Informe final Construcción de Instrumentos Psicológicos PDF

Title Informe final Construcción de Instrumentos Psicológicos
Course Investigación y estadística 1
Institution Pontificia Universidad Católica del Perú
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FACULTAD DE PSICOLOGÍA INFORME FINAL Integrantes: Zagazeta Iturrizaga, Teresa     20155354 Guzmán Salazar, María Fátima                 20162350 Nako Takehara, Emi Sheyla       &nb...


Description

FACULTAD DE PSICOLOGÍA INFORME FINAL Integrantes: Zagazeta Iturrizaga, Teresa

20155354

Guzmán Salazar, María Fátima

20162350

Nako Takehara, Emi Sheyla

20150789

Pessoa Castillo, Priscilla Grace

20135487

Curso: Construcción de instrumentos psicológicos Horario: 7136 Profesora: Silvana Romero Asistentes del curso: Manuel Pacheco y Natali Alcántara

SEMESTRE 2018-2

CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DE UN INSTRUMENTO PARA MEDIR LAS ACTITUDES HACIA EL TRABAJO EN EQUIPO Resumen El presente trabajo tuvo como objetivo la construcción de un cuestionario para valorar las actitudes que existen por parte de estudiantes universitarios hacia los trabajos en equipo. En la construcción de la prueba se trabajaron 30 ítems mediante los cuales se evaluaron dos principales dimensiones del trabajo en equipo: estas dimensiones fueron la satisfacción y las consecuencias del trabajo en equipo. La muestra seleccionada para la aplicación de la prueba fue un grupo de estudiantes de una universidad privado de Lima Metropolitana con un rango de edad entre los 16 y 26 años. La validez discriminante de esta prueba fue medida mediante la comparación realizada con el Cuestionario de Potencia de Equipos de Aprendizaje (CPEA) obteniendo correlaciones significativas, tanto directas como grandes-medianas relacionadas a los constructos de Confianza y Rendimiento, además del análisis factorial (con el que se llegó a explicar un 33,1%. de la varianza total) y análisis de confiabilidad correspondientes. El instrumento construido dejó como registro una alta validez y confiabilidad para medir las actitudes de los estudiantes frente al trabajo en equipo. Se concluye el estudio con la discusión de los resultados obtenidos en la aplicación de la prueba. Palabras clave: Actitudes; trabajo en equipo; equipos de aprendizaje. Abstract The objective of this work was to construct a questionnaire to assess the attitudes that exist on the part of university students towards teamwork. In the construction of the test, 30 items were analyzed through which two main dimensions of teamwork were evaluated: these dimensions were the satisfaction and the consequences of teamwork. The sample selected for the application of the test was a group of students from a private university in Metropolitan Lima with an age range between 16 and 26 years. The discriminant validity of this test was measured by the comparison made with the Learning Equipment Power Questionnaire (CPEA), obtaining significant correlations, both direct and large medians related to the Trust and Performance constructs, as well as the factorial analysis (with which it was explained 33.1% of the total variance) and corresponding reliability analysis. The built instrument left as a record a high validity and reliability to measure students' attitudes towards teamwork. The study is concluded with the discussion of the results obtained in the application of the test. Keywords: Attitudes; teamwork; learning equipment.

Introducción En los últimos años, la psicología educacional ha realizado distintas investigaciones para la implementación de nuevas prácticas educativas; con el fin de mejorar el proceso de aprendizaje y la adquisición de conocimientos en distintos contextos académicos (Berliner & Calfee, 2013). En línea con estos avances, ha sido pertinente analizar distintos factores asociados en la efectividad de estas técnicas, con la intención de evaluar su importancia y promover futuros aportes en el área. En este sentido, uno de los focos de atención más predominantes ha sido la del aprendizaje colaborativo (AC), en donde se estudian las consecuencias, aportes y variables (académicas, sociales y afectivas) de los equipos como parte del proceso pedagógico (Del Barco, Mendo-Lázaro, Felipe-Castaño, Del Río & Fajardo-Bullón, 2017). El trabajo en equipo, también llamado trabajo en grupo por autores como Toro (2015), se define como un conjunto integrado y organizado de personas donde se permite la interacción de cualidades, habilidades y perspectivas complementarias; con el fin de esclarecer y evidenciar resultados orientados hacia un objetivo común (Ekimova & Kokorin, 2015; Kozlowski, Grand, Baard & Pearce, 2015; Toro, 2015). No obstante, un factor indispensable para la efectividad de este trabajo es que la conducta de sus miembros se vea guiada por una actitud favorable hacia las dinámicas grupales, es decir, una predisposición o valoración emocional, cognitiva y conductual positiva hacia estas (Rudawska, 2016, García & Farfán, 2015). Ante esto, las actitudes frente al trabajo en equipo se pueden definir como la predisposición del sujeto para involucrarse y trabajar activamente en grupo, la cual resultará de sus experiencias pasadas, expectativas y conocimientos previos respecto a la dinámica por realizar (Rudawska, 2016; Mendo-Lázaro, Polo-del-Río, Iglesias-Gallego, Felipe-Castaño & León-del-Barco, 2017). Las actitudes frente al trabajo en equipo se pueden estudiar desde distintas áreas; sin embargo, para efectos del presente trabajo, y siguiendo la línea de autores como MendoLázaro et al. (2017), se hará hincapié a las áreas académica y social. Por un lado, el área académica se focaliza en la efectividad del aprendizaje y cómo el trabajo conjunto con otras personas enriquece el proceso de adquirir e interiorizar información; aquí, las variables importantes a evaluar son la producción de aprendizaje y motivación por los temas de estudio. Por otro lado, el área social se centra en la interacción social y la formación de

relaciones amicales que puedan surgir en el proceso de alcanzar la meta académica (MendoLázaro et al., 2017). El constructo de actitudes hacia el trabajo en equipo está relacionado con la motivación que presentan las personas en relación (antes, durante y después) a la actividad académica. La motivación es considerada por Reeve (2010) y Toro (2015) como el conjunto de factores que impulsan y direccionan un determinado comportamiento y la realización de una actividad, estos factores pueden ser considerados como estímulos tanto internos como externos (Reeve, 2010; Toro, 2015). La motivación es un factor determinante en el desarrollo de actitudes favorables hacia el trabajo en grupo, dado a que cada uno de los miembros posee un determinado tipo de motivación que facilita la planificación y ejecución de un buen proyecto; con el fin de modificar, positiva o negativamente, la valoración que se tenga de este (Reeve, 2010; Toro, 2015). De igual forma, otro de los factores de interés para entender este constructo es el de potencia del trabajo en grupo, el cual hace referencia al conjunto de creencias que tiene el equipo acerca de su efectividad para realizar una tarea específica; asimismo, este constructo guarda especial relación con los procesos motivacionales del grupo, lo que beneficia el rendimiento efectivo de los miembros y la obtención de una mejor calidad de resultados (Del Barco et al., 2017). El uso de este término alude a los cambios metodológicos que se han dado en el aprendizaje cooperativo, el cual busca evaluar las estrategias pedagógicas desde una perspectiva orientada en los alumnos y su participación en el proceso educativo (Tran, 2014). Distintos autores han debatido sobre si algunos factores sociodemográficos como el sexo son determinantes en la construcción de las actitudes hacia el trabajo en equipo. Si bien autores como Mellanby, Martin, y O’Doherty (2000) expresan que no existe influencia del sexo en los roles de competitividad y dominancia que se desarrollan dentro del trabajo en equipo, Lee (1993) encontró que existen diferencias de valoración y participación entre grupos de sexo diferentes. Por ejemplo en un grupo conformado solo por mujeres existe una mayor interacción y una mayor apertura a ayudar y recibir ayuda en comparación con un grupo formado únicamente por hombres, mientras que los grupos mixtos existe inequidad respecto a la participación y expresión de opiniones en la que los hombres tienen más predominancia que las mujeres (Mellanby et al., 2000; Lee, 1993 citado en Underwood, 2003). No obstante, en términos de la competencia de trabajo en equipo, no se encuentran diferencias significativas entre sexos ni edad, por lo que se infiere que el factor más

importante para predecir un aprendizaje de mejor calidad es la actitud que se tenga frente al contenido que se busca dominar (Aguilar, Cedillo & Valenzuela, 2015). Dentro de este marco, es pertinente la descripción y análisis de pruebas que puedan mostrar la importancia de la medición del constructo elegido. El primer instrumento a analizar es el “Cuestionario de actitudes hacia el trabajo en equipos de aprendizaje” (CACTE, por sus siglas en inglés: Questionnaire on Attitudes toward Learning Teams) (Mendo-Lázaro et al., 2017). Dado a que las actitudes son medibles por medio del comportamiento y a las evaluaciones por medio de auto reportes, este instrumento utiliza una escala de Likert de 5 puntos, donde 1 es completamente en desacuerdo y 5 totalmente de acuerdo, con el fin de medir el constructo dentro de las dimensiones académica y social-afectiva de los estudiantes. Por un lado, la primera dimensión, referente a lo académico, incluye las actitudes, creencias y valoraciones de los estudiantes en base a sus expectativas y resultados obtenidos del trabajo en grupo; para esto, se incluyeron ítems como “La calidad del trabajo mejora cuando se trabaja en grupo” y “El trabajo en grupo es importante para mi aprendizaje” (Mendo-Lázaro et al., 2017). Por otro lado, la dimensión socio-afectiva hace referencia a la valoración, positiva o negativa, del trabajo e interacción con los otros; para esto, se utilizaron ítems como “Confío que mis compañeros harán su parte del trabajo correctamente” y “El trabajo en equipo favorece las relaciones amistosas” (Mendo-Lázaro et al., 2017). Las ventajas de esta prueba es que la escala utilizada es pertinente para recolectar valoraciones sobre el trabajo en equipo de forma concisa, además de poseer ítems cortos y precisos para la población a evaluar. Del mismo modo, el esquema presentado al final del informe de Mendo-Lázaro et al. (2017) permite observar un equilibrio entre los ítems elegidos (6 de cada tipo), lo cual permite equidad al momento de evaluar las variables elegidas. No obstante, el instrumento presenta ciertas limitaciones. Una de ellas es que los resultados obtenidos no son generalizables a todos los grupos universitarios, por lo que los ítems podrían adaptarse de acuerdo al grupo de jóvenes a evaluar basado en sus características de estudio y a la metodología que su centro de estudio les plantea en su formación. El segundo instrumento, utilizado por Del Barco et al. (2017) es el Cuestionario de Potencia de Equipos de Aprendizaje (CPEA), el cual evalúa la percepción que tienen los estudiantes sobre el desempeño de su equipo de trabajo. Este grupo se encuentra dividido en dos dimensiones: la confianza y el rendimiento. Para evaluar la primera dimensión de confianza se utilizaron los primeros 4 ítems de la prueba, ítems como “Mi equipo tiene un alto grado de eficacia” permiten medir el nivel de confianza que el participante en su equipo

de aprendizaje. Mientras que para medir la dimensión de rendimiento se utilizaron los últimos 4 ítems, entre estos se encuentran ítems como “Mi equipo es uno de los mejores de mi clase”, esto le permite al participante brindar una respuesta objetiva que describa el tipo de rendimiento de su respectivo equipo de aprendizaje. En esta prueba se utiliza una escala de tipo Likert con 10 intervalos en forma numérica (1 /totalmente en desacuerdo- 10/totalmente en desacuerdo) que permite un mayor grado de especificidad en las respuestas. Por los aportes que esta estrategia pedagógica representa para el aprendizaje colaborativo previamente mencionados, el objetivo de esta investigación es construir y validar un instrumento que mida las actitudes hacia el trabajo en equipo en estudiantes de una universidad privada de Lima y obtener sus propiedades psicométricas de validez y confiabilidad.

Método Participantes La muestra total de participantes a los que se les aplicó el instrumento fue de 66 estudiantes de una universidad privada de Lima entre los 16 y 26 años ( M = 20.14; DE = 2.42); de los cuales el 56.1% (N = 37) eran mujeres y el 43.9% (N= 29), hombres. Los participantes eran de distintas facultades; sin embargo, el 22.7% (N = 15) eran de Estudios Generales Ciencias y el 18.2% (N = 12) pertenecían a Ciencias y Artes de la Comunicación. Del mismo modo, la mayoría de los estudiantes encuestados pertenecían a los ciclos de segundo (N = 16) y sexto (N = 16) con el mismo porcentaje de 24.2%. Por otra parte, se consideró pertinente preguntarles si preferían trabajar solos o en equipo, del primero se obtuvo 47.0% (N = 31) y del segundo, 53.0% (N = 35). Las evidencias anteriores fueron recolectadas mediante un proceso de muestreo que se llevó a cabo de manera aleatoria, debido a que solo se tenía un criterio de selección, el cual era ser estudiante de la universidad privada elegida. De este modo, se velaron los estándares éticos pertinentes en cada aplicación, se le presentó un consentimiento informado a todos los participantes, el cual describe las pruebas y la ficha sociodemográfica que tenían que llenar. Así mismo, en el consentimiento se señaló que la participación de los estudiantes era completamente voluntaria y confidencial, que podían abstenerse de contestar las preguntas y que sus respuestas serían utilizadas únicamente para fines académicos.

Medición Para la medición del constructo actitudes hacia el trabajo en equipo se creó la prueba AHTE-1, la elaboración de ítems de este instrumento constaba en un principio de 30 ítems, divididos en 15 por cada área. Finalmente por la evaluación de validez de contenido (criterio de interjueces) los ítems se redujeron a un total de 20 que se midieron de igual forma con la escala Likert de 5 puntos. La prueba fue dividida en dos dimensiones básicas que son la dimensión académica y la dimensión social. La primera dimensión se encuentra directamente relacionada con la efectividad del aprendizaje, el procesamiento de información y la aplicación de la misma. Por otro lado, la dimensión social abarca el desarrollo de relaciones interpersonales que se dan en el proceso del trabajo en equipo. Este instrumento utiliza una escala de Likert de 5 puntos, donde 1 es completamente en desacuerdo y 5 totalmente de acuerdo, esta escala permite medir el constructo dentro de las dimensiones académica y social de los estudiantes. La escala presentada permite contabilizar e interpretar mejor las respuestas valorativas que emitan los evaluados para poder dar un mejor análisis de las actitudes hacia el trabajo en equipo, en esta escala los valores totales más grandes representan un puntaje mayor en actitudes positivas hacia el trabajo en equipo incluyendo en estos valores los puntajes de ítems inversos ya recodificados. La prueba psicométrica utilizada para medir la validez discriminante y la correlación con el constructo en cuestión fue el Cuestionario de Potencia de Equipos de Aprendizaje, cuyo objetivo principal fue evaluar la percepción que los estudiantes del trabajo en equipo que realizan y de los resultados de estos trabajos. Esta escala se encuentra construida por un total de 8 ítems puntuados por una escala numérica de Likert de 10 puntos, en esta escala se considera al número 1 como Totalmente en desacuerdo y el número 10 representa un Totalmente de acuerdo. Esta prueba fue construida por los investigadores Del Barco, MendoLázaro, Felipe-Castaño, Polo del río y Fajardo-Bullón para estudiar la potencia de equipo y el aprendizaje cooperativo en el ámbito universitario. Para revisar las propiedades psicométricas de este instrumento se realizó un Análisis Factorial, en la cual las pruebas KMO (.894) y Bartlett (807.91) indicaron que era conveniente seguir con el análisis; asimismo, para llevar a cabo la consideración de factores se empleó la rotación Oblimin que dio como resultado 2 factores: Confianza y Rendimiento. La Confianza explica el 46% de la varianza y detalla los niveles de seguridad que tienen los miembros del equipo sobre el resultado de su trabajo, mientras que el Rendimiento logra proyectar el 24% de la varianza y hace referencia a las consideraciones personales de los estudiantes con respecto al desempeño de los miembros del equipo trabajando conjuntamente.

Estos dos factores mantienen una correlación alta de .751, y en la evaluación de la consistencia interna de la prueba se utilizó el alfa de Cronbach con un puntaje de .900 dividido entre los dos factores presentados anteriormente: Confianza y Rendimiento con índices de .853 y .814, respectivamente. Procedimiento En primer lugar, se creó la prueba AHTE-1 en función a la literatura revisada, dicha prueba comenzó con 30 ítems que se dividían en dos dimensiones: Académica y Social. De este modo, se realizó la validez interna de contenido mediante interjueces, los cuales fueron 3 jueces que supervisaron la pertinencia (P), de acuerdo a la teoría del constructo; y la calidad (C), conforme al público objetivo (universitarios). El estatus final del ítem se definía según tres estados, los cuales son: aceptado, si es que el porcentaje de P ≥ 0.67 y si el promedio de C ≥ 4; sujeto a modificación, si es que P ≥ 0.67 y C < 4; y eliminado, si es que P < 0.67. En dicha revisión por parte de los jueces, se eliminaron 10 ítems por motivos de pertinencia con el constructo ya que ninguno de estos ítems calzaba de manera apropiada en las dimensiones escogidas; por otro lado, se modificaron 3 por razones de calidad resultando en un total un índice de validez interjueces del 60%. Finalmente, se realizó un estudio piloto que constó de 12 participantes, los cuales aceptaron realizar la prueba luego de mencionarles de qué se trataba y si tenían preguntas que no dudaran en comentarlas. Al término de la aplicación se les preguntó si tuvieron problemas con los ítems, las instrucciones o el formato de respuesta, ante lo cual la mayoría reportó no haber tenido problemas. Con respecto a las instrucciones, uno de los participantes mencionó que debía haber mayor precisión en el contexto respecto a la situación y tiempo, mientras que otro dijo que la redacción era confusa; por lo cual, se corrigieron las instrucciones de la prueba para un mayor entendimiento. Análisis de datos En la fase de elaboración de la investigación, se recogieron evidencias estadísticas por medio del Statistical Package for the Social Sciences 25 (SPSS). En primer lugar, la información recogida a la muestra seleccionada a través del instrumento construido por las evaluadoras fue ingresada a una base de datos creada por las mismas, el siguiente paso fue hacer un análisis descriptivo de los datos de la muestra, el cual proporcionó los porcentajes necesarios para describir a los participantes. En segundo lugar, se realizó la validez de dimensionalidad por medio del Análisis Factorial Exploratorio, en donde el KMO (Medida

Kaiser-Meyer-Olkin) y el Bartlett permitieron que se siguiera sacando el Análisis Factorial. Asimismo, al principio se realizó el análisis con el método de extracción de Factorización de ejes principales y un método de rotación Oblimin, el cual se aplica para factores relacionados; sin embargo, se obtuvieron puntuaciones medias-bajas, lo que mostró que los factores eran independientes; así que, se terminó analizando con el método de rotación Varimax, con el cual se consiguieron puntuaciones más altas, pero se mantuvo el método de extracción. Atendiendo a la confiabilidad que mide el paralelismo del ítem respecto a la prueba en conjunto se analizó mediante la covariación de los ítems con el coeficiente Alfa de Cronbach, debido a que las opciones de respuesta del instrumento son Escala de Likert. Por otro lado, se dió una validez externa discriminante de la prueba AHTE-1 en conjunto con la prueba de Cuestionario de Potencia de Equipos de Aprendizaje (CPEA), ya que ambas pruebas miden distintos constructos, pero tienen relación. La AHTE-1 mide la actitud de los universitarios hacia el trabajo en equipo y la CPEA mide la percepción de los estudiantes hacia el traba...


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