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Medición de actitudes.

Integrantes: -Gustavo Ávila -Jocelyn Labrin -Javiera Montoya -Sofía Naredo -Karen quezada Ramo: Psicología Social Ayudante: Rodrigo Roa Concepción, 15 de junio de 2017 Actitudes: Las actitudes forman parte importante de nuestras vidas y sobre todo nuestro

comportamiento. Los seres humanos poseemos actitudes, favorables o no, hacia distintos temas, comportamientos, etc. Por ejemplo, estar a favor o en contra del aborto, de la religión y un sin fin de otros tópicos. Toda actitud es aprendida a través del medio social, producto de la socialización y por tanto pueden algunas de ellas pueden llegar a ser modificadas, sin embargo, también hay actitudes que permanecen estables debido a lo arraigadas que están en nosotros. (Ortego, Lopez & Álvarez, 2011). Existen una gran cantidad de definiciones de actitud, lo cual nos señala lo ambiguo que puede llegar a ser dicho concepto y por tanto lo dificultoso que puede ser investigar acerca de este. Frecuentemente se le atribuyen a valores, creencias, estereotipos, sentimientos, prejuicios e incluso ideologías. (Claramut & Huertas, 1999. Citado en Ortego, Lopez & Álvarez, 2011). Dentro de las definiciones más recurrentes o usadas se encuentra la creada por Fishbein y Ajzen en 1975, quienes explican la actitud como una “Predisposición aprendida a responder de una manera consistente, favorable o desfavorablemente respecto al objeto dado.” Para estos autores el concepto de actitud es visto desde tres aristas importantes: como consistencia, como predisposición y como disposición aprendida. (Martín, 2005). La actitud representaría entonces un sentimiento a favor o en contra de un estímulo; esto va a depender de las creencias que se hayan formado con respecto al objeto de actitud ya que por medio de la aceptación y valoración que se hace de esta, se genera finalmente la actitud. (Martín, 2005). En el campo de la psicología social las actitudes se diferencian en: actitudes verbales o de comportamiento, permanentes o transitorias, conformes o no con el grupo de pertenencia, estas actitudes son vistas como la disposición a mantener en cierta medida valoraciones de tipo negativa o positiva ante distintas situaciones. La formación de actitudes depende de varios factores, entre ellos están los factores afectivos que son los crean la reacción agradable o desagradable frente a los objetos a los que se dirige la actitud; los factores cognoscitivos que se basan en las creencias, información y conocimiento que tiene el sujeto en relación a los objetos; la disposición a la acción que hace referencia al nivel de motivación que es alcanzado con los objetos. Los componentes antes mencionados tienen un dependencia recíproca, es decir, uno puede ser gatillante de otro y así sucesivamente (Galimberti 2002). Medición de actitudes: A partir de procedimientos técnicos, en 1928, se desarrolló los principios de la medición de actitudes por Louis Thurstone. La escala más utilizada para este tipo de mediciones es la de Rensis Likert. Instrumentos clasicos: Los instrumentos clásicos son utilizados para recoger información sobre la opinión de las personas con respecto a un tema y con ello lograr la medición de aspectos vinculados a la magnitud de un sentimiento o una actitud de un colectivo respecto a

un tema en particular. Estos instrumentos utilizados son las escalas de actitud, estas son utilizadas porque nos permiten representar mediante un puntaje los valores de la variable. Existen 4 escalas principales: ➢ Escala de Thurstone: En 1928 el psicólogo Louis Thurstone creó el primer método diseñado para la medición de actitudes. Esta es una escala perteneciente a las denominadas “centradas en el estímulo”. Para utilizar esta escala primero hay que producir un estímulo (el encuestador debe producir el estímulo auditivo en situación de encuesta leyendo un ítem afirmativo) y se le permite a cada encuestado ubicarse dentro de un continuo conceptual -alternativas leídas también- bajo el supuesto de que el continuo representan diversas estaciones o ideas que expresan correctamente distintos grados de intensidad con respecto a la variable (Mejias, 2011). ➢ Escala de Osgood: En 1957, Osgood, Suci y Tannen-Baum publicaron su investigación acerca del “diferencial semántico”, una técnica utilizada para medir el significado de las palabras. Esto bajo la hipótesis de que una palabra no solo posee una significación denotativa, sino que también incluye componentes connotativos, más difíciles de describir, lo que los hace más interesantes e importantes. Por medio de calificaciones de objetos en escalas de adjetivos bipolares descubrieron tres factores generales: el factor valorativo (bueno-malo, valioso-sin valor, agradable-desagradable), factor de competencia (fuerte-débil, grande-pequeño), factor de actividad (activopasivo, rápido-lento). De estos tres factores el valorativo es, sin duda, el más importante ya que este mide los componentes de la actitud, por lo que si promediamos los puntajes obtenidos con respecto a este factor, podremos medir la positividad o negatividad de una actitud frente a un objeto determinado. (Salor, 1979) ➢ Escalas de Guttman: En esta escala se le presenta al sujeto una serie de temas ordenados de mayor a menor, pidiéndole que se exprese con franqueza y sinceridad en cada caso. Guttman se basó en la idea de que las actitudes son “escalables” y por medio de esto se intenta averiguar hasta dónde llega la persona encuestada. De este modo, se puede inferir que si un encuestado acepta una proposición, entonces también estaría aceptando las inferiores a esta. “Por ejemplo, se pregunta si tienen estudios universitarios, si tiene estudios medios, primarios, etc. Se entiende que si tiene estudios universitarios tendrá todos los demás.” (Murillo, 2006). ➢ Escalas de Likert: La escala de Likert es usada comúnmente con el fin de medir actitudes, se crea un conjunto de enunciados, sobre los cuales la persona entrevistada debe mostrar su nivel de acuerdo o desacuerdo. Esta escala nos permite hacer una medición de el sentido e intensidad de las actitudes, además es sencilla de administrar (Mejias, 2011). Como se cita en Mejias 2011, los pasos para construir una escala tipo Likert son: 1. Definir la actitud o variable que se quiere medir. 2. Recopilación de preguntas en forma de proposiciones. 3. Determinar las puntuaciones para las categorías de cada ítem. 4. Aplicar la escala provisoria.

5. Analizar los ítems, eliminando los que no se adecuan. 6. Categorizar de manera jerárquica la escala. 7. Calcular la confiabilidad y validez de la escala. Test de asociación implícitas: El Test de Asociación implícita fue creado por Anthony Greenwald (Greenwald y Banaji, 1995, citado en Garín, Huenchuleo, Leal, Muñoz y Rehbein, 2013) este test da la posibilidad de inferir en qué grado se produce aceptación o rechazo hacia temas determinados, la evaluación se hace en relación a la cantidad de tiempo usado para reaccionar frente a los conceptos o imágenes dadas (Garín, Huenchuleo, Leal, Muñoz y Rehbein, 2013). El TAI se usa para dar cuenta de las preferencias no conscientes de los individuos (Sanchez, 2012) y permite medir las actitudes o asociaciones individuales que son dadas de manera implícita-automática (Project Implicit, 2011). Resultados de los Test: Algunos ejemplos de resultados del TAI:

Ejemplos

de

resultado

de

la

Escala

Likert

sobre

machismo

sexual:

Análisis de resultados: Con respecto a los resultados de los tests y escalas que se han mostrado anteriormente, podemos darnos cuenta de que en los test de asociación implícita las personas tienden a asociar lo femenino con ciencias exactas y lo masculino con ciencias sociales. Esto demuestra que pese al machismo las personas tienden a pensar con mayor facilidad a mujeres matemáticas, físicas, químicas, ingenieras, biólogas, etc. Mientras que con respecto a los hombres, suelen pensar con mayor facilidad en hombres artistas, filósofos, músicos, lingüistas, y asociados con humanidades. Aún cuando en la sociedad se suele ver a las ciencias exactas relacionadas con lo masculino y las ciencias sociales con lo femenino.

En el caso de la escala Likert, se muestra una leve inclinación consciente a las ideas machistas o a no tener una opinión sobre algunos temas. Se suele ver al hombre con una mayor libertad sexual que la mujer y que es ella quien debe estar encargada de cuidarse al momento de tener relaciones sexuales con un hombre. Reflexión Grupal: Las actitudes pueden guiarse hacia distintos temas como son la religión, la política, el machismo, la calidad de educación entre otros y son consideradas, según las creencias que tengamos arraigadas, como una reacción favorable o desfavorable hacia el tema en cuestión. Las actitudes que se tienen en relación a un tema pueden diferir entre las personas debido a que estas se van construyendo socialmente, y como sabemos, no todos compartimos las mismas interacciones sociales. Una de las formas que existe para medir las actitudes implícitas es el TAI, que es un método en el cual se asocian conceptos y se evalúa según la rapidez en que se dan estas. Esta es considerada la forma más precisa de evaluar asociaciones, teniendo un margen de error mínimo, abierto solamente por los errores que comete quien responde el test. El resultado dicta las actitudes inconscientes que se tiene sobre un tema particular. Por otro lado está la escala Likert que apunta directamente a medir la intensidad que se tiene en cuanto a una conducta respondiendo si se está o no de acuerdo frente a un enunciado y en qué grado. Muchas veces no resulta tan fácil responder a esta escala debido a que en ocasiones los enunciado son demasiado cerrados y no permiten dar una respuesta acorde. En este caso se aplicó la escala a personas que rodean los 25 años de edad por lo que sus respuestas se pueden ver influidas directamente por el pensamiento global que tiene esta generación, pero se puede suponer que si el grupo etario hubiese sido un poco más heterogéneo las respuestas tendrían una media diferente y si se hubiese aplicado a un grupo etario mayor (45 o más años) probablemente la media hubiese estado mayormente ligada al machismo, ya que, por cultura general se conoce que las costumbres predominantes de esa época hacían referencia a una subordinación de la mujer. Con esto podemos resaltar cómo el pensamiento con respecto a dicho tema ha ido evolucionando con el paso del tiempo, así como las creencias al respecto, generando actitudes totalmente opuestas a las que se veían en antaño.

Referencias Galimberti, U. (2002). Diccionario de psicología. Siglo xxi editores, Argentina, s.a. Recuperado de https://saberespsi.files.wordpress.com/2016/09/galimberti-umbertodiccionario-de-psicologc3ada.pdf Garín, M., Huenchuleo, J., Leal, N., Muñoz, A., y Rehbein, L. (2013). Actitudes implícitas

hacia la violencia, conducta antisocial y consumo televisivo en estudiantes universitarios. Revista de psicología, 22(2), 100-110 Murillo, F. J. (2006). Cuestionarios y escalas de actitudes. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid. Sánchez, A. (2012). La utilización del test de asociación implícita en los procesos electorales. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 267-292 Project Implicit. (2011).Test de Asociación implícita. Recuperado de https://implicit.harvard.edu/implicit/spain/background/index.jsp Salor, S. S. (1979). Diferencial semántico y actitudes: un estudio sociológico entre estudiantes de bachillerato. El Basilisco, 6(1). Mejias, N. (2011). ESCALAS DE ACTITUDES EN INVESTIGACIÓN. Odiseo, Revista electrónica de pedagogía....