Espacio Geográfico PDF

Title Espacio Geográfico
Author Estefania Garrido Flores
Course Geografia Economica
Institution Universidad Autónoma Chapingo
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Ensayo sobre el espacio geográfico...


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GARRIDO FLORES ESTEFANÍA

Espacio, paisaje, región, territorio y lugar: la diversidad en el pensamiento contemporáneo. -Blanca Rebeca Ramírez Velázquez y Liliana López Levi CAPÍTULO I: ESPACIO En este primer capítulo, se habla acerca del concepto de espacio desde los métodos cuantitativos hasta la geografía y el espacio social. Es por eso que las autoras se enfocan en posiciones críticas y radicales y finalmente concluyen con una discusión de diferentes posiciones posmodernas. Así que comienzan a revisar a diversos autores como Foucault, quien fue la base para el análisis de la cartografía como discurso sobre el espacio o la trialéctica del espacio (espacialidad, temporalidad y socialidad) y la cultura de Edward Soya con su giro espacial de las ciencias sociales o Manuel Castells con su era de la información y la conclusión del espacio fluido. Durante el siglo pasado, el espacio pasó de ser considerado como una entidad de su propia existencia a una construcción social. Según los pensadores que lo estudian y según diferentes métodos, se propone como una estructura con características absolutas, por lo que el concepto de espacio se puede considerar como algo objetivo o subjetivo. El punto de partida es que se considera al espacio como un área o parte de la superficie terrestre o plataforma donde se ubican objetos, sujetos y fenómenos; algo así como una especie de contenedor de la materia presente sobre la Tierra. Desde el punto de vista geográfico, esto conlleva a definir la localización la cual está dada por un lugar con coordenadas específicas (latitud, longitud y altitud), y en donde la ubicación y la posición relativa son importantes, pero lo que verdaderamente importa es su relación con los elementos circundantes. Desde el concepto positivista de revolución cuantitativa, la visión de Marx de la producción espacial, los métodos fenomenológicos, la planificación y el espacio de los urbanistas, hasta el posmodernismo, el giro cultural y el ciberespacio, que es aquel que a partir de la relación con las máquinas y la tecnología modifica las relaciones sociales, tradicionales y sus formas espaciales concretas, es como se investiga el espacio. Las autoras destacan mucho en su obra a los personajes de Milton Santos y Doreen Massey, porque a través de ellos podemos observar la trayectoria de la conceptualización espacial y las contradicciones y diferencias. Pero también criticaron diferentes posturas, como Manuel Castells y las innovaciones con lo cual se acepta la aparición de una nueva lógica que necesita ser explicada con nuevos conceptos, entre ellos el de espacio de flujos, que permite explicar las interacciones que se dan entre las zonas productoras de bienes financieros y de servicios y de las generadas por las telecomunicaciones y la telefonía inalámbrica a partir de una lógica que analice el movimiento que se caracteriza como flujo (el espacio de flujos). Posteriormente surge una diferenciación cultural entre los espacios que posibilita diferenciar los espacios de flujos de los espacios de lugares. El espacio de flujo es el de la élite inmersa en la sociedad de flujos y los espacios de lugares es el de la gente que se reproduce en lugares que definen el lugar como una localidad. El hecho de hablar del concepto de espacio nos remite a una amplia gama de visiones y posturas desarrollados a lo largo de los años, especialmente en el siglo XX, pero sobre todo, a cambios importantes en sus postulados que se diversifican desde el inicio de la posmodernidad. Por otro lado se menciona que existen tres aspectos importantes a considerar: primero, las visiones tradicionales y filosóficas de Aristóteles y Platón que se reorganizan en función del contexto socioeconómico y político en el cual se desarrollan, en segundo lugar, las visiones nuevas de corte social e influenciadas por el marxismo y tercero, la manera en que las ciencias invaden en las discusiones sobre el espacio y la geografía como son los urbanistas y los filósofos que no dejan de tenerlo como parte fundamental de su interés profesional .

GARRIDO FLORES ESTEFANÍA CAPÍTULO II: PAISAJE En el segundo capítulo, las autoras revisan el concepto de paisaje y admiten que es el comienzo del arte, la estética y la naturaleza. Dejaron de describir el entorno de embellecimiento y discutieron su construcción como un concepto académico, con especial énfasis en el pensamiento y la arquitectura. la categoría de paisaje ha sido utilizada en diferentes tradiciones, y se reconocen cuatro formas generales que la han desarrollado. En primer lugar, se muestra evidente la manera en que la humanidad cambiaba el carácter natural del medio para convertirlo en el paraíso, lo cual se perdió con el pecado de Adán y Eva. En segundo lugar, se reconocerá cómo el arte basó una parte de su desarrollo en paisajes, en tercer lugar, se analizará la manera como el conocimiento científico, y la geografía, estudiaron el paisaje como una forma de integrar una ciencia dividida en dos: la natural y la social, por último, se analizó cómo la subjetividad en la identificación del paisaje emergió por el giro cultural dado a los estudios territoriales y en donde el paisaje de los arquitectos y urbanistas es uno que requiere ser creado para mantener la sustentabilidad del planeta para las generaciones futuras. De esta manera, se considera al paisaje como instrumento de preservación de la naturaleza y los recursos que deben ser cuidados organizados para el futuro de la humanidad. Para acercarse al paisaje, las autoras se apoyan en el trabajo de Milani, porque incluye los conocimientos básicos del paisajismo, la historia del arte del jardín y la representación de diferentes momentos históricos en la pintura (especialmente la representación del Renacimiento, Simbolismo, Impresionismo y Expresionismo). Como concepto académico, el paisaje se puede definir a partir de la combinación de factores naturales y humanos (es decir, los métodos analíticos utilizados para comprender el paisaje).Esto es evidente en la obra de Carl Sauer, quien conceptualizó el paisaje como la interrelación entre todos sus componentes para identificar toda la realidad específica, por lo que no se puede analizar por separado. El carácter descriptivo de Sauer fue cuestionado por la falta de dimensiones culturales, no fue hasta la primera mitad del siglo XX cuando el paisaje se consolidó como el eje del conocimiento y del orden geográfico, donde la gente entendía la naturaleza y la cultura. En cuanto al paisaje, es interesante la manera en que las autoras se centran en la conexión entre pintura y geografía desde el principio, es decir, la forma de "representar" el paisaje y expresarlo de manera interconectada. Sorprendentemente, al examinar diferentes conceptos de paisaje, este parece ser uno de los conceptos centrales que dan a la geografía una identidad científica al proteger la combinación entre elementos humanos y naturales (definidos como opuestos) en la representación dicotómica de la modernidad. Las autoras plantean también las limitaciones del concepto de paisaje al final de este apartado, que se deben a su origen europeo y moderno y pueden no ser capaces de abordar la realidad de América Latina. Por ello, cuestionaron si "el concepto de paisaje no es un concepto centrado en Europa, y si tal concepto fue introducido en Europa, no es suficiente para discutir la realidad de América Latina, especialmente México", Pero el problema no es ese, sino que es problemático porque asume la inmutabilidad del concepto, no admite su posible regionalización como mencionan Deleuze y Guattari, quienes hablan de la existencia de procesos de desterritorialización, categoría que se expande por visiones diversas a partir de la ruptura de los paradigmas de la modernidad en la última década del siglo XX y del inicio del modelo de globalización neoliberal en el mundo.

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GARRIDO FLORES ESTEFANÍA CAPÍTULO III: REGIÓN El tercer capítulo analiza el concepto de región según el recorrido del modelo matemático de la escuela francesa de Vida de la Blanche a la escuela alemana. Posteriormente, se discutió la teoría del polo de desarrollo, destacando la propuesta marxista de fines del siglo XX, su aporte al nuevo debate regional y su impacto en el desarrollo de la región latinoamericana. La escuela francesa de Vida de la Blanche adoptó inevitablemente el concepto regional en el marco de la discusión académica, aunque su origen vino de la estructura de gestión política centralizada del Imperio Romano para delimitar las regiones administrativas locales. Posteriormente, en el marco del estado moderno, se definió una región a partir de la unidad natural del estado. Finalmente, debido a la escuela alemana, el concepto comenzó a definirse a partir del modelo matemático y métodos estadísticos de Christaller y las teorías derivadas de él para el análisis regional. La teoría de Christaller fue retomada posteriormente por economistas que aplicaron estos conceptos a su propia disciplina tales como August Lösch, quien determinaba localizaciones óptimas con la finalidad de maximizar ganancias, Lösch desarrolló una teoría, en la cual afirmaba que la región está conformada por elementos económicos que se articulan en un espacio homogéneo para desarrollar diversas actividades productivas y afirmaba que los límites se conforman por la dinámica de fuerzas en cada una de las regiones. Por otro lado, en 1960 Walter Isard relacionó localizaciones ideales con costos de transporte para llegar a un espacio económico unidos por vías de comunicación. La geografía cuantitativa, que después se convirtió en la escuela de análisis espacial, trabajó en la sistematización de los fenómenos y procesos espaciales y buscó la creación de un cuerpo teórico que le diera solidez a la disciplina y que le permitiera vincularse con un ámbito científico más amplio. Entonces, se concibe a la región como el producto de una clasificación espacial; es decir, se refiere al proceso de agrupar elementos en clases o categorías, obteniendo como resultado áreas homogéneas a su interior y diferenciadas con otras. Este enfoque marxista implicaba que la especificidad cultural de la región se sustentaba en la economía política y consideraba las implicaciones espaciales del fenómeno. Cabe mencionar que en la postura marxista, hubo momentos en donde las categorías de espacio y región se trasponían y surgía que la connotación de espacio refiere a procesos más generales que dimensionan las relaciones que se dan en la sociedad. Finalmente encontramos que las regiones, además de entenderse como homogéneas, nodales o polarizadas, deben analizarse como espacios cada vez más abiertos y con una cantidad creciente de relaciones hacia otras áreas de diversas jerarquías. Es decir, es necesario que además de las estructuras regionales llamadas homogéneas y nodales, se conceptualice en torno a regiones abiertas y dinámicas, entendidas como unidades en las cuales las relaciones se dan no solo al interior, sino que generan vínculos con otros espacios y a diversas escalas. Pero ahora surgen más preguntas, no sabemos si se tratan de regiones o regionalismos y esto conlleva a ir sacando más conceptos.

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CAPÍTULO IV: TERRITORIO El concepto presentado en el capítulo cuatro es territorio, que muestra una vez más el eurocentrismo conceptual, porque cambia entre visiones anglosajonas y francesas, mostrando que estas visiones son importantes para el desarrollo del pensamiento latinoamericano. En este apartado se presentan los autores Deleuze y Guattari quienes hacen referencia al territorio como una noción más amplia, también es ente capítulo las autoras Blanca Rebeca Ramírez Velázquez y Liliana López Levi aceptan que es una de las categorías clave de la filosofía, “en dimensiones que van de lo físico a lo mental, de lo social a lo psicológico” y de escalas diversas. Sin embargo, son ellos quienes desde 1972 hablan ya de la existencia de procesos de desterritorialización categoría que se expande por visiones diversas a partir de la ruptura de los paradigmas de la modernidad y del inicio del modelo de globalización neoliberal en el mundo. Encontramos visiones como la económica que fue una de las menos reconocidas pero que definen la categoría de territorio a partir de procesos de control y usufructo de los recursos y la visión política que mencionan o hacen alusión del territorio como una porción de la tierra que forma la división de un país. La visión cultural menciona que las posturas idealistas sobre el territorio están íntimamente ligadas a las dimensiones antropológicas y culturalistas de algunos grupos. Se dice que el territorio mismo es considerado un signo cuyo significado solamente es comprensible a partir de los códigos culturales en los cuales se inscribe. Geográficamente hablando, Milton Santos y Rogério Haesbaert usan el concepto, adscribiéndolo como sinónimo de espacio, o en una transición poco clara entre un concepto y otro. Y tal como menciona Santos, El territorio es un lugar en el que desembocan todas las acciones, todas las prácticas, todos los poderes, todas las fuerzas, esto es, donde la historia del hombre se realiza plenamente a partir de las manifestaciones de su existencia. La Geografía se vuelve la disciplina más capaz de mostrar los dramas del mundo, la nación del lugar. Haesbart menciona que se trata de un concepto de carácter híbrido, que integra elementos naturales, políticos, económicos, culturales y de gestión, puede ser concebido en un carácter social que difiere de la geografía clásica y adquiere un carácter integrador. De cualquier forma, el concepto tiene una larga trayectoria en la academia europea, ha sido un recurso importante y significativo para el análisis de la realidad latinoamericana, sobreponiéndose muchas veces a los otros conceptos. El territorio, desde el punto de vista teórico y metodológico abre, sin duda una nueva dimensión del ámbito espacial, a través del concepto mismo y de aquellos que derivan de él, como el de desterritorialización o reterritorialización. El concepto de territorio puede ser un concepto relativamente corto de reflexión académica, pero debido a los diferentes procesos espaciales sociales del neoliberal y el nuevo orden capitalista, ahora se ha teorizado ampliamente. Según los autores, no fue hasta mediados del siglo XX que el concepto cambió de una parte de la superficie terrestre definida por su jurisdicción a una de suma importancia, especialmente en América Latina y los debates regionales urbanos contemporáneos. La estructura territorial dada anteriormente proviene del cuerpo humano y la escala del espacio vital de la casa, que muestra la relación entre el interior y el exterior. En esta oposición se han establecido diferentes fronteras, tanto políticas como simbólicas, lo que demuestra la complejidad del territorio.

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GARRIDO FLORES ESTEFANÍA CAPÍTULO V: LUGAR El autor terminó su pensamiento con un lugar, que puede ser el concepto más reciente y complejo en las discusiones académicas. Este primero se deriva de la contribución de la geografía humana y la visión marxista. El lugar puede ser el concepto menos académico. En este sentido, no es de extrañar que estas citas provengan de autores anglosajones como Harvey, Messi, Smith y Creswell. Y hablar de ubicación basada en el concepto de espacio. Asimismo, el autor señala que el desarrollo del capitalismo no puede explicar la identidad específica establecida en la producción social y la ocupación simbólica del espacio en su posición importante. Finalmente, utilizan ideas utópicas como base para la formación de lugares, especialmente para la geografía cultural. A la par que se desarrollaba el debate entre los humanistas y los marxistas, otros autores incursionaban en dos aspectos fundamentales del desarrollo sobre el tema: uno referido a diferentes tipos de visiones sobre la identidad para el caso de sociedades con una fuerte movilidad cotidiana y otros que trataban de diferenciar la discusión entre lo local, localidad y lugar como conceptos diferentes, en tanto que nombran aspectos varios de lo concreto y particular. Para el caso del lugar existe una diferencia muy grande en su uso entre las realidades anglosajonas y las latinoamericanas. Es en la categoría de lugar en donde parecería que hay una ruptura mayor, ya que para nosotros tiene una visión más coloquial y refiere a una dimensión de escala que es bastante reconocida. Las tres formas con las que Cresswell reconoce la manera de adscribirse al lugar: la descriptiva, la humanista y la del debate marxista con la producción del lugar, poco se reconoce en el discurso latinoamericano que se orienta más a la dimensión del desarrollo que a lo cultural o de la producción del lugar y la identificación de las relaciones. Por otro lado, y sobre todo ubicándose en el debate marxista, habría que profundizar para ver si hay alguna diferencia entre las categorías de producción del espacio o construcción del espacio o si se introduce aleatoriamente en el discurso debido a la traducción al español cuando ésta se hace, ya que Harvey abiertamente habla de la influencia de Lefebvre y de Smith con el trabajo de la producción del espacio sin embargo, Massey no refiere a estos autores entre sus antecedentes y fuentes y prefiere hablar de construcción del espacio y del lugar y no de su producción. A modo de conclusión podemos decir que hay una similitud en este caso con región-localidad, asumiendo al lugar solo cuando requerimos de alguna palabra que signifique dimensión local.

Espacio, paisaje, región, territorio y lugar son conceptos más allá de su definición y uso académico, con una amplia cobertura semántica, por lo que forma parte de nuestro lenguaje y práctica diaria. Al mismo tiempo, están estrechamente relacionados con la acción política y van más allá del ámbito geográfico. Esto los lleva a adoptar diferentes matices y consideraciones para que puedan ser analizados desde una perspectiva multidisciplinar, por lo que se produce una interpolación a la hora de definirlos. Asimismo, también han surgido las diferencias epistemológicas y la metodología teórica adoptada por cada disciplina. Por ello, como decía el autor, en trabajos académicos recientes se utiliza de forma indiscriminada el uso de conceptos y la literatura, que poco a poco ignora la particularidad de los diferentes procesos espaciales sociales. Debido a la construcción de los conceptos básicos que constituyen la asignatura, la importancia de comprender cómo la asignatura (especialmente la asignatura de geografía) desarrolla ideas permite comprender la base metodológica y la particularidad de la información que muestran los datos. espacio social....


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