SELECTIVIDAD: La dictadura de Franco PDF

Title SELECTIVIDAD: La dictadura de Franco
Author Cristina ddd
Course Historia Contemporánea de España
Institution Universidad de Málaga
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Summary

TEMA 14: el del general Franco se en 1939 y con la muerte de de 1975. Sin embargo llevaba desde la Guerra Civil ya los poderes y el ejercicio (Decreto de posterior victoria del bando franquista en la guerra y la ruina que el conflicto a nivel y asentaron definitivamente el que hasta el ascenso al go...


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TEMA 14: FRANQUISMO Oficialmente, el régimen del general Franco se inició en 1939 y finalizó con la muerte de éste en noviembre de 1975. Sin embargo llevaba construyéndose desde la Guerra Civil (1936-1939), donde Franco ya concentró los poderes y monopolizó el ejercicio político (Decreto de Unificación). La posterior victoria del bando franquista en la guerra y la ruina que dejó el conflicto a nivel material, demográfico y emocional-moral asentaron definitivamente el régimen, que perduró hasta el ascenso de Adolfo Suárez al gobierno (la transición democrática). Franco desarrolló una dictadura personal/militar más que un sistema totalitario, pues no poseía una ideología definida y esto le permitió adaptarse a las circunstancias. Aun así hay unos rasgos que se mantienen variando la intensidad, como la defensa de un nacionalismo tradicionalista y católico, el carácter unitario-centralista o la clara inspiración en los totalitarismos fascista y nazi, visible en el militarismo o en la persecución de cualquier oposición. Además, emplea otros recursos como la exaltación de la victoria bélica, la imposición de una rígida censura o la sindicalización obligatoria para controlar a la población a través de la propaganda. El partido político de la dictadura fue la FET y de las JONS, “evolución” de la antigua Falange fundada por José Antonio Primo de Rivera y de la cual Franco coge numerosos elementos de su ideología y simbología (como el yugo y las flechas). Socialmente, el régimen se rodea de grupos e instituciones tradicionalmente derechistas, las llamadas “familias” del régimen. La Iglesia mostró su fidelidad desde el inicio, reconociendo y legitimando a Franco con el título de “Caudillo de España por la Gracia de Dios”. A cambio obtuvo un gran peso educativo y social gracias a su participación política en el Ministerio de Educación y de Exteriores, y a organizaciones como el Opus Dei. El Ejército tenía la misión de mantener el orden institucional, por lo que, mediante los Consejos de Guerra, se encargaron de la represión política junto a la Policía Armada y la Guardia Civil. También asumieron cargos en los ministerios de Gobernación, Ejército, Marina y Aire. Además el dictador contó con el apoyo de la burguesía, los franquistas incondicionales (partidarios de perpetuar el régimen incluso tras la muerte de Franco) y los monárquicos, divididos en carlistas (que deseaban que Franco entregase el trono al candidato Javier) y don juanistas (partidarios del hijo de Alfonso XIII). En los primeros años del franquismo primaron la miseria y pobreza de la posguerra. España estaba arruinada, sin ayudas, por lo que se impuso la autarquía buscando la autosuficiencia (Servicio Nacional del Trigo e Instituto Nacional de Industria). Mientras que el mecanismo despegaba en los años 40, se impusieron las duras cartillas de racionamiento para repartir los escasos bienes (alimentos, ropa y combustible), surgiendo por contrapartida el mercado negro de “estraperlo”. Los ciudadanos fueron encuadrados en organizaciones dependientes de FET y de las JONS como la Central Nacional Sindicalista (obreros y empresarios), la Sección Femenina (mujeres para labores sociales) o la OJE (juventud). También se implantaron símbolos fascistas como el saludo, y se llevó a cabo una enorme represión autorizada por leyes como la de Responsabilidades Políticas de 1939 o la de Represión de la Masonería y el Comunismo de 1940. En el plano exterior, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) acababa de explotar. Alemania e Italia (aliadas en las potencias del Eje) esperaban la colaboración de Franco como pago por los refuerzos que mandaron en la Guerra Civil, pero éste se posiciona neutral debido a la ruina española. Aún así el ministro Serrano Súñer mantiene lazos favorables y finalmente en 1941 España envía a la División Azul, voluntarios para luchar contra la URSS.

Solo un año después (1942), viendo la desventajosa posición del Eje, Franco decide maquillar la imagen autoritaria de España creando las Cortes, un órgano de “participación popular” que realmente tendría un poder únicamente consultivo además de no ser democrático. Franco elegía al presidente, al vicepresidente y a los secretarios, mientras que el resto de cargos eran elegidos por medio de los considerados como “órganos naturales”: familia (Falange, Iglesia, Ejército, franquistas y monárquicos), municipio y sindicato. Finalmente, a partir de 1943 se va evidenciando la derrota del Eje y España retira el apoyo logístico y humano. Al terminar la guerra en 1945, la ONU considera al régimen español una amenaza y decreta su aislamiento internacional, procediendo a la retirada de los embajadores. España sólo es apoyada por el Portugal de Salazar con quien forma el “Bloque Ibérico” y la Argentina de Perón. El régimen intenta desligarse de los perdedores fascistas, y para ello se centra en quitar peso a la Falange. Se hace una reforma de los ministerios y los cargos pasan a ser ocupados sobre todo por católicos y monárquicos. También se eliminaron los aspectos más fascistas como la obligación del saludo a la romana y se empezó a denominar “Movimiento Nacional” a la FET de las JONS. Asimismo, se introdujeron una serie de leyes para dar una capa más democrática al régimen, como el Fuero de los españoles (especie de declaración de derechos y deberes, censurados si atentaban contra el Estado y que podían ser suspensos total o parcialmente) o la Ley de Referéndum Nacional, para consultar al pueblo en cuestiones importantes. De este modo se esquivaba el fascismo, se camuflaba el autoritarismo y se enfatizaban el aspecto católico y anticomunista. En 1947 se decreta la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, donde Franco declara a España como una monarquía, pero no se da entrada a ella, sino que el caudillo se reserva la jefatura del Estado hasta su muerte y la facultad de elegir sucesor. También crea el Consejo de Reino para asesorarse y el Consejo de Regencia, que asumiría la jefatura del Estado en caso de que le sucediera algo. Tras un encuentro en 1948 con D. Juan de Borbón, el heredero legítimo del trono, se acuerda que sus hijos sean formados en España. En 1951 ocupa la Secretaría del Consejo de Ministros el militar Carrero Blanco, muy cercano a Franco. En política exterior, el Régimen pasa a ser reconocido internacionalmente gracias a E.E.U.U que en plena Guerra Fría contra la URSS valora positivamente el anticomunismo español llegando al Tratado de Amistad Hispano-norteamericano, con el que se permite la instalación de bases militares norteamericanas en España (Rota, Torrejón, Ardoz, Morón y Zaragoza) a cambio de ayuda económica y respaldo internacional. También se firma en 1953 el Concordato con la Santa Sede (Vaticano) estrechándose las relaciones entre la Iglesia y el Estado español, interviniendo Franco en el nombramiento de obispos y participando la Iglesia en la vida política y social. En 1955 España ingresa en la ONU, poniéndose fin al veto internacional. Un año después (1956), una serie de acontecimientos desembocaron en una crisis. En el exterior se pone fin al Protectorado de Marruecos, mientras que en el interior hay una agitación social, por las malas cosechas que suben los precios y el paro, y por el aperturismo del ministro de Educación Ruiz Giménez. Se provocan huelgas en Madrid y en Barcelona, además de incidentes entre universitarios y falangistas (SEU) En 1957 se forma un nuevo gobierno más moderno, que refleja la afianzada pérdida de poder de la Falange y la llegada de los tecnócratas. Estos eran en su mayoría miembros del Opus Dei, o también monárquicos. Se dio paso a una importante institucionalización del régimen al promulgar la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional, donde se define el Estado como monárquico, católico y tradicional y se habla de “Democracia Orgánica”, ya usada en las Cortes.

Este gobierno aprueba el Plan de Estabilización (1959) para adaptar la economía española a la internacional. Tuvo una doble dirección: medidas para sanear la economía interior y medidas para la competitividad e integración en el sector exterior. Estas medidas rompen con el modelo autárquico y tienen efectos económicos positivos: mejora la balanza de pagos, consigue el equilibrio presupuestario, aumenta los beneficios bancarios, la acumulación de divisas… etc. Sin embargo, a corto plazo tuvo unos efectos negativos para la población: deflación y bajada de salarios, que a su vez provocaron paro y favorecieron la emigración. España creció económicamente y modernizó su sociedad, pero la continuidad de las desigualdades y la falta de democracia impidieron que alcanzara el nivel de los países desarrollados. La industria y los servicios (sobre todo el turismo) fueron el motor principal del despegue económico. El crecimiento fue posible gracias a las inversiones extranjeras, atraídas por los bajos salarios e impuestos; pero a la par fue desequilibrado, concentrándose las actividades más fuertes en el litoral mediterráneo, País Vasco y Madrid. A su vez creció la población a consecuencia del baby boom y el descenso de la mortalidad. La modernización y mecanización del campo produjo un éxodo rural, emigrando las personas a las ciudades en busca de trabajo en la industria y el sector servicios. Mientras, el campo se despoblaba y las ciudades no estaban preparadas para tanta población, por lo que surgió el chabolismo con la falta de infraestructuras básicas (transportes, alcantarillado…). Los cambios económicos y la llegada del turismo ofrecieron una nueva realidad: se redujo la influencia de la Iglesia católica en la vida cotidiana y la mujer se fue incorporando al mercado laboral. Pero también se pidió más libertad y hubo un aumento de la oposición. En 1956 el Partido Comunista lanzó una política de reconciliación nacional para aliar a todos los partidos opuestos a la dictadura, que culminó en la reunión de Munich y la creación de asociaciones como la Junta Democrática para organizarse. Aparte nacieron otras formas como el movimiento vecinal, que reclamaba mejoras en los servicios de los barrios o el movimiento estudiantil, liderado por el sindicato Comisiones Obreras y por los intelectuales y artistas que empezaron a expresar públicamente su rechazo al Franquismo. También se desarrolló la oposición terrorista de GRAPO, FRAP y ETA que organizaron sus atentados con víctimas desde los 60. El Régimen moderó sus prácticas más represivas y eliminó la censura previa con la Ley de prensa de 1966, pero se mantuvo la dictadura. La crisis de 1973 provocada por la subida del petróleo, afectó a España provocando el cierre de empresas, el consecuente paro y la reducción de turistas. Esto fomentó el descontento social y su manifestación en las huelgas, aún ilegales. A la par, empezó la crisis política por el deterioro de la salud del dictador que le llevó a designar a Juan Carlos de Borbón como sucesor como Jefe de Estado (ya que se alejó de su padre Don Juan años atrás) y a Carrero Blanco como Jefe de Gobierno, aunque este último fue asesinado por ETA en el 73. Presionado por los problemas, el régimen reaccionó con la represión decretando estados de excepción y aumentando las detenciones y condenas de muerte. Finalmente, se produjo el conflicto del Sáhara español, colonia que reclamaba su independencia y que fue anexionada por Marruecos en la llamada Marcha Verde. El 20 de Noviembre de 1975 moría Franco, dejando un país en una difícil situación, habiendo perdido la oportunidad de avanzar por la senda de la democracia que otros ostentaban....


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