Tema 1 Literatura siglo XIX- Apuntes 1 PDF

Title Tema 1 Literatura siglo XIX- Apuntes 1
Course Literatura S. XIX (II)
Institution Universidad de Murcia
Pages 4
File Size 157.9 KB
File Type PDF
Total Downloads 80
Total Views 156

Summary

Son idas de olla de Sagrario, que la suerte os acompañe....


Description

Es un siglo en el que los escritores dejan de ser asalariados o escritores con mecenas cuyas obras escriben por encargo y toman un papel voluntario desde el escritor. Se considera artista autónomo, narrador de su época, se ve con la obligación de ser notarios de su época. La aparición de periódicos incluye a los escritores como articulistas de opinión, lo que hace que la concepción del escritor varíe y tenga una concepción más crítica de la sociedad. Este siglo también conlleva una subjetividad, y a partir del realismo y el naturalismo en la novela con todo lo que conlleva nos encontramos con la dificultad de análisis porque hay una problematización del contexto en la obra un dialogo entre autor, texto y receptor, y la relación con el receptor. Cada género tiene una relación diferente con el contexto, que se restringe al teatro hasta el XVIII. A partir del XIX se democratizan todos los géneros. Los lectores se fidelizan a un autor mediante las publicaciones periódicas; es decir, que cualquiera podía ser lector por un módico precio. Toda la sociedad participa en el movimiento literario. Es tan radical el cambio que se cambia la concepción de la literatura en occidente. Es muy difícil aislar las obras importantes. En el siglo XIX hay dos temas insoslayables: la Iglesia y la mujer. En La Regenta ambos problemas están imbricados. La Regenta se escribe entre los años 1884-1885 y está muy cerca del fenómeno del Regeneracionismo, del que se puede considerar a Clarín parte, junto con personalidades como Ganivet, Joaquín Costa, Ramiro de Maeztu. Estos intelectuales ponen el dedo en la llaga en los males de España. Esto cristaliza en el desastre de la pérdida de las colonias y en la Crisis de fin de siglo (1870-principios de s. XX) que pone de manifiesto la generación del 98. La Regenta ya es una obra de crisis: estos problemas se muestran en esta obra de forma dramática. Otra lectura puede ser las Rimas y leyendas de Bécquer, porque la indeterminación genérica que se da en este siglo se muestra en esta obra: en las leyendas convive lo lírico con lo prosaico. Pertenece a la corriente simbolista. No es un romántico, sino un postromántico simbolista.

1.Introducción al siglo XIX El pensamiento y el arte del siglo XIX español se hallan sometidos en líneas generales (como de hecho ocurre en nuestro país desde aproximadamente la segunda mitad del siglo XVII) a un proceso de encabalgamiento que podemos calificar de retardatarismo y disfuncionalidad en el tiempo de la cultura con las consiguientes insuficiencias y complejidades que se puede inferir claramente de ello. Esto no quiere decir, sin embargo, que la evolución dialéctica de las formaciones culturales sea determinable en los grandes países europeos al modo de un sistema simple de constituciones exclusivistas que automáticamente se revelan; esto es, triunfan sobre las persistentes y posteriormente decaen para ser sustituidas. En la España moderna tal mecanismo de articulación histórico cultural se complica en razón de importantes superposiciones, eclecticismos ideológicos, heteromorfias artísticoliterarias y deficiencias morales.

En la Edad Media ya era España un país retardado, antes del siglo XII cuando se abre el camino de Santiago. Toda la Edad Media culturalmente hablando fue una revisita constante a las fuentes clásicas con foco en los monasterios. Es una etapa de letargo donde una minoría detentaba la producción cultural. En los siglos XI y XII empiezan a surgir la literatura nacional al tiempo que la peregrinación se hace internacional. Esta peregrinación dotó a la península no musulmana de una vía de apertura hacia las ideas que venían de Europa. Así se alinea con la cultura europea. También hay una política matrimonial de los Vetusta es una metonimia de Ana Ozores, Fermín Reyes Católicos orientada hacia Europa, lo que de Pas es amo y señor de Vetusta, así como lo es hace que España se posicione al nivel de de muchas mujeres y en concreto de Ana. Este Borgoña, Italia o Francia. Cuando surge el poder de la Iglesia es el que se muestra en Fermín prerrenacimiento, en España se adapta con en la Regenta. Ana se debate entre la idea del rapidez. En el XVII, sin embargo, cambia esta honor por ser mujer casada, el poder psicológico tendencia. A finales de s. XVI se enfrenta al problema del luteranismo y se produce una que ejerce en ella Fermín y el deseo por Álvaro escisión en la comunidad cristiana: el católico Mesía: se convierte en un personaje muy complejo necesita un intermediario eclesiástico, el y muestra la problemática de la mujer de su siglo. confesor, mientras que el luterano puede interpretar por sí mismo las sagradas escrituras y no necesita un intermediario para hablar de Dios. Así se rompe el poder de la Iglesia. Carlos V organizó el Concilio de Trento para hacer jerárquica la Iglesia dentro del sistema político. La retardación de España viene muy determinada por este momento. Este Concilio dio más poder político a la Iglesia católica en la Corona Española con poder omnímodo y en igualdad o incluso más con el poder político. España se hace impermeable a las ideas de progreso que circulan por Europa, porque la Iglesia no quiere que los avances científicos calen en la sociedad porque se adueñarían de su campo de poder y su estatus como primer poder en España. La articulación histórico-cultural se complica por la permeabilidad de las ideas europeas. Los eclecticismos ideológicos vienen por el juicio racional de ciertos individuos frente al dogma de la Iglesia. Estas ideas vienen determinadas por el poder de la Iglesia, que hace que las ideas no lleguen con claridad ni por los cauces adecuados, de modo que no es posible adherirse a una ideología única y completa; salvo excepciones como el padre Feijoo, aunque nunca se apartó de la Iglesia católica. Las heteromorfias artístico-literarias se refieren a las formas diferentes que proliferan en la literatura española, la no distinción de los géneros literarios, la poesía empieza a derivar en prosa poética, la prosa empieza a distinguir la novela, el cuento corto. Ahora nacen nuevos géneros y se difuminan los límites entre los géneros ya existentes, que se ahondan cada vez más en el XX. MENÉNDEZ PIDAL habla de las características de la literatura española y habla del excesivo realismo de la literatura española. Francisco Ayala le critica sus teorías sobre esta cuestión. Pidal considera que la literatura española es la continuación retrasada de las corrientes europeas. Esto solo ocurre a partir del Concilio de Trento a mediados del siglo XVIII. Encontramos según él un gran apego al realismo en la literatura española. Ayala refuta esta idea citando a Valle-Inclán, a Quevedo, al Arcipreste de Hita; es decir, que debemos hablar de una polarización entre un excesivo apego a un gran realismo y al movimiento contrario, hacia una deformación de lo real.

La cultura a los elementos realistas se da más a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. La literatura fue sensible a la falta de progreso que se empieza a percibir claramente a partir de la segunda mitad del siglo XVII. La literatura empieza a ser un vehículo de ideas. El padre Feijoo representa una cierta apertura a las ideas avanzadas de Europa, pero en España siempre ha existido desde el Concilio de Trento un espíritu refractario ante estas ideas. En España hay una vinculación de los ideales con la Monarquía y la Iglesia, la idea de Dios. Esta idea choca con la de la religión privada y los derechos del individuo. En las primeras décadas del XVIII asistimos a una pervivencia del arte barroco. En el siglo XIX las primeras décadas también se van a iniciar con la pervivencia de la cultura Neoclasicista. Desde un punto de vista formal el siglo XIX es el siglo del Romanticismo y del Realismo. En España, sin embargo, se inicia con la pervivencia de las ideas éticas y estéticas neoclásicas. El hecho es que las grandes decisiones artísticas y científicas del mundo moderno se efectuaron siempre fuera de la península ibérica.

Si nos centramos en lo que es el estudio de la poesía española del siglo XIX fundamentalmente tenemos una crónica del Romanticismo, pero ¿qué entendemos por romanticismo? Tenemos por una parte la poesía prerromántica, es decir, una fase preparatoria. Debería llamarse neoclásica-prerromántica, con la pervivencia del neoclasicismo y atisbos del romanticismo. Los poetas de esta etapa empiezan a dar cabida a elementos subjetivos. Los signos de esplendor de Europa son los signos medievales. Esto explica el gusto por la mirada al pasado del romanticismo. También marca la idea de neoclasicismo francés que impone unas reglas contra el neoclasicismo alemán que mira el fondo. Esta dualidad propicia el pre-romanticismo, que convivía con el neoclasicismo. Hay que entender pues la paradoja que esto provoca. Paradoja Rousseaunianas → se considera prerromántico porque asume dos tendencias que parecen opuestas. El hombre que debe vivir en sociedad hace un pacto para ello. También dice que el hombre es bueno por naturaleza, porque está ligado a la naturaleza en sí, pero la sociedad lo corrompe. Pero necesita el amparo del estado que le garantiza seguridad y reglas. Esta antinomia se resuelve en la literatura: distingue al hombre como ser social y como ser natural. Mediante la figura del poeta, que es el hombre privilegiado que va a conservar la ligazón con la naturaleza y la va a traducir a través de su poesía al resto de los humanos. La ligazón con la naturaleza ya no es Dios, sino la poesía. El poeta es un hierofante, ligado al aspecto primigenio natural con un Don Divino para traducir lo natural al resto de los humanos. El romanticismo rescata el valor de los poetas que Platón había denostado en su República. Después encontramos un núcleo romántico, e inmediatamente después y casi superponiéndose vamos a encontrar la llamada “disyunción dialéctica” correspondiente al periodo positivista (realista-naturalista). El Positivismo va a ser una corriente que aparentemente va a acabar con el Romanticismo, aunque en realidad se superponen. El positivismo es la corriente de pensamiento de origen francés que aspira a convertir en

ciencia todo el conocimiento humano, es decir, tiende a intentar poner orden en el caótico mundo de la realidad. En el siglo XIX, esta esfera del positivismo que hace de este el siglo de las disciplinas científicas choca con las disciplinas artísticas. El positivismo quiere cubrir todos los ámbitos de la creación humana, incluyo aquellos poco clasificables. La historia comienza a adquirir el carácter de historiografía. La historia debe tener unos visos científicos. Nace también la disciplina de la Historia de la Literatura para dar estatuto de disciplina científica. Esta tendencia positivista siguió, pero se superpuso a la romántica. Al final del siglo XIX con una progresión poética del Simbolismo, y en el caso hispánico del Modernismo. Los primeros atisbos románticos se dan simultáneamente con el idealismo alemán, encabezado por Kant, que propugna la concepción del mundo desde un punto de vista individual, es decir, que cada individuo concibe su mundo. El Sturm-und-Drang es el inicio del Romanticismo (Romantik). Se da a finales del siglo XVIII en Alemania. En esos años Kant, que acoge los argumentos de la fenomenología, en especial la influencia de Hume, que decía que el ser es el que percibe y que en función de eso cada ser podía percibir cosas diferentes. Si la verdadera facultad humana es la de percibir subjetivamente los fenómenos objetivos cada ser humano tiene derecho a tener su propia percepción del mundo. Las raíces del Racionalismo quedan socavadas. Kant hace síntesis de estas ideas y hace una Crítica del juicio estético. El prerromanticismo es hijo de las doctrinas de la ilustración, las racionalistas. Sin embargo, la percepción entra en el terreno de lo subjetivo, no de lo objetivo que se supondría de la racionalidad. Estas ideas románticas se extienden paulatinamente por toda Europa a principios del siglo XIX:  En Inglaterra encontramos principalmente a Coleridge y a Wordsworth, que llevaron y cultivaron estas ideas.  En Italia fue Leopardi quien hizo avanzar las ideas del Sturm-und-Drang.  En Francia la difusora fue Madame de Staël, que publica De l’Allemagne en 1813. Es la introductora del Romanticismo en Francia.  Es España tenemos a la figura controvertida de Juan Nicolás Böhl de Faber, de origen alemán y cónsul de Alemania en España. Impulsó la primera oleada romántica en España. Ese primer romanticismo va a tener una primera horneada de obras de escritores ingleses como Edward Young con Las Noches, y Macpherson. En cuanto a los pensadores del romanticismo debemos mencionar a Hegel y su Estética, Hamann y Herder....


Similar Free PDFs