Capitulo 7 - Apuntes 7 PDF

Title Capitulo 7 - Apuntes 7
Author tomas prochaska
Course Historia de las Culturas y Mitologías
Institution Universidad Autónoma de Entre Ríos
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Resumen con toma de apuntes de clases incluido sobre Antropologia, en forma muy completa y detallada....


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Mircea Eliade

Capítulo VII: Cuando Israel era niño 53. LOS DOS PRIMEROS CAPITULOS DEL GENESIS El Génesis se inicia con el célebre pasaje, “Al principio creó Dios (Elohim) el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe; sobre la luz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dos se cernía sobre la faz de las aguas”. La imagen del océano primordial sobre el que se cierne un dios creador es muy arcaica. La creación propiamente dicha, es decir, la organización del “caos”, se lleva a cabo por la potencia de la palabra de Dios. “Dijo Dios: que exista la luz. Y la luz existió”. Las etapas sucesivas de la creación se van cumpliendo siempre en virtud de la palabra divina. El “caos” acuático no está personificado, por lo que no es “derrotado” en un combate cosmogónico. (No hay combate, luchas, es un único Dios). Este relato bíblico presenta una estructura específica: 1) 2) 3) 4)

Creación por la palabra De un mundo que es “bueno” De la vida (animal y vegetal), que es “buena” y que Dios bendice Finalmente, la obra cosmogónica se corona con la creación del hombre.

En el sexto y último día, dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo y los reptiles del suelo, los animales domésticos y todos los reptiles”. No hay ninguna hazaña espectacular, ningún elemento pesimista en la cosmogonía o en la antropogonía. El mundo es bueno y el hombre es una imago dei; habita, como su creador y modelo, el paraíso. (En los “comienzos” todo está dotado de perfección). Sin embargo, la vida resulta penosa, a pesar de que ha sido bendecida por Dios, y los hombres ya no viven en el paraíso. El otro relato, el yahvista, es más antiguo y difiere por completo del texto sacerdotal que acabamos del resumir. No se habla ya de creación del cielo y la tierra, sino de un desierto que Dios (Yahvé) convierte en tierra fértil mediante un manantial que brota de la tierra. Yahvé modeló al hombre (Adán) de barro y le infundió en su nariz aliento de vida. Luego Yahvé plantó un parque en Edén, hizo brotar toda clase de árboles hermosos y puso al hombre en aquel jardín para que lo cultivara y lo guardara. Luego Yahvé modeló, también de arcilla, animales y aves y los llevó ante Adán, que les fue dando nombre. Finalmente, después de hacerle caer en un profundo sueño, Yahvé tomó una de las costillas de Adán y con ella modeló una mujer, que recibió el nombre de Eva. La creación de la mujer a partir de una costilla extraída de Adán puede ser interpretada como manifestación de la androginia del hombre primordial. En otras tradiciones, algunas de ellas transmitidas a través de algunos hombres sagrados, hallamos ideas semejantes. El mito de la androginia ilustra una creencia muy difundida: la perfección humana, identificada en el antepasado mítico, implica una unidad que es a la vez una totalidad. Precisemos ya que la androginia humana tiene como modelo la bisexualidad divina, concepción compartida por un buen número de culturas.

Punto 54. El paraíso perdido. Caín y Abel.

Como todos los paraísos el del Edén se encuentra en el centro del mundo. En medio del jardín se elevaban el árbol de la vida y del conocimiento del bien y del mal. Yahvé impuso al hombre un mandamiento; “puedes comer de todos los arboles del jardín; pero del árbol del conocer del bien y del mal no comas”. De esta prohibición se desprende una idea desconocida en otros ambientes: el valor existencial del conocimiento. La ciencia puede modificar radicalmente la estructura de la existencia humana. Sin embargo, la serpiente logro tentar a Eva; “en cuanto comáis de él, se os abrirán los ojos y sereis como Dios”. El relato bíblico presenta a adán como víctima ingenua de la pérfida serpiente. Una vez hecho omnisciente, al igual que los dioses, Adán habría podido descubrir el árbol de la vida y hacerse inmortal. El texto es claro y categórico; “si el hombre es ya como uno de nosotros, versado en el bien y el mal, ahora solo le falta echar mano al árbol de la vida, coger, comer y vivir para siempre. Dios expulso a la pareja del paraíso y los condeno a trabajar para vivir. Su desobediencia no hizo sino poner de manifiesto su soberanía luciferina, el deseo de ser semejante a Dios, era el peor pecado que la criatura podía cometer contra su creador; era el “pecado original”. Este primer pecado trajo consigo no solo la pérdida del paraíso y la transformación de la condición humana, sino que en cierto modo se convirtió en fuente de todos los males que aquejan la humanidad.

55. ANTES Y DESPUES DEL DILUVIO El acontecimiento más importante de esta época fue el diluvio. “al ver Yahvé que en la tierra crecía la maldad del hombre y que toda su actitud era siempre perversa, se arrepintió de haber creado al hombre en la Tierra” y decidió hacer que desapareciera su especie. Solo se salvarían Noé, su mujer y sus hijos (Sam, Cam y Jafet) con sus esposas. Porque “Noé fue en su época un hombre recto y honrado y procedía de acuerdo con Dios”. Siguiendo instrucciones precisas de Yahvé, Noé construyó el arca y la llenó de representantes de todas las especies animales. “Tenía Noé seiscientos años cuando reventaron las fuentes del océano y se abrieron las compuertas del cielo…estuvo lloviendo sobre la tierra cuarenta días con sus noches”. Cuando las aguas se retiraron, el arca se detuvo sobre los montes de Ararat. Salió Noé y ofreció un sacrificio. “el señor olió el aroma que aplaca y se dijo: no volveré a maldecir la tierra a causa del hombre”. Estableció una alianza con Noé y con sus descendientes, y el signo de la alianza fue el arcoíris. El relato bíblico muestra cierto número de elementos comunes con el diluvio narrado en la Epopeya de Guilgamesh. Es posible que el redactor conociera la versión mesopotámica o, cosa que parece aún más probable, que utilizara una fuente arcaica conservada desde tiempo inmemorial en el Oriente Medio. Como ya hemos visto, los mitos del diluvio están ampliamente difundidos y comparten esencialmente el mismo simbolismo: la necesidad de destruir radicalmente una humanidad y un mundo degenerados, a fin de recrearlos, es decir, de restituirles su integridad inicial. La estructura del Mito del Diluvio es igual en todas las culturas y religiones. Los hijos de Noé se convirtieron en antepasados de una nueva humanidad. En aquel tiempo todo el mundo hablaba una misma lengua. Pero un día decidieron los hombres edificar una torre que alcance el cielo. Esta fue la última hazaña “luciferina”. Yahvé “bajó a ver la ciudad y la torre” y comprendió que en adelante nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Entonces confundió su lengua, de modo que los hombres eran incapaces de entenderse. Luego los dispersó Yahvé por la superficie de la tierra y dejaron de construir la ciudad, que más tarde sería conocida por el nombre de Babel. Éste es el último de los mitos de la primer parte del Génesis....


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