Capitulo 3 - Apuntes 3 PDF

Title Capitulo 3 - Apuntes 3
Author Ramiro Mateo Alcaraz
Course Historia Económica Contemporánea
Institution Universidad de Belgrano
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Resumen del libro el ciclo de la ilusión y el desencanto...


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Capítulo 3: La política económica en tiempos de crisis (1929-1940)

El retorno de la vieja política Yrigoyen volvió al poder con un masivo apoyo en la opinión pública, que tardaría poco en desaparecer. La crisis de este tercer gobierno radical se debió tanto a errores propios como a culpas ajenas. El poder Ejecutivo pronto se contagió de la inacción de su jefe, y se mostró impotente ante una oposición creciente. El desgaste del gobierno fue acentuándose con la impiadosa prédica de socialistas independientes, de demócratas progresistas, socialistas y comunistas. En los periódicos y las universidades, la censura a la administración de Yrigoyen no era menor. El descontento militar hacia Yrigoyen por el manejo político de los ascensos en las FFAA se veía agravado por el gasto en material bélico, que había caído entre 1928 y 1929. La cercanía al fascismo europeo de los militares argentinos más la sensación de crisis económica, reforzaba el descontento hacia el gobierno. Así, en la madrugada del 6 de septiembre de 1930, el general Uriburu tomó el poder. Los objetivos de las distintas facciones militares eran conflictivos en cuanto al tipo de gobierno que debía llevarse adelante. Los partidarios de Justo buscaban sólo una “legalidad sin Yrigoyen”, Uriburu y los suyos pretendían reemplazar el sistema de representación de partidos por uno de representación corporativa. La pasividad del radicalismo anti yrigoyenista no tardó en cambiarse por una actitud de oposición al régimen. El gobierno se vio forzado a llamar a elecciones generales para noviembre de 1931. El camino quedó despejado para que Justo, quien había formado una Concordancia con los conservadores, accediera a la presidencia derrotando a la Alianza Civil. La administración de Justo (1932-1938) fue una restauración de las formas y los proyectos de los gobiernos anteriores al predominio radical. El gobierno de Justo no mostró mayor aprecio por las prácticas democráticas, ni tuvo más escrúpulos a la hora de fraguar los resultados electorales. Tampoco necesitó más legitimidad que la que él mismo se asignaba por la vía del “Fraude patriótico”.

Un diluvio universal: La gran Depresión Los roaring twenties dejaron en Estados Unidos el sabor de un progreso imparable. Se materializaba en las crecientes posibilidades de consumo de los trabajadores. El fuerte crecimiento del ingreso nacional per cápita sirvió para que clases sociales accedieran a bienes que consideraban inalcanzables. La bolsa fue el destino de los ahorros de todos los sectores sociales. El descontrolado derrumbe de los valores de la Bolsa en octubre de 1929 fue el primer signo de los duros tiempos que sobrevendrían. La caída de la demanda y la producción fue acompañada por una deflación generalizada

Si bien el origen de la crisis está asociada a problemas internos de EEU, como la postura de Keynesianos que asocian las causas a los ánimos volátiles de los inversores transmitidos a los empresarios y así volcado en la inversión, producción y empleo. Como en los monetaristas, que acusan la Reserva Federal de no haber prevenido y corregido las múltiples quiebras bancarias que generaron una contracción del crédito, y dejaron de financiar tanto a consumidores como productores. Esta crisis se traslado al resto del mundo. Cada país trato de evitar la competencia de importaciones extranjeras. El contagio depresivo fue favorecido también por el régimen de patrón oro, mantenido en los principios del 30.

Repercusiones de la crisis en un país expuesto Las exportaciones eran fundamentales no sólo para mantener altos niveles de empleo y actividad sino además para poder importar aquellos bienes que la Argentina no producía. Entre ellos bienes de capital y productos de consumo industrial importados. Un aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal provoco una salida de capitales desde la Argentina y se vio perjudicada por una caída de los precios internacionales de los alimentos. Ya en los años 20, las mejoras en la eficacia de la producción agrícola y ganadera, hizo aumentar la eficacia de los países europeos y con eso una tendencia a la bajada de precio de los productos primarios. El colapso del comercio mundial provocado por la Gran Depresión afectó severamente las posibilidades de importaciones del país. La capacidad para importar se redujo fuertemente.

La depresión del comercio argentino Hacia 1928, los capitales norteamericanos prefirieron alimentar el auge de Wall Street por un aumento de la tasa de interés en vez de nuevas inversiones en países lejanos. Eso produjo una salida de capitales, y una fuga de reservas, que obligo a Yrigoyen a decretar un nuevo periodo de inconvertibilidad. Una vez desatada la crisis, el clima de desconfianza generalizado hacía improbable la obtención de préstamos. Para la argentina, la deflación mundial hacia mas pesada la carga.

Primeras reacciones: el control de cambios y la disciplina presupuestaria

La política seguida hasta 1931 fue de entregar el oro que demandaban los importadores para sus pagos exteriores a cambio de pesos, de manera que no se desplomara el signo monetario argentino. El drenaje de oro creaba problemas. Quienes retiraban sus depósitos en oro del sistema bancario generaban una delicada situación de liquidez, lo que restringía el crédito y el normal funcionamiento de la economía. Algunos bancos comenzaron a tener problemas, y el gobierno se vio obligado a hacer uso de una vieja ley que permitía emitir dinero sin respaldo a través de la caja de Conversión. La expansión de la oferta montearía sin respaldo acentuó la tendencia del peso a la depreciación. Esto afecto la inestabilidad del mercado cambiario argentino. A partir de noviembre de 1931, la Comisión de Control de Cambios pasó a centralizar todas las operaciones de divisas. Los exportadores debían depositar sus acreencias en moneda extranjera en bancos especialmente autorizados, y la Comisión distribuía esas divisas siguiendo una lista de prioridades. En primer lugar, se aseguraba el sector publico las divisas para el pago de su deuda externar. Las MP y los bienes de consumo indispensables, etc. El precio fijado era menor al que se necesitaba para equilibrar el mercado, y no tardó en desarrollarse un mercado paralelo al oficial. Los pedidos de cambio para importaciones en el mercado oficial no pudieron cubrirse con los dólares y libras provistos por los exportadores. En seguida surgió el problema de los “fondos bloqueados”: los proveedores del exterior debían esperar a que la Comisión de Control de Cambios recibiera pagos en divisas para percibir el producto de sus ventas. La Gran Depresión repercutía también por la contracción de los ingresos. La obligada reducción de las importaciones derrumbó la recaudación obtenida en las aduanas. La disminución en la recolección de aranceles aduaneros fue determinante para que en 1930 el gobierno se viera obligado a financiar con deuda el 40% de sus ingresos. El gobierno provisional del general Uriburu miraba con malos ojos los déficits. En abril de 1931, se gravaron algunos artículos extranjeros que ingresaban sin pagar impuestos. En septiembre fueron aumentados en un 10% los aranceles de importación. El impuesto al ingreso fue comenzado a recaudarse en 1932. Se economizó en costos de la administración. Los salarios públicos fueron reducidos. El impacto sobre el nivel de vida de los trabajadores del Estado no fue tan grande porque los precios también estaban bajando. El gobierno de justo mantuvo la política fiscal conservadora de su antecesor. Se decidió la emisión de un empréstito patriótico que recaudo 150 millones de pesos. También reapareció una práctica: la emisión monetaria para cubrir gastos fiscales.

El impacto social El desmoronamiento del comercio provocó un derrumbe de la producción. La consecuencia más dramática de la Depresión fue la aparición de un desempleo que no

tenía precedentes. Muchos arrendatarios y pequeños propietarios fundidos por la baja de precios agrícolas se trasladaban a las ciudades en busca de oportunidades. Los salarios en peso bajaron, mas que el costo de vida.

Las nuevas ideas económicas Rooosevelt mantuvo su identificación con una nueva forma de tratar la economía “El New Deal”, que estaba mas asociado a la fundación de organismos reguladores de la producción y las relaciones de trabajo. Se tomaron diversas medidas que implicaron una mayor incumbencia del Estado en temas económicos. A partir de la recesión de 1937-1938, que el keynesianismo pasó a ser definitivamente reconocido por la administración de Roosevelt, y por la mayor parte de los economistas de la Época. Esta corriente abogaba por una mayor injerencia del estado en épocas de recesión, aumentando el gasto publico y su demanda de bienes para suavizar la caída de la demanda. El intercambio comercial entró durante los años 30 en un dañino circulo vicioso, las caídas de demanda por los productos de un país lo obligaban a restringir sus importaciones para evitar el déficit comercial, que provocaba una disminución de las exportaciones de sus proveedores y una nueva oleada de proteccionismo. Estados Unidos e Inglaterra, los dos principales socios de la Argentina, contribuyeron al florecimiento del proteccionismo a través de sucesivos aumentos arancelarios. Entre 1931 y 1933, Inglaterra montó un sistema de preferencias imperiales que levantaban un considerable muro sobre sus colinas. Muchos productores de bienes argentinos, se vieron perjudicados.

El comercio triangular y el pacto anglo-argentino La balanza comercial con Inglaterra tenía un saldo positivo. Con EEUU la situación era a la inversa. Las autoridades británicas, no podían aceptar que un país con un déficit comercial, empeorara su situación de importaciones. Mantenían la postura que Argentina debía de tener trabas arancelarias con EEUU. El conflicto entre norteamericanos y británicos era evidente, en el área del transporte terrestre. La densa red ferroviaria, había sido tejida por capiteles ingleses. Eran los productores ingleses quienes proveían el material para su construcción y reparación. Los norteamericanos, estaba interesados en que se expandiera en la Argentina el transporte automotor. Esto generaría importaciones de automóviles y neumáticos norteamericanos. El origen del combustible reforzaba el conflicto: mientras el carbón de trenes provenía de Inglaterra, EEUU estaba interesado en la explotación del petróleo argentino. Los exportadores de productos primarios, se veían beneficiados con un acercamiento a Inglaterra que permitiera compensar la caída de las ventas externas. Los industriales, se encontraban con que las restricciones a las importaciones

impuestas por la Depresión alejaban la competencia extranjera y permitían una expansión de sus actividades. Termino prosperando el pacto bilateral anglo-argentino (INGLATERRA- ARGENTINA). Este fue llamado pacto Roca-Runciman. Este acercamiento complicaba a las empresas norteamericanas instaladas en el país, debido a que se veían obligadas a competir con productos de origen británico (Como los textiles). Los ganadores argentinos entraron en pánico luego de que la Conferencia Económica Imperial haya fijado un sistema de cuotas decrecientes para las carnes argentinas en el mercado inglés. Se preveía una limitación de la participación argentina en el mercado ingles de carnes congeladas y enfriadas. Su presión a favor de un tratado comercial se resumía en “comprar a quien nos compra”. Los negociadores argentinos que partieron hacia Londres eran encabezados por el vicepresidente Julio Roca hijo. Inglaterra era consciente de su poder de negociación. La razón detrás de la presión inglesa por rebajas arancelarias preferenciales era la necesidad de defender alguna de sus industrias de exportación. Los británicos demandaron una rápida solución al problema de los “fondos bloqueados”; deudas en libras de importadores argentinos de productos británicos que el control de cambios impedía girar a Inglaterra. El acuerdo de 1933 abarco todos esos aspectos. El pacto Roca-Runciman se ganó la oposición de una buena parte de la opinión pública, sobre todo en los sectores mas nacionalistas. El clima “antiimperalista” recrudeció con el debate de los frigoríficos ingleses en Diputados, donde se descubrió actos de corrupción.

Inglaterra, un viejo socio El cumplimiento no fue recíproco, y pronto partieron desde Inglaterra nuevas amenazas. En 1936, se menciono la posibilidad de gravar las carnes argentinas, invocando una severa crisis de la ganadería británica. No siempre se aceptaron los privilegios requeridos por Inglaterra. La Argentina que había sido construir para ser el granero del mundo poco a poco dejaba paso a un país en el que las chimeneas de las fábricas, eran los símbolos de la modernidad.

Un gobierno en acción A mediados de 1933 el general Justo cambió su Gabinete. La entrada al Ministerio de Hacienda de Federico Pinedo aprovechó para solucionar problemas financieros heredados y a partir de allí tomar medidas mas consistentes en respuesta la crisis. Los importadores argentinos debían alrededor de 10 millones de libras a proveedores en el exterior. El gobierno decidió hacerse cargo de esa deuda en moneda extranjera en tanto los importadores pagaran al gobierno el mismo monto en

moneda nacional. El Estado nacional pagó la deuda en libras con un bono, que se había acordado aceptar en el pacto Roca-Runciman. Se estableció una Junta Nacional de Granos que compraría los cereales a un precio superior al de mercado y los vendería “cuando las condiciones sean favorables”. Las perdidas que arrojaran esas operaciones de la Junta serían cubiertas con el margen de cambios. Los exportadores también se beneficiaron por la devaluación de noviembre de 1933.

Las conversiones de deuda y el manejo fiscal Las cuentas del Estado de 1932 y 1933 mostraron nuevos desequilibrios. Algunos miembros del Congreso comenzaron a presionar para que se suspendiera el pago de la deuda. La presión para dejar de cumplir con los pagos al exterior despertó el temor de los acreedores. Esto hizo que los títulos argentinos cayeran en Londres y NY. La deuda interna flotante era una carga mas pesada que la deuda externa. El poder Ejecutivo ideó un sistema de conversión que respetaba los derechos adquiridos de los deudores y, reducia el servicio de las obligaciones del Estado. Entre 1934 y 1937, se convirtieron en deuda libras, francos y dólares alargando plazos y reduciendo interés. Parte de la deuda fue repatriada.

Hacia un equilibrio en las cuentas publicas La austeridad del gobierno se reflejo en una profundización de las políticas impositivas y de reducción del gasto. El impuesto al ingreso fue simplicado y se aumento su contribución al tesoro nacional. El ordenamiento presupuestario permitió reavivar la inversión publica entre 1935-1939, uno de los principales destinos de la inversión publica fue el desarrollo de la red vial.

La creación del BCRA Las entradas y salidas esporádicas de la Argentina al patrón oro habían impedido la institucionalización de un régimen monetario ordenado durante los periodos de inconvertibilidad. En 1932 fue aprovechada esa anomia para poder financiar el déficit con emisión. El proyecto de Niemeyer, presentado en 1933, contemplaba la creación de un banco que emitiera billetes, regulara el crédito y las reservas bancarias, mantuviera la estabilidad del peso, actuara como agente financiero y decidiera la aprobación de emprésitos. En 1935 el Congreso sancionó la ley de creación del BCRA.

Nuevas turbulencias: los ciclos en 1934-1939 A partir de 1934, los capitales extranjeros volvieron a entrar al país. En 1935 se había superado el nivel previo a la crisis. El deficit de la balanza de pagos, y la consecuente caída de las RI argentina, se revirtió hacia 1935. La entrada al país de oro y divisas pronto se manifestó en un en un aumento del volumen de dinero y de crédito. El BCRA debia actuar para evitar un excesivo crecimiento de los medios de pago. El BCRA vendia bonos del gobierno a los bancos quitándoles así parte del efectivo que había resultado de la entrada de divisas. El BCRA recomendó una política de prestamos conservadora y el fortalecimiento de sus reservas. La recuperación de 1934-1937 se detuvo con el advenimiento de una nueva recesión mundial. Cosechas pobres y una nueva baja en los precios. Las exportaciones argentinas cayeron una vez mas y el peso comenzó a depreciarse en el mercado libre....


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