Tema 8 el texto adecuaciocc 81n coherencia y cohesiocc 81n PDF

Title Tema 8 el texto adecuaciocc 81n coherencia y cohesiocc 81n
Course Química
Institution Universitat de Vic
Pages 19
File Size 274.5 KB
File Type PDF
Total Downloads 83
Total Views 131

Summary

ejercicio...


Description

C.E.P.A. LA MANCHUELA PRUEBA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD PARA MAYORES DE 25 AÑOS FASE GENERAL - LENGUA CASTELLANA Y COMENTARIO DE TEXTO Y DESARROLLO DE UN TEMA TEMA 8. El texto. Adecuación, coherencia y cohesión.

1. ¿QUÉ ES UN TEXTO? Hasta hace no mucho, solíamos asociar la palabra «texto» a un tipo especial de texto. En los libros de Lengua que estudiábamos en el colegio aparecía texto como sinónimo de poema, poemario, un libro, una obra literaria… La acepción actual de la palabra es enormemente más amplia. Son textos las manifestaciones no solo escritas sino también las verbales. Se consideran textos, por ejemplo, una conversación entre dos amigos, una charla telefónica, un mensaje de correo electrónico que llega a nuestro ordenador, un cartel publicitario que vemos en la calle, una canción, un folleto de un medicamento, etc. Por lo tanto hemos de quitarnos de nuestra cabeza el concepto estrecho de texto que hasta ahora hemos tenido para abrirlo a uno más amplio. En temas anteriores estudiábamos que la lengua se estructura en unidades cada vez mayores. Las unidades más pequeñas eran los fonemas o sonidos (las letras son su representación escrita); con ellas se componían golpes de voz que llamamos sílabas; uniendo sílabas entre sí y dotándolas de un significado que indica un ser, una cosa o un concepto abstracto formamos palabras; estas palabras se componen de monemas que, algunos aportan el significado base a la palabra (gat-, lexema o raíz de la palabra gato) y otros dan pequeños matices al lexema que completan el significado primario de éste; con las palabras podemos construir mensajes completos, las oraciones, que tienen ya en sí la capacidad no sólo de transmitirnos una idea o designarnos un objeto sino de transmitir una información completa; las oraciones se forman uniendo palabras mediante unas reglas sintácticas muy complejas; a su vez estas oraciones se componen de sintagmas o grupos de palabras que son unidades más pequeñas que ella pero mayores que la palabra que se caracterizan por cumplir una determinada función en la oración (sujeto, predicado, CD, CI, complemento agente, etc.); pues bien, la unidad mayor de comunicación y, por tanto la unidad mayor que podemos encontrar en la lengua es el texto, del que estamos hablando en este tema. Una sola palabra, ¡fuego!, desde el balcón de su casa en llamas, puede constituir un texto de por sí. En este caso, la situación nos ayuda a interpretar

que esa persona está en peligro y que pide ayuda. Se trata, pues, de un texto de una sola palabra. Por otro lado, no constituiría un texto si digo Porque ya habían cerrado . Nos falta información para interpretar esa oración subordinada causal. Para que fuera un texto tendría que aparecer una proposición principal de la que dependa esta proposición subordinada causal: Nos fuimos (Proposición principal) porque ya habían cerrado (proposición subordinada causal). La forma porque no tiene significado si no sabemos lo que se ha dicho anteriormente. Otro ejemplo: Sí, lo hice tal y como me dijiste, tampoco es un texto porque desconocemos a qué se refiere ese pronombre lo. En cambio, si lo encuadramos en esta conversación: -¿Cambiaste el mueble de sitio? - Sí, lo hice tal y como me dijiste, el conjunto sí constituiría un texto, pues ese lo se refiere a la acción de cambiar de mueble un sitio. Como vemos, en este caso, la conversación completa es un todo comunicativo cerrado en sí mismo, bien estructurado, con una intención comunicativa clara (provocar una respuesta) y con todos sus elementos sintácticos y semánticos muy claros y precisos. Cumple, por lo tanto, todas las condiciones para ser considerado un texto. Así pues, para que un texto sea considerado como tal ha de presentar las siguientes características: 





Debe transmitir un mensaje completo, es decir, no han de faltar en él partes que denoten falta de completitud, que cierren la comunicación y que nos hagan percibir los diferentes enunciados como un todo cerrado. Un texto es el resultado de una interacción comunicativa, es decir, consecuencia de un intercambio de información entre un emisor y un receptor, en una determinada situación. Incluso en casos como un escrito de un autor latino del siglo I a. de. C., leído hoy mismo tiene una intención comunicativa. Virgilio, con la Eneida, quiere transmitir una épica que legitime la fundación de Roma. El autor de este libro emite su mensaje con intención de perdurabilidad, de que llegue a ser leído en la actualidad. Por ello, incluso en caso extremos como éste, podemos percibir esta interacción comunicativa. Un texto está constituido por una o más unidades lingüísticas, que manifiestan una determinada intención comunicativa. Un texto cualquiera está elaborado para transmitir una información, para provocar una reacción, para verificar que la comunicación ha sido exitosa, para crear extrañeza o belleza… (Es lo que veíamos cuando estudiábamos las funciones del lenguaje en el anterior tema). Es decir, cuando un emisor elabora un texto lo concibe con un determinado fin, se formula interiormente un ¿para qué? A veces es complicado encontrar una sola intención, sino que nos pueden aparecer varias. Siempre hemos de fijarnos en que una resalta más que las demás.

Teniendo en cuenta estos rasgos, podemos definir el texto como la unidad de comunicación. Nos comunicamos mediante textos, sin importar si el texto está formado por una palabra, una oración o un libro entero.

Todo texto tiene que cumplir una serie de propiedades. Las iremos analizando en los siguientes epígrafes más en detalle. Estas propiedades son:   

Debe ser adecuado a la situación de comunicación. Debe ser coherente en su contenido. Debe estar correctamente cohesionado.

2. PROPIEDADES DE UN TEXTO: ADECUACIÓN, COHERENCIA Y COHESIÓN Un texto, para ser considerado como tal debe cumplir tres condiciones: ser adecuado a la intención comunicativa y a la situación, ser coherente en su mensaje y estar cohesionado, es decir, presentar conexión entre sus partes. En los textos literarios el autor puede permitirse incumplir alguno de estos requisitos a fin de lograr un efecto estético. Este recurso de la escritura literaria es conocido como licencia poética. 3. LA ADECUACIÓN En nuestra vida diaria nos podemos ver envueltos en numerosas situaciones de comunicación. A modo de ejemplo: nos encontramos un amigo por la calle, hacemos un examen, escribimos una instancia a nuestro ayuntamiento, hablamos por teléfono, regañamos a nuestro hijo, mantenemos una conversación por Whatsapp, leemos un folleto publicitario o un libro, etc. La riqueza de un hablante se mide por la capacidad de uso de diferentes registros (cultos, coloquiales e incluso vulgares), en el momento y lugar adecuados. De ahí que, personas de un nivel cultural bajo tengas enormes dificultades de expresión en registros formales de la lengua y que, entre personas de niveles culturales altos se tenga menos problemas para acceder a dichos registros y se mida más el uso de registros vulgares de la lengua. En cada situación usamos un registro diferente, o sea, adaptamos nuestro lenguaje a la situación y a nuestro interlocutor. Pongamos dos ejemplos: eres profesor de Física cuántica en la universidad y te toca dar clase. Evidentemente tu registro ha de ser culto y muy técnico pues es lo que la situación y los receptores (los alumnos te demandan), aunque haya algunos momentos de cierta relajación en el discurso (una anécdota, una digresión…); pero, acabada la jornada laboral, el profesor acude a una cena entre amigos: quedaría inadecuado, en esa cena, dar una lección sobre agujeros negros, por lo que el registro cambiaría a un tono coloquial e incluso vulgar. Es más, dos textos pueden tener el mismo contenido pero tener distintos grados de formalidad. Un texto más coloquial se justifica en una situación desenfadada e informal, pero no es adecuado para un momento o un acompañamiento formal. Nos ofrecen el mismo contenido pero de distinta forma:



Texto 1: (Situación comunicativa: en una instancia dirigida al ayuntamiento de una localidad): Visto que desde la Alcaldía de la localidad no se han atendido mis peticiones de reparación de daños y perjuicios por la colocación de barreras arquitectónicas que impiden mi movilidad por mi barrio en silla de ruedas, me veré obligado a acudir a instancias judiciales para salvaguardar mis derechos como ciudadano. Suyo atentísimo…



Texto 2: (Situación comunicativa: en un bar, con amigos): Pues na, el tonto del alcalde, que como no tiene las piernas inútiles como yo, no me hace ni puto caso y por el barrio casi no me puedo mover. Pero ya verá, ya, que me voy derecho al juzgao. Este se me acojona, veréis y to apañao en na.

El concepto de registro es la clave para entender la adecuación. Está siempre en relación con el grado de formalidad de la comunicación. Con un amigo o con tu hijo utilizas expresiones más coloquiales, menos formales, usas más las funciones expresivas y apelativas del lenguaje, la estructuración de las oraciones es más libre, incluso hay oraciones inconclusas, repeticiones de palabras e incluso oraciones; hay menos preocupación por la corrección de pronunciación, semántica o sintáctica; incluso, si el registro coloquial se vuelve vulgar, aparece el uso de tacos o expresiones malsonantes, los acortamientos de palabras (to, na, pos bueno…). El primer registro del lenguaje es el llamado no formal o coloquial y el segundo es el vulgar. Sin embargo, en una situación formal, cuando no tenemos familiaridad con el receptor del texto (cuando estás escribiendo un examen, redactando un escrito judicial o una instancia o nuestra tesis doctoral, cuando estás haciendo una gestión en una oficina, cuando nos dirigimos a una persona mayor o desconocida o a la que debemos un respeto: un obispo, un juez, el rey…), nuestro lenguaje es más cuidado, el léxico es preciso rico y culto, usamos más tecnicismos, cuidamos la pronunciación, el orden de las palabras en una oración es más riguroso, no acortamos palabras ni abreviamos innecesariamente, no empleamos expresiones vulgares o coloquiales, usamos el usted cuando sea necesario… Éste es el registro formal. En conclusión, ser adecuado significa elegir en cada momento el registro apropiado dependiendo de la situación de comunicación y del grado de afectividad que tengamos con nuestro interlocutor. 4. LA COHERENCIA Observa estos tres ejemplos. Ninguno de ellos es un texto:   

Mañana iré al cine. Mi perro se llama Patch. Ayer hizo calor. Los limoneros crecieron muy bien en plena Antártida. ¿Ya has leído el correo electrónico que olvidé mandarte ayer?

La razón de que no sean textos es su falta de coherencia. En el primer ejemplo, las tres informaciones carecen de relación entre sí, lo que provoca incoherencia; por separado, cada enunciado sería coherente. En el segundo ejemplo lo que provoca extrañeza e incoherencia es la radicación geográfica imposible de un limonero en la Antártida. En el tercero hay una incoherencia temporal: es imposible leer un correo que no se ha enviado aún. Es la propiedad que garantiza la unidad de sentido de un texto. Consiste en presentar ideas en torno a una misma temática y estructuradas de forma lógica. Se entiende por coherencia la propiedad fundamental inherente al texto que hace que pueda ser percibido como una unidad comunicativa y no como una sucesión de enunciados inconexos. Gracias a la coherencia, las partes del texto aparecen relacionadas entre sí en función de la totalidad, y el conjunto se percibe como adecuado al contexto en el que se produce la comunicación.

4.1.



Ejemplo de texto coherente: Un niño llamado Pepito estaba jugando en el patio de su casa. Su madre le mandó entrar y le dijo que se pusiera a hacer los deberes, pero a él no le dio la gana. Entonces le castigó sin ver la televisión.



Ejemplo de texto incoherente: Un niño llamado Pepito estaba jugando en el patio de su casa. Su hija le mandó entrar. El portero dijo que las apagara pero él tenía hambre. Entonces se examinó de latín.

CAUSAS DE INCOHERENCIA DE UN TEXTO

La incoherencia de un texto puede estar provocada por diversos motivos: 

Por que no exista un núcleo informativo común. En cada texto hay siempre una información fundamental a la que se supeditan las demás informaciones suplementarias. En (Mañana iré al cine. Mi perro se llama Patch. Ayer hizo calor.) hay tres núcleos informativos no relacionados entre sí para nada. Por ello se aprecia incoherencia. Sin embargo en (Mañana iré al cine. Esta tarde voy a comprar las entradas. Espero llegar a tiempo a casa) sí se observa la coherencia que aporta un núcleo informativos común: el emisor, mediante “mañana”, “esta tarde” y “llegar a tiempo” nos quiere transmitir lo que va a hacer entre hoy y mañana. El usos de esas expresiones de tiempo da unidad al texto y lo hace coherente.



Que haya adecuación del texto con nuestro conocimiento del mundo y con el marco en que se ha producido el intercambio comunicativos. Todos sabemos que, por mucho que nos esforcemos es imposible, en un medio tan frío como la Antártida, plantar un limonero y que crezca. No será incoherente si dicho enunciado aparece en un marco diferente como un poema, un

chiste o un cuento literario donde el autor se puede permitir estas licencias. 

Por el significado equivocado de las palabras. Observa los siguientes ejemplos:  *La lucha fue sanguinaria pero no hubo heridos. En este caso hay una incoherencia entre el que la lucha fuera sanguinaria y no hubiera heridos  *Han pasado veinte minutos de juego y el marcador sigue inalterable. Por “inalterable” se entiende “aquello que no se puede alterar, pero, en un partido, claro que se puede alterar en cuanto un equipo meta un gol. Se debería usar el participio “inalterado”, pero no “inalterable”.  *El presidente del Gobierno ha sido elegido democráticamente y detenta el poder desde hace cuatro años. “Detentar” significa “retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público. Si ha sido elegido democráticamente, el presidente del Gobierno no ha de “detentar” el poder legítimamente, sino “ostentarlo”.  *En el vestuario de ese equipo hay un malestar latente porque todos los jugadores se están insultando. “Latente” es algo que aún no se ha manifestado. Está ahí, pero no ha habido ningún acto que lo haga patente. Si los jugadores se están insultando, el malestar no puede ser latente ya.  *La victoria del equipo español sobre el italiano fue pírrica (ganó por 5-0) pero con ella se proclamó campeón de Europa . La victoria no puede ser pírrica sino abrumadora. Lo sería si fuese un 1-0, pues “pírrico” significa «algo conseguido con mucho trabajo o por un margen muy pequeño». Pirro era rey de Épiro, quien derrotó a los romanos en Ásculo, en el año 279 a. C., pero a costa de sufrir numerosísimas bajas. En todos estos casos, el significado erróneo de una palabra provoca la incoherencia del enunciado.



Por el mal uso de los conectores. En ocasiones la incoherencia se debe al mal uso de algún conector, es decir, esos elementos cuya función en el texto es la de unir o relacionar enunciados o párrafos (no obstante, además, o sea, es decir, sin embargo, ect.):  *Juan es un chico alegre; no obstante, a veces es muy simpático.  *Juan no estudia nada. Además, sabe informática. En ambos enunciados la incoherencia la provoca el mal uso de “no obstante” y de “además”. Los dos son conectores, que unen dos enunciados para aportar progresión al texto. Sin embargo, en el primer ejemplo, añadir “simpático” a “alegre” con una locución adversativa o concesiva no tiene sentido. Lo lógico sería que se redactase así: “no obstante, a veces es

muy simpático” o cambiando el “no obstante”: “y también, a veces es muy simpático” añadiendo un matiz intensificador de esa alegría de Juan. En el segundo texto, el error está de nuevo en el conector “además”. Si el primer enunciado nos dice que Juan no estudia nada, no tiene sentido añadir un enunciado que va en dirección contraria a lo afirmado. 

Por falta de unidad temática. Otras veces la falta de coherencia se refleja en la unión de enunciados sin relación temática, por lo que la suma de estos difícilmente constituye un texto. Veamos estos dos textos: 



Juana se levantó temprano. Lo primero que hizo fue irse al baño a asearse. Seguidamente, se maquilló vistió muy formalmente para la entrevista de trabajo de las 10. Tomó un café solo rápidamente, se armó de valor y emprendió el gran reto del día: conseguir un trabajo. Juana se levantó temprano. Los perros perseguían a unos hombres. El partido fue bueno: ganó mi equipo. Son las 12 del mediodía.

Entre los dos existe una notable diferencia. En el primero hay una coherencia y una relación lógica entre los enunciados. Se nos narra perfectamente los primeros momentos del día en Juana y el reto al que se enfrenta. Pero en el segundo hay una serie de enunciados inconexos entre sí; cada uno con una temática distinta. Si bien, en la Literatura nos podemos permitir estas licencias con un fin estético, en la mayoría de situaciones a las que nos enfrentemos esa concatenación de enunciados es ilógica y atenta contra la coherencia del texto. 

Por la aparición de anacolutos . Un anacoluto es la falta de coherencia en la construcción sintáctica de los elementos. Dejar una cláusula incompleta para empezar otra, rompiéndose así el hilo lógico del pensamiento, constituye uno de los anacolutos más frecuentes. Ej.: El alcalde insistió en que deberíamos ¡es un impresentable!

5. LA COHESIÓN Se denomina cohesión textual a la red de relaciones entre los distintos elementos de un texto que manifiestan lingüísticamente su coherencia. Por tanto, los mecanismos de cohesión son los procedimientos lingüísticos que aseguran o refuerzan la coherencia textual. Observa el siguiente ejemplo: Juan vino a verme por la mañana. Mi dirá que había dejado a su novia. Es un ejemplo de texto coherente en el que no hay una información bien estructurada y que no nos impide entender lo que se dice; sin embargo, hay un fallo de cohesión en el verbo en futuro “dirá”. Lo lógico es que todos los verbos estén en pasado pues se nos está

contando una historia ya ocurrida. Para que el texto está perfectamente cohesionado habría que haberlo redactado así: Juan vino a verme por la mañana. Me dijo que había dejado a su novia. No afecta a la comprensibilidad del texto por eso no es incoherente pero sí está mal cohesionado. A veces esa falta de cohesión sí puede afectar a la incomprensibilidad pero, en la mayoría de los casos, no ocurre así pues el contexto suele salvar el problema. Los procedimientos son múltiples y muy variados, tanto que es bastante complejo intentar siquiera un análisis completo de todos ellos. Para sistematizar, los clasificaremos en función del plano de la lengua al que afectan, y así distinguiremos los mecanismos gramaticales, los léxicosemánticos y los textuales. También existen procedimientos de cohesión en el nivel fonológico de la lengua (rima, ritmo, aliteración, paranomasia…), pero generalmente solo se dan en los textos líricos. 5.1.

MECANISMOS DE COHESIÓN TEXTUAL.

5.1.1 NIVEL GRAMATICAL: LA DEIXIS, LA ELIPSIS Y EL PARALELISMO SINTÁCTICO. - LA DEIXIS La “deixis” (término procedente del griego que significa “mostrar”, “señalar”) es la función representada por ciertos elementos lingüísticos, que consiste precisamente en señalar o designar algo presente entre los hablantes (deixis extratextual = un objeto, un lugar, una persona, una acción. Las palabras son constructos intelectuales para designar elementos que están fuera del lenguaje: los seres, objetos o ideas que significan) o en el propio enunciado (deixis textual, es decir, partes del discurso ya expuestas “Como se indica en el párrafo anterior” “Antes ya señalamos este asunto”, “en el capítulo V de esta obra se dice que…”). Hablamos de deixis extratextual cuando un elemento de la lengua hace referencia directa a algún elemento de la situa...


Similar Free PDFs