Tema 4: La familia y la educación familiar PDF

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TEMA 4. LA FAMILIA Y LA EDUCACIÓN FAMILIAR 1. La familia: origen, dinamismo y diversidad La familia es una institución poliédrica y su estudio, puede dirigirse hacia alguna de sus muchas vertientes: psicológica, sociológica, antropológica y, naturalmente, educativa. Sólo con una óptica verdaderamente interdisciplinar cabe lograr una comprensión de los distintos aspectos que muestra esta institución tan dinámica como diversa, según los momentos históricos y sistemas sociales de referencia. La familia es siempre una comunidad esencial para el funcionamiento de la mayoría de los procesos sociales, y muy especialmente para la transmisión de la cultura y la conformación de la personalidad de los individuos. Las funciones educadoras de la familia son muy relevantes y abarcan tanto aquellas que le son propias en cuanto al desarrollo psicofísico, la asunción de roles, la socialización de los hijos… La familia es el escenario en el que los niños reciben múltiples impactos de la cultura ambiental. La familia es una institución universal con una configuración funcional variable según la estructura social y la cultura de cada sociedad específica. Las características de la familia humana obedecen a razones no sólo biológicas sino principalmente culturales y sociales. Cambia de una sociedad a otra, al cambiar de función. La diversidad funcional comporta diferentes formas de composición familiar (más o menos extensa) y también relaciones distintas entre los miembros en los que se refiere a los roles parentales y de los hijos, a la autoridad etc. Centrándonos en la cultura occidental, cabe afirmar que los modelos familiares habidos a lo largo del tiempo pueden ser resumidos en dos: la familia extensa y la familia nuclear moderna. 2. Modelos familiares y crisis de la familia La familia tradicional: es extensa y consanguínea. En ella conviven varias generaciones (familia prolongada) y numeroso parientes vinculados por línea materna o paterna (modelo matrilineal o modelo patrilineal).Puede ser monógama y, en casos, polígama (persona que puede estar casada con varios individuos al mismo tiempo, contrario a monógama), de tipo poligínico con más frecuencia (1 hombre y varias mujeres). Este tipo de familia constituye una unidad económica de producción y consumo con funciones como: procreación y protección de la prole, producción de bienes y servicios, socialización y educación e los hijos, proporcionarles seguridad etc. La familia extensa suele estar relacionada con una economía primaria y con el medio rural.

La autoridad en la familia extensa suele ser patriarcal, encarnada en la figura del padres, quien ejerce un poder casi absoluto y los roles suelen diferenciarse por sexo y edad. La mujer tareas domésticas. La familia extensa, extraordinariamente estable, y conservadora, es un excelente medio de control social al servicio de la sociedad, a la que asegura su continuidad económica, política y religiosa. Para tal función homeostática se dota de estrategias que hagan posible mantener unido el patrimonio económico, evitando la dispersión de bienes mediante la herencia, un control total del padre sobre los medios de subsistencia, una residencia común para todos los miembros, aunque no siempre en la misma vivienda. Frente a este modelo familiar extenso, encontramos un modelo familiar presente en numerosas culturas: la familia nuclear o reducida. Antropólogos consideran como universal, el núcleo padre-madre-hijos ya que se encuentra en el sustrato de cualquier tipo de forma familiar. La monogamia es mucho más rara que la poligamia, fórmula matrimonial que está de alguna manera presente en el 90% de las culturas. Y dentro de ésta, la poliginia domina claramente sobre la poliandria. Con esto queremos decir, que la familia nuclear es un modelo muy diverso que no hay que confundir con la familia típica de las sociedades industriales desarrolladas. De la familia nuclear occidental se puede decir que ya no es una unidad de producción, sino tan sólo de consumo y que su movilidad es alta. Es decir, está sujeta a cambios de residencia, por lo que pierde sentido la estrecha relación entre la familia y la casa familiar. La movilidad de la familia moderna se debe a razones laborales y la salarización. Esto trae como consecuencia que el trabajo y la vida doméstica ya no se desarrollan en el mismo ámbito. El tiempo y el espacio dedicados al ocio se sitúan de manera prefijada en el calendario semanal, compartiéndolo con os horarios laborales absolutamente diferenciada. Este tipo de familia ha ido transfiriendo a la sociedad una buena parte de sus funciones. Esto implica cambios en la estructura familiar. Los miembros gozan de más autonomía, libertad e igualdad entre sí. Los role, al menos en parte, están alterándose e incluso intercambiándose entre sexos, por ejemplo. La jerarquía ha dejado de ser sagrada e indiscutida para dar paso a formas de relación más democráticas entre los miembros, cuya independencia respecto al control familiar es también mayor cada día. Junto a estos modelos clásicos (extenso y nuclear), debemos incluir un tercero donde se encuentran aquellos grupos domésticos con uno solo de los padres por fallecimiento de uno de los progenitores o por divorcio. La familia monoparental. Se distinguen entre matrifocales (madre con hijos) se presentan en muchas culturas con formas dispares, a veces asociadas a la pobreza. El haber sido tratadas estas familias como algo anormal ha impedido contemplarlas de manera objetiva y relativa, pues no

hay nada que pruebe que son inherentemente más patológicas, indeseables o contraria a la naturaleza humana que la familia nuclear. Y patrifocales (un padre con hijos). Este debate está hoy en nuestra cultura de extrema actualidad, a consecuencia de la profunda crisis que vive la familia tradicional, y la proliferación de nuevas formas familiares, como las parejas y matrimonios entre personas del mismo sexo. La familia ha recibido el impacto de un medio social y cultural muy cambiante. Sin duda, la asimetría de las relaciones dominantes en la familia extensa (familia asimétrica), por la que la mujer está subordinada al varón y la autoridad no es compartida. Han seguido incidiendo en el problema de la igualdad entre sexos. Polémicas como el salario del ama de casa, las cuotas femeninas en los puestos directivos de empresas o instituciones, las políticas de discriminación positiva en favor de las mujeres en general. La institución familiar ha cambiado como consecuencia de grandes cambios socioculturales y económicos: la movilidad geográfica y laboral, la concentración e la población en grandes urbes, el desarrollo del sector de servicios, la masiva y vertiginosa, por ejemplo en nuestro país, incorporación de la mujer al trabajo, la caída de la natalidad, la democratización social, etc. Tal así que es difícil prever cómo será la familia para el futuro. A.Toffler, habla de matrimonios temporales con grandes facilidades para el divorcio, con una progresiva eliminación de la presión social sobre las parejas. La familia actual sufre una seria crisis, al igual que parejas que sufren el sistema de valores y las pautas de conducta en la sociedad post-industrial. Parece que la familia seguirá desempeñando un papel esencial en la socialización inicial y en los primeros aprendizajes. Es la detentadora primaria del derecho a la educación. 3. Funciones de la familia La familia ha visto cómo muchas de sus tradicionales funciones educativas o formativas, culturales, económicas o de control social, han dejado de serle exclusivas. Entre las funciones destacamos las exclusivas que son vitales para la supervivencia de la sociedad: la sexual, la reproductiva, la económica y la educativa. Y las no exclusivas que serían: funciones para con el individuo, para consigo misma y con la sociedad. -

Funciones con el individuo

La familia, y en concreto los padres, deciden el nacimiento de un nuevo miembro, asumen su crianza durante la etapa de dependencia biológica, y lo socializan filtrando y acomodando las normas sociales.

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Funciones para consigo misma

La familia, pretende perpetuarse, es decir, promover nuevas familias, lograr su estabilidad en el tiempo y radicarse en un determinado espacio (la vivienda, la comunidad local, el barrio, etc.). Todo ello contribuye además al mantenimiento del orden social, función que está muy criticada por aquellos que consideran injusta una determinada estructura social, de la que la familia sería una cómplice necesaria. -

Funciones para con la sociedad

La familia es una institución que presta grandes servicios al sistema social. Es uno de los grupos primarios, sin duda el principal, mediante los cuales se transmite la cultura, con todos los elementos necesarios para la inserción de los individuos en la vida colectiva. Muchas funciones son compartidas hoy por la familia con otras instituciones públicas. Su espectro funcional se ha reducido a do campos fundamentales: la educación afectiva y la socialización. El niño debe recibir de la familia el apoyo afectivo adecuado para su desarrollo psicológico. En cuanto a la función socializadora, la familia sigue siendo el primer agente de la socialización primaria, gracias a la cual el niño introyecta los valores, conductas, las actitudes que irán configurando su personalidad.

4. La familia como institución educadora. La familia cuenta con una capacidad de influir, de moldear, gracias a sus características como instrucción. La labor de filtraje cultural es desarrollada por ella mediante tres acciones sucesivas: en primer lugar, interpreta esos contenidos culturales y, por fin, los valora según su particular jerarquía axiológica. De este modo va creando una determinada cultura familiar que deja su impronta socializadora. En familias muy normativizadas la transmisión de la cultura produce individuos muy adaptados, regulares en su conducta y ordenados, pero poco creativos. Nos vamos a centrar en el papel de la familia respecto a la formación intelectual, en relación con su desarrollo escolar. El impacto de la familia sobre la vida escolar de los niños es extraordinario, por razones como éstas: -

La familia configura la personalidad de los niños: el niño accede a la escuela con un bagaje de personalidad que se ha gestado en el seno familiar. Estas tempranas influencias son las motivadoras y persistentes y de ellas va a depender en buena medida el desarrollo emocional y mental del niño.

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La familia proporciona los códigos lingüísticos básicos a los niños. La clave del fracaso escolar en la disociación entre los códigos lingüísticos del niño y del maestro, que vendrían a representar la cultura oficial, más favorecidas. Basil Berstein describió dos modelos de códigos, el elaborado y el restringido; el primero, propio de las clases populares, más simple gramaticalmente hablando, menos rico en vocabulario; el segundo se refiere al lenguaje de las clases sociales más cultas, más complejo, con un vocabulario amplio, y por tanto más próximo al lenguaje científico y culto.

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La familia influye en el rendimiento escolar de los niños. Es la actitud de los padres ante los estudios de los hijos lo que más influye en el éxito escolar. Éste se relaciona claramente con el nivel cultural de los padres, y particularmente con el nivel de expectativas que los padres tienen respecto a sus hijos, expectativas que éstos asumen o introyectan. Se sabe que tanto el autoritarismo excesivo como la dejación de responsabilidades o permisividad exagerada causan bajos rendimientos.

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La conducta familiar influye en la conducta escolar de los niños. La familia influye en los comportamientos en el centro escolar: el nivel de adaptación, el grado de agresividad. Tanto el nivel sociocultural de los padres como su estilo de vida (valores, normas, pautas de conducta) van a influir en la conducta escolar del niño. De la misma manera, el desacuerdo entre los padres sobre los criterios disciplinarios también provocará desajustes, inestabilidad emocional e incluso agresividad en los hijos.

5. A modo de epílogo: familia, infancia y educación en la cultura contemporánea. La sociedad actual está sufriendo intensas transformaciones que obedecen a profundas mutaciones económicas, consecuencia, de los avances en los campos de la tecnología, la información y la comunicación. En este ambiente de cambios, consideramos la familia como un grupo humano primordial en el que confluyen relaciones, vivencias e interacciones personales y sociales de gran complejidad. El modelo de vida en el que estamos instalados ha ido modificando progresivamente la morfología de la familia, desde su antigua forma extensa hasta la forma que llamamos nuclear. La reducción de la convivencia generacional, las relaciones más permisivas entre padres e hijos o la incorporación de la madre al trabajo, son algunos de los aspectos que caracterizan hoy a esta familia reducida.

El modelo familiar fuerte se caracteriza por: 1. Un alto nivel de vida doméstica de la mujer. Las mujeres ostentan el rol principal en las tareas domésticas y escasa participación como mano de obra remunerada. 2. Una media baja en la edad del matrimonio. Las parejas se casan jóvenes. 3. Gran división del trabajo en el matrimonio. 4. Índices de fertilidad relativamente altos. 5. Índices de divorcios bajos. Las familias permanecen unidad a pesar de las adversidades. 6. Un nivel de legitimación alto. No se llegan a admitir plenamente otras relaciones extramatrimoniales, como madres solteras, o hijos ilegítimos.

También destaca la mayor participación de los hombres en las tareas domésticas cuando sus mujeres tienen un trabajo a jornada completa, y no de media jornada. Es decir, aceptan de buena gana participar en las tareas de casa cuando la mujer gana dinero. Para las familias españolas, la educación de sus hijos continúa ocupando un lugar de primer orden entre sus objetivos y prioridades. Entienden que sus miembros más jóvenes deben permanecer en el sistema educativo hasta conseguir una cualificación profesional que les permita el ingreso en el mundo laboral en función de sus expectativas. Es muy común que los padres y mares, pero sobre todo los padres, con profesionales “de cuello blanco” tienen un gran peso en la elección del tipo de estudios superiores de sus hijos, con la vista puesta en una futura profesión parecida a la suya. Las familias nucleares están delegando, cada vez, más competencias educativas en otras instancias. Demandan de la escuela respuestas a todas las necesidades educativas, escolares o no, de los hijos, lo que aparentemente se contradice con la generalizada opinión de padres y madres. La satisfacción de las familias españolas por la enseñanza que reciben sus hijos es alta. En general, las preferencias educativas para los hijos se modulan en función de la formación académica (el nivel de estudios) y la profesión de los padres....