La herencia De Carlos V. Herencia paterna y materna. PDF

Title La herencia De Carlos V. Herencia paterna y materna.
Author Joaquin Ubeda Soriano
Course Historia del Mundo Moderno
Institution Universidad de Almería
Pages 7
File Size 127.2 KB
File Type PDF
Total Downloads 26
Total Views 194

Summary

Estudio aproximado de la Herencia de Carlos V. Se centra en las posesiones obtenidas por parte materna y paterna....


Description

Herencia de Carlos V, 1516-1519 Realizado por: Lucía Garfias Rodríguez; Joaquín Úbeda Soriano y David del Águila Exposito. Introducción El archiduque Carlos era hijo de Felipe, duque de Borgoña y de Juana de Castilla, era nieto del emperador Maximiliano I y María de Borgoña y de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Los enlaces entre las distintas casas gobernantes de los reinos de la Península Ibérica fomentaron la unidad política y territorial. Provechosas alianzas matrimoniales Los proyectos matrimoniales entre los Trastámara y los Habsburgo tenían como fin el defenderse del exterior, frente a las pretensiones francesas en el Rosellón y en el sur de Italia. Sería el reino de Nápoles la posición aragonesa a defender, ya que había sido amenazada por las incursiones del rey francés Carlos VIII en 1494, de ahí que se convirtiera en el objetivo principal de la política italiana de los Reyes Católicos. Con este compromiso, Maximiliano I se convertiría en enemigo de Francia, el cual se unirá a la Santa Liga en 1495 para intentar eliminar a Carlos VIII de sus pretensiones en el norte de Italia. Maximiliano, a diferencia de los Reyes Católicos no consiguió hacerse con los territorios de la Península de los Apeninos, pasando estos a la órbita de los franceses. No sería hasta el reinado de su nieto, y con los continuos ataques librados por los soldados españoles comandados por Gonzalo Fernández de Córdoba, cuando se acabaría con el sistema de estados italianos, promoviendo además el surgimiento de continuas alianzas entre las distintas potencias europeas. Infancia y juventud de Carlos I hasta 1517 Nació como ya se ha mencionado, el 24 de febrero de 1500 en Gante, convirtiéndose tras la muerte de su padre Felipe en 1506 en el futuro heredero de un imperio que iba desde los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano, pasando por España e Italia, hasta los territorios de Ultramar.

Fue educado en los Países Bajos, bajo la tutela de su tía Margarita, y en el espíritu de la cultura borgoñona tardomedieval, impregnada por la nobleza, y su aprecio de la lengua francesa. A su padre no llegó a conocerlo, y a su madre no la conocería manteniendo un contacto cercano hasta 1517. Desde una perspectiva religiosa, fue educado bajo los ideales “Devotio Moderna”, impulsada en los Países Bajos por Adriano de Utrecht, futuro papa Adriano VI. Además, perteneció a la Orden del Toisón de Oro desde los nueve años, fundada por el Duque Felipe el Bueno, la cual defendía la fe cristiana, y luchaba contra el hereje y el musulmán. Posteriormente se verá claramente estos ideales, que tuvieron una fuerte influencia en su política. Los Estados de los Países Bajos serían asumidos por su gobierno en 1515, como Duque de Borgoña. Los padres de Carlos I. Felipe y Juana de Castilla. La madre de Carlos fue Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca. Fue la tercera hija de los Reyes Católicos, nacida el 6 de noviembre de 1479 en Toledo. Tuvo una selecta educación y siguiendo con la política matrimonial que los Reyes Católicos hicieron con todos sus hijos, fue prometida con Felipe para reforzar los lazos con el Sacro Imperio Romano Germánico. El padre de Carlos V fue Felipe I de Castilla y IV de Borgoña, más conocido como Felipe el Hermoso. Era hijo de Maximiliano I, Sacro Emperador Romano y de María de Borgoña. El matrimonio entre los Reyes católicos dio a luz a cuatro hijos, Juan, Isabel, Catalina y Juana. La última de ellas será la importante en este trabajo por contraer matrimonio con Felipe el Hermoso, de la casa de los Habsburgo. Felipe, un valiente soberano borgoñón se encargó del control de los Estados de los Países Bajos. Los continuos viajes entre España y los Estados de los Países Bajos, para estar lo más cerca del control de las Cortes, propició que los seis hijos que tuvieron tras su matrimonio naciesen en distintos países. Así fue como Carlos nació el 24 de febrero de 1500 en Gante.

La política de Felipe, necesariamente reseñable, tras la propuesta de adhesión de Juana y él debido al miedo de los Reyes Católicos de no encontrar una línea sucesoria, fue una continua disputa con su suegro Fernando, debido a que al ser Duque de Borgoña mantenía posturas cercanas con los franceses, intolerable para los Reyes Católicos y Maximiliano I, por ser uno de los principales motivos de las alianzas matrimoniales. La Ley Sálica impedía que las Cortes pasaran al gobierno de la línea femenina, en este caso a Juana; pero lo único que consiguió fue atrasarlas, ya que el 27 de octubre de 1502 en Zaragoza, Fernando juró en la Declaración de adhesión que convertía a Felipe y Juana en reyes del trono de Aragón, con un par de matices, que pudieron no convertir a Carlos I en rey de los españoles, y es que si Fernando se volvía a casar y de esta unión nacía un varón, este sería el heredero y el encargo del gobierno del reino aragonés. Tras el anterior decreto, sería Isabel la encargada de redactar su testamento. La reina de Castilla ordenó el nombramiento de Juana, al ser heredera universal, dejando a un lado a Felipe, pudiendo ser reinado únicamente por Fernando si esta se encontraba indispuesta para gobernar. Tras la muerte de Isabel el 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo, y la futura alianza de Fernando con Germana de Foix, sobrina de Luis XII, se volvía al vasallaje que estas potencias habían mantenido durante bastante tiempo. Esto propició que los nobles se alejaran de Fernando por no cumplir con la palabra de ir contra las pretensiones francesas, y acercó aún más el trono a Felipe debido a los continuos ataques mentales que sufría Juana, siendo nombrado Rey de Castilla, aun llevándole la contraria al testamento de Isabel. Felipe se encargaría de relegar y apartar de la vida cortesana a su mujer, por culpa de los brotes psicóticos, y de las posibles conspiraciones en torno a su esposa. Sería tras la muerte de su marido de fiebre tifoidea en Burgos el 25 de septiembre de 1506 cuando, la reina Juana de Castilla, sucesora natural y propietaria de la corona de Castilla, caería enferma según crónicas de la época en “lesión del juicio y del entendimiento”. Esta enfermedad provocaría reacciones violentas y una extrema soledad debido a la vida que le daría su marido el cual se rodeaba de amantes, y esta veía en cualquier moza de la corte una enemiga debido a sus temibles celos; todos estos problemas le llevaron al encierro total junto a un clérigo debido al miedo de sus padres de que cayeran en el olvido sus obligaciones religiosas.

Fernando tomará la decisión en el otoño de 1509 de encerrar bajo vigilancia a su hija Juana hasta su muerte en Tordesillas en 1555. Herencia paterna. Por parte de su padre Felipe El Hermoso, Carlos V recibió en herencia los territorios de su abuelo Maximiliano I y su abuela María I de Borgoña. Maximiliano I de Habsburgo, archiduque de Austria, rey de Romanos y emperador del SIRG. Fue el segundo hijo del emperador romano Federico III y Leonor de Portugal y su etapa de gobierno estuvo caracterizada por hacer frente a numerosos conflictos como la guerra de sucesión de Borgoña, en la cual se vio metido al casarse con María I de Borgoña, las guerras italianas o el conflicto francés, este último se dio por terminado tras el deseo de Maximiliano por ceder la corona imperial a su nieto, el cual había obtenido recientemente el derecho a convertirse en soberano del reino de Castilla y de la corona de Aragón, por lo que se firmaron paces temporales con Francisco I de Francia. La abuela paterna de Carlos V, María de Borgoña, fue hija única del duque de Borgoña Carlos El Temerario por lo que de su padre heredó todas sus tierras, lo cual la convirtió en una de las figuras femeninas más adineradas y de mayor prestigio de la época, tal fue así que a lo largo de su vida recibió numerosos títulos como Duquesa de Borgoña, Duquesa de Luxemburgo, Duquesa de Brabante y Lothier, Condesa palatina de Borgoña, Condesa de Flandes y Condesa de Holanda y Zelanda entre otros. A la muerte de su padre tuvo que hacer frente a las pretensiones de la Francia de Luis XI de ocupar los Países Bajos, los expulsó con una carta que ella mismo promulgó “El Gran Privilegio”, lo cual le permitió gobernar los Países Bajos. Carlos V pues por parte de su abuela paterna María I de Borgoña recibió como herencia los Países Bajos, Artois, Flandes, Franco Condado y Borgoña. Por otro lado, por parte de su abuelo paterno Maximiliano I de Habsburgo, recibió los territorios en posesión de la casa de Austria, estos eran Estiria, Carintia, Tirol, Carniola, la propia Austria, Sundgau, el derecho sobre el ducado de Milán y posteriormente el título de príncipe elector del Sacro Imperio Romano Germánico. Carlos V recibió estos territorios tras el fallecimiento de su abuelo, el 12 de enero del año 1519. Aunque recibiera en herencia dichos territorios no fue hasta el 24 de febrero de 1530 cuando decidió tomar el título y coronarse como el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

El matrimonio entre Maximiliano I de Austria y María I de Borgoña dio lugar a dos hijos, Felipe el Hermoso y Margarita de Austria. Margarita de Austria recibirá la regencia de los Países Bajos a la muerte de su hermano mayor Felipe I y la tutela de su sobrino Carlos V y sus hermanas Leonor, Isabel y María. Felipe El Hermoso, padre de Carlos V, recibió los títulos que ostentaba su madre María I de Borgoña, controlando así los Países Bajos bajo la tutela de su padre Maximiliano. Fue su padre Maximiliano I quien orquestó el matrimonio de su primogénito con Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, matrimonio llevado a cabo por una razón política: debilitar el poder de Francia al unificar la corona española con los Países Bajos y posteriormente el Sacro Imperio Romano Germánico. Volviendo a la fecha de la muerte de su abuelo paterno Maximiliano I de Habsburgo, el 12 de enero de 1519 Carlos reunió en su derecho los territorios de una cuádruple herencia proveniente de sus cuatro abuelos. Años más tarde, como ya hemos visto, decidirá dividir su imperio para no cargar a su hijo Felipe II con un imperio tan ostentoso como el suyo. Herencia materna Fernando de Aragón y Maximiliano dejaron constancia mediante el Tratado de Bois del 12 de diciembre de 1509, que el primero asumiría la regencia de Juana hasta que Carlos cumpliese veinte años. Dicho acuerdo fue ratificado en diferentes ocasiones por las Cortes de Castilla. Fernando por el contrario trató de impedir que la Casa de Austria tomara los reinos de Castilla y Aragón, por ello el casamiento de este con Germana de Foix, el cual le dio un hijo, llamado Juan, que fallecería poco después de nacer. Antes de morir el mencionado Fernando de Aragón, comunicó al Consejo de la Corona la negativa de que Carlos se convirtiera en el administrador de los reinos de Castilla y Aragón por ser un borgoñón extranjero, y que pasara a su nieto Fernando, el cual había sido criado en España. Todo este malestar se debía a las malas relaciones que bajo su reinado había tenido con la corte borgoñona de su yerno Felipe el Hermoso. El Consejo expresó que la nobleza española pudiera sublevarse ante la minoría de edad de Fernando, y que no se siguiera la línea dinástica; es por ello que un año antes de su fallecimiento el 22 de enero de 1516, en Trujillo firmara su último testamento en el que ratificaba que Carlos se convertiría en heredero único, y que Fernando pasaría a percibir una renta anual de 50.000 ducados. Hasta la llegada de Carlos a España, el encargado de

tomar el poder en Castilla fue el arzobispo de Toledo, el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros; y en Aragón, el arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón. La noticia del fallecimiento de su abuelo llegaría a Bruselas el 8 de febrero, donde se prepararon diferentes celebraciones y la impresión de la noticia, para que la población borgoñesa supiese que Carlos sería Rey de los Españoles. En los siguientes días acompañaría en las condolencias a la viuda Germana de Foix, y a su familia más cercana. El 14 de marzo en la Iglesia de Santa Gúdula de Bruselas se celebró el acto oficial presididos por nobles castellanos y del Toisón de Oro, y llevado a cabo por el obispo de Badajoz, Alonso Manrique de Lara. El acto se organizó en torno a una misa fúnebre para la despedida de Fernando el Católico, y a la puesta en escena de los territorios que se le asignaban por herencia a Carlos. Cada territorio se presentó con un caballo, los cuales fueron dispuestos trece, cubiertos con las banderas de los reinos, y con la cadena de oro del Toisón. Además, se exclamaron gritos despidiendo a Fernando y proclamando a Carlos como Rey de los Españoles, en latín, castellano y francés. A Carlos se le entregó la espada real y la cadena real del Toisón de Oro. Carlos de la corona de Castilla heredó los territorios del propio reino de Castilla la nueva, y la vieja; Toledo; Galicia; Asturias; Guipúzcoa; Andalucía hasta las islas Canarias; las plazas africanas de Melilla, Orán, el Peñón de Vélez, Bujía y Trípoli; y los territorios americanos. De la corona de Aragón, heredó los territorios del propio reino de Aragón -con capital en Zaragoza-; el Principado de Cataluña; Reino de Valencia; Baleares; diversas posesiones en el norte de África; Cerdeña y Córcega; y los reinos italianos de Nápoles y Sicilia. El primer encuentro con los reinos españoles se produjo sin planearse previamente, cuando este y su flota atracó en el puerto de Tazones el 17 de septiembre de 1517. En ese preciso momento notó que la aristocracia le rechazaba, por el desconocimiento de la lengua castellana, y por la falta de un heredero. Primero visitó a su madre Juana en Tordesillas, para asegurarse de su fidelidad; y más tarde se reuniría con su hermano Fernando, con el cual hablaría de los deseos de las Cortes españolas, para volver con los planes establecidos. Tras los siguientes acontecimientos se sucedieron una serie de conflictos; y es que los nobles castellanos y aragoneses se encontraban recelosos de que los flamencos vinieran

y debido a su astucia y rapiña, se asignaran los altos cargos desviando los beneficios a Países Bajos. En estos primeros momentos Carlos, delegaba el poder en el Gran Chambelán, señor de Chievrès, al que le iban todas las disputas por las decisiones tomadas. Una decisión controvertida fue colocar como arzobispo de Toledo a su sobrino Guillermo de Croy. Conclusión En conclusión, la política exterior que ejerció la España de los Austrias en los siglos XVI y XVII no se comprende sin entender las herencias obtenidas por Carlos I. Y por último, debido a las relaciones dinásticas en Carlos influyó una gran herencia territorial que le convirtió en el soberano más destacado de toda la Cristiandad. Bibliografía - Fermosel Díaz, Sagrario. Carlos V, Madrid: Ediciones Akal, 2011. - Kohler, Alfred. Carlos V 1500 – 1558. Una biografía, Madrid: Marcial Pons, Ediciones de Historia, 2000....


Similar Free PDFs