Tema 2. Mester de clerecía PDF

Title Tema 2. Mester de clerecía
Author Laura Vázquez Alarcón
Course Literatura española Medieval y Renacentista
Institution Universidad de Málaga
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EL MESTER DE CLERECÍA Contexto histórico y sociocultural La Edad Media fue definida como una etapa oscura y bárbara por el Humanismo. Aunque, en realidad se trató de un periodo complejo y con notable auge cultural a partir del siglo XII donde numerosos nobles saben leer y escribir, y protegen a escritores y artistas. Aparecen las nuevas universidades y escuelas donde el conocimiento traslada su centro de gravedad de los monasterios a estos nuevos focos intelectuales. Crece el número de lectores y el interés por leer y escribir en lengua vernácula (castellano). Se producen profundos cambios económicos y sociales: nacen nuevas ciudades y crece el comercio. La Península Ibérica presenta características concretas respecto al resto de territorios europeos que la hacen consciente de que su producción artística y científica es cualitativa y cuantitamente inferior. Los conocimientos científicos y poder culturales de los reinos musulmanes son superiores a la de los reinos cristianos; y los conflictos entre los reinos cristianos ralentizan el desarrollo artístico, científico y cultural. —Siglo XII: la Escuela de traductores de Toledo vierte al latín numerosos textos árabes. —Siglo XIII: se aceleran las modificaciones sociales, políticas y culturales. En 1212 el ejército almohade era derrotado en las Navas de Tolosa. Fue la primera gran victoria de los ejércitos cristianos. En 1236 los cristianos conquistan la ciudad de Córdoba y con ella la biblioteca de Alhaken II con más de doscientos mil volúmenes. Los cambios sociales que se ven en ambos siglos son cómo la ciudad se va haciendo más compleja y crece la circulación de personas y mercancías. Se refuerza la monarquía frente a los pequeños señoríos. La administración se adapta a la nueva realidad compleja en la que se necesitan especialistas para integrar la función pública y una nueva clase letrados (jueces, legisladores y notarios), cuya labor será clave en los nuevos centros de poder que están surgiendo. En cuanto a los cambios culturales, aparecen las primeras universidades españolas: Palencia (1208), Salamanca (1218) y Valladolid (1241). La lengua vernácula se va consolidando tanto en textos versificados como en prosa impulsada por el rey Alfonso X, el Sabio (1221-1284). El intercambio cultural con Francia se hace especialmente intenso y el Camino de Santiago es la vía predilecta para favorecerlo. Este intercambio se verá en las universidades, cuyos focos intelectuales tienen una fuerte influencia francesa. Según B. Dutton, de la Universidad de Palencia es de donde procede el primer grupo de clérigos en el doble sentido medieval de hombres de iglesia y hombres de letras, dispuestos a servirse de la lengua vulgar para dirigirse a aquellos que no conocen el latín.

El mester de clerecía Los clérigos que se empiezan a formar en las universidades emplean el verso para sus creaciones didácticas, ya que es más fácil de recordar, es apropiado para mostrar las técnicas nuevas que están asimilando y buena parte de sus libros escolares en latín estaban en verso y, al pasarlos al romance, reproducen formalmente la estructura. A esta técnica se le conoce como mester de clerecía. Aparece por primera vez escrito en uno de los textos canónicos de esta escuela poética, el Libro de Aleixandre (primer tercio del siglo XIII), el cual narra la vida de Alejandro Magno. La segunda estrofa de ese texto recoge la declaración de principios del mester de clerecía.

La cuaderna vía Del Libro de Alexandre también surge la nomenclatura del tipo de estrofa y verso que utiliza el mester de clerecía en el siglo XIII: la cuaderna vía. La cuaderna vía consiste en un tetrástrofo monorrimo: cuatro versos monorrimos, rima consonante y alejandrinos —dos hemistiquios de 7+7 sílabas—. La estructura de los heptasílabos era independiente. La sinalefa no se permitía y la dialefa era obligatoria: dos vocales contiguas de palabras separadas no se pronunciaban como una sola vocal. Otros recursos para facilitar la cuaderna vía eran: síncopa, contracciones, apócopes, aféresis y la variación en el uso del acento. Por tanto, la cuaderna vía era un tipo de estrofa muy estable y con pocas variaciones. La flexibilidad lingüística del siglo XIII y el uso de los recursos literarios, además de las deformaciones de los copistas (con tendencia a suprimir las variantes dialectales y arcaizantes) contribuyeron a romper la regularidad métrica anunciada.

Grupos poemáticos medievales Según el Libro de Alexaindre hay dos grandes grupos de poemas medievales: —Mester de clerecía: es una novedad absoluta en el panorama literario en lengua romance. Se trata de una unidad poética literaria basada en unos rasgos comunes: autores cultos, conscientes y orgullosos de serlo; poemas que se componen para ser leídos; preocupación por el verso y la rima. Conciencia del quehacer artístico. Hay una voluntad estética de grupo. Hay una heterogeneidad de temas, pero se mantienen fieles a las fuentes escritas. Entre las obras más destacadas vemos: Libro de Alexaindre, toda la producción de Gonzalo de Berceo, Libro de Apolonio y el Poema de Fernán González. —Mester de juglaría: tiene un origen popular en cantores populares y laicos. Se transmitía oralmente, era una poesía narrativa o lírica destinada a ser cantada ante el pueblo. Había una irregularidad métrica: verso anisosilábico si es poesía narrativa y diversidad métrica si es lírica. Además, se trataba de una indefinición métrica: series irregulares, que era lo más común. No había fuentes escritas. El hecho de que haya dos grupos líricos no significa que los clérigos no escribiesen versos de temática popular y que, por tanto, no significa que todo poema de corte popular es juglar y todo aquel de corte culto es de clerecía. Por ejemplo: Razon feita de amor y La disputa de Elena y María. Razon feita de amor es una obra de la primera mitad del siglo XIII por un autor letrado de buena familia. Trata de un viajero por Lombardía, Francia y Alemania enamorado de una mujer de buena sociedad que se enamora de un clérigo que sabe leer, de trovar y que también es de buena familia. Se trata de una poesía cortesana de autor culto, sin embargo, los versos son anisosilábicos y la estrofa son simples pareados. La disputa de Elena y María es una obra algo posterior a la anterior, también del siglo XIII. Se compone de versos anisosilábicos y estrofas en pareados; mezcla rima asonante y consonante. Es un poema culto de temática que interesaba a la buena sociedad: ¿qué mejor, ser barragana de clérigo o de caballero? Es, por tanto, un poema de origen culto en forma popular. Por tanto, si bien convivieron formas poéticas cultas y populares, la distinción entre ambas no es tan radical como la tradición crítica vino a establecer. El mester de clerecía introdujo novedades en el plano literario de la lengua romance y no fue práctica exclusivamente de la Península Ibérica. Francisco Rico ha señalado diversas obras de rasgos similares en toda la Romania.

Los clérigos, orgullosos de su cultura latina, trataron de reflejar sus conocimientos y, al evitar la sinalefa, trasladaron al romance las recomendaciones de la época para composiciones que huían del vicio de la rusticitas. Querían llamar la atención sobre una nueva maestría diferente de la de los juglares.

Gonzalo de Berceo De los textos que le son atribuidos se dedujo que el autor era un clérigo bondadoso, agobiado por su tarea, pero con el consuelo de paladear al final un vaso de buen vino de las tierras riojanas. La simplicidad con la que se confiesa desconocer el lugar donde se desarrolla la acción de alguno de sus milagros, porque “no lo leo” (la fuente latina no lo indica), llevó a identificarlo con un autor ingenuo, ferviente devoto de María y casi próximo al protagonista de su milagro IX (“El clérigo ignorante”). Nació a finales del siglo XII (hacia 1196 o antes) en Berceo (Logroño). Estudió en San Millán de Suso como él mismo indica en la última estrofa de su poema San Millán de la Cogolla. En 1221 figura como diácono en San Millán y en 1237 como sacerdote, según documentos que se conservan en el monasterio. Aparece en escrituras notariales en 1242 y en 1264, por lo que se deduce que debió de morir anciano. Hay una serie de datos inciertos sobre Gonzalo de Berceo, que son que pudo asistir a los recién creados “Estudios Generales” de Palencia donde podría haber entrado en contacto con las corrientes literarias francesas y realizado estudios jurídicos. El manuscrito de París del Libro de Aleixandre le atribuía tanto la autoría de este poema como la profesión de notario. Lo primero no es posible porque el poema es anterior a Berceo; lo segundo es probable, pero no se puede confirmar. Luego, algunos estudiosos creen adivinar en su personalidad un activo clérigo seglar en contacto con el mundo por su profesión de notario del abad de San Millán Juan Sánchez. Según Brian Dutton, Gonzalo de Berceo sería un interesado defensor del patrimonio eclesiástico de su región. Los dos centros dedicados a San Millán (Suso y Yuso, es decir, arriba y abajo del mismo valle), junto al de Santo Domingo estaban hermanados y sus feudos abarcaban extensas posesiones que veían diezmados sus ingresos. Su propuesta es que Berceo se inclinó a favor de una labor propagandística que mejorara la situación económica del monasterio. Peter Linehan ha encontrado, en cambio, documentación que justifica el interés de Berceo de participar junto al obispo Juan Pérez en la defensa que las diócesis españolas hicieron del poder regio de la corona castellana frente al poder papal de Roma, instigada por el concepto de “iglesia propia” que tenían Fernando III y Alfonso X. Su obra es toda de corte religioso, pero se puede dividir en tres grupos: —Vidas de tres santos: Vida de Santo Domingo de Silos , Vida de San Millán de la Cogolla, Vida de Santa Oria. —Poemas dedicados a la Virgen: Loores de Nuestra Señora, Planto que fizo la Virgen el día de la Passión de su Fijo Jesu Christo, Milagros de Nuestra Señora. —Tres poemas de asunto religioso vario: El Sacrificio de la Misa, De los signos que aparecerán antes del Juicio, Martirio de Sant Laurençio. Además, se le atribuyen tres himnos. En función del estudioso al que recurramos, veremos que las motivaciones y las temáticas de la obra de Berceo pueden llegar a ser desde localistas y de culto popular a universalistas y conciliares. Brian Dutton: temáticas localistas y de culto regional. Defiende que sus cuatro relatos hagiográficos estarían dedicados a santos estrechamente vinculados a la región donde vivió: San Millán, Santo Domingo, Santa Oria y San Lorenzo, ligado a tradiciones locales. Las obras marianas estarían vinculadas al culto especial del monasterio de San Millán de Yuso a la Virgen de Nuestra

Señora de Marzo, a cuya imagen los peregrinos podrían atribuir las intervenciones milagrosas narradas por Gonzalo de Berceo. Dutton también aboga por la intención propagandística de las obras del clérigo, en un momento en el que las donaciones comenzaban a menguar como consecuencia del gran número de centros que entraban en competencia. Juan Carlos Bayo e Ian Michael: temáticas y motivos transregionales y conciliares al coincidir con lo que se está haciendo en otras literaturas románicas y con el movimiento de divulgación religiosa en lengua romance que impulsa el IV Concilio de Letrán en 1215. El culto histórico a la Virgen María: muestra que la importancia de la Virgen María en las iglesias ortodoxa y católica se debe a su condición de Madre del Salvador. En la Escritura no se ofrece prueba directa de un culto mariano: los primeros aparecen en el siglo II. Entre los siglos X y XII el culto mariano adquirió una nueva dimensión con la fundación de santuarios por toda la Europa occidental. Las primeras recopilaciones de colecciones de milagros marianos surgen en estos santuarios: santuario de Reims, compuesta en verso por Flodoardo, pero está perdida; la primera conservada es del santuario de Coutances (1128-1135). En los años sucesivos se redactarían colecciones en otros santuarios como Laon, Soissons, Saint-Pierre-sur-Dives, Rocamadour y Chartres. Pero todas ellas son muy distintas a la obra de Gonzalo de Berceo: localistas, claman poseer reliquias de la Virgen y son escenario de curaciones milagrosas. Buscan convertirse en centros de peregrinación. Las recopilaciones de colecciones generales o universales aparecen en el siglo XII en ambientes monásticos ingleses: no son hagiográficos (no están vinculados a santuarios), las reliquias pierden su valor fundamental, las curaciones no son importantes, sino la salvación del alma sólo posible gracias a la mediación de la Virgen. Recogen milagros de todos los tiempos y lugares: poder universal. Se sirven de todas las fuentes posibles: Padres de la Iglesia, leyendas de origen oriental, milagros de santos en los que se deduce la intervención de la Virgen, relatos de la tradición oral... Si se recurre a colecciones locales, lo de menos es el lugar, lo importante es la mediación. Colecciones generales y universales de milagros marianos: —El ms. Philips 25142 de la Biblioteca Universal de Chicago. Anónimo, atribuido a Anselmo el Joven. —La colección universal de Domingo, prior de la Abadía de Nuestra Señora de Evesham, en el condado de Worcester. —La de Guillermo de Malmesbury, historiador que en 1142 usó las recopilaciones anteriores para hacer una nueva con milagros añadidos que sobrepasaba la cincuentena. —La del maestro Alberic: utilizó las anteriores para la que él rubricó como canónigo de la catedral de Saint Paul en Londres. —Adgar se valió de la recopilación del maestro Alberic para componer Gracial, la primera en una lengua romance (anglo-normando). La primera recopilación vernácula continental es la francesa de Gautier de Coinci. Es la de mayor éxito en las crecientes literaturas europeas. No recurrió a las composiciones anglonormandas, sino a recopilaciones latinas locales y universales. No hay seguridad de que Berceo conociera esta recopilación y, de hecho, sus Milagros de Nuestra Señora no se basa en las colecciones en lengua vernácula, sino en las versiones latinas. Las colecciones en lengua latina continentales surgen en Inglaterra y norte de Francia hasta llegar a París. El más antiguo es la recopilación del monasterio de San Víctor que reúne materiales ingleses y franceses, muchos de los cuales aparecen en Berceo. —El ms. Pseudo-Botho, procedente de una rama del norte de Francia, ofrece textos muy similares a la rama latina de la que depende la fuente de Berceo. Hay tres manuscritos vinculados a

esta rama: el ms. Thott de la Biblioteca Real de Copenhague donde hay más de 50 milagros; lo primeros 28 incluyen en el mismo orden los de Berceo, salvo “La iglesia robada”; el ms. 110 de la Biblioteca Nacional de Madrid, donde una de sus secciones tiene 47 milagros y, desplazado, el de Teófilo. También tiene el mismo orden que los de Berceo; el ms. alcobacense 149 de la Biblioteca Nacional de Lisboa tiene 49 milagros, incluye los de Berceo por orden, excepto “La iglesia robada”. Por tanto, los temas y motivos de la obra de Gonzalo de Berceo combinan la temática localista y la universalista. Su obra potencia por un lado el culto religioso y de feudo al monasterio de San Millán y, por otro lado, da continuidad a las fuentes latinas de donde bebe. Y lo hace en lengua vernácula, siguiendo las directrices del IV Concilio de Letrán (1215). El clima de efervescencia de la temática mariana a lo largo del siglo XII y sobre todo en la primera mitad del siglo XIII son el marco idóneo para que aparezcan las distintas versiones en lenguas vulgares de colecciones de milagros como las de Berceo.

Milagros de Nuestra Señora Según Brian Dutton se trataría de una exposición de circunstancias locales, pero Juan Carlos Bayo e Ian Michael apuestan por una colección de tipo universal en lengua vernácula. El prólogo tiene un carácter doctrinal y su función estructural excede a lo acostumbrado: los prólogos y los epílogos a muchos de los milagros suelen ser amplificaciones de Berceo que no están en sus fuentes. La introducción se sigue de una alegoría tipológica como método de composición: representa una de las modalidades interpretativas de la Biblia. Consiste en ver en los hechos del Antiguo Testamento prefiguraciones de los hechos del Nuevo Testamento. Su origen está en la exégesis bíblica y se fundamenta en la idea de que la palabra divina se revela progresivamente. Atribuye a pasajes de la Escritura un significado espiritual más profundo que el expresado. Por ejemplo, en el Cantar de los cantares, la comunicación Dios-hombre se explica mediante la alegoría comunicativa del esposo y la esposa. Era una técnica de interpretación en los Padres de la Iglesia (patrística) que acabará convirtiéndose en la Edad Media en una técnica compositiva. Parte de la idea de: —Paraíso: entendido a la vez como Edén (en la tierra) y como Cielo. —María: como la intermediaria a la que los pecadores recurren para acceder a este paraíso. Esta alegoría descansa en uno de los tópicos clásicos de la Edad Media, el locus amoenus: lugar delicioso. Es según Ernst Robert Curtius, un lugar natural provisto de tres elementos: agua, prado y sombra de árboles, que invitan a la conversación o al descanso. Si falta cualquiera de estos tres elementos, no es un lugar delicioso. No importa la precisión geográfica, sino que sea el marco ideal para el amor humano o hacia Dios. Es el escenario de diálogos ciceronianos. Derivó de Teócrito y de Virgilio y tuvo un gran desarrollo en nuestra poesía bucólica de la Edad de Oro. Además, en la “Introducción” a los Milagros a Nuestra Señora, lo encontramos también utilizado magistralmente en Garcilaso y en Jorge de Montemayor. Se identifican: el prado con la Virgen, quienes van al prado con los que buscan la salvación, los árboles frutales con los milagros marianos, la sombra de estos árboles como la protección de la Virgen, las aves canoras con San Agustín, San Gregorio y otros que cantaron a la Virgen.

Estructura del prólogo: —Estrofas 1-15 y 16-30: dos secciones simétricas dedicadas la primera a aspectos mundanos y la segunda a aspectos espirituales. —Estrofas 31-41: once estrofas sobre flores como alegoría de la Virgen. —Estrofas 42-46: cinco estrofas sobre los árboles y sus frutos o alegoría de los milagros marianos.

El número 46 tiene una importante simbología aquí: son los meses que tardó la construcción del templo de Jerusalén; según la tradición patrística, son los meses de duración de la gestación de Jesús en el vientre de María (templo de Cristo); en griego, es el número de las letras que formas el nombre de Adán. Este tipo de referencias numéricas están los Padres de la Iglesia, en San Agustín, San Isidoro, San Idelfonso, etc. Las dos secciones de quince estrofas (1-15 y 16-30) se inician con apóstrofes (apelaciones directas al lector) con sentido no sólo alegórico, sino también moral. De la 1-15 va dedicada a la “corteza” o sensus litteralis; de la 16-30 va dedicada al “meollo” o sensus spiritualis.

Estructura de los milagros El prólogo va seguido de veinticinco milagros. Berceo hizo una selección rigurosa los que le ofrecía su fuente (manuscritos conservados de la rama latina). El número 25 es representativo: es 5 veces 5, el número con que se identifica a la Virgen María. Ej.: Berceo dedica el milagro 4 a los cinco gozos de la Virgen María. Otras composiciones posteriores (Libro dei Cinquanta Miracoli, 1340) siguieron este principio organizativo. La selección de milagros de Berceo es más rigurosa que otros compiladores de la época: es más austero en la selección por razones literarias y teológicas, favorece los escenarios peninsulares, se empeña en explicar la doctrina de la mediación mariana y el concepto dogmático de la gracia divina. Empieza y termina la selección con dos milagros extremos, para demostrar con claridad que la vinculación entre la Virgen y el resto de la humanidad se concibe en términos de vasallaje natural: la casulla de san Idelfonso de Toledo, paladín de la virginidad de María; milagro de san Teófilo el penitente, el personaje que más bajo cae en la escala valorativa marianista, siendo su pecado el peor de todos, renegar de Dios y de Su madre. El concepto de vasallaje en la Iglesia procede del sistema feudal de la sociedad medieval. E...


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