialLa metáfora orgánica: el enfoque clásico del cambio socialAuguste Comte (1798-1857) dividió su teoría en dos: la estática social, que analizaba la ana- tomía de la sociedad humana, las partes que la componen, como un organismo (órganos, e...


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CAMBIO SOCIAL I

TEMA 1-1 Conceptos fundamentales en el estudio del cambio social La metáfora orgánica: el enfoque clásico del cambio social Auguste Comte (1798-1857) dividió su teoría en dos: la estática social, que analizaba la anatomía de la sociedad humana, las partes que la componen, como un organismo (órganos, esqueleto, tejidos…); y la dinámica social, que analizaba la fisiología de los procesos que operan dentro de la sociedad, como las funciones corporales (respiración, circulación…), cuyo resultado es el desarrollo de la sociedad. Esto suponía creer en un estado continuo de la sociedad, que podía percibirse y ser analizado. Herbert Spencer (1820-1903) retuvo la misma imagen, pero alteró la terminología: estructura por oposición a funciones. La estructura social indicaba la construcción interna, el diseño o la forma de las totalidades sociales, mientras que las funciones sociales apuntaban a los modos de su funcionamiento y transformación. El legado de estas ideas fue la oposición de dos tipos de procedimientos que Comte describió como la búsqueda de las leyes de coexistencia (por qué ciertos fenómenos sociales aparecen invariablemente juntos) frente a las leyes de sucesión (por qué determinados fenómenos sociales preceden o siguen a otros de forma invariable). Esta división se abrió paso hasta hoy, diferenciándose entre el estudio sincrónico (seccional), definido como la observación de la sociedad desde una perspectiva atemporal, estática, en un momento dado del tiempo; y el estudio diacrónico (secuencial), que reconoce el fluir del tiempo y presta atención a los cambios sociales en curso. El estudio moderno del cambio social es más bien diacrónico, pero está muy influido por la metáfora orgánica clásica a través de la escuela funcionalista (teoría de sistemas, escuela funcional o funcionalismo estructural).

El modelo del sistema: el nacimiento del concepto de cambio social El concepto de sistema apunta a una totalidad compleja, compuesta de múltiples elementos ligados por diversas interrelaciones y separados del entorno por un límite. Esta noción de sistema puede aplicarse a distintos niveles de la complejidad social: (i) en el nivel macrosocial, a la totalidad de la sociedad (humanidad); (ii) en el nivel medio, a los estados-nación y las alianzas políticas y militares regionales; (iii) en el nivel microsocial, a las comunidades locales, las asociaciones, las empresas o las familias. Por tanto, toda teoría del cambio social debe aspirar a explicar cómo las macrovariables afectan a las motivaciones y elecciones individuales y cómo, a su vez, esas elecciones individuales afectan a las macrovariables. El cambio social se concibe como el cambio que acontece dentro del sistema social o que lo abarca, es decir, como la diferencia entre los diversos estados del sistema al sucederse los unos a los otros en el tiempo. Dicho concepto implica tres ideas: (a) diferencia entre sistemas, (b) diferentes momentos temporales y (c) diferentes estados del mismo sistema. Dependiendo de qué aspectos, fragmentos y dimensiones del sistema estén implicados en el cambio, pueden distinguirse diferentes objetos de cambio: •

Los elementos del sistema (p. e., los individuos y sus acciones).



Las interrelaciones entre los elementos (lazos sociales, lealtades, dependencias, conexiones entre individuos, interacciones…).



Las funciones de los elementos del sistema (p. e., en los papeles ocupacionales jugados por los individuos).



La frontera del sistema (criterios de inclusión o aceptación, paz o guerra…).



Los subsistemas del sistema (número y variedad de segmentos especializados).



El entorno del sistema (las condiciones naturales, la localización geopolítica...). —1—

CAMBIO SOCIAL I

Sólo a través de la interacción compleja emergen las características del conjunto del sistema: equilibrio o desequilibrio, consenso o disenso, armonía o lucha, paz o guerra… Cuando en el sistema se produce una separación de sus distintos componentes se suelen observar los siguientes tipos de cambios: •

Cambio de composición: migración de un grupo a otro, despoblación debido al hambre, dispersión de un grupo…



Cambio de estructura: aparición de desigualdades, emergencia de lazos de amistad, establecimiento de relaciones cooperativas…



Cambio de funciones: especialización y diferenciación de trabajos, decadencia del papel económico de la familia, asunción del papel de indoctrinación por la escuela o las universidades...



Cambio de límites: fusión de grupos, relajación de los criterios de admisión y democratización de la condición de miembro…



Cambio en las relaciones de los subsistemas: ascendencia del régimen político sobre el orden económico, control de la esfera privada por un gobierno totalitario…



Cambio en el entorno: deterioro ecológico, terremotos, catástrofes naturales o humanas, enfermedades…

A menudo se trata de cambios parciales (cambios en), sin mayor repercusión para otros aspectos del sistema; en ese caso, el sistema como un todo permanece intacto, salvo pequeños cambios internos; precisamente, la fuerza de un sistema político democrático radica en su capacidad para afrontar los cambios mediante reformas sin poner en peligro la estabilidad y continuidad del Estado. Pero también hay cambios generales (cambios de) que pueden abarcar todos o a casi todos los aspectos del sistema, produciendo una mutación del conjunto que obliga a considerar el nuevo sistema como diferente del antiguo, como ejemplifican las grandes revoluciones sociales; este tipo de transformación merece llamarse cambio de sistema. Sin embargo, en ocasiones es la acumulación en la extensión, intensidad e importancia de los cambios parciales o fragmentarios los que llegan a transformar por completo la identidad del sistema, conduciendo no sólo a novedades cuantitativas sino también cualitativas. En general, las diferentes definiciones del cambio social ponen el énfasis en distintos tipos de cambio, como por ejemplo: •

Transformación en la organización de la sociedad y en los modelos de pensamiento y conducta a lo largo del tiempo (J. Macionis, C. Persell).



Transformación en las relaciones entre individuos, grupos, organizaciones, cultura y sociedades (G. Ritzer).



Transformación de los patrones de conducta, en las relaciones sociales, en las instituciones y en la estructura social en el tiempo (J. Farley).

Con más frecuencia que en otros tipos de cambio, cuando cambia todo lo demás también suele producirse un cambio estructural. Además, normalmente cuando hay cambios en el nivel micro se producen también cambios en el nivel macro, porque el cambio social está mediado por los actores individuales.

Conjunto de cambios: aumento de la complejidad de los conceptos dinámicos Los cambios singulares raramente están aislados, sino conectados entre sí. En ese sentido, la idea de proceso social describe la secuencia de los cambios interrelacionados, y refiere a cualquier clase de movimiento, modificación, transformación o evolución de un sujeto en el curso del tiempo, sea una modificación de sus aspectos cuantitativos o cualitativos. Dicho concepto denota: (1) la pluralidad de cambios, (2) referidos a un mismo sistema, (3) relacionados causalmente entre sí, y (4) siguiéndose unos a otros en una secuencia temporal. Ejemplos de procesos desde el nivel macro al nivel micro son la industrialización, urbanización, globalización, cristalización de un grupo de amigos, crisis familiar… Entre los procesos sociales hay dos formas específicas: —2—

CAMBIO SOCIAL I

El desarrollo social, que describe el proceso de despliegue de una cierta potencialidad inherente al sistema. Características: (1) es direccional, (2) el estado del sistema en cualquier momento posterior representa un nivel superior, (3) el sistema se va aproximando a algún estado señalado, y (4) es estimulado por propensiones inmanentes (expansión de la población). En general, este concepto contiene los presupuestos de inevitabilidad, necesidad e irreversibilidad del proceso, degenerando en una visión fatalista y mecanicista del cambio, como si se produjera al margen de las acciones humanas y se dirigiera hacia un fin último predeterminado. El ciclo social, que no es direccional pero tampoco fortuito; rasgos: (1) sigue un modelo circular (cada estado del sistema en cualquier momento dado es susceptible de repetirse en el futuro); y (2) esta repetición es debida a alguna tendencia inmanente del sistema. Por tanto, en un ciclo social hay cambios a corto plazo, pero no a largo plazo, pues el sistema siempre regresa a su estado inicial. El concepto de progreso social añade una dimensión valorativa, pues nos aparta de las descripciones estrictamente científicas, neutrales, para introducirnos en el dominio normativo y prescriptivo. Así, se entiende por progreso a un proceso direccional que acerca el sistema de forma continua al estado preferido o beneficioso. A veces la idea de progreso tiene una aroma categórico, descriptivo, que acarrea la pretensión de que algunos valores hacen cambiar inevitablemente la sociedad para mejor.

Un modelo alternativo: el campo social dinámico Recientemente la sociología ha puesto en duda la validez de los modelos orgánicosistémicos de sociedad y la dicotomía entre estática y dinámica social. Hoy predominan dos rasgos básicos: (1) la imagen procesal, basada en el énfasis en las cualidades dinámicas y permeables de la realidad social (esto es, en concebir la sociedad en movimiento); y (2) la imagen de campo, basada en evitar ocuparse de la sociedad como un objeto (esto es, desreificar la realidad social). La sociedad ya no es vista como un sistema rígido o duro, sino como un campo blando de relaciones. La realidad social es una realidad interindividual; es lo que existe entre individuos humanos: una red de conexiones, lazos, dependencias…; es un tejido social específico o un entramado social que engarza y agrupa a la gente. Tal campo interindividual está constantemente en movimiento: se expande y se contrae (cuando los individuos se unen o separan), se fortalece y se debilita (cuando la calidad de las relaciones se modifica), se une o disgrega (cuando aparece el liderazgo o se disuelve)… La unidad básica del análisis sociológico es el acontecimiento, que debe entenderse como un estado momentáneo del campo social; ejemplo: la cena familiar, cuando una serie de actores dispersos se unen para comer y hablar, y que poco después volverán a dispersarse. Podemos distinguir cuatro tipos de tejidos sociales que surgen en la sociedad: •

Tejidos de ideas. Las redes interconectadas de ideas o creencias caracterizan la dimensión ideal del campo: su conciencia social.



Tejidos de reglas. Las redes interconectadas de reglas o normas caracterizan la dimensión normativa del campo: sus instituciones sociales.



Tejidos de acciones. Las redes interconectadas de acciones caracterizan la dimensión interaccional del campo: su organización social.



Tejidos de intereses. Las redes interconectadas de intereses (u oportunidades vitales) caracterizan la dimensión de oportunidad del campo: sus jerarquías sociales.

Las dimensiones ideal y normativa forman parte de la cultura, y las dimensiones interaccional y de oportunidades forman parte del tejido social. La multidimensionalidad de los cuatro tejidos interrelacionados se denomina campo sociocultural, el cual se encuentra sometido a un cambio perpetuo en cada uno de los cuatro niveles; además, los procesos en ellos no discurren independientemente, sino que están interrelacionados mediante diversas conexiones transdimensionales.

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CAMBIO SOCIAL I

Variedades de procesos sociales: una tipología No se puede afirmar la validez exclusiva ni del modelo sistémico ni del modelo de campo. El modelo sistémico ha demostrado ser muy influyente y subyace a la mayoría de las teorías del cambio social; el modelo del campo surge como un intento de aprehender mejor la naturaleza dinámica de la sociedad, pero necesita aún de una gran cantidad de trabajo añadido de elaboración conceptual y de corroboración empírica. Lo ideal es tomar una posición ecléctica y analizar el cambio social desde ambas perspectivas, pues cada una de ellas arroja algo de luz sobre la extrema variedad de fenómenos. La tipología de los procesos sociales se basa en cuatro criterios principales: (a) la forma que adopte el proceso, (b) los productos o resultados del proceso, (c) la conciencia de los procesos sociales en la población, y (d) la fuerza motriz tras el proceso. Por la forma de los procesos sociales podemos distinguir entre: •



Procesos direccionales. Son irreversibles, a menudo acumulativos y cada estadio es diferente e incorpora efectos del anterior y proporciona prerrequisitos para el posterior. Se enfatiza que en la vida hay acciones que no pueden deshacerse, y que dejan huellas endémicas en los estadios posteriores: socialización del niño, expansión de una ciudad, desarrollo tecnológico industrial… Entre ellos distinguimos los siguientes: •

Procesos lineales, cuando siguen una trayectoria única o pasan a través de secuencias parecidas o estadios necesarios (p. e., la mayoría de los evolucionistas sociales cree que todas las culturas humanas han de atravesar el mismo conjunto de estadios).



Procesos multilineales, cuando siguen trayectorias alternativas, se saltan algún estadio, sustituyen otros o añaden estadios atípicos (p. e., cuando los historiadores describen los orígenes del capitalismo señalan los diferentes escenarios del mismo proceso en distintas partes del mundo).



Procesos no lineales, cuando proceden por saltos cualitativos o rupturas tras períodos prolongados de crecimiento cuantitativo, traspasando umbrales específicos o a través de determinadas “funciones peldaños” (p. e., los marxistas consideran que la secuencia de las llamadas formaciones socioeconómicas se mueve a través de periodos revolucionarios).

Procesos no direccionales (o fluidos). En ellos se puede distinguir entre: •

Procesos fortuitos o caóticos, sin criterio discernible; p. e., los flujos de excitación en las multitudes revolucionarias, o los procesos de movilización y desmovilización en los movimientos sociales o en los juegos infantiles.



Procesos oscilatorios o circulares, siguiendo criterios discernibles de repetición o de similitud. Cuando es observable una recurrencia virtual hablamos de procesos de ciclo cerrado, como una jornada laboral o el ciclo de las estaciones para un agricultor; si lo que se observa en los estados sucesivos es cierto parecido pero a un nivel diferente de complejidad hablamos de procesos de ciclo abierto (espirales), como el paso de los cursos para un estudiante o los ciclos económicos para un economista.

Por los resultados de los procesos sociales podemos distinguir entre: •

Procesos morfogenéticos (morfogénesis): procesos que generan nuevas condiciones sociales, estados de la sociedad o estructuras sociales. Ejemplos: la movilización de movimientos sociales, la formación de grupos, asociaciones, organizaciones y partidos… Estos procesos están en los orígenes de todos los logros civilizatorios, tecnológicos, culturales y sociales.



Procesos reproductivos (reproducción): procesos sin novedades fundamentales, distinguiéndose: (1) procesos de reproducción simple, que no producen novedad alguna, preservando el status quo y la persistencia y continuidad de la sociedad (p. e., la socialización que transmite la herencia cultural de la sociedad entre generaciones, o el control social frente a la desviación); (2) procesos de reproducción ampliada, que propician un enriquecimiento cuantitativo, sin modificación cualitativa (crecimiento demográfico, extensión de barrios residenciales, aumentos de producción...); y (3) procesos de reproducción contraída, que —4—

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propician un empobrecimiento cuantitativo sin modificación cualitativa (reducción demográfica, sobreexplotación de recursos naturales…). •

Procesos transformadores (transformación): procesos que generan cambios cualitativos, afectando al núcleo de la realidad social. Ejemplos: aparición de liderazgos, burocratización de un grupo social, reemplazo de un gobierno autocrático por uno democrático, introducción de la autogestión en una empresa, nivelación de desigualdades…

Por los procesos en la conciencia social. Por los sucesos que acontecen en el ser humano (la conciencia del cambio por la gente implicada), se distingue entre los siguientes procesos: •

Procesos manifiestos (R. Merton): procesos sociales que pueden ser reconocidos, anticipados e intencionados por las personas implicadas. Ejemplo: advertir que la reforma de las leyes de tráfico reduce los accidentes.



Procesos latentes (R. Merton): procesos sociales que no pueden ser reconocidos, anticipados o intencionados por las personas implicadas; el cambio y sus consecuencias aparecen por sorpresa, pudiendo ser bienvenidos o no. Ejemplo: durante mucho tiempo no se fue consciente del daño medioambiental de muchas industrias.



Procesos boomerang: procesos sociales que la gente puede reconocer, anticipar su curso y adivinar sus pretendidas consecuencias específicas, pero pueden equivocarse: el proceso va contra sus expectativas y produce resultados diferentes o incluso enteramente opuestos a los pretendidos. Ejemplo: una campaña de propaganda puede desembocar en el fortalecimiento de las actitudes que ataca, movilizando su defensa y provocando una reacción negativa; o una reforma fiscal pensada para frenar la inflación puede producir recesión y una inflación más alta.

Por la sede de la causalidad. Según la fuerza motriz de los procesos sociales, es decir, según los factores causales que los ponen en movimiento, distinguimos los siguientes procesos: •

Procesos endógenos: procesos en los que los factores o fuerzas que generan el cambio se encuentran en el dominio sujeto al cambio, desplegando potenciales inherentes o tendencias contenidas en la realidad en cambio.



Procesos exógenos: procesos en los que los factores o fuerzas que generan el cambio se encuentran fuera del dominio sujeto al cambio; dichos procesos son reactivos, adaptativos, respondiendo a presiones, estímulos y desafíos provenientes del exterior.

Al distinguir entre procesos endógenos y exógenos se plantea el problema de la demarcación de lo que cae dentro y fuera del dominio social. A gran escala, se suele considerar que la naturaleza es externa a la sociedad, y que los procesos sociales que reaccionan a los estímulos medioambientales deben ser tratados como exógenos (p. e., la Peste Negra en el s. XIV, o el virus del SIDA en el s. XX); pero también se puede reducir la escala del análisis y trazar otra frontera, no ya entre sociedad y naturaleza, sino entre subsistemas, segmentos o dimensiones de la sociedad; así, un cambio de régimen político inducido por una crisis económica puede ser catalogado como exógeno (la economía con factor exógeno de la política). Los sociólogos siempre han ambicionado descubrir qué factores son los más importantes en el cambio: cuáles son los motores primeros de los procesos sociales. Entre las numerosas versiones de determinismo social que señalan varios factores como cruciales sobresalen dos categorías principales de procesos: •

Procesos materiales, producidos por presiones tecnológicas, económicas, medioambientales o biológicas.



Procesos ideales, en los que se reconoce el papel causal de la ideología, la religión o el ethos.
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