Geografía Física de la Península Ibérica Tema 1 PDF

Title Geografía Física de la Península Ibérica Tema 1
Course Geografía Física de la Península Ibérica
Institution Universidad de Sevilla
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TEMA 1: Presentación de la Península Ibérica: configuración y situación 1. Introducción: localización y dimensiones 2. Singularidad geográfica de la península ○ Situación ○ Configuración ○ Consecuencias 3. Organización territorial ○ España: comunidades autónomas y provincias ○ Portugal: provincias y distritos 4. Presentación de Portugal

Una península es una tierra cercada por aguas de la que sólo una parte estrecha de tierra la une a otra península o continente. Esa unión se denomina istmo. Para la designación de la península se utilizan normalmente dos nombres: ibérica e hispánica. Ibérica proviene del término ‘’íbero’’, utilizado por los griegos para referirse a la gente que vivía ahí; e hispánica proviene de ‘’Hispania’’, dado por los romanos 1. Introducción: localización y dimensiones Se encuentra entre dos continentes, dos mares y relativamente al norte del ecuador. La altitud marca la distancia en grados respecto al ecuador, y la longitud la distancia en grados respecto al meridiano de Greenwich. La península se encuentra situada en las latitudes medias del hemisferio norte, formando parte del continente euroasiático. La latitud es de entre 36º y 43º 47’ N, y la longitud de entre 3º 19’ E y 9º 29’ O. Su punto más septentrional se encuentra en la punta de Estaca de Bares (43º 47’ 38’’ N), el más meridional en la Punta de Tarifa (36º 00’ 08’’ N), el más occidental en Cabo de Roca (9 29’ O) y el más oriental en Cabo de Creus (31° 19' 00" E) Los límites físicos de la Península Ibérica son los Pirineos, el mar Cantábrico y Francia por el norte; al oeste el océano Atlántico; al sur el océano Atlántico, el mar Mediterráneo y mar de Alborán, y al oeste el mar Mediterráneo. Los límites políticos se encuentran con una división en tres estados (Portugal, Andorra y España) y la colonia británica de Gibraltar. Los límites marinos están divididos por zonas económicas exclusivas, en las que un país tiene su jurisdicción y derecho sobre el agua en 200 millas marítimas. En España esta zona abarca parte del Mediterráneo, de las islas Baleares, el norte de la costa Cantábrica y parte del sur cantábrico también. Sin embargo, está exigiendo la unión entre la costa sur y las islas Canarias, pero se encuentran las Islas Salvajes, geográficamente canarias pero de nacionalidad portuguesa. Las dimensiones son de este a oeste de la península unos 800 kilómetros a lo largo del paralelo 40º (1000 en el norte, 650 en el sur), y de norte a sur tiene unos 750 kilómetros. La superficie abarca 582’918 km2. 2. Singularidad geográfica de la península 2.1. Causas La originalidad y la singularidad de la geografía ha sido reconocida tradicionalmente, estableciéndose debate sobre su inclusión en un continente u otro, sobre su carácter de ‘’paraíso’’ o ‘’erial’’. En el fondo, este debate refleja esa originalidad y singularidad que comentamos y que según Julián Alonso consiste en su presencia de ‘’violentos contrastes

geográficas’’. La singularidad geográfica de la Península Ibérica se debe a su situación, tanto absoluta como relativa, y a su configuración. Se encuentra: - en la zona mediterránea (al igual que otras dos penínsulas) - en el extremo SW del continente europeo - entre dos continentes (Europa y África) - entre dos mares (Atlántico y Mediterráneo) Estar en la zona mediterránea tiene como consecuencias el clima mediterráneo (veranos muy secos y calurosos, temperaturas moderadas en invierno, poca lluvia y precipitaciones torrenciales), la hidrología (ríos poco caudalosos, con cierta pendiente, regímenes torrenciales en invierno), el suelo (diverso, pero generalmente poco potente, esquelético y desprovisto de vegetación) y la vegetación (acostumbrada a temperaturas altas y poco agua, termófilas y xerófilas, como el olivo, la vid, las encinas, los algarrobos). El hecho de que se encuentre en el extremo sudoeste de Europa, en el límite sudoccidental, la sitúa en el confín del mediterráneo y en el punto más meridional de las tierras atlánticas europeas, y la más occidental de las penínsulas mediterráneas (Finis Terre). La Península Ibérica y el norte de África forman parte de una realidad diferente que es el mundo mediterráneo, y que no lo uno ni lo otro, ni siquiera una mezcla de ambos. Los dos mares entre los que se encuentra son frontalmente opuestos, tanto en el clima como con las cargas energéticas y las mareas. La Península Ibérica es así una avanzadilla hacia las tierras americanas y africanas. Los factores globales que ayudan a esa comunicación con otros continentes son corrientes marinas y vientos alisios (circulación atmosférica, los vientos que permitían la comunicación intercontinental, trade wind). 2.2. Configuración “La forma y las dimensiones de los elementos que la componen’’. La configuración de la Península Ibérica se caracteriza por: - Carácter macizo - Carácter peninsular/insular -

Altitud media elevada Compartimentación del relieve Disposición periférica del cinturón de montañas

El carácter macizo implica que sea más compacto, con costas poco recortadas y careciendo de golfos, mientras que en la Península Itálica o Balcánica da la sensación de que el mar se adentra prácticamente en todos lados. Con las costas poco recortadas los mares no penetran profundamente en el interior, a excepción de las rías gallegas y el estuario del Tajo. Los golfos son tan amplios, de tan gran radio de curvatura que no penetran en el interior. Así resulta que el clima es muy continental. En su mayor parte la Península Ibérica corresponde a un fragmento del zócalo herciniano rígido que constituye la antiplanicie interior, la meseta central, de contornos cuadráticos. El carácter penínsular, “La ibérica es toda ella península, más allá del último de los istmos europeos’’ (Manuel Terán). Sus características propias corresponden más a la personalidad propia de una península o incluso una ínsula, ya que el clima en general no se

parece al del resto del continente europeo. Otro rasgo es la altitud media, siendo la mayor de Europa (660 m), la mayor causa de esto es la meseta central, un rasgo geográfico extraeuropeo; para encontrar mesetas tan extensas y elevadas hay que ir a Asia central, a África o al occidente americano. La compartimentación del relieve supone una fragmentación del territorio y las condiciones, plasmándose en características geográficas diferentes. Las cordilleras que aislan el interior son el macizo galaico, y la cordillera cantábrica, los pirineos, la cordillera catalana y las cordilleras béticas. Todo esto condiciona los asentamientos y la forma de vida. De la situación y configuración se derivan tanto estímulos de aislamiento como relación. Los estímulos de aislamiento son es carácter peninsular, la configuración maciza y la excéntrica posición continental y marítima. Los estímulos de relación son el hecho de hacer de puente entre Europa y África, así como entre el Atlántico y el Mediterráneo, y el nexo marítimo producido por las corrientes y los vientos alisios. Como consecuencia, se caracteriza por una gran diversidad natural y grandes contrastes, con especies endémicas: - Litológicos: (distintos tipos de roca) destacan tres materiales básicos: sílice, caliza y arcilla, con características, formas y posibilidades de uso distintas. Existe un macizo granítico como el del Aneto y la Maladeta (silícico), o las calizas en el Cerro del Hierro en Sevilla (cálcico, formado por la karstificación). - Geomorfológicos: distintos tipos de relieve: macizos antiguos o jóvenes, mesetas o depresiones. La diversidad de modelado también es grande, habiendo modelado granítico, cárstico, volcánico, dunar, litoral… - Climáticos: grandes contrastes en la temperaturas y precipitaciones entre el interior y la periferia o entre la fachada atlántica y mediterránea.

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Biogeográficos: gran diversidad, encontramos la iberia húmeda con bosques muy frondosos, y la iberia seca con características muy áridas. (Imagen: Hayedo en el río Arazas).

Hay también grandes contrastes humanos, como la capacidad de uso y los distintos paisajes agrarios: - Atlántico: bosques, prados, vocación ganadera, minifundismo, hábitat disperso - Interior: campos abiertos, cereal, vid, hábitat concentrado - Mediterráneo: regadío y secano, cultivo intensivo, invernaderos, olivares Dentro de los asentamientos humanos, destacan dos: - Rural: poblamiento disperso al norte y más concentrado al sur - Urbano: litoral más urbanizado en el interior Se sabe que el medio físico siempre ha sido un factor limitante, provocando una encrucijada climática, biogeográfica y, finalmente, humana. Siempre ha tenido la Península Ibérica una posición geoestratégica, ya que ha hecho de puente entre Europa, África y América. Se fundamenta además de posición y situación, en factores humanos como las migraciones y la posición especial para los movimientos de personas y mercancías. 3. Organización territorial Los dos estados que ocupan la mayor parte de la superficie de la Península Ibérica son España y Portugal. El reino de España es un país soberano miembro de la Unión Europea, constituido en Estado social y de derecho. Se organiza territorialmente entre comunidades autónomas (17) y ciudades autónomas (2), provincias (50), comarcas (326) y Municipios (1284). Portugal es una República miembro de la Unión Europea, también siendo un estado

democrático de derecho. Tiene una organización territorial y administrativa más compleja, dividida en 308 municipios agrupados en divisiones de nivel superior de diferentes tipos: provincias o regiones naturales (18) y distritos (11). Su significado administrativo es la división del país con la que más se identifican los portugueses, que se corresponde con regions naturales....


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