Title | El Caso del exprimidor Juicero TEMA 2 |
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Course | Fundamentos De Economía De La Empresa |
Institution | Universidad de Alicante |
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TEMA 2. APUNTES EN DIAPOSITIVAS CLAROS Y CONCISOS, ESQUEMATIZADOS Y RESUMIDOS. CASOS...
EL CASO DEL EXPRIMIDOR “JUICERO” PROYECTO TECNOLÓGICO SOFISTICADO … E INUTIL
RESUMEN
Uno de los emprendimientos más vergonzosos
de Silicon Valley duró casi cuatro años, hasta Septiembre de 2017.
Resultado de esta aventura: 120 millones de
dólares tirados a la basura y toda una cultura inversora y emprendedora humillada por la absurda historia de JUICERO.
LA HISTORIA DEL PROYECTO “JUICERO” Doug Evans, fundador: "¿Qué puedo hacer que pueda tener el mayor impacto en
la humanidad, en la salud humana?".
Evans empezó en el mercado de los zumos sanos y cuando éste empezó a ser
demasiado competitivo decidió, como él mismo explicó, que "se dedicaría a crear una licuadora personal a partir de algo sin alma, así como Jobs convirtió un PC en algo mucho más personal". El exprimidor JUICERO, pregonado como "el iMac de los juicers“, era un
artefacto impresionante: 400 piezas personalizadas, dos motores, 10 tarjetas de circuitos, un escáner, un microprocesador y antena Wi-Fi, aluminio de dedicación aeronáutica y un sistema capaz de soportar más de 7.000 kilos de fuerza.
LA PROPUESTA DE VALOR
Un exprimidor con WiFi, y bolsas con diferentes tipos de zumos naturales El “Nespresso” de los zumos Lanzamiento en Marzo de 2016. Precio del exprimidor, 700 $; precio de las
bolsas, de 5 a 9 $ por unidad.
¿QUÉ PODÍA SALIR MAL? Desde el principio, algunos observaron con timidez que parecía posible sacar los
zumos de las bolsas sin necesidad del exprimidor.
Una campaña de marketing excepcional acalló las críticas: es cierto, se podía exprimir
el zumo sin más, pero prescindirías de la tecnología IoT: no podrías saber cuántas bolsas te quedan (quizá los clientes no sabían contar bien), cuándo pedir más, la fecha de caducidad de cada una (quizá tampoco sabían leer la fecha en las mismas bolsas), qué valores nutricionales aportaba cada zumo o de qué estaba compuesto.
La idea caló en los inversores: JUICERO pronto cerró una primera ronda de inversión
en 2013 de 4 millones en capital semilla. Le siguió otra en 2014 de 16,5 millones y dos de, atención, de 70 millones y 28 millones de dólares en 2016. Un total de 118,5 millones de dólares de 17 inversores diferentes entre los que se encuentra Google, KPCB, o las conocidas sopas Campbell; porque todos querían estar en el futuro de la alimentación de base tecnológica.
QUÉ SALIÓ MAL De entrada, y pese al entusiasmo de los inversores, los consumidores no
respondieron en la medida de lo esperado, dado el alto precio del exprimidor. Al poco, la empresa rebajó el precio a 400 $ Finalmente, la prensa (Bloomberg) demostró en un vídeo cómo exprimir las
bolsas con las manos era más eficiente (se apuraba más el contenido de la bolsa) y ¡más rápido! que con JUICERO.
El 1 de Septiembre de 2017 comunicó su cierre y la búsqueda de comprador
para sus activos.
https://www.youtube.com/watch?v=5lutHF5HhVA
¿QUÉ SE HIZO MAL?
Básicamente, ignorar principios elementales en el ámbito de los negocios y la
ingeniería. Dos fundamentales:
Al plantear un negocio hay que enfocarse al problema, no a la solución. Aquí, lo que preocupaba era hacer y vender un exprimidor, no resolver un problema que ni siquiera se sabía si existía.
Al desarrollar un producto el primer principio de ingeniería es la sencillez, evitar la redundancia y el derroche (principio KISS)
KISS (KEEP IT SIMPLE, STUPID!)...