Poder, Autoridad Y Jerarquía EN LAS Organizaciones PDF

Title Poder, Autoridad Y Jerarquía EN LAS Organizaciones
Course Teoría Organizacional
Institution Universidad de La Salle Colombia
Pages 21
File Size 401.7 KB
File Type PDF
Total Downloads 90
Total Views 164

Summary

Poder, Autoridad Y Jerarquía EN LAS Organizaciones...


Description

1 APUNTES DE CLASE - UNIVERSIDAD DE LA SALLE PSICOLOGÍA DE LA ORGANIZACIÓN Tema XXXIII PODER, AUTORIDAD Y JERARQUIA EN LA ORGANIZACIÓN 1. Introducción Bertrand Russell ha señalado hace casi medio siglo que el poder es “el concepto fundamental en la ciencia social… en el mismo sentido en que la energía es el concepto fundamental de la física” (RUSELL 1938). A pesar de ello, durante muchos años ha sido un aspecto olvidado de la psicología social. (CARTWRIGHT, 1959). En la teoría de las organizaciones, el análisis del poder y la autoridad ha ido cobrando cada vez mayor importancia al considerarlo como uno de los mecanismos de control y de coordinación necesarios para la consecución de los fines y objetivos de la propia organización. Al ser la organización un sistema que integra parcialmente a diversos individuos, es necesaria una regularidad de comportamientos y una coordinación de actividades de modo que aumente la predictibilidad de las conductas. Katz y Kahn (1978) han señalado que esto sólo es posible si se da un proceso de conformidad que permite representar mejor la distribución de las conductas de los miembros por una curva en forma de J que por una distribución normal. En la consecución de esa conformidad pueden intervenir diversos elementos: comunidad de fines y de valores de los miembros, establecimiento de normas, etc. Sin embargo, dado que estos elementos no garantizan totalmente la cooperación y coordinación, aparece como factor esencial en toda organización el poder; “poder en suficiente cantidad para contrarrestar la variabilidad espontánea de la conducta individual”. (KAHN, 1964). Este análisis del poder, forma parte del modelo racional que considera las organizaciones como instrumentos racionales para conseguir determinados fines colectivos. Desde esta perspectiva se puede caracterizar el poder como una técnica o un instrumento que contribuye a la consecución de los fines colectivos (GOULDNER, 1959). Un planteamiento alternativo considera la organización como un conjunto de coaliciones (CYERT y MARCH, 1963) en la que existe intereses conflictivos y en las que se dan actividades desviadas respecto de los fines establecidos (PFEFFER y SALANCIK, 1978). Aquí aparece el poder como un instrumento de dominación política de unos grupos sobre otros y como un medio que permite conseguir los objetivos de determinados grupos frente a los de otros (CROZIER, 1964; HICKSON et al., 1971). 2. Naturaleza y características del poder Podemos definir el poder como una relación entre dos o más actores (individuales o colectivos) en la que la acción de uno es determinada por la de otro u otros (KAPLAN, 1964 a; 1964 b). Según Dahl (1957) “A tiene poder sobre B en cuanto puede lograr que B haga algo que B no haría de otra manera”. Se trata de la habilidad de una o varias personas para influir sobre la

2 conducta de otros, para cambiar las probabilidades de que otras personas respondan de determinadas maneras ante ciertos estímulos. Así pues, el poder en ocasiones se ha definido como potencialidad de los sujetos. Weber lo definió como “… la oportunidad de un hombre o de un número de hombres de realizar su propia voluntad en una acción común incluso con la resistencia de otros que participen en esa acción” (WEBER, 1946). Wrong (1968) y Rose (1967) han distinguido entre poder potencial y poder real, y han caracterizado el primero en términos de “oportunidad”. Es la distinción entre tener poder y ejercerlo. Ahora bien, si un sujeto no ejerce el poder, solo se podrá decir que lo tiene si otros sujetos lo perciben como poderoso. Así pues, el poder solo puede existir dentro de las relaciones sociales a través de un proceso de interacción. Desde una postura extrema se ha podido afirmar que “toda relación social es una ecuación de poder, y todo grupo o sistema social es una organización de poder” (HAWLER, 1963). Ciertamente el poder es un aspecto, al menos potencial, en toda interacción social y se caracteriza por su condición de asimetría: “el sujeto que detenta el poder ejerce mayor control sobre la conducta del sujeto que lo sufre que a la inversa, sin embargo, la reciprocidad de la influencia – criterio definidor de la relación social no es nunca totalmente destruida excepto en las formas de violencia física…” (WRONG, 1968). Junto a la asimetría, se da también una cierta reciprocidad, aunque no se dé en forma de equilibrio. Una serie de dimensiones contribuyen a clarificar la noción de poder y permiten una mayor aproximación hacia definiciones operacionales. Entre ellas cabe señalar las siguientes (KAPLAN, 1964): a) La intensidad del poder hace referencia al grado de influencia que A ejerce sobre B con el fin de cambiar la probabilidad de sus respuestas. Cuando esa intensidad es máxima, podemos hablar no solo de poder sino de control. b) El dominio del poder. El poder difiere también en función de su extensión, es decir, del número de personas o grupos sobre los que se ejerce. c) El rango del poder. Hace referencia al rango de respuestas de B sobre las que A ejerce poder. 2.1 LAS BASES DEL PODER Lawles (1979) distingue tres bases en toda relación de poder entre varias personas o grupos: los recursos, la dependencia y las alternativas. Son recursos todos aquellos objetos o eventos que resultan útiles o valiosos para un determinado sujeto o grupo. En la medida en que esos recursos puedan estar controlados por otro sujeto o grupo, se constituyen en una de las bases de poder. Ahora bien, el valor de poder de esos recursos solo está garantizado si el sujeto o grupo que aspira a conseguirlos tiene también una elevada dependencia de ellos y no tiene otras alternativas disponibles. La existencia de soluciones alternativas disminuiría la dependencia de los recursos controlados.

3 2.2 LAS FUENTES DE PODER French y Raven (1968) han distinguido cinco tipos ya clásicos de poder en función de su origen: -

Poder de recompensa: Poder cuya base es la habilidad para ofrecer objetos o acciones valiosas a otros sujetos a cambio de la realización de las conductas demandadas.

-

Poder coercitivo: basado en la percepción del destinatario sobre la capacidad del portador de poder para distribuir castigos. Es un poder que tiene su origen en el miedo a las consecuencias que puede tener la no realización de las demandas del agente/s del poder.

-

Poder del experto: tiene su origen en el reconocimiento por parte del destinatario de la superioridad en habilidades, destrezas, preparación, conocimientos y experiencia del agente de poder. El destinatario del poder se comporta en una forma particular porque cree en la importancia de la información o habilidad que posee el “experto” y piensa que él mismo no puede obtenerla.

-

Poder referente: su base se cifra en la identificación de un sujeto respecto de otros, que posee características o rasgos personales atractivos y valiosos para ellos. En este caso, un sujeto puede ejercer poder sobre otro, sin ser consciente de que lo está haciendo.

-

Poder legítimo: se fundamenta en una creencia por parte del destinatario de que el agente de poder está investido legítimamente para ejercerlo, siendo obligación suya acatarlo. Se trata de un poder que el sujeto recibe en función del nivel jerárquico que ocupa.

Los dos primeros tipos se basan en el control de determinados recursos, el tercero y el cuarto se fundamentan en características del agente de poder que resultan valiosas para los que los acatan (bien sean conocimientos, o atributos personales) y el último se basa en la aceptación del sistema legal que lo fundamenta. (cfr. PEABODY, 1962). Estos tipos de poder han mostrado empíricamente unos efectos diferenciales sobre el rendimiento y la satisfacción. Los resultados obtenidos, por lo que al rendimiento se refiere, son los siguientes: 1) El poder del experto es la base más fuerte y consistentemente relacionada con un desempeño eficaz (BACHMAN, BOWERS y MARCUS, 1968). 2) El poder referente tiende a estar positivamente relacionado con la eficacia del grupo (BACHMAN, BOWERS y MARCUS, 1968). 3) El poder legítimo no parece estar relacionado con diferencias en el desempeño y no logra incrementarlo por encima de sus niveles medios o aceptables (STUDENT, 1969; IVANCEVICH, 1970). 4) El empleo de poder coercitivo tiene una relación inversa significativa con el desempeño (BACHMAN, SMITH y SLESINGER, 1966).

4 5) Los poderes de referente, legítimo y de experto, producen un acatamiento externo e interno por parte de los subordinados, mientras que el poder basado en las recompensas o en los castigos solo produce acatamiento externo (WARREN, 1968). En relación con la satisfacción, los resultados más relevantes son los siguientes: 1) El poder del experto está fuerte y consistentemente relacionado con el nivel de satisfacción de los subordinados (BACHMAN, BOWERS y MARCUS, 1968). 2) El empleo de poder coercitivo está inversamente relacionado con la satisfacción individual (BACHMAN, 1968). En síntesis, las relaciones de poder pueden estar fundamentadas en diversas fuentes y sus efectos sobre el desempeño y la satisfacción de los individuos muestran aspectos diferenciales que requieren un análisis más detallado. Un aspecto ineludible dentro de ese análisis hace referencia a las relaciones interpersonales. 3. Relaciones interpersonales de poder El poder se establece y ejerce a través de las relaciones interpersonales que permiten un proceso de influencia con el fin de conseguir cambios de conducta, proceso que puede evocar diversos tipos de reacciones en los destinatarios. 3.1. EL PROCESO DE INFLUENCIA: SUS PRINCIPALES ELEMENTOS En todo proceso de influencia es posible identificar tres elementos principales: el agente que ejerce la influencia, el método utilizado para ello y el destinatario al que se trata de influenciar. 3.1.1. El agente que ejerce la influencia La influencia puede ser ejercida por “actores” que pueden ser individuos, grupos, roles, oficios, gobiernos, estados u otros agregados humanos (DAHL, 1957). Según March (1957) los agentes básicos, en contextos organizacionales, son los roles y las conductas de quienes los desempeñan. Ya Barnard señaló (1938) que cabe distinguir dos tipos de poder en los miembros de una organización: el que depende de su posición formal y el poder de liderazgo, que depende de la habilidad de la persona para influir sobre otros más allá de lo que su posición le posibilita. Existen diversos aspectos individuales relevantes en el ejercicio de la influencia (CARTWRIGHT, 1965): a) Recursos del agente. Disponibilidad de recursos que el destinatario valora y que no puede conseguir fácilmente. Esa disponibilidad no implica necesariamente posesión, sino control sobre ellos. b) Motivación del agente. Además del control de recursos, hay que tener en cuenta la motivación del agente para influenciar. No todas las personas actualizan sus potencialidades y posibilidades de influencia (SCHULZE, 1958).

5 Varios autores han postulado a lo largo de la historia un motivo universal y unitario de poder (HOBBES, 1651; NIETZSCHE, 1912). Russell (1938) aunque admite que es un deseo universal, distingue entre el “poder deseado como un medio y el poder deseado como un fin en sí mismo”. Esta distinción entre motivación intrínseca y motivación instrumental de poder ha sido analizada en la investigación posterior. McClelland (1965) ha distinguido un poder “socializado” orientado a conseguir los fines organizacionales, frente a otro dirigido a conseguir los objetivos personales. Para Shostrom (1967) el ser humano es un manipulador, y, para determinadas personas, el control sobre otros, puede convertirse en su propia recompensa aparte de cualquier otra extrínseca. La necesidad de poder (n. Pow) ha sido ampliamente estudiada (ATKINSON y FEATHER, 1966; McCLELLAND y BURNHAM, 1976) y los resultados obtenidos indican que la cantidad de poder que un individuo ejerce depende en buena medida de su necesidad de poder (WINTER, 1973). Kipnis (1976) ha estudiado sujetos con una elevada necesidad de poder y, en especial, su resistencia a que les sea reducida, utilizando para ellos, entre otros procedimientos, los denominados “rituales de intimidación” (O’DAY, 1974). c) Aspectos de personalidad. El “locus de control” es uno de los factores que incide en el ejercicio del poder, siendo los sujetos con “locus de control interno” los que probablemente tengan mayores expectativas de conseguir influencia (PORTER, ALLEN y ANGLE, 1981). También la “propensión al riesgo” incide sobre el ejercicio de la influencia (KEENEY y RAIFFA, 1976). Por último, una variable especialmente relevante en este campo ha sido la del maquiavelismo (CHRISTLE y GEIS, 1970). Los individuos que puntúan alto en la escala de maquiavelismo son caracterizados como manipuladores de otros. Tienden a iniciar y controlar la estructura de interacciones personales. Aunque pueden ser convencidos por argumentos racionales, son relativamente insensibles a las presiones sociales. Además, en las relaciones personales directas “pueden ser agentes muy eficaces de influencia social, incluso en ausencia total de una fuente obvia de poder social” (SHAVER, 1977). d) El desempeño de un rol. El desempeño de determinado roles requiere el ejercicio de influencia y de poder de acuerdo con las expectativas de los miembros del conjunto de rol. El agente de la influencia es a su vez objeto de otras influencias (CARTWRIGHT, 1965). 3.1.2. Métodos para el ejercicio de la influencia y el poder Los métodos o medios de poder o influencia han sido definidos por Dahl (1957) como “actividad mediadora de A entre la base de A y la respuesta de B”. Se trata pues, de acciones instrumentales realizadas para conseguir influencia y, a través de ella, el cambio del comportamiento en B.

6 a) Clasificación de los métodos de influencia Diversos autores han tratado de establecer sistemas de clasificación de los procedimientos de influencia (CARTWRIGHT, 1965; GILMAN, 1962; HARSANYI, 1962; ROSEBERG y PEARLIN, 1962; RUSSELL, 1938; STEGER y TEDESCHI, 1971). Mowday (1975) ha propuesto una síntesis de todas esas clasificaciones diferenciando seis grandes categorías: sanciones negativas, sanciones positivas, informacionales, autoridad, atracción y otros métodos (ver cuadro 1).

-

Sanciones negativas: Métodos que tratan de conseguir influencia mediante la aplicación de castigos, ejerciendo presiones, e incluso mediante control físico. Pueden tener costos importantes y suelen presentar una serie de problemas inherentes para el agente que causa la influencia, (produce más resistencia que otros métodos, puede requerir vigilancia para que resulte efectivo, etc.) (SCHOPLER, 1965).

-

Sanciones positivas: Si el agente controla recursos valiosos para el sujeto al que trata de influenciar puede conseguirlo a cambio de la concesión de algunos de estos recursos, recompensas o promesas de recompensas.

-

Métodos informativos: Cabe distinguir con Porter, Allen y Angle (1981) tres tipos diferentes en función del empleo que se haga de la información. En primer lugar, consideremos la persuasión, que puede definirse como “la formulación de un juicio de tal manera que los que lo conocen tienen una oportunidad de ser conscientes del valor potencial de aceptarlo en lugar de mantener su propia postura” (GILMAN, 1962). Como señala Mowday (1975) la persuasión presenta varias características: “primera, el locus de control de la decisión de acatamiento del intento

7 de influencia está en el sujeto al que se trata de influenciar… Segunda, el sujeto destinatario de la influencia es por lo general consciente de las intenciones del agente de la influencia… Tercero, el uso de la información requiere una base” que puede ser credibilidad, prestigio, profesionalidad, etc. En segundo lugar, cabe señalar la persuasión manipulativa, que implica un intento deliberado del agente de la influencia por enmascarar u ocultar los verdaderos objetivos de la influencia, con el fin de evitar que el destinatario rechace o evite la influencia. En tercer lugar, aparecen los métodos claramente manipulativos, en los que se da encubrimiento de los objetivos que se pretenden y del intento mismo de la influencia. El ocultamiento, distorsión o sobrecarga de información en determinadas situaciones pueden ser utilizados y frecuentemente lo son como métodos de manipulación (ALLEN et al, 1979). -

Métodos de autoridad: utilizan como base de influencia el poder legítimo, poder que es reconocido por el propio destinatario de la influencia. P. e. el establecimiento de normas dentro de las propias competencias.

-

Métodos de atracción: son aquellos que utilizan como procedimiento de influencia las relaciones personales, simpatías, respeto, etc. que el destinatario tiene hacia el agente de influencia.

La frecuencia de uso de estos cinco métodos, depende de factores como las características del agente, la dirección de la influencia (ascendente, descendente u horizontal), las características del destinatario y el contexto. b) Determinantes en la elección del método Entre los determinantes de carácter general, cabe señalar la concepción que el agente tiene de la persona humana (recuérdese la distinción de McGregor entre la teoría X y la teoría Y) (McGREGOR, 1960), el entorno cultural de la organización (GILMAN, 1962) y sus limitaciones legales. Existen además determinantes más inmediatos: a) anticipación de la efectividad de un medio determinado para esa situación; b) evaluación de los costos inmediatos que produce su utilización; c) evaluación de las consecuencias a largo plazo; d) evaluación ética de los medios; y e) disponibilidad. 3.1.3. El destinatario de la influencia El destinatario puede ser, también, un individuo, un grupo o cualquier otro colectivo. El conjunto de destinatarios se ha denominado dominio de poder. Una serie de aspectos psicológicos de estos individuos inciden en la reacción comportamental ante el intento de influencia. a) Aspectos perceptivos. Inciden en las relaciones de influencia la percepción que el destinatario tiene de la gente que trata de influirle y de las bases sobre las que

8 fundamenta su influencia. La clasificación de las fuentes de poder establecida por French y Raven (1968) se fundamenta, no solo en la consideración de los recursos disponibles para el que detenta el poder sino también en las necesidades y motivos del sujeto al que se trata de influir y en la percepción que éste tiene del tipo de relaciones establecidas (PEABODY, 1962; TANNEMBAUM, 1969). b) Aspectos motivacionales. Los recursos de un agente de influencia solo son base de poder sobre una persona o grupo en la medida en que pueden satisfacer necesidades, intereses, expectativas o valores de esas personas, y con costos inferiores a los requeridos para satisfacerlos de otro modo si ello resulta posible, creando una relación de dependencia que ha sido considerada el aspecto esencial de toda relación de poder (EMERSON, 1962). Se han elaborado diversas clasificaciones de motivos, recuérdense las de Murray, (1938), McGergor (1960), Maslow (1954) o Alderfer (1969;1972); (Véase el capítulo XIX), que pueden resultar útiles para categorizar las diferentes base motivacionales de los procesos de influencia. c) Otros aspectos psicológicos relevantes. Allport (1954) ha aludido a los procesos de imitación, identificación y sugestión, y Kelman (1958; 1972) a tres procesos psicológicos que conducen a la conformidad del sujeto. (a) La sumisión se da cuando el destinatario acepta la influencia porque espera conseguir así una reacción favorable del agente de influencia. (b) La identificación ocurre cuando el destinatario acepta la influencia porque desea establecer o mantener una relación autodefinitoria de carácter satisfactorio. (c) En la internalización el destinatario acepta la influencia porque el contenido de la conducta inducida le resulta intrínsecamente reforzante. Cada uno de estos procesos es más probablemente evocado por algunos de los tipos de poder que posee el agente. Así, por ejemplo, si la base de poder del agente es el control, es mucho más probable que desencadene un proceso de acatamiento que uno de identificación. d) Conduc...


Similar Free PDFs