Historiografía Alemana Siglo XIX PDF

Title Historiografía Alemana Siglo XIX
Author Fabiola Romero
Course Tendencias Historiográficas I De la Ilustración a la Primera Guerra Mundial
Institution Universidad de Málaga
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Resumen de la parte de David referente a la historiografía alemana del siglo XIX. Apuntes de Tendencias Historiográficas I de cuarto de historia....


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HISTORIOGRAFÍA ALEMANA SIGLO XIX

Contexto histórico: Entre el nacionalismo y la unificación. El contexto histórico en el que se enmarca la historiografía alemana del siglo XIX va unido al proceso de unificación de Alemania bajo los estandartes del nacionalismo histórico y representado a nivel político por los denominados EstadoNación, modelo que surge en este siglo XIX. El origen del sentimiento nacionalista alemán surgió durante la ocupación napoleónica de gran parte de los estados alemanes, éstos se levantarán contra el poder de Napoleón enarbolando bajo un signo nacional y de unión para obtener su liberación. Es lo que se conoce como “Guerra de Liberación alemana” (1812-1813). Tras la caída del imperio napoleónico vuelve a darse en el territorio alemán la idea de una unificación de todos los diversos estados o confederación de pequeños estados herederos del antiguo Sacro Imperio Romano Germánico, bajo la convicción de un Estado único alemán. Será durante la revolución liberal de 1848 cuando se forje una creciente movilidad de grupos de carácter nacionalista que alientan cada vez más la constitución de un Estado único que acogiese a todos los alemanes. Sobre quién lideraría esta unificación había dos candidatos con posturas distintas. Por un lado estaba Austria, que a nivel político estaba conformada como un imperio de carácter centralista bajo cuyo gobierno existía una amalgama de diversos pueblos como eslavos, italianos, húngaros, rumanos y alemanes, lo que conllevaba una heterogeneidad de lenguas, costumbres, religiones, valores…y que en numerosas ocasiones provocaron protestas de índole nacionalista contra el Imperio austriaco. En lo económico carecía de una burguesía que llevase a cabo un proceso de industrialización y crecimiento económico del territorio. En el lado opuesto se encontraba Prusia, que políticamente era un Estado más homogéneo que el austriaco y que gracias a su activa y creciente burguesía, la cual contaba con el apoyo del sector aristocrático poseedor de tierras (Junkers) convirtió al Estado prusiano en un modernizado Estado, sobre todo en su zona occidental, propiciando un rápido crecimiento económico e industrial. Asimismo la burguesía alemana influyó con sus ideas de corte liberal en las instituciones gubernamentales y que aspiraban a la construcción de un Estado Nacional alemán.

Por tanto será el Estado prusiano, quien finalmente lidere la unificación alemana y que se desarrollará entre 1862 y 1870, siendo el artífice de ésta el político y militar de origen alemán Otto von Bismarck, apodado el Canciller de Hierro. La fecha de 1870 fue la culminación de la unificación, tras derrotar en la batalla de Sedán a la Francia de Napoleón III, lo que permitió a los pequeños estados alemanes del Sur unirse al recién creado Estado de Alemania bajo una monarquía federal, constitucional y parlamentaria. El nacionalismo alemán tuvo un carácter conservador u orgánico, es decir que se forja como respuesta del pueblo frente a un agente exterior que oprime, recuérdese la “Guerra de Liberación Alemana” frente al dominio napoleónico. Para ensalzar ese sentimiento nacional se recurrió a rememorar el pasado y los aspectos culturales e históricos que la definen; elementos de estudio de la historiografía del siglo XIX y basada en las corrientes del Romanticismo y el Positivismo. Considerando de este modo al pueblo o nación como un organismo vivo y de carácter determinista (ideas de Ratzel y su espacio vital), dotando a la nación de un espíritu propio o nacional (Volksgeist) basado en la idea del filósofo romántico germano J. G. Herder (1744-1803) a través de su obra Una filosofía de la Historia de la Humanidad, una extensa obra que se publicó entre 1784-1791, quien además otorgaba a cada nación un papel en la Historia. Destacó también J.G. Fichte (1762-1814) en cuyos Discursos a la nación alemana (1806), que escribió durante la ocupación de Berlín por Napoleón, marcó el origen del nacionalismo alemán. Este nacionalismo conservador que adoptó Alemania derivó bien entrado el siglo XIX en concepciones de tipo imperialista, iniciando la tendencia de las naciones a salir y ampliar sus horizontes, bajo una visión de superioridad nacional (eurocentrismo) y que se ve reflejado en la colonización política y económica de África y Asia. Historia e historiografía en la Alemania del siglo XIX Desarrollado este marco histórico sobre como surge el nacionalismo alemán y la consiguiente unificación en un Estado Nacional Único, y que es esencial para la comprensión de la historiografía alemana de este momento, ya que el eje central de la disciplina histórica durante esta etapa decimonónica será el estudio de la Nación y su conformación como sujeto histórico. En Alemania, las universidades se convertirán en centros con una función político-ideológica, cuyo cometido será el desarrollo de una cultura nacional sin crítica social. Asimismo, los centros universitarios formarán a la población para reverenciar al

Estado legitimándolo. A raíz de esta función la Historia se convertirá en profesional, científica y realizada por historiadores que son funcionarios del Estado, por tanto servidores de él, percibiendo por ello retribución económica y status social respetable. Aunque hemos mencionado que en este momento la historiografía del siglo XIX tiene como temática principal el estudio de la Edad Media por ser el germen de los primeros atisbos de conciencias nacionales. La historiografía alemana ampliará los temas de estudio a otras épocas. La periodización de la historiografía alemana del siglo XIX sigue los parámetros tradicionales de la división en dos etapas: una romántica y otra positivista. En esta última tendrá una especial relevancia Leopold von Ranke, al que se le reconoce como “el Padre de la Historia” y que impulsará una nueva corriente historiográfica derivada de la positivista, el HISTORICISMO. En un primer momento, ante la preeminencia de Prusia como líder de la unificación política, surgirán dos bandos de historiadores, aquellos que se oponen a esta preeminencia prusiana como F.C. Schlosser (1776-1861) y autor de la obra Historia Universal del Pueblo Germano, o el discípulo de éste, Gervinus (1805-1871) autor de Historia de la Poesía Alemana; y los defensores de la misma, como fueron los casos de H. von Sybel (1817-1895) o J. G. Droysen (1808-1884). Al mismo tiempo en la historiografía alemana se da una suma importancia a los trabajos de gran erudición y a la recopilación masiva de documentos y publicados bajo grandes colecciones, destacando los Monumenta Germaniae Historica, y que abarca fuentes desde el Imperio Romano hasta 1500. También surgen numerosas revistas de estudios históricos como la Historische Zeitschrift (1859). Principales autores e historiadores de la historiografía alemana s. XIX.

B. G. Niebuhr: el inspirador La primera figura llamativa dentro de esta historiografía alemana fue B. G. Niebuhr (1776-1831) este historiador y filólogo de origen danés, pero asentado desde niño en la ciudad alemana de Meldorf fue profesor en la Universidad de Berlín. Se le concibe como un historiador de transición entre la Ilustración y el romanticismo. En sus estudios históricos aplicó el método filólogico o también conocido como “método histórico

crítico”, asimismo fue uno de los fundadores de la llamada Sociedad de Ciencias Históricas Filológicas y Críticas. Su obra más destacada fue Historia de Roma (18111812), pues frente a la temática central en Historia del periodo de la Edad Media, Niebhur se inclinará por el estudio del mundo antiguo, buscando paralelismos entre la Historia del Estado romano y su presente. Su obra puede definirse como un trabajo de erudición ejemplarizante por la crítica que hace sobre las fuentes que recopila. Niebhur sirvió de modelo de inspiración para los posteriores filólogos e historiadores alemanes del siglo XIX. Leopold von Ranke y el historicismo alemán. Otro historiador alemán significativo fue Leopold von Ranke (1795-1886), cuyas obras se centran en la Baja Edad Media y la Edad Moderna. Mencionar obras de la talla de Historia de los pueblos latinos y germánicos de 1494 a 1514, publicada en 1824, Historia de los papas (1834-1836) o Historia de Alemania durante la Reforma (1847). Es considerado como el “padre de la Historia” y recogió el testigo de Niebhur, añadiendo una nueva metodología, donde la tarea del historiador es exponer como ocurrieron las cosas, es decir, la construcción de una secuencia coherente de los hechos verdaderos, una de las bases de la corriente filosófica del Positivismo. Ranke es un ejemplo de historiador positivista y su pensamiento sobre la Historia es que ésta tiene puede lograr una verdad objetiva equiparable a la de las Ciencias Naturales. Por otro lado, Ranke fue el impulsor de la corriente del Historicismo, derivada de la positivista y que tuvo un gran auge, ya que sus postulados apoyaban fundamentalmente al Estado prusiano (era un funcionario) y ejerció una gran influencia tanto a nivel nacional como internacional. Convirtiendo al Historicismo en una nueva metodología para hacer Historia. Sin duda el aspecto más destacable de este historicismo es su rechazo absoluto al universalismo propugnado por la Ilustración. El pensamiento historicista de Ranke se asienta en el rechazo a las grandes teorías sobre el pasado articuladas con escasos datos y referencias, un claro ataque al universalismo ilustrado. Él propondrá que para establecer hechos verdaderos en la Historia es necesario un estudio exhaustivo y crítico de las fuentes a través de la recopilación de masivos datos, es decir que mediante este método Ranke cree en la posibilidad de la objetividad del conocimiento histórico.

Para Ranke la Historia sólo tiene cabido el estudio de los grandes personajes, los Estados y los grandes hechos históricos. De ahí que el historicismo centre sus esfuerzos en el conocimiento de la Historia Política, diplomática y los conflictos. Teniendo esto en cuenta, puede verse que el historicismo relega a un segundo plano o margina la composición de una Historia Social, visión que cambiará radicalmente a finales del siglo XIX con el auge del marxismo y sobre todo en el siglo XX con la aparición de la Escuela francesa de Anales. Wilhelm Dilthey: pensador historicista. Otro autor destacable del historicismo alemán fue Wilhelm Dilthey (1833-1911) y cuyo pensamiento sobre la Historia queda reflejado en la frase: “Lo que el hombre es, lo experimenta solo a través de su historia”. Su principal obra fue Introducción a las Ciencias del espíritu (1883), considerada como la primera obra de tipo historicista. Para Dilthey todo aquello de relevancia para el hombre puede considerarse como un hecho histórico....


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