Tema 2 (Creación, hombre y libertad) PDF

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Apuntes Tema 2 de la optativa Introducción al Cristianismo...

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Tema 2. Creación 1. La Creación en 7 días ¿De qué habla en primer lugar la Biblia? De cómo surge el universo, de que nuestra existencia no es resultado de unos dioses que nos han tirado sino que Dios ha hecho todo con un objetivo. A lo largo de la Biblia aparecen diversas imágenes para explicar cómo surge la creación y se van adaptando al pensamiento progresivo del pueblo de Israel, pero son imágenes que manifiestan algo más grande. ¿Qué contenido tiene el relato de la creación? LIBRO DEL GÉNESIS Relato de la creación 1 1 En el principio creó Dios el cielo y la tierra. 2 La tierra era caos y vacío, la tiniebla cubría la faz del abismo y el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas. 3 Dijo Dios: —Haya luz. Y hubo luz. 4 Vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de la tiniebla. 5 Dios llamó a la luz día, y a la tiniebla llamó noche. Hubo tarde y hubo mañana: día primero. 6 Dijo Dios: —Haya un firmamento en medio de las aguas que separe unas aguas de las otras. 7 Dios hizo el firmamento y separó las aguas de debajo del firmamento de las aguas de encima del firmamento. Y así fue. 8 Dios llamó al firmamento cielo. Hubo tarde y hubo mañana: día segundo. 9 Dijo Dios: —Que se reúnan las aguas de debajo del cielo en un solo lugar, y aparezca lo seco. Y así fue. 10 Llamó Dios a lo seco tierra, y a la reunión de aguas la llamó mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Dijo Dios: —Produzca la tierra hierba verde, plantas con semilla, y árboles frutales sobre la tierra que den fruto según su especie, con semilla dentro.

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Y así fue. 12 La tierra produjo hierba verde, plantas con semilla según su especie, y árboles que dan fruto con semilla, según su especie. Y vio Dios que era bueno. 13 Hubo tarde y hubo mañana: día tercero. 14 Dijo Dios: —Haya lumbreras en el firmamento del cielo para separar el día de la noche, y que sirvan de señales para las estaciones, los días y los años; 15 que haya lumbreras en el firmamento del cielo para alumbrar la tierra. Y así fue. 16 Dios hizo las dos grandes lumbreras —la lumbrera mayor para regir el día, y la lumbrera menor para regir la noche— y las estrellas. 17 Y Dios las puso en el firmamento de los cielos para alumbrar la tierra, 18 para regir el día y la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y vio Dios que era bueno. 19 Hubo tarde y hubo mañana: día cuarto. 20 Dijo Dios: —Que las aguas se llenen de seres vivos, y que vuelen las aves sobre la tierra surcando el firmamento del cielo. 21 Y Dios creó los grandes cetáceos y todos los seres vivos que serpean y llenan las aguas según su especie, y todas las aves aladas según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y los bendijo Dios diciendo: —Creced, multiplicaos y llenad las aguas de los mares; y que las aves se multipliquen en la tierra. 23 Hubo tarde y hubo mañana: día quinto. 24 Dijo Dios: —Produzca la tierra seres vivos según su especie, ganados, reptiles y animales salvajes según su especie. Y así fue. 25 Dios hizo los animales salvajes según su especie, los ganados según su especie y todos los reptiles del campo según su especie. Y vio Dios que era bueno. 26 Dijo Dios: —Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza. Que domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, sobre todos los animales salvajes y todos los reptiles que se mueven por la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo:

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—Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que reptan por la tierra. 29 Y dijo Dios: —He aquí que os he dado todas las plantas portadoras de semilla que hay en toda la superficie de la tierra, y todos los árboles que dan fruto con semilla; esto os servirá de alimento. 30 A todas las fieras, a todas las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser vivo, la hierba verde le servirá de alimento. Y así fue. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho; y he aquí que era muy bueno. Hubo tarde y hubo mañana: día sexto. 2 1 Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y todo su ornato. 2 Terminó Dios en el día séptimo la obra que había hecho, y descansó en el día séptimo de toda la obra que había hecho. 3 Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque ese día descansó Dios de toda la obra que había realizado en la creación. 4 Éstos fueron los orígenes del cielo y de la tierra al ser creados. 1º día: Día y noche (tiempo)

2º día: Cielo y Mar (espacio)

3º día: Tierra y vegetación (vida)

4º día: Sol y Luna (gobiernan el tiempo)

5º día: Aves y Peces (gobiernan el espacio)

6º día: Humanos y Animales (gobiernan la vida)

7º día ALIANZA DEL SÁBADO CON LA CREACIÓN Es decir que el mundo fue creado para proporcionar un espacio a la alianza con la que Dios se vincula al hombre. ¿Qué es la alianza? ¿Qué hacemos cuando dos personas se casan, qué llevan en el dedo? La alianza es el compromiso que establecen dos personas porque se quieren; se comprometen a quererse, a respetarse, a poner al otro por encima de sí mismo, a desvivirme para que el otro esté contento. Esa alianza matrimonial se prolonga en una alianza respecto a los hijos sin que medie un compromiso hablado, firmado.

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En realidad, la historia de la salvación es la historia de 7 alianzas que veréis en el libro (pp. 14 y 15): Adán (toda la raza humana), Noé (familia), Abrahán (tribu), Moisés (pueblo de Israel), David y Salomón (todas las naciones), Cristo (Nueva Alianza con toda la humanidad), la definitiva al final de los tiempos para toda la eternidad Términos de la alianza: Dios ofrece: tierra y nación Reinado y dinastía Bendición Hombre se compromete: a que Dios sea su Dios y no adore a los ídolos ya que no son dioses 1º con Adán establece la alianza con toda la humanidad, después con Noé vuelve a repetir la alianza con las mismas palabras: “Creced, multiplicaos y llenad la tierra” (Génesis 9, 1) 2º con Abraham e Isaac y Jacob hace la promesa que luego se cumplirá con Moisés, David-Salomón y Jesucristo 3º Moisés ya constituye el pueblo de Israel 4º David: se constituye el reinado 5º Jesucristo que cumple las promesas hechas después de la caída La alianza es una relación especial, personal entre Dios y el hombre En Dios la alianza es eterna y dura siempre, en el hombre no 2. La Creación del hombre Una fase importante de la creación es la creación de hombre. http://www.tweetcredo.com/portfolio/a-su-imagen-ysemejanza/ ¿Qué hemos visto en el video? Somos un reflejo del mismo Dios: su imagen. Por eso el hombre no está arrojado al mundo por una serie de casualidades, o de caos. Cada persona es idea de Dios, y tiene un plan para cada uno de nosotros que es lo que da sentido a mi búsqueda del sentido de mi vida.

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Dios, nos dice la Biblia, ha sido creado a su imagen y semejanza http://www.centroaletti.com/spa/opere/italia/50.htm “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza. Que domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, sobre todos los animales salvajes y todos los reptiles que se mueven por la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y mujer los creó” (Génesis 1, 26-27). Es un ser único, distinto al resto de los seres que ha creado: sol, luna, los árboles, los diferentes animales. Sobre la creación del hombre dice que tomó el polvo y lo moldeó, y después le insufló su aliento (cosa que no se dice de las otras criaturas) y es que el hombre es el único con el que Dios ha querido hacer de un modo especial y tener amistad con él: ”Entonces, el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser vivo” (Génesis 2, 7) [Explicación del mosaico: Dios Padre creó al hombre y todo el universo con sus dos manos, dice san Ireneo. Una mano es el Hijo y la otra el Espíritu Santo. Pero a Dios el hombre se le fue de las manos por su libertad, y el Hijo le dijo al Padre: no te preocupes que yo voy a buscarlo; y cuando Jesús ya ha cogido al hombre, le dijo el Espíritu Santo: ahora lo traigo de vuelta a casa (al Padre, a ser imagen de Dios). De hecho, de la tienda de oro, salen dos manos que emergen de dos mangas de color rojo: es Dios Padre que está plasmando al hombre, Adán y Eva. Desde la tienda, que es la morada de la Sabiduría divina, sale el hombre que se convierte en una tienda viviente, una morada de Dios. El hombre se convierte en la morada de Dios en la tierra, hasta el punto de que Dios ha prohibido al hombre hacerse ninguna imagen de Él porque ha conservado una gran sorpresa: la única imagen de Dios es el hombre y no la hemos hecho nosotros, nos la ha regalado Él; aunque hemos sido nosotros quienes hemos plasmado su imagen. El hombre se convierte entonces en esta morada, y es una morada de amor.

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San Juan Crisóstomo dice que Dios creó al ser humano como Adán y Eva, hombre y mujer, es decir, no ha creado una realidad única, sino que ha creado dos, para que la persona humana pudiera alegrarse participando en esta creatividad que hace que a través del amor los dos se hagan uno. Esta es la mayor felicidad que el hombre puede experimentar sobre la faz de la tierra: la comunión de las personas. Por tanto, Dios ha plantado esta tienda que se ha convertido en hombre y mujer, precisamente a través de la relación, el hombre y la mujer se acordaran constantemente de Dios, de la relación de la Santísima Trinidad. (sacado de la dirección web)] ¿Que es ser imagen de Dios?: eran como dioses, buenos, con relación perfecta con los animales, con toda la creación, no como es ahora. Una imagen representada en dos seres: hombre y mujer (Génesis 1, 26-27). http://www.centroaletti.com/spa/opere/italia/43.htm Dios creó dos sexos con la misma dignidad, que reflejan que la persona ha sido creada para: - necesitar al otro - necesita un complemento - no es buena la soledad, sino que es necesaria la comunidad; lo que da felicidad al hombre no es la soledad sino relacionarse con otros - que el hombre y la mujer se acordaran constantemente de Dios, que como hemos dicho es Tres Personas Esto contiene el misterio del matrimonio y la familia; y el misterio de la mujer a la que Dios ha querido darle una grandeza propia al ser ella la que transmite la vida; la madre es la que nos une con la vida. Cuando Dios creó al hombre y a la mujer lo hizo porque quiso y les hizo semejantes a Él; para crearlos se inspiró en Él mismo; nos hizo a su imagen. Por tanto, si Dios es la máxima bondad, la máxima belleza, el hombre era igual, aunque era criatura. Un pintor o un fotógrafo hace un autorretrato pero no es él mismo es una obra suya. Dios les insufla su aliento: el alma espiritual en el que deja su huella para que el hombre sepa cuál es el camino para vivir cerca de Dios.

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3. Dios y la libertad http://www.youtube.com/watch?v=Scz3-WwgUFI Dios sólo le puso un límite al hombre: que no comieran del árbol de la ciencia del bien y del mal ”El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y buenos para comer; y, además, en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal […] El Señor Dios tomó al hombre y lo coloco en el jardín del Edén para que lo trabajara y lo guardara; y el Señor Dios impuso al hombre este mandamiento: - De todos los árboles del jardín podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él morirás” (Génesis 2, 9. 1517) ¿Y eso qué significa? Significa que Dios es quien establece el bien y el mal, es el moldeador; pero si no les hubiera hecho libres no hubiera hecho falta hacer esa recomendación. Es decir, una persona que no es libre, que es esclavo hace lo que le mandan. Aquí Dios se lo dice avisándole de las consecuencias pero cómo están dotados de libertad pueden elegir entre comer o no. Es interesante caer en la cuenta de que Dios al dar al hombre la libertad pierde el poder de controlar al hombre como un autómata, o como un esclavo. Deja el poder en nuestras manos; ha dejado el camino abierto a la posibilidad del mal, por un bien mayor: la libertad de la que ha dotado al hombre, al crearlo a su imagen y semejanza. Dios quiere que el hombre le ame y le siga porque quiera con su libertad. Es decir, el hombre, a través de su inteligencia y su voluntad, a través de su conciencia, puede discernir lo que es bueno y malo; pero no puede establecerlo con su decisión. Dios está por encima de él. http://www.tweetcredo.com/portfolio/14-amor-de-dios/ El “amarás a Dios sobre todas las cosas” no es más que reconocer esto: que Dios está por encima de mí y me ha creado porque me quiere, que no somos fruto del azar. Nosotros estamos en el mundo porque Dios no puede vivir sin nosotros y nos ha creado. Si alguno tiene novio es consciente de que desde que se enamoró ya no puede pensar o hacer

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otra cosa que pensar en el novio. Pues eso pero infinitamente es lo que ha hecho Dios con cada uno de nosotros. A veces cuesta comprender que Dios sea Amor. Seguimos con nuestro esquema mental porque nos resulta más cómodo. Si tenemos la idea de que Dios es un Ser riguroso, tieso, gruñón puedo optar por quitarlo de mi vida porque ¿quién quiere relaciones con un Dios así? Pero si es verdad que Dios es Amor y me busca, que está dentro de mí, que ha dado la vida por mí, entonces eso cambia las cosas e implica un cambio en mi vida, y eso me apetece menos y por eso sigo en mis clichés. En el fondo aceptar esta realidad de que Dios es Amor es reconocer que Dios es el moldeador y nosotros los jarrones. Pero este mundo que podría haber existido no fue posible. La Biblia nos enseña a continuación cual es el origen del mal, que no viene de Dios, sino del hombre que se aleja de Dios. Cuando Adán y Eva hacen caso a la serpiente es cuando se alejan de Dios, y eso es el pecado: alejarse de Dios, romper la comunicación con Él. El pecado consiste en que yo quiero modelar al moldeador, poner yo el límite de lo lícito y lo ilícito, del bien y del mal. “La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que había hecho el Señor Dios, y dijo a la mujer: — ¿De modo que os ha mandado Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?” “La mujer respondió a la serpiente: — Podemos comer del fruto de los árboles del jardín; pero Dios nos ha mandado: «No comáis ni toquéis el fruto del árbol que está en medio del jardín, pues moriríais». La serpiente dijo a la mujer: — No moriréis en modo alguno; es que Dios sabe que el día que comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal […] La mujer se fijó en que el árbol era bueno para comer, atractivo a la vista y que aquel árbol era apetecible para alcanzar sabiduría; tomó de su fruto, comió, y a su vez dio a su marido que también comió” (Génesis 3,1-6). ¿A qué muerte se refería Dios? Cuando Adán y Eva pecaron, perdieron algo más grande que la vida natural; perdieron la vida sobrenatural, la relación cara a cara con Dios. Perder esta vida es la verdadera muerte.

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[Ya lo dijo Jesús: “No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed ante todo al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno” (Mateo 10, 28).] Adán y Eva desobedecen libremente a Dios. Todo lo que dijo la serpiente era cierto, pero de manera retorcida. Adán y Eva no murieron físicamente cuando comieron el fruto, pero murieron espiritualmente. 4. Consecuencias Una vez traspasado ese límite, que es lo que conocéis como pecado original, las consecuencias son las que sabéis: Sus ojos se abrieron; pero se abrieron a la vergüenza de su propia desnudez y a su pecado. Supieron que habían pecado contra Dios y, como cualquier niño desobediente, corrieron a esconderse de su Padre. Dios les da la oportunidad de decir la verdad, de confesar su ofensa a quien les había creado, en lugar de eso se echan la culpa el uno al otro y a la serpiente. 9 El

Señor Dios llamó al hombre y le dijo:

—¿Dónde estás? 10

Éste contestó:

—Oí tu voz en el jardín y tuve miedo porque estaba desnudo; por eso me oculté. 11 Dios

le preguntó:

—¿Quién te ha indicado que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te prohibí comer? 12

El hombre contestó:

—La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí. 13

Entonces el Señor Dios dijo a la mujer:

—¿Qué es lo que has hecho? La mujer respondió: —La serpiente me engañó y comí. (Génesis 3, 9-13) Cuando no hay claridad en el diálogo no es posible restablecer la armonía (tantos ejemplos actuales en que nadie quiere asumir la responsabilidad de lo que pasa, se echan la pelota unos a otros sin llegar a resolver los asuntos).

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Las consecuencias de ese apartamiento son las normales de un hombre que ha rechazado a Dios, no es que sean castigo de Dios, sino la situación de un hombre que ha perdido todos “sus dones”. De ese modo la naturaleza queda dañada en la voluntad (todos los días vivimos el no puedo y no quiero) y en la inteligencia (todos los días vivimos el no entiendo): “A la mujer le dijo: - Multiplicaré los dolores de tus embarazos; con dolor darás a luz tus hijos; - Hacia tu marido tu instinto te empujará y él te dominará (desigualdad). Al hombre le dijo: - Por haber escuchado la voz de tu mujer y haber comido del árbol que te prohibí comer: Maldita sea la tierra por tu causa (injusticia) Con fatiga comerás de ella todos los días de tu vida (esfuerzo). Te producirá espinas y zarzas, y comerás las plantas del campo. Con el sudor de tu frente comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra pues de ella fuiste sacado, porque eres polvo y al polvo volverás (muerte)” (Génesis 3, 16-19) Pero no está perdida. Es decir, el hombre sigue siendo imagen y semejanza de Dios aunque esa imagen esté empañada, oscurecida, y, a veces nos cueste verla, sobre todo en los demás.

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5. Adán y Eva somos nosotros La narración del Génesis es lo que nos puede pasar y nos pasa continuamente. Robo una bici porque he comprado 5 y me la roban, estoy harto. Lo pienso un poco y estoy convencido de hacerlo: sólo veo el atractivo: no pedirle a mi padre más dinero, tengo una bici nueva, “me vengo” de la gente que roba. Llego al piso y mi compañero lo aprueba porque me entiende. Llama a la puerta un chico que vive en un piso de estudiantes en el 5º piso; mi compañero le abre y el del 5º ve la bici, dice que de dónde ha salido, que es suya y se la acaban de robar. Mi compañero dice que él no sabe nada que he sido yo.

14 No he valorado las consecuencias negativas del robo: que me pillen, que me denuncien, que se lo tengo que decir a mi padre y no le va a hacer gracia..... Pero ahora las tengo que asumir Cuando nos pillan nos encontramos desnudos ante la mirada del otro, de Dios, y tendemos a escondernos detrás del árbol. Dios nos sigue mirando pero nosotros estamos detrás del árbol, no nos atrevemos a salir porque nos parece que nos va a recibir con castigos y entretanto no disfrutamos de la vida ni de Dios porque detrás del árbol no se puede hacer nada: no tenemos sol, ni comida, ni bebida, ni amigos, ni amor. Si saliéramos de detrás del árbol eso lo disfrutaríamos pero preferimos el escondite a enfrentarnos con nuestra realidad y reconocer nuestro error. Dios nos está llamando continuamente: sal, sal sal..... porque nos está mirando, pendiente de si salimos a no y le miramos. Nosotros queremos ser perdonados pero tenemos miedo... Dios no necesita perdonarnos porque nos ama continuamente, no deja de mirarnos. Está mendigando amor, es un ladrón de amor que viene por la noche, que viene en mi noche. El nos espera en el abismo del corazón, llama a la puerta de nuestra conciencia desde ese corazón, desde lo más profundo de nosotros. Y ya no nos pide ni siquiera que le amemos primero, sino que comprendamos cuánto nos ama. Entonces será nuestro despertar y podremos salir del árbol que nos oculta su mirada.

6. Cristo en el Génesis En realidad, el relato del Génesis es la ...