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Organización del sistema tegumentario y sus anexos.

En la vida cotidiana siempre se ha tenido la necesidad de cubrir nuestros alimentos, muebles, ropa, electrodomésticos y un sin fin de objetos que tenemos al alcance para el uso diario; esto con la finalidad de evitar contaminación por bacterias , suciedad y el desgaste. Con el paso del tiempo los factores ambientales

van degradando estas cubiertas

correctamente por lo que en un

y ya no realizan sus funciones

deteminado momento deben ser cambiadas.

Algo similar sucede en el cuerpo humano, se requiere de una cubierta que lo proteja de todos los agentes externos fisicos, quimicos y biológicos que pueden afectar su función y que se renueve constantemente para garantizar su funcionamiento, estas funciones son llevadas a cabo por el sistema tegumentario. El sistema tegumentario está integrado por la piel con sus estructuras anexas (glándulas sudoríparas y sebáceas, pelos, músculo erector del pelo y uñas) y el tejido subcutáneo (Pró 2012). El ser humano

presta mayor atención a este

sistema puesto que es visible y forma parte importante de sus inteacciones en la sociedad, juega un papel muy significativo en la autoestima, y tener una imagen propia positiva; de ahí el alto consumo de las mujeres en productos que ayudan a lucir piel, cabello y uñas sanos, sin embargo este sistema no debe ser importante solo por estos temas, sino que más allá de la apariencia, cada uno de los componentes de este tienen otras funciones de gran importancia para el cuerpo. Como ya se mencionó anteriormente el sistema tegumentario posee varios componenentes, entre ellos el de mayor tamaño es la piel, que de acuerdo con Saladin 2013 es el órgano más grande y pesado del cuerpo. En adultos, cubre un área de 1.5 a 2.0 m2 y representa casi 15% del peso del cuerpo. Consta de dos capas: un epitelio escamoso estratificado al que se denomina epidermis y una capa de tejido conjuntivo más profundo, la dermis. Debajo de la dermis se encuentra otra capa de tejido conjuntivo, la hipodermis o tejido subcutáneo, que no es parte de la piel pero que se suele estudiar junto con ella. Dentro de la funciones que tiene este órgano se encuentran las de proteger al organismo de la exposición al medio ambiente y sus agresiones físicas como exposición a rayos

UV emitidos por el sol, traumatismos,

y el contacto con sustancias químicas que

pueden dañar en organismo (cabe mencionar que también puede ser permeable ante algunos fármacos y sustancias tóxicas), funciona también como defensa evitando el paso a microorganismos patógenos que generan infecciones; también suele ser una barrera que brinda contención para los líquidos extracelulares y órganos; regula la temperatura corporal, participa en la síntesis de la vitamina D y es un órgano de los sentidos para el tacto ya que a través de ella se percibe temperatura y dolor.

Las dos capas que componen la piel presentan diferencias significativas ya que sus componentes y funciones varían. La epidermis es un epitelio estratificado escamoso queratinizado donde no hay vasos sanguíneos o linfáticos (Pró 2012) y según Saladin 2013 sus células están dispuestas en cuatro a cinco zonas o estratos: a)estrato córneo: el cual consta de hasta 30 capas de células queratinizadas muertas, escamosas, que forman una estructura superficial que resulta muy resistente a la abrasión, la penetración y la pérdida de agua; b)estrato lúcido: es una zona delgada en la superficie del estrato granuloso, que sólo se ve en la piel gruesa donde los queratinocitos están empaquetados de manera densa con una proteína clara llamada eleidina; c) estrato granuloso: el cual

consta de tres a cinco capas de queratinocitos planos que contienen

gránulos de queratohialina (sustancia precursora de la queratina); d)estrato espinoso: consta de varias capas de queratinocitos que están unidos con firmeza entre sí por cuantiosos desmosomas, que son responsables, en parte, de la dureza de la epidermis, en casi toda la piel es el estrato de mayor espesor, pero en la piel gruesa suele ser más abundante el estrato córneo, en este estrato se encuentran células dendríticas (de Langerhans) que forman parte del sistema inmunitario y desencadenan respuestas inmunitarias y

e) estrato basal: quien

consta, sobre todo, de una sola capa de citoblastos cúbicos a cilíndricos cortos y de queratinocitos que descansan sobre la membrana basal, en esta capa se encuentra epiteliocitos

táctiles (células de Merkel) quienes son receptores del

sentido del tacto y están conectadas a terminaciones nerviosas de las neuronas sensitivas.

Dentro de las capas profundas de la epidermis se encuentran los melanocitos, quienes producen la melanina, encargada de dar pigmentación oscura a la piel así como protegerla de las radicaciones UV nocivas, es necesario mencionar que la producción de melanina está condicionada por el factor genético, la edad, exposición al sol y factores hormonales. Otra de las capas de la piel es la dermis la cual es una capa de tejido conjuntivo que se encuentra debajo de la epidermis. Su grosor va de 0.2 mm en los párpados a casi 4 mm en las palmas y las plantas. Está compuesta sobre todo por colágeno, pero también contiene fibras elásticas y reticulares, fibroblastos y otras células típicas del tejido conjuntivo fibroso. Tiene un suministro amplio de vasos sanguíneos, glándulas cutáneas y terminaciones nerviosas (Saladin 2013). La dermis posee dos regiones la más superficial denominada capa papilar que limita con la epidermis, presenta protrusiones cónicas redondeadas llamadas papilas dérmicas que están relacionada con la exigencia mecánica de ese sector de la piel;

y la más profunda capa reticular imita con el tejido subcutáneo y consiste

en un tejido conectivo denso irregular con fibras de colágeno formando una red y algunas fibras elásticas entrelazadas. Estas redes de fibras le otorgan resistencia, extensibilidad y elasticidad a la piel. El espacio entre las fibras está ocupado por células adiposas, vasos, fibras nerviosas y los anexos de la piel (Pró 2012). Como dato curioso se puede mencionar que el estiramiento de la piel en la obesidad y el embarazo puede romper las fibras de colágeno y producir estrías, o marcas longitudinales de color más claro. Esto suele ocurrir sobre todo en las áreas más extendidas por la ganancia de peso: los muslos, las nalgas, el abdomen y las mamas. Otros de los componentes del sistema tegumentario las estructuras anexas a la piel (glándulas cutáneas, pelos y uñas) también llamados órganos accesorios, faneras o anejos cutáneos. Dentro de las glándulas cutáneas se encuentran las glándulas sudoríparas que se clasifican en: glándulas sudoríparas ecrinas las cuales se distribuyen en todo el cuerpo siendo de mayor abundancia palmas, plantas y frente; son las encargadas de enfriar el cuerpo pero también excretan parte de los mismos desechos que los riñones, el cuerpo de un adulto posee de 3 a 4 millones de estas. De acuerdo con Pró 2012 su porción secretora se ubica a

nivel de la dermis profunda, en ocasiones en el tejido subcutáneo, y el conducto excretor termina en la superficie de la piel a través de un poro. Por otra parte las glándulas sudoríparas apocrinas

se ubican en la piel con vello y comienzan a

funcionar en la pubertad. Su conducto excretor se abre en los folículos pilosos y están ubicadas en axila, ingle y aréola (Pró 2012). Son glándulas odoríferas que responden de manera especial al estrés y la estimulación sexual. Otro tipo de glándulas presente en la piel son las glándulas sebáceas las cuales tiene forma de matraz y sus conductos suelen abrirse en el folículo piloso, o de manera directa en la piel,

la secreción producida por estas es el sebo, cuya

función es evitar que la piel y el pelo se vuelvan secos, frágiles y quebradizos, es curioso

que el ser humano emplea productos como jabones y soluciones

astringentes para limpiar el sebo natural producido por su cuerpo para posteriormente sustituirlo con lociones y cremas cuyo componente principal es la lanolina que es el cebo ovino. Los pelos también son considerados anexos de la piel, son filamentos córneos producidos por la epidermis. El epitelio se invagina formando un cilindro, la vaina radicular, que rodea al pelo. La glándula sebácea desemboca en la vaina radicular. El pelo posee una raíz profunda que penetra en la dermis y un bulbo piloso que junto con la papila dérmica del pelo forman el folículo piloso. Los pelos tienen como funciones la participación en la percepción táctil, la protección solar y la disminución de la pérdida de calor. Protegen de la entrada de partículas extrañas a la cavidad nasal y el conducto auditivo externo. Las pestañas y las cejas protegen a los ojos (Pró 2012). Su presencia está en casi todo el cuerpo excepto las palmas, las plantas, segmentos distales de los dedos de pies y manos; tampoco hay pelo en labios, pezones y partes de los órganos genitales; su abundancia está influida por la edad, factor genético, circulación sanguínea, factor hormonal y alimentación. Anexo al pelo se encuentra el músculo erector del pelo en el espesor de la dermis. Es un músculo liso que se extiende desde la parte media del folículo piloso hasta la capa papilar de la dermis. Con su contracción pone la “piel de gallina”, produciendo la erección del pelo y está ausente en Está ausente en las pestañas, las cejas, las vibrisas, los tragos y la barba. (Pró 2012). Este músculo es estimulado por el frio y las emociones.

Las uñas también forman parte de los anexos de la piel y se forman a partir de células muy delgadas, muertas y escamosas posicionadas sobre el lecho ungeal, la mayoría de mamíferos posee garras, mientras que las uñas planas son características de los seres humanos permiten que las yemas de los dedos tengan mayor cantidad de piel y más sensibilidad; también sirven como “herramientas” fuertes y queratinizadas que pueden usarse para el aseo, para recoger comida y otras manipulaciones.

Y finalmente el tejido subcutáneo

o hipodermis

está ubicado profundo a la

dermis de la piel. Algunas de las porciones profundas de los anexos cutáneos se ubican en este plano. Está compuesto en su mayor parte por tejido conectivo laxo. Este tejido está atravesado por los vasos y nervios que se dirigen a la piel o vienen de ella (Pro 2012). Esta capa sirve como

depósito de energía y

aislamiento térmico además de que su distribución no es uniforme por ejemplo, se encuentra casi ausente en el cuero cabelludo, pero es abundante en mamas, abdomen, cadera y muslos.

En conclusión, el sistema tegumentario y sus anexos, juegan un papel muy importante el cuerpo ya que sin estos nuestro cuerpo estaría expuesto a todos los agentes externos que ocasionarían múltiples daños al resto del organismo, además de esto cuenta con funciones termorreguladoras que evitan que el cuerpo se caliente o enfríe demasiado al punto de ocasionar daño, así también es un receptor del tacto y a través de este podemos tener sensaciones con el medio externo, tales como frío, calor dolor, sentir formas, etc. Al brindar todos estos beneficios también es importante destacar que su cuidado no debe ser netamente estético sino que

es necesario estar al pendiente de algunas

afecciones que puede sufrir tales como dermatitis, infecciones por hongos, traumatismos quemaduras, entre otros y consultar al médico especialista en caso de presentar alguna con el fin de preservar un sistema tegumentario sano.

Bibliografía. Pró

Eduardo

Adrián.

(2012).

Anatomía

Clínica.

Buenos

Aires:

Médica

Panamericana. Saladin Kenneth S.. (2013). Anatomía y fisiología. La unidad entre forma y función. México D.F.: McGRAW-HILL...