Resuemen T POL - Resumen primer parcial teoria politica PDF

Title Resuemen T POL - Resumen primer parcial teoria politica
Course Teoría Política II
Institution Universidad Siglo 21
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Resumen primer parcial teoria politica...


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Teoría política: tradición particular de discurso que lleva 2500 años de existencia en el mundo occidental. Debido a las innumerables escuelas e intelectuales que la han practicado, sería imposible brindar una definición precisa y acabada de ella. En todo caso, constituye una actividad del pensamiento desarrollada como una tradición “variada y compleja”

Teoría política como tradición de discurso La teoría política encuentra su origen en el mundo griego antiguo, en un primer momento se desarrolló como filosofía política. Después con la llegada de la Modernidad y posteriormente con el establecimiento de las ciencias sociales, a mediados del siglo XIX, el estudio de los fenómenos políticos fue comprendido dentro de la ciencia política, se fue consolidando como disciplina autónoma a la final de la 2da GM; aunque esto no significó la desaparición de todo abordaje filosófico. Teoría y práctica política Una de las características que tienen en común la teoría política y la filosofía es que intentan legitimarse a través de discusiones de carácter público, sus efectos pretenden una validez pública. Uno de los aspectos definitorios de la teoría y la práctica políticas es; su preocupación por aquello que es común a toda la comunidad. Los problemas abordados por el pensamiento político conforman a todos los miembros de una sociedad. Existe una continuidad en las preocupaciones sobre ciertos temas. El historiador de la teoría política Wolin señala las siguientes:     

relaciones de poder entre gobernantes y gobernados; naturaleza de la autoridad política; problemas planteados por los conflictos sociales; alcance de la acción política; carácter del conocimiento político.

Las temáticas abordadas por la teoría política contienen un cierto grado de generalidad: sus límites son difusos y sus fronteras difíciles de establecer. Pero esta falta de definición también es materia de la propia teoría. El campo de la política es y ha sido, un campo creado. La designación de ciertas actividades como políticas, la forma característica en que pensamos en ellas y los conceptos que empleamos para comunicar nuestras observaciones y reacciones no están escritos en la naturaleza de las cosas, son el legado acumulado gracias a la actividad histórica de los filósofos de la política (Wolin) El conocimiento político no está en las cosas mismas, tampoco es una pura invención de los teóricos. El saber se gesta entre la invención teórica y la comprensión de las instituciones

sociales que tienen por objeto a la política. Ejemplo: las nociones de poder, soberanía, sociedad civil, etc. no se revelan en la realidad inmediata que percibimos, sino que representan herramientas que vuelven inteligible aquella realidad. La tarea del teórico es dotar de significación a los hechos políticos. El interés se dirige a analizar, criticar o justificar las prácticas que se desarrollan en el campo político, antes que su observación o descripción. Borón realiza una defensa del pensamiento de los clásicos y dice que la teoría política constituye una tradición de significados y no un conjunto de hechos, porque el conocimiento está ligado con la pregunta “sobre los fundamentos de la buena sociedad, una exploración acerca de la moralidad de los actos de la vida social”. La teoría política se construye como un cuerpo de discurso puesto en marcha a través de la historia, que pone en contacto el vínculo entre pasado y presente y entre teoría y praxis. La teoría política buscar crear conceptos y estabilizar su significado para tornar aprehensibles los fenómenos políticos. Pretende crear un corpus de ideas que nos permite comprender a la sociedad como un todo ordenado, orientar nuestra mirada hacia aspectos de la vida social y rechazar otros. Si no fuese así, los hechos se nos presentarían como eventos regidos por su aparición caótica. La construcción de conceptos y categorías tiene por finalidad fijar conexiones entre los hechos mediante su estructuración en una totalidad coherente. Además de permitirnos discriminar los fenómenos políticos de aquellos que no lo son, establece una mediación entre el investigador “y el mundo político que tratamos de volver inteligible”.

Teoría política: entre la tradición y la innovación El saber acumulado en torno a lo político no puede abarcar toda la realidad, por eso es un conocimiento limitado. Uno de los mayores límites que se le impone a la teoría política surge, de su propia tradición. Cuando un intelectual intenta reflexionar sobre la naturaleza de los fenómenos políticos que lo atraviesan como individuo situado en un espacio y tiempo, no puede hacerlo desde un vacío, sino que se encuentra siempre sumergido en la historia de los conceptos. El investigador se inserta en un diálogo que, representa una ventaja al dotarlo de un suelo común de discurso, pero, por otra, actúa como un límite, debido a que, para participar en ese diálogo, debe respetar ciertas pautas y convenciones. Esto no significa que el pensamiento político se transmita de una manera que solo conserva lo ya establecido, sino que es precisamente en el interjuego entre lo heredado del pasado y la invención teórica del intelectual que se recrea y renueva la tradición. Hans Georg Gadamer, teórico del siglo XX que sentó las bases decisivas de la hermenéutica filosófica; no es comprendida como un simple método para el conocimiento de textos producidos en el pasado y de los cuales pretendemos conocer su sentido. Comprende el propio devenir histórico como un diálogo que se recrea permanentemente en la comunicación

de los significados. Es decir, una comunicación continua entre los significados del pasado y el presente, manifestada en forma dialógica. La misma limitación histórica que nos impone nuestra realidad situada espaciotemporalmente, lejos de ser un obstáculo, es la propia condición de posibilidad del conocimiento. Esto es así debido a que nos vuelve reflexivos respecto de nuestra condición de individuos pertenecientes a un mundo determinado. Gadamer denominó a este proceso como círculo hermenéutico y su rasgo fundamental es la comprensión. El investigador que intenta descifrar el sentido de un texto del pasado no está fuera de la historia, solo puede realizarlo poniendo en diálogo dos tradiciones, la pretérita y aquella de la cual él es parte. Podría decirse que es imposible separar texto de contexto. Distancia temporal; no representa una distancia que se debería superar. Por el contrario, la dimensión histórica es una condición positiva y productiva para la comprensión. De este modo, la tradición se presenta como algo vivo y una continuidad de la cual es posible interpretar los acontecimientos. El resultado del procedimiento anterior es captar la conexión entre la realidad histórica, y la realidad de la compresión histórica, por otra. Este acto implica una unidad de ambos, la historicidad original en la que se manifiestan tanto el objeto como el conocimiento de dicho objeto. Comprender es operar una mediación entre el pasado y el presente y captar cómo el pasado se dirige a nosotros. A través de la utilización de un lenguaje compartido, se crean las bases de un entendimiento mutuo acerca de los términos empleados en una acción. Wolin señala que los conceptos y las categorías políticas representan una “’taquigrafía’ o lenguaje simbólico que permite comprender lo que otro dice cuando se refiere a ‘derechos civiles’, ‘poder arbitrario’ o ‘soberanía’”. La tradición del pensamiento político brinda herramientas a los actores para “compartir la experiencia social y aumentar la cohesión social” (Wolin). En esta comunicación entre pasado y presente, y entre los contemporáneos de una sociedad política, las nuevas experiencias se integran de un modo creativo con las ya existentes. A diferencia de las ciencias naturales, las sociales y humanas no construyen su conocimiento de acuerdo con nuevos descubrimientos, sino a través de la ampliación del horizonte de significados que se desenvuelven históricamente. Según Wolin, la comprensión puede ser entendida como una instancia de mediación entre pasado y presente.

Dos teóricos políticos ubicados en puntos distintos de la historia, que usan los mismos conceptos, pero con significados diferentes: cada uno responde a un conjunto distinto de fenómenos. El resultado es que cada filosofía política tiene algo de excepcional, así como algo de tradicional.

Aunque los intelectuales se nutran del conocimiento acerca del pasado y busquen proyectar las mejores condiciones para una comunidad futura, los guía el interés en el presente de su sociedad. Todo teórico político está en cierto modo comprometido con el mundo que habita y cada obra puede ser considerada como una manera de intervenir en su propio tiempo. Las ideas y conceptos que han sido perfeccionados en el transcurso de los siglos no deben ser vistos como un acervo de sabiduría política absoluta, sino como un vocabulario en continua evolución, que facilitan la comunicación y orientan el conocimiento. Esto no implica que el legado de ideas contenga solo verdades de validez pasajera. Significa que la validez de una idea no puede ser separada de su eficacia como forma de comunicación. Wolin

Características que definen a la teoría política como una tradición de discurso son: 

Presenta argumentos validables públicamente de manera dialógica: Esta es una de las características que tienen en común la teoría política y la filosofía. Ambas son un tipo de discurso que busca legitimarse a través de discusiones de carácter público, pues sus efectos pretenden una validez pública, de alcance social.



Su discurso tiene como objeto los asuntos comunes a la organización sociopolítica: El discurso teórico-político se desenvuelve en el marco de un diálogo crítico que va gestando una tradición de lenguaje y pensamiento dentro de la cual, porque el diálogo es crítico.



Conforma una tradición de significados que se sitúa entre lo legado y la innovación: La teoría política como tradición de discurso se sitúa dentro de las ciencias sociales, las cuales no construyen su conocimiento de acuerdo con nuevos descubrimientos, sino a través de la ampliación del horizonte de significados que se desenvuelven históricamente. El investigador se inserta en un diálogo que lo precede, sobre el cual su invención teórica recrea y renueva la tradición. A través de la utilización de un lenguaje compartido, se crean las bases de un entendimiento mutuo acerca de los términos empleados en una discusión o acción.

Uno de los aspectos definitorios de la teoría y la práctica políticas son su preocupación por aquello que es común a toda la comunidad. Los problemas abordados por el pensamiento político conciernen, a todos los miembros de una sociedad determinada.

Filosofía Política y Ciencia Política En los orígenes del pensamiento occidental, la filosofía no se distinguía de la ciencia, y la filosofía política tampoco de la ciencia política. A partir del impulso que las ciencias naturales que adquirieron en la época del Renacimiento, la ciencia en general se separó de la filosofía, y la ciencia política se distanció de la filosofía política y lo hizo a la manera de una “ciencia natural de las cosas políticas” El conocimiento político La filosofía política llamada “clásica” nació a partir de los pensadores griegos Sócrates, Platón y Aristóteles, y se extendió hasta s XVI y XVII, cuando surgió la filosofía política moderna. Actualmente, podríamos considerar que la filosofía política está incluida dentro de la ciencia política, aunque conserva su especificidad. cuando abordamos las características del pensamiento político como tradición de discurso, hicimos referencia a sus orígenes como filosofía política. Ahora, proponemos un análisis comparativo para comprender de dos formas a la ciencia política: las perspectivas de los autores contemporáneos Gabriel Almond (parte 1), y Gerry Stoker parte 2. Almond: ¿en qué argumentos se sustenta la concepción del saber político como un tipo de conocimiento progresivo y acumulativo?

El enfoque ecléctico progresivo Para la comprensión de la historia de la ciencia política, Almond propone un modelo: ecléctico progresivo. Su modelo es ecléctico: registra una serie de hitos que trabaja en favor de la acumulación de conocimiento, como “generalizaciones sobre la política extraídas de la evidencia”. Este enfoque empirista traza un recorrido histórico que nace con los griegos, continúa con los romanos, Edad Media, asciende durante el Renacimiento y la Ilustración, progresa en el siglo XIX y se consolida finalmente como ciencia, debido a su profesionalización y a la metodología empírica. Almond señala tres momentos en la curva de crecimiento de esta ciencia en el siglo XX:  en primer lugar: con la escuela de Chicago en el período de entreguerras por el comienzo de la aplicación de métodos cuantitativos  en segundo lugar, con la difusión del conductismo durante la Segunda Guerra Mundial;  en tercer lugar, con la adopción de la metodología formal y matemática Este modelo es progresivo en un sentido acumulativo: busca un perfeccionamiento en la cantidad y calidad del conocimiento obtenido. Almond señala las obras de Platón como punto de partida de la ciencia política. Platón se interesa por las ideas de justicia y virtud, establece una categorización de las formas de gobierno que fue luego perfeccionada por Aristóteles.

En La República, Platón parte de un régimen ideal, que puede dividirse en 4 regímenes que representan un orden descendente de bondad: 1. timocracia (el conocimiento y la virtud son reemplazados por el honor y la gloria militar) 2. oligarquía (corrupción de la timocracia en la que la riqueza suplanta el honor) 3. democracia (corrupción de la oligarquía) 4. tiranía: derivación de la corrupción de la democracia.

Esta taxonomía fue reformulada en la Política, de Aristóteles: establece una categorización de los regímenes reales en puros e impuros Formas puras e impuras de gobierno

En Las Leyes, Platón desarrolla la idea de constitución mixta con la finalidad de establecer el mejor régimen que detenga el proceso de corrupción, en el que combina “el principio monárquico de la sabiduría y la virtud con el democrático de la libertad”. Aristóteles reformula la categorización introducida por Platón y establece cuatro tipos de gobiernos: oligarquía, democracia, gobierno constitucional o mixto (combinación de oligarquía y democracia, la mejor forma de gobierno) y la tiranía, que es la peor forma. Esta clasificación tiene en cuenta la división entre ciudadanos ricos y pobres: donde gobiernan los ricos (oligarquía), donde dominan los pobres, democracia, y donde gobiernan las clases medias puede darse un gobierno constitucional o mixto. Para finalizar su recorrido por la Antigüedad, Almond: destaca el desarrollo de la doctrina del derecho natural realizado por Cicerón: sostenía que existe “un derecho natural universal que proviene del orden divino del cosmos y de la naturaleza racional y social de la humanidad”. Para Almond, las ideas de constitución mixta y de derecho natural encuentran su máxima expresión en la Edad Media con los aportes de santo Tomás de Aquino porque, para este autor, la justicia y la estabilidad, de acuerdo con el derecho divino y natural, conforman el Estado ideal. Constitución mixta: santo Tomás de Aquino se sirve de los ejemplos del Israel de Moisés y los orígenes de la república romana con sus instituciones: Asamblea, Senado y Consulado. Según Almond, se produce una ruptura de la teoría política renacentista a partir del realismo de Maquiavelo. Hasta ese momento, los autores utilizaban las clasificaciones platónicas y aristotélicas de regímenes puros e impuros. El aporte de Maquiavelo residiría en considerar a la política despojada de su carácter normativo y tratar la relación problemática entre medios y fines de una manera realista y libre de valores.

Entre los teóricos influyentes en la etapa de la Ilustración, Almond destaca los planteos de Hobbes: deduce lógicamente, a partir de las condiciones materiales y las necesidades humanas, una idea de la forma de gobierno más conveniente. Hobbes partía de un estado de naturaleza violento y desordenado, al cual, debido a su gravedad, corresponde el régimen del absolutismo monárquico. Por una especie de contrato, los integrantes de la sociedad deben obedecer a cambio de que el Estado les proporcione seguridad y bienestar. John Locke: los integrantes de la sociedad obedecen a sus gobernantes de una manera condicional y esto determina si el gobierno cumple con las funciones asignadas de manera adecuada. Montesquieu: acepta que los gobiernos pueden deducirse de las leyes de la naturaleza, tiene en cuenta otros factores tan amplios como el clima, la historia, la religión, la economía, etcétera, en la conformación de un régimen. Formo la idea de separación de poderes, en un equilibrio armónico. Debido a la interrelación que establece entre las instituciones, los factores específicos de cada país y la división de poderes, Almond sostiene que la teoría de Montesquieu es una teoría política sistémico-funcional. El siglo XIX: el tiempo en el que se creía que el desarrollo racional, posibilitado por el conocimiento de la sociedad, conduciría finalmente a un estado superior de libertad. Los tres pensadores que destaca Almond son Hegel, Marx y Comte: sostienen una postura teleológica, sus teorías pueden ser interpretadas como filosofías de la historia. Hegel veía en el Estado prusiano el fin de la dialéctica y la realización de la razón y la libertad. Marx retomó la dialéctica hegeliana para convertirla en método de interpretación de la historia a través de la lucha de clases y, mediante esta misma lucha, alcanzar una sociedad comunista. Comte, desde el positivismo extremo, propuso tres estadios de la ciencia (teología, metafísica y ciencia propiamente positiva). A fines de siglo, surgió la sociología moderna ligada a: Durkheim y Weber. Como señala Almond, la idea de una “naturaleza humana” común perdió fuerza y empezaron a buscarse los principios ordenadores que fundamentan lo social a partir de estudios comparativos entre sociedades tradicionales y modernas. Weber analizó las diferencias entre la racionalidad correspondiente a cada etapa y Durkheim comparó los diferentes tipos de solidaridad establecidos (mecánica y orgánica).

La consolidación de la ciencia política Almond: los desarrollos teóricos acumulados a través de la historia, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, prepararon la consolidación de la ciencia política. Pero el salto fundamental se dio: por la utilización de una metodología empírica en el desarrollo de estudios de carácter cuantificable, sobre todo, en los procesos electorales. (dado en el período de entreguerras (1920-1940) por la escuela de Chicago.

Otro salto importante en la historia de la ciencia política se dio con la Segunda Guerra Mundial: en este período se produce la llamada revolución conductista. Luego de la finalización de la guerra, este impulso, se vio fortalecido por las demandas de conocimiento surgidas con la Guerra Fría, vinculadas con las relaciones internacionales. Almond reconoce otros desarrollos importantes dentro del marco de la teoría política, como las formulaciones en el funcionalismo de Parsons, apoyadas en clásicos como Weber y Durkheim, las teorías de la democracia aportadas por Dahl y Sartori o los avances en materia de filosofía política normativa practicados por Rawls. La metodología empírica permite hablar con propiedad de un progreso en la materia.

Perspectivas opuestas a la visión ecléctica progresiva Algunas corrientes que, según Almond, no compartirían su visión ecléctica progresiva de la disciplina. Una de ellas es la que el autor llamó anticiencia: corresponde con los planteos de Leo Strauss. La crítica de Strauss sostiene que la separación entre hecho y valores operada por Weber conduce a una neutralidad ética que no permite la evaluación del contenido racional y moral de nuestros juicios de valor. A esta visión positivista, Strauss opone una ciencia social humanista que entabla un diálogo con los textos y los filósofos clásicos. La segunda persp...


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