Resumen Completo - 2018 PDF

Title Resumen Completo - 2018
Author Ivanna Soria
Course Partidos politicos y Sistemas electorales
Institution Universidad Nacional de Villa María
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Instituto Academico Pedagogico de Ciencias SocialesLicenciatura en Ciencia PolíticaResumen Examen Final: Partidos Políticos y SistemasElectoralesBasado en el Programa 2018.Unidad Nro. 1: L A POLÍTICA COMO SISTEMA – JACQUES LAGROYE:Las formas de organización política de la sociedad corresponden a la...


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1

Instituto Academico Pedagogico de Ciencias Sociales Licenciatura en Ciencia Política Resumen Examen Final: Partidos Políticos y Sistemas Electorales

Basado en el Programa 2018.

2

Unidad Nro. 1:

 LA

POLÍTICA COMO SISTEMA

– J ACQUES L AGROYE :

Las formas de organización política de la sociedad corresponden a la especialización de roles, reglas y procedimientos particulares, y a las instancias y aparatos con diferentes grados de institucionalización. La legitimidad de los gobernantes y las instituciones políticas es producto de la competencia entre grupos sociales, así como de los mecanismos de dominación vigentes en la vida social; en este sentido, sólo se concibe lo político como una forma objetivada de las relaciones sociales. El concepto de sistema designa las relaciones características entre elementos determinados, definidos por sus caracteres propios. Los caracteres propios de los elementos o componentes del sistema, como las relaciones características que los vinculan entre sí, son indisociables de la definición del sistema: éste será “político” en la medida que sus elementos concurren en la realización de un orden político. EL ANÁLISIS SISTÉMICO: una organización política tiene la “función” de satisfacer los deseos de ascenso de sus miembros más activos al garantizar su designación como candidatos en una elección, o también la de satisfacer la necesidad de sus adherentes de identificarse con un grupo de individuos que comparten un ideal y sus creencias comunes. La desaparición de un sistema social o, lo que viene a ser lo mismo, su transformación radical se debe a la incapacidad del sistema para asegurar la realización de las funciones necesarias para conservarlo en un contexto de cambios rápidos. (Por ej., 2001 “que se vayan todos”). Las actividades de una instancia particular o una estructura organizada pueden contribuir a la realización de numerosas funciones sistémicas. En su definición amplia como “conjunto de roles interdependientes, identificable en términos de adhesión y dotada de un aparato central de decisión que le permite actuar intencionalmente como actor colectivo”, una estructura organizada es plurifuncional. Parsons y Smelser: todo sistema social implica cuatro exigencias funcionales: 1. El mantenimiento de un modelo de organización social y la reducción de las tensiones, es decir, “el mantenimiento de una conformidad a las prescripciones del sistema cultural”; 2. La realización de los objetivos del sistema, especialmente “la conservación de la sociedad misma”; 3. La adaptación, sobre todo mediante la realización de “actividades que procuren recursos para el sistema social”; 4. La integración, que garantiza la cohesión y la “interdependencia de las unidades en el sistema social”. Almond intenta definir las funciones propias del “sistema político” refiriéndolas expresamente a las exigencias funcionales del sistema social en su globalidad: así, la expresión de los intereses contribuye a la reducción de tensiones y a la realización de los objetivos del sistema; la función de socialización política contribuye fundamentalmente a mantener el modelo de organización social y a integrar las unidades de base del sistema social. Posteriormente, distingue 7 funciones del sistema político: A. B. C. D. E. F. G.

Reclutamiento político; Socialización; Comunicación política; Expresión de intereses; Admisión de intereses; Elaboración de políticas; y, Ejecución de políticas.

3 En estas condiciones, concebir lo político en términos de sistema significa abstraer del conjunto de la vida social los roles, las actividades y las estructuras particulares y definir los mecanismos mediante los cuales todos ellos contribuyen a la realización de las funciones políticas necesarias para el mantenimiento del sistema social. El sistema político es el resultado de una operación intelectual de abstracción, elección y construcción teórica de un modelo de relaciones. Sistema en equilibrio ≠ sistema que se transforma. El sistema se mantiene en la medida en que se transforma. Inputs: demandas de la sociedad. Outputs: lo que las distintas instituciones, el gobierno, etc., entrega como respuesta a la demanda. La generación de outputs significa la creación de nuevas demandas, construyendo así una retroalimentación dentro del sistema. El uso del concepto de cultura política en una concepción sistémica de lo político no permite hallar una explicación de las diferencias observadas; a lo sumo, permite ampliar la constatación, al incluir en la comparación los elementos “culturales”, tales como las creencias, los valores defendidos, las actitudes de los individuos frente al sistema.

P ARTICIPACIÓN

POLÍTICA , GRUPOS Y MOVIMIENTOS

– G IANFRANCO P ASQUINO :

La actividad política se caracteriza por relaciones que se producen de formas, modos, con frecuencias e intensidades distintas entre individuos, grupos, asociaciones e instituciones. La participación política es aquel conjunto de actos y de actitudes dirigidos a influir de manera más o menos directa y más o menos legal sobre las decisiones de los detentadores del poder en el sistema político o en cada una de las organización políticas, así como en su misma selección, con vistas a conservar o modificar la estructura del sistema de intereses dominante. Aunque se pueda afirmar que siempre ha habido participación política, parece correcto mantener que el fenómeno ha asumido sus características más específicas tras la formación de los E nacionales en concomitancia con las presiones por una democratización sustancial y con esenciales cambios socio-económicos. Rokkan distingue 4 umbrales institucionales, superando los cuales se ejercita y se amplía la participación política: 1. 2. 3. 4.

Legitimación; Incorporación; Representación; Poder ejecutivo.

Si los individuos y grupos consiguen los recursos no sólo económicos, sino también jurídicos y políticos, y si el E interviene en el sistema socio-económico, entonces son muy elevadas las probabilidades de que surjan fuertes impulsos a la participación política, así como estructuras adecuadas capaces de canalizarla y orientarla eficazmente. Un adecuado reconocimiento de los factores de politización de las demandas y de las necesidades permite una mejor comprensión del sistema socio-político y, por supuesto, también de la participación política. La participación se expresa bajo formas de actividad orientada a la decisión y de actividad orientada a la expresión. La participación electoral puede constituir tanto el momento culminante de un conjunto de otras actividades de participación política como el momento inicial, casi una condición previa de posteriores actividades de participación política. El voto es un acto relativamente simple pero, a juicio de la mayor parte de los estudiosos, también un acto que traduce con rapidez las preferencias de cada uno de los electores, sin otra parte comunicar información específica. La participación política es mayor cuanto mayor es la conciencia de clase.

4 En orden creciente de complejidad, los comportamientos de participación política de alguna manera aceptada e institucionalizada son: A. B. C. D. E. F. G. H. I. J. K. L. M. N.

Exponerse a estímulos políticos; Votar; Empezar una discusión política; Tratar de convencer a otro para que vote de determinada manera; Llevar un distintivo político; Tener contactos con un funcionario o con un dirigente político; Dar dinero a un partido o un candidato; Participar en un comicios o en una asamblea política; Contribuir con su propio tiempo a una campaña política; Inscribirse como miembro activo en un partido político; Participar en reuniones en las que se toman decisiones políticas; Solicitar contribuciones en dinero para causas políticas; Presentarse como candidato para un cargo electivo; Ocupar cargos públicos o de partido.

Participación no convencional, heterodoxa: 1. 2. 3. 4. 5.

Adherirse a un boicot; Negarse a pagar los impuestos y tasas; Ocupar edifícios o fábricas, realizar sentadas; Participar en una huelga salvaje; Bloquear el tráfico con una manifestación callejera.

5 tipos de ciudadanos: A) Inactivos: aquellos que como mucho leen de política en los periódicos y están dispuestos a firmar una petición, si se les pide; B) Conformistas: los que sólo se implican en formas convencionales de participación; C) Reformistas: utilizan las formas de participación convencional, pero su repertorio político incluye también formas de protesta, manifestación y boicot; D) Activistas: llegan hasta adoptar las formas no legales o ilegales de acción política; E) Contestatarios: son parecidos a los reformistas y a los activistas en su vinculación con los comportamientos de protesta, pero se diferencian de los grupos anteriores en que no toman parte en las formas convencionales de la actividad política. El que participa se propone en todo caso influir sobre la distribución de los bienes colectivos de la manera más favorable para él mismo o para su grupo de referencia. Los no participantes, definidos como free-riders, habrán disfrutado de un viaje gratis aprovechando la ola y el impulso de la participación política de los otros actores. Estos free-riders pueden serlo consciente o inconscientemente. Sólo los free-riders conscientes pueden felicitarse de los resultados y valorar las ventajas del viaje gratis respecto de los costos en que hubieran debido incurrir. Y, sin embargo, si los free-riders son conscientes, antes o después se darán también cuenta de que, cuando se trata del ascenso y la conquista de bienes indivisibles, su no participación, por encima de un cierto listón puede hacer imposible la consecución del bien colectivo. ANÁLISIS DE LOS GRUPOS: según Almond y Powell existen 4 formas o modalidades: 1. Grupos de interés Anómicos: surgen tanto cuando sus intereses son relativamente nuevos y no disponen de canales experimentados a través de los que orientarse, como cuando los detentadores del poder han eludido repetidamente esas demandas y olvidado las preferencias.

5 2. Grupos de interés no asociativos: algunas dependencias primarias y originarias, ligadas a la comunidad de religión, de etnia, pueden dar lugar a semejanzas de intereses o incluso pueden constituir la base sobre la que pueden fundarse y consolidarse esas semejanzas, cuando los viejos lazos pueden garantizar una cierta seguridad en un proceso de transformación acelerado y destructivo. 3. Grupos de interés institucionalizados: ya se trate de miembros de una confesión religiosa o de nobles de la corte, de militares o de burócratas, sus respectivas organizaciones están interesadas en tutelar prerrogativas y en defender privilegios, precisamente en cuanto que son instituciones dotadas de una cierta persistencia y con intención de durar en tanto que tales. 4. Grupos de interés asociativos: los procesos de modernización, diversificación y fragmentación social hacen surgir una pluralidad de intereses. Estos intereses se organizan para su defensa y promoción dando origen a estructuras especializadas. Son constituidos por las diferentes asociaciones profesionales de cualquier tipo, las asociaciones culturales, los mismos sindicatos. Sus características peculiares son la representación explicita de los interese de un grupo particular. Grupos de presión o lobby: grupos de interés que se activan políticamente. 6 tipos de relaciones: A. B. C. D. E. F.

Armonía entre las demandas de los grupos de presión y las normas culturales generales; Un aumento gradual de la aceptación de los valores políticos que apoyan las demandas de los grupos de presión; Negociaciones con apoyo fluctuante por parte de las normas culturales; Una labor de promoción frente a la indiferencia cultural; Una labor de promoción frente a tendencias culturales en cambio desde hace mucho tiempo; Un conflicto entre los valores culturales y los objetivos de los grupos de presión.

Las probabilidades de éxito de un grupo de presión, además de por su mayor o menor congruencia con las normas culturales generales de una sociedad, están muy influidas por los recursos de que dispone. Los más importantes parecen ser: la dimensión, la representatividad, el dinero, la calidad y la amplitud de los conocimientos, la ubicación en el proceso productivo. La dimensión de un grupo de presión es un recurso significativo que se puede hacer valer directamente. Las decisiones que se toman dentro del sistema político están influenciadas por los grupos de presión. En la política de presión, los grupos pueden conscientemente la vía de creación de un malestar intolerable para los ciudadanos a fin de que éstos dirijan sus presiones sobre los que toman las decisiones. La participación política más influyente resulta ser, en las condiciones del mundo contemporáneo, la que se explica desde dentro de las organizaciones. Los movimientos colectivos prefiguran el paso a formas de solidaridad más complejas o anticipan la explosión revolucionaria. Melucci distingue entre movimientos reivindicativos, movimientos políticos y movimientos de clase, según los objetivos perseguido por sus dirigentes y/o participantes. En el primer caso el objetivo consiste en imponer cambios en las normas, en los roles y los procedimientos de asignación de los recursos socio-económicos. En el segundo el objetivo consiste en incidir sobre las modalidades de acceso a los canales de participación política y modificar las relaciones de fuerza. En el tercer tipo de movimientos, el objetivo consiste en volcar el ordenamiento social, transformar el modo de producción y las relaciones de clase. El incremento de las oportunidades de participación política se ha traducido por un lado en un crecimiento y una difusión de los instrumentos de participación política. Las formas de participación heterodoxas, no convencionales, han diversificado el repertorio de los instrumentos de participación, pero por lo demás son los individuos que ya recurrían a las formas clásicas los que empuñan también las nuevas, no como sustitutivos, sino añadidas a las clásicas. La

6 proliferación de los grupos y la explosión de los movimientos han creado nuevas instancias y han ampliado las oportunidades de participación, movilizando, con grandes diferencias en cada caso, a nuevos participantes.

C RISIS

DE REPRESENTACIÓN .

H ACIA

UNA DEMOCRACIA PLURALISTA

– O MAR B ARBERIS :

La historia y la teoría política muestran que la llamada democracia representativa es una forma de gobierno progresivamente establecida e impuesta en Occidente en la estela de las tres revoluciones modernas: la inglesa, la norteamericana y la francesa. El gobierno representativo no es una modalidad de la democracia, es una forma de gobierno esencialmente diferente y, además, preferible. La representación política consiste en dar presencia a lago que constituye una realidad, pero que por sí mismo carece de presencia. La teoría de la representación se desarrolla en 4 direcciones opuestas, según si se asocia: A. B. C. D.

Con la idea de mandato o de delegación; Con la idea de representatividad, es decir, de semejanza o similitud; Con la idea de responsabilidad; Con la idea de representación como papel.

Decimos que alguien es “representativo de” para decir que éste personifica algunas características esenciales del grupo, de la clase o de la profesión de la que proviene o pertenece. Gobierno representativo como un gobierno responsable. ¿Qué se representa? En los ’80, la emergencia de nuevos líderes se interpretó como indicio de la situación de disponibilidad en que habrían caído amplios sectores, cuyas identidades tradicionales se habían disgregado, y como un anuncio de cambios profundos en los sistemas de partidos y las articulaciones entre estos y la sociedad. La crisis aparece asociada a cierto agotamiento de las tradiciones políticas nacionales. Esto es acompañado por el traspaso de la confianza a líderes carismáticos relativamente autonomizados de sus partidos y sus tradiciones, o que carecen de antecedentes partidarios e incluso de cualquier antecedente político. Despolitización de la sociedad. Nuevo animal político: a raíz de las identidades tradicionales, los lazos de pertenencia y los comportamientos rutinarios a ellas asociados, se colocó en el centro de la actividad política la rearticulación entre los electores y los elegidos, inicialmente distorsionada por el clima de emergencia, pero definitivamente asentada en las opiniones de los votantes. No es que los partidos utilicen los medios para publicitar su discurso y sus candidatos, sino que ahora la política se decide y se ejecuta en un ámbito más-mediático donde interactúan nuevos actores, a través de mecanismos de mercadotecnia. Como consecuencia de la más-mediatización, la acción y el discurso se intersectan en un espacio mucho más amplio que el tradicional, se ponen en juego recursos de deliberación, información e identificación que exceden en mucho los instrumentos con que se construían los esquemas de movilización nacional-populares. Muchos señalan que la comunicación y la información son las encargadas de sustituir la representación; en cambio, otros sostienen que se reemplazan formas partidistas de representación por un nuevo estilo representativo, en el que los medios, la opinión pública y la imagen de los gobernantes cumplen funciones centrales.

7 La función del E como centro de la vida política se refuerza, porque es más necesario que nunca para la construcción de identidades y sólo sobreviven aquellas que logran vincularse a él. El E ya no se vincula con las viejas organizaciones, sino con actores más heterogéneos y disgregados, a través de mecanismos muy diversos sólo articulables por el líder que puede encontrarse, tal vez, en una situación más frágil que la de algunos de sus predecesores; pero cumple un rol tanto o más importante que el de aquellos. Los líderes emergentes se muestran renuentes a institucionalizar ámbitos de concertación, no sólo con sindicatos, sino con las corporaciones en general. La mass-mediatización de la vida política y la continua circulación de imágenes determinan la falta de respeto a los mandatos, vaciando de contenido los vínculos representativos. Al personalizarse las opciones electorales en detrimento de los programas y concentrarse la confianza en los nuevos líderes, se incrementa el poder de prerrogativa del Ejecutivo, lo que queda avalado, además, por la complejidad de las situaciones y los conflictos que él debe enfrentar. La función representativa reciba la ardua tarea de construir y preservar vínculos en constante disgregación. Auge del corte de boletas. Los partidos de masas tradicionales se transforman, por lo tanto, en aparatos electorales dóciles que no movilizan a la gente y pueden estar muy fragmentados por abajo y, al mismo tiempo, férreamente controlados por arriba, permitiendo a sus jefes colocarse más allá de toda división de la sociedad para gobernarla, sin tener que agregar los intereses y demandas de los grupos conflicto. Las contradicciones entre un sistema institucional basado en la igualdad política de los ciudadanos y la creciente desigualdad social, sumadas a distorsiones institucionales, inestabilidad y violencia, no necesariamente conducen al quiebre de la democracia, pero impiden que ella se consolide, al perdurar una baja institucionalización de los partidos, impasses intermitentes entre la Presidencia y el Congreso y la presencia militar, herencia del régimen autoritario anterior, a lo que se agregan los efectos de la crisis en las conductas políticas, los valores y formas de identificación que pueden significar el deterioro de reglas de convivencia recién incorporadas y el incremento de la segregación. En las democracias actuales la representación, lejos de desactivarse y descomponerse, se recoloca como lógica fundante de lo político, en la forma de constitución de identidades a través de la escenificación que canalizan los lideres personalistas.

PARTIDOS POLÍTICOS Y GRUPOS DE PRESIÓN EN EL MARCO DEL SISTEMA INTERPARTIDISTA – PABLO LUCAS VERDÚ: Las técnicas de los grupos de presió...


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