Antropologia Grecia PDF

Title Antropologia Grecia
Author Miguel Angel Murillo
Course Antropología
Institution Universidad Pontificia Comillas
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La antropología en Grecia: Platón, Aristóteles, Sócrates (historia). Profesor Ignacio Verdú....


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TEMA 2: LA ANTROPOLOGÍA Y SU DESARROLLO HISTÓRICO LA REFLEXIÓN SOBRE EL SER HUMANO EN LA ANTIGÜEDAD – LOS INICIOS: Nuestro origen tiene una base greco-romana y otra judeo-cristiano. En Grecia se da el paso del mito al logos, de explicaciones de carácter mitológico sobre lo real a explicaciones de carácter científicas y filosóficas de la realidad. Una cultura que deja de tener como personajes que dan las claves de lo que es el mundo y lo que somos (poetas y sacerdotes ) a sociedades en las que las dan los filósofos y científicos (sentido de la existencia, lugar que ocupas en el mundo). Los poetas en el mundo griego son muy importantes. Homero y Hesíodo son considerados como educadores, al trasladar la comprensión del mundo, los valores con carácter mitológico. ▬ Los poetas dicen que lo propio de nuestra existencia es que no podemos predecir nuestra vida. Somos conscientes de los peligros que podemos experimentar y que en cuestión de un día toda tu vida puede cambiar. Si no nos diésemos cuenta de nada seríamos menos desdichados. Vivimos en un mundo que no podemos controlar (tanto para bien como para mal  los dioses rigen todo) ▬ El filósofo (ej: Heráclito) confía en el poder de la razón para que el hombre pueda elevarse hacia lo divino con el fin de mejorar su existencia y dejar de sufrir por ello. “Vivir la vida de modo que merezca la pena vivirla”. Para que surja la filosofía se debe romper con el modo tradicional de todo lo anterior, para proponer algo nuevo  confianza en el poder del hombre como herramienta de mejora. Es necesario despertar.

GRECIA  HERÁCLITO: En el planteamiento contrario, (filósofos y logos) es que soy capaz de conocer ese orden bajo el que se encuentran las cosas, porque es un orden necesario y las cosas siempre están sometidas al mismo orden, no cambia. Si somos capaces de conocer el orden que rige las cosas, somos capaces de anticipar lo que va a ocurrir y de elaborar técnicas que me permitan manipular esas cosas. Los presocráticos toman conciencia de esto, y hacen el esfuerzo de comprender ese logos bajo el que se encuentran las cosas, buscan esa unidad que explica la pluralidad o la ley universal. “Lo múltiple se explica por lo uno”, muchos individuos bajo una misma ley. Para que esto se haga es necesario en un cierto sentido, romper con determinadas cosas y plantearnos preguntas que buscan respuesta sobre nuestra existencia. Entonces surge en el ámbito de la filosofía una necesidad de conocer y explicar qué es el ser humano. Si no nos vale con lo que hay, necesitamos respuestas que nos den la verdad, por lo tanto, es una búsqueda comprometida, en ella va nuestra vida. La pregunta de la verdad cobra fuerza cuando tiene vigencia la explicación que hasta ahora se daba por buena. Si la damos por buena no nos preguntamos, no nos inquieta, en este caso una verdad mítica debido a la tradición. Aquel que se conforma con lo que hay y no se pregunta, es obrero y aliado de lo que ocurre en el mundo en el que le ha tocado vivir. Heráclito abandonó toda su tradición y lo que le tocaba ser para buscar la filosofía. El filósofo, frente al poeta que nos transmite una mitología determinada, en este caso, las de los Dioses del Olimpo, confía en que hay un orden, que rige sobre todas las cosas, al que todo está sometido. Lo más importante, confía en que se puede conocer, ver, mostrar, desvelar dicho orden, ley o logos. Heráclito defiende: “Aunque el logos es común y rige para todo, la mayoría vive como si tuviera un logos particular”. La idea de Heráclito es que hay algo que define al ser humano, pero la mayoría vive como si fuese único y no estuviese bajo un logos común, sino siendo un logos particular de cada uno. Lo que hace que todo ser humano tenga ciertos derechos, es que el ser humano es algo en concreto y que debe ser tratado de un modo concreto, es decir, que por ser lo que es, ha de ser tratado de un

modo, por lo tanto, todo ser humano está bajo un cierto orden común. Estar bajo un orden o una ley común es de la forma en la que no deberá ser tratado el ser humano. Por ejemplo, un líquido inflamable se le trata de un determinado modo, porque si le trato de otro modo, explota. Por lo tanto, le he de tratar de determinada forma bajo un determinado orden por ser lo que es. El logos es lo que hace que en este caso el líquido inflamable es lo que es y por ello se le ha de tratar de un determinado modo. Lo que hace que el ser humano tenga unas características determinadas es porque estamos bajo un determinado logos, que comparto con otros que tienen las mismas características y por tanto se nos tiene que tratar del mismo modo en un cierto sentido, pero no en todo, como pueden ser los derechos fundamentales que compartimos. Eso que compartimos es lo que entiende Heráclito por un logos bajo el que nos encontramos. El siguiente paso de la filosofía es dirigir la mirada, no a lo que tenemos delante, vemos u observamos e intentar entender su orden, si no dirigir la mirada al observador, al ser humano en sí, que está asombrado por el orden e intenta entender ese orden que encuentra. En este caso, el asombro y la admiración, sube de grado porque nos damos cuentas de que somos capaces de captar orden o en todo caso, capaces de dar orden, y esto no lo hacen el resto de los seres. Por lo tanto, para saber qué es ese ser que es capaz de captar y dar orden, es algo más complejo y será la cuestión fundamental del periodo clásico de la filosofía griega. ¿Cuál es el hábitat, el mundo propio del ser humano o del hombre? Tres posibles respuestas a esta pregunta: -

Si el lugar propio del hombre es la naturaleza, somos un ser natural más. Si su hábitat es la naturaleza, para comprender lo que es el hombre tendré que comprender las leyes que rigen para el resto de la naturaleza. Si sólo somos un mero ser natural, con comprender dichas leyes entenderemos lo que somos y que para realizarnos plenamente es ajustarme adecuadamente a esas leyes naturales que rigen para mí. Entiende, por tanto, que la sociedad y la cultura es perjudicial para el hombre. La biología, física, química explican al ser humano, que son las leyes que rigen a la naturaleza.

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Nuestro hábitat puede ser la sociedad o la cultura, es posible que sea el hábitat donde el hombre se desarrolla. Lo que nos define, lo propio nuestro es ser seres políticos y sociales.

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Somos más que todo eso, somos seres abiertos a algo que no es meramente cultural o social que es el ámbito de la verdad, del bien, de la belleza, es algo de orden absoluto. Lo propio del ser humano seria estar abierto a lo divino en sus distintas manifestaciones.

Hay dos propuestas clarísimamente enfrentadas sobre lo que es el ser humano: La Sofística (de los sofistas) y por otro lado está el Socratismo (de Sócrates). Quién nos cuenta con mayor pasión este enfrentamiento es un discípulo de Sócrates, que es Platón. SOFISTAS: Un sofista muy importante es PROTÁGORAS, su tesis es que existe lo absoluto entendiendo que el bien, la verdad y la belleza, es algo absoluto, transcendente, pero nosotros no podemos acceder a lo absoluto. Por tanto, puesto que no podemos acceder a conocer el logos que nos mide, bajo el que nos encontramos y determina lo que somos (eterno y absoluto, no cambia), no podemos conocerlo, por lo tanto, el hombre es la medida de todas las cosas. Hay dos opciones, o las cosas están medidas (las cosas son lo que son y no podemos conocerlas porque no accedemos al logos que las rige) o el ser

humano es el que mide las cosas (la cultura, es la que define como son las cosas y, por tanto, el hombre es la medida de todas las cosas). Si es el hombre la medida de todas las cosas es, por tanto, el que decide y mide lo que es justo/injusto, bueno/malo, lo que son las cosas y de acuerdo con eso vive cada uno. Si realmente es el hombre la medida de todas las cosas y no hay un logos común que podamos reconocer, ¿cuál es el conocimiento más valioso? Suponemos que no existe algo absoluto por conocer (logos), no hay nada absoluto que tenga valor en sí mismo, ¿cuál es el valor absoluto para cada uno de nosotros o lo que tiene más valor para cada uno de nosotros? La respuesta a estas preguntas es que el conocimiento más valioso es conocer como es la sociedad en la que vivimos, si es el hombre que vive en sociedad, el que mide las cosas, conociendo la sociedad, podremos conocer la sociedad para poder vivir mejor, realizarse. El conocimiento valioso, por tanto, sería un conocimiento que nos permitiese tener una vida feliz y plena. Si nada tiene valor absoluto y todas las cosas tienen un valor producido por la cultura y por la sociedad, no será más importante que el valor en mi propia vida, que ésta valga la pena. Es valioso en la media en que permite que tu vida salga adelante. Según Protágoras, cada sociedad puede entender por tanto al ser humano de diferente manera. El valor supremo de cada humano es su propia vida. La justicia, el bien, el mal, depende del momento y de la cultura será diferente, porque nada tiene valor absoluto, por tanto, nuestra vida es el valor absoluto para el hombre. Los sofistas piensan que diferentes personas podrán no darle valor absoluto a su vida, y eso es lo que debería ser, que cada uno de valor absoluto a otras cosas más que la propia vida y, por tanto, a sus intereses . Protágoras, es el que dice que el hombre es la medida de todas las cosas, y lo absoluto no desempeña ningún papel en la vida de lo humano, todo lo que es absoluto o trascendente corresponden a cuestiones sociales o culturales. Por otro lado, tenemos a GORGIAS, dice que habrá quien diga que el saber fundamental es conocer cómo funciona la sociedad, pero cree que hay un saber más importante y valioso que éste conocimiento si lo que queremos es conseguir mantenerme en la vida y alcanzar una vida plena dentro de mi sociedad. Ese saber, es el saber de manejar el logos (no como algo absoluto, si no el discurso humano, ya que somos los que medimos), el logos, por tanto, según él, nace y lo produce el hombre . La palabra, el discurso, ser capaz de crear mundos con el logos (crear cultura, valores y construir mundos). El hombre es la medida de todas las cosas, es el que define lo que son y el que moldea el mundo. De modo que, o vives tú de los valores que han impuesto otros (eres “esclavo”, te hacen creer que esos valores que a los otros le benefician también te benefician a ti) o eres tú el que impone los valores de acuerdo los que van a vivir otros (el resto vive para ti, eres “amo” y haces que los demás vivan en tus intereses y te beneficien). Por lo tanto, han creado un mundo o un logos y la gente vive con eso y vive feliz. Esto es muy actual, multitud de películas (los juegos del hambre, divergente, el corredor del laberinto) la gente vive en un mundo que está creado de determinada manera, y que debe ser así, pero está construido por otros con unos valores que les van bien a ellos y te lo imponen. Si entendemos que esto es el hombre y así ha de entenderse, las implicaciones o repercusiones que tendría todo esto respecto a la justicia es que la justicia es lo que han establecido determinados hombres ya que no existe algo justo de modo absoluto, dependerá de lo que cada ser humano o cultura decida. Establecido así, el hombre justo es el que vive de acuerdo con la norma que rige la sociedad en la que se encuentra. El que está siendo justo, al ser justo ¿se hace un bien a sí mismo, o a otro?, depende de quien haya hecho las leyes. Los sofistas defienden que quienes hacen las leyes son los poderosos para someter al que no lo tiene, y éste cree que haciendo lo que debe está siendo bueno y se está

portando bien y esto redunda el beneficio del poderoso. Los poderosos son los que tienen el don de la palabra y de la persuasión que son capaces de hacer ver todo esto a los que no son poderosos. Los sofistas plantean que los que son justos y cumplen con la ley porque no se atreven a saltársela, pero le gustaría saltársela o bien por ignorancia. Más adelante, otros sofistas, defienden que, en realidad, las leyes morales han sido impuestas por un acuerdo al que han llegado los más débiles con los poderosos porque tener mucho es malo y hay que repartir, no se puede someter al débil. Si nadie nos pudiese ver ni echar nada en cara, harías y te comportarías de forma diferente porque buscaremos satisfacer nuestros impulsos y deseos naturales. La primera idea que señalábamos es la tesis que defendía Protágoras, es la tesis en la que se fundamenta el resto de las cuestiones que defienden los sofistas. Es evidente que nosotros, no definimos ciertas leyes, no depende de lo que nosotros decidamos, sino que hay muchas cosas que nos vienen dadas. El ser humano es el creador de valores, es el que decide lo que valen las cosas. La sociedad es la que decide lo que valen todas las cosas. No hay nada que tenga valor absoluto en ese sentido, todo depende del ser humano. No hay, por tanto, una ley o un orden, o un logos al que someterse porque es absoluto y rige para todos nosotros. La idea del sofista es que no hay un orden fijo, determinado, absoluto bajo el que poner nuestra vida, que no sea, que tu vida sea lo más plena posible. Es el discurso de la sociedad, el que determina el valor de las cosas y por tanto, lo que son para mí o para la sociedad. El sofista saca la siguiente conclusión, el que domina el discurso, los medios, la palabra, es el que domina sobre los demás y el que impone sus valores y su mundo, su modo de entender la vida. O estamos bajo el discurso de alguien o los demás están bajo tu discurso o valoración que tú propones. Esto tiene consecuencias en el ámbito, político, social y cultural que es el propio del hombre. Lo que nosotros llamamos justicia, la ley y la naturaleza entendido como el deseo que cada uno tiene de modo natural (de lograr una vida plena), suelen entrar en conflicto y se oponen. Nomos y Physis suelen chocar y entrar en conflictos. Hay dos propuestas al respecto sobre este conflicto, dos modos de verlo: -

Si no eres el que manda, vives bajo el logos del que manda. Lo que te parece bien, justo y verdadero en realidad, es lo que conviene al amo, el que impone las normas. O no lo sabes, o no te atreves a hacer lo que quieres. El Marxismo dirá que la clase obrera o la clase oprimida, vive en un mundo lleno de ideología, una comprensión del mundo interesada e invertida. Todo esto no beneficia a nadie más, que al poderoso. Texto 14 (III)

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Otra posibilidad, presentada por Platón, las leyes, lo justo y bueno es fruto del acuerdo, lo que piensa el sofista, es que el poderoso, nunca acordaría porque se puede permitir imponerlo, no necesita acordar nada. Todo acuerdo es fruto de los débiles en alguna medida, porque el fuerte no acuerda, impone. Si pactas, es por miedo a los fuertes y a los poderosos. Lo que nos parece bueno, justo, es lo que conviene a los débiles y cobardes, que no se atreven a hacer lo que realmente querrían, por ello deciden pactar con el poderoso para que éste no les aplaste. Los débiles se asocian para engañar a los poderosos.

Una idea fundamental sería que no vale la pena dar la vida por nada. No hay nada absoluto por lo que valga la pena dar la vida. Salvo el cobarde o el ignorante, nadie puede querer ser justo, actuar de acuerdo con el nomos y no con sus deseos.

CRITIAS, sofista, defendía que cuando no nos ve nadie podemos saltarnos la norma, porque la policía no llega a todo. Por tanto, la persona puede actuar como realmente quiere en contra del nomos, de la norma y la justicia. A raíz de ahí surgió la religión, cuando unes a dios con la ley política, ya no te puedes escapar para ir en contra de la norma, no puedes escapar de las normas. La religión es producto cultural y además es ideología, porque tiene la intención de someter a los hombres. Sócrates entiende, que el ser humano no es una cosa más del cosmos, en el fondo el sofista sí lo cree, dice que nos sometemos a la ley de la naturaleza, pero el resto es producción nuestra. SÓCRATES: ► En cambio, Sócrates, defiende que el ser humano es algo más, no somos un animal más porque lo queramos o no, sabemos de la verdad, sabemos del bien, de la justicia, no quiere decir que sepamos lo que es cada una de estas cosas. ► Para nosotros es problema o cuestión la verdad, el bien y la justicia, lo queramos o no. Precisamente esto es lo que nos hace seres problemáticos, que nos cuestionemos cosas y que pensemos acerca de las cosas. ► Aunque no quisiese saber de estas tres cosas, porque nos genera conflicto o problemas, no podemos evitar saber de ello. En realidad, la verdad, el bien, la justicia, la belleza, no son una creación del hombre ni de la cultura, según Sócrates, es algo que nos incumbe lo queramos o no. La idea es que, el ser humano no es igual al resto de los seres, porque el ser humano está en relación con lo absoluto de un modo distinto a como lo están el resto de los seres. Esta relación con lo absoluto, viviendo nosotros en el tiempo de lo relativo, es lo que hace que nuestra vida sea inquietud, pregunta, desconcierto, y que haya cuestiones que no llegan a resolverse. Esta conexión con lo que no cambia, siendo nosotros objeto de cambio, es lo que hace que nos angustiemos. ► Ese saber sobre estas cosas, esa relación es una relación con lo absoluto, no una patología. No debemos envidiar a los animales, porque nuestra relación con lo absoluto es nuestra grandeza. El verdadero mal en la vida es cerrarnos y no querer saber acerca de la verdad, el bien y la justicia, o darle mayor valor a la vida que a estas cosas. La idea de Sócrates, es que todo ser humano en último término, lo sepa o no, es religioso. Esto no significa que forme parte de una religión o de otra, porque es algo absoluto y nos volcamos en dar sentido a mi vida, es necesario, darnos cuentas que hay algo absoluto que da sentido a nuestra vida, buscamos que nuestra vida tenga sentido es en relación con eso absoluto y es lo que buscamos. ► “Preferiremos morir antes que cometer injusticias”, lo que en realidad a nosotros nos llena, sería la contemplación del bien, la verdad, y la justicia y nuestra vida estuviese de acuerdo con ello. El que corta relación con estas cosas, y llena su vida de disfrute, riquezas y poder, es como si intentásemos llenar un tonel sin fondo, los disfrutes son momentáneos y se van y necesitas llenar tu vida constantemente porque nada te queda al final. Al final, todo esto, además, te denigra. Si creemos que valemos en la medida en que tenemos cosas (dinero, poder, fama), en el fondo, estás pensando que tú no vales nada, porque lo que te da valor son las cosas exteriores a ti, por uno mismo no vales nada, sin todo lo externo no soy nada. Realmente, tu valor es lo que tú eres, porque somos seres superiores al resto, somos distintos y superiores porque tenemos una relación con lo absoluto, porque vale en sí mismo. Si rompemos esa conexión, dejamos de ser valiosos por nosotros mismos. ► Debemos ser dueños de nuestra vida, la primera decisión, es que si decidimos que lo que más vale en tu vida es tu propia vida, o si lo que más vale es tu vida en relación con lo absoluto (el bien, la justicia, la verdad) son dos cosas distintas, la vida biológica (buscar dinero placer, y no estaremos dispuestos a dar la vida por nada porque es lo más valioso) y la vida en relación con lo absoluto (tu vida en relación con esto, es mucho más valioso y seremos capaces de dar la vida por algo). Si lo entiendo de modo socrático, entiendo que la vida vale la pena darla por algunas cosas, porque mi vida no es el valor absoluto, porque más que mi vida, vale más la justicia, el bien y la verdad, que son













los que realmente dan sentido a mi vida, como valores absolutos. Si eliges la desconexión con lo absoluto no podremos ser felices realmente, según Sócrates, el deseo propiamente humano, es llegar a la verdad, la justicia, y el bien (lo absoluto) El ámbito del tiempo, de la vida biológica, no lo es todo, no solo somos esto. Por eso, la multitud, lo que opine la mayoría no es la última palabra, la historia no es el juez ultimo de las cosas. Si no existiese absoluto ninguno, la historia es el juez que decide lo que valen las cosas, la historia de las cultur...


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