TEMA 25 - HISTORIA DE LA LOGOPEDIA, PARA OPE PDF

Title TEMA 25 - HISTORIA DE LA LOGOPEDIA, PARA OPE
Author Beatríz Ortiz
Course HISTORIA
Institution Universidad de Málaga
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HISTORIA DE LA LOGOPEDIA, PARA OPE...


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TEMA 25: HISTORIA DE LA LOGOPEDIA La historia de la logopedia es tan antigua como la humanidad, ya que los trastornos del lenguaje han estado presentes desde la antigüedad y con ellos la disposición a ser superados. Aunque la logopedia como ciencia tiene su aparición en el siglo XX, delimitamos las siguientes etapas que a continuación procedemos a desarrollar: 1. PRECEDENTES: ANTIGÜEDAD Y MEDIEVO. (S.V-S.XV) Etapa destacada por los perjuicios psicológicos, fisiológicos, jurídicos y religiosos hacia los sujetos con deficiencias lingüísticas. En esa época se hablaba de los sujetos deficientes y la sordera; el concepto que la sociedad tenia de estos sujetos era muy negativo, por lo que su educación era irrealizable. San Alberto Magno (1206-1280) empezó a pensar que la mudez era una consecuencia directa de la sordera congénita, hecho que acabó con el desprecio hacia la educación de éstos. Es entonces cuando la Iglesia y las Órdenes religiosas tienen importancia en el sentido metodológico e instrumental. La práctica del silencio conventual conllevaba el cultivo y desarrollo de sistemas de signos, como el alfabeto manual o la dactilología, pues suponía un medio imprescindible de comunicación entre los monjes. Posteriormente el desarrollo de las Universidades europeas da comienzo a un movimiento de análisis y critica de la realidad social, y con ello el fomento de una nueva actitud más positiva hacia las deficiencias individuales. 2. EDAD MODERNA: S.XVI – S.XVIII. En la etapa del Renacimiento (siglos XV y XVI), se produce un mayor interés por el conocimiento del cuerpo y por la autonomía, provocando el desarrollo de la medicina y la cirugía. A finales del siglo XV, el filósofo holandés Rodolfo Agrícola (1433-1485) afirmó que los sordomudos podían tener conceptos abstractos y morales, admitiendo la posibilidad de educar a estos sujetos, además busca diversas metodologías de enseñanza de la palabra. Durante el siglo XVI, el italiano astrólogo, médico y matemático Girolano Cardano (1501- 1576) propone un método de lectoescritura para los ciegos y un procedimiento para el aprendizaje y la educación de los sordomudos. Suya es la frase “possumus efficere, ut mutus legendo audita, ac escribendo loquator” (podemos conseguir que el mundo leyendo oiga y escribiendo hable). Pero donde comienza realmente la instrucción sistemática de los sujetos con problemas de audición y lenguaje es en España con Pedro Ponce de León (1510-1584), a quien se le considera el inventor de la lengua de signos y llega a crear su propio método de enseñanza. Escribió la obra Doctrina para los sordomudos, donde plasmó su metodología, basada en tres fases que siguen un orden natural de adquisición del habla. Respecto al siglo XVII, éste se puede considerar aportador de dos ideas básicas: la contribución del método científico al conocimiento etiológico de las deficiencias y la comprensión hacia los sujetos diferentes. Uno de los pioneros en la instrucción de

sordomudos de esta época fue el pedagogo y escritor español Juan Pablo Bonet (15791633), cuya didáctica es muy parecida a la de Pedro Ponce. Durante el siglo XVIII, etapa de la Ilustración, se fue aceptando la posibilidad de instruir a los sordomudos, consiguiendo que hablaran y participaran en la comunicación intelectual con la sociedad. Existen cuatro tendencias o escuelas en esta etapa que trabajaron en los problemas del lenguaje: la Escuela anglo-americana, dedicada al trabajo para sordomudos con una metodología mixta de lengua oral y de signos; la Escuela holandesa-alemana, que centró sus trabajos en sujetos sordomudos desde una metodología predominantemente oral; la Escuela francesa, que defendía el método de lengua de signos para enseñar a los sordomudos; y la Escuela hispano-francesa, basada en el método de Bonet, de la mano de Pereira. La eficacia de Pereira como profesor de sordomudos fue reconocida oficialmente por la Academia de Ciencias de París en 1794, y su influencia fue considerable en países europeos como Rusia, Suecia, Alemania, etc. Para M. Pérez Álvarez y otros autores como Feijoo y Juan Andrés, Pereira es el fundador de la Logopedia. 3. SIGLO XIX: PERIODO DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN. El siglo XIX puede considerarse un período de institucionalización ya que se se crearon centros para la atención de sujetos con problemas de audición y lenguaje; pero también se lleva a cabo un reenfoque del tratamiento lingüístico, realizando estudios sobre la intervención en el campo de la logopedia. Para algunos, dicha intervención consistía en la utilización de aparatos mecánicos, para otros, la curación sólo podría venir de técnicas de actuación quirúrgica. A lo largo del siglo se realizaron escritos sobre una intervención basada en ejercicios de habla y de respiración. En esta etapa, Seguin (1812-1880) fue uno de los educadores más originales y fecundos del momento. En 1845, fundó una Escuela en París donde llevó a la práctica sus propios métodos y sirvió de modelo para varios centros fundados en Inglaterra y después en USA. Posteriormente, fue nombrado Comisario especial de Educación de la Exposición Internacional de Viena por USA (1877), aprovechando la ocasión para redactar el Informe y Memorias sobre la educación de los niños normales y anormales (1895), donde hablaba acerca de los centros asistenciales para la infancia y, entre otros, las instituciones para sordomudos en Europa. Faustino Barbera Martí (1850-1924) se especializó como médico-pedagogo en el estudio de los medios de comunicación más adecuados para los sordomudos. Dirigió el Instituto Valenciano de Sordomudos y su obra pedagógica más destacada apareció en 1895 con el título La enseñanza del sordomudo por el método oral.

4. SIGLO XX: IMPULSO LOGOPÉDICO: En esta época una autora a destacar fue Susanne Borel-Maisonny (1900-1994), jefa del Servicio de Ortofonía en el Hospital St. Vincent de Paul de París (1926-1965) y del Hospital Psiquiátrico Henri Rouselle (1946-1974); miembro de las principales asociaciones mundiales de logopedia y audiología, fundadora y directora de la

revista Reeducation Ortophonique, y obras como La tartamudez, (Masson, Barcelona, 1967) y Los trastornos del lenguaje del habla y de la voz en el niño (Masson, Barcelona, 1975). Respecto a las publicaciones de este período, cabe mencionar que el Colegio Nacional de Sordomudos de Madrid, promovido a finales del siglo XVIII por Godoy y la Sociedad Económica Matritense, publicó una serie de obras novedosas para esta materia, las cuales contribuyeron a la divulgación de los problemas y de las técnicas a emplear, tal como son entendidas en este momento. A nivel legislativo, durante el siglo XIX, se publicaron normas con el rango de Decretos y Órdenes que intentaban regular la legalidad vigente en materia de educación de sordos, mudos y “anormales”. En el siglo XX se lleva a cabo un gran impulso logopédico, pues desde principios del siglo encontramos numerosos trabajos de interés. También se llevan a cabo algunos estudios, como el de Descoeudres (1921), Bide y Simon (1908), Spearman (1927) De la atención de los problemas de la audición y lenguaje a la logopedia como disciplina o Terman y Merrill (1944) sobre la adquisición del vocabulario; y el trabajo de Smith (1926) acerca del desarrollo léxico de los niños. Durante la década de los 60, aparecen autores muy influyentes en el campo de la Logopedia. Entre ellos, destaca la figura de Chomsky, defensor de las teorías innatistas y creador de la gramática generativa; Lenneberg (1967), que defiende la universalidad de las secuencias de adquisición de distintas lenguas; Piaget, quien afirma que el lenguaje del niño refleja el desarrollo de su pensamiento lógico; o Skinner, quien introduce el conductismo en la Logopedia afirmando que el comportamiento verbal es otra conducta humana más, que puede estudiarse partiendo de los principios del análisis funcional del comportamiento. Por influencia de la Psicolingüística, se produce a finales de los años 70 del siglo pasado una evolución hacia modelos de tratamiento centrados en el desarrollo de una competencia lingüística, pero conservando la metodología conductual. Autores como Ruttner (1977) o Cantwell (1978) ponen en práctica estos modelos de intervención con niños autistas. En el contexto español, desde comienzos de siglo van apareciendo trabajos sobre esta temática, especialmente en Madrid, Barcelona y Valencia. Aparecen numerosos artículos de interés en varias revistas especializadas, como la Gaceta del Sordomudo , el Boletín de la Asociación de Sordomudos, la Escuela Moderna y el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE). A nivel legislativo, cabe destacar la sensibilidad que muestra el Gobierno hacia los problemas de la niñez desfavorecida, que llega a promulgar una Ley de Protección de la Infancia en 1904. A partir de este momento, se dictan numerosos decretos de gran relevancia en el ámbito educativo. Respecto a las publicaciones de este período, destacan en España la obra Fray Pedro de León y el origen del arte de enseñar a hablar a los mudos, de Pérez De la atención de los problemas de la audición y lenguaje a la logopedia como disciplina de Urbel (1973), y la valiosa colección de libros de Audiofonía y Logopedia, de Perelló (1973). Por otro lado, cabe destacar la labor del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Literaria de Valencia, que realiza una importante experiencia sobre la integración de deficientes auditivos en la Educación General Básica (EGB), entre 1972 y 1976, la cual es promovida por Gutiérrez Zuloaga. La investigación recibió en 1977 el Premio Nacional por parte del Instituto Nacional de Investigación Educativa (INCIE). Existen revistas especializadas en este periodo que se publican en Estados Unidos, Francia, Reino Unido o Suiza, además de instituciones que trabajan en este campo.

Conviene recordar también dos celebraciones de carácter mundial, como el Año Internacional de las Personas Discapacitadas (1989), en el que se intenta dar un relieve mundial a los problemas de los discapacitados con el fin de ayudar a resolverlos; y el Día Mundial Europeo de la Logopedia (1996). LA LOGOPEDIA EN ESPAÑA Los antecedentes a la titulación de Logopedia en España, se remontan al año 1951 cuando el Ministerio de Eduación oferta los primeros cursos para profesores de colegios especiales de sordomudos; sin embargo hasta el curso 1992-1993 no se implantó la titulación oficial de Logopedia. En la década de los sesenta, se presenta, incluida en Pedagogía, la especialidad de “Profesor Especializado en Pedagogía Terapéutica” a través de la cual se accede a la titulación de “Profesor Especializado en Perturbaciones de la audición y del lenguaje oral y escrito”. Sin embargo, no es hasta 1979 cuando, ante la necesidad de ofrecer una mayor formación, la Universidad Pontificia de Salamanca, de carácter privado, oferta la especialidad de “Psicología del Lenguaje y de Logopedia” de tres años de duración para graduados en Pedagogía y Psicología. A partir de la promulgación de la Ley Orgánica 11/1983, de 26 de agosto, de Reforma Universitaria (BOE de 1 de septiembre de 1983) comienza un nuevo ciclo en los estudios de Logopedia con la firma, en octubre de 1985, de un Convenio entre el MEC y Universidades, que posibilitó la entrada por primera vez de los estudios de Logopedia en la universidad pública a través de cursos de “Especialista en Audición y Lenguaje”. En el año 2010 se implanta la Declaración de Bolonia, un conjunto de reformas en la enseñanza superior, encaminadas a la obtención de una homologación a nivel europeo y a la redefinición de los modelos de enseñanza, que supone la implantación de nuevos Títulos, entre ellos el GRADO EN LOGOPEDIA que se cursa en la actualidad. Los problemas surgen del hecho de que el desarrollo académico no se ha visto acompañado por una situación profesional favorable lo que ha llevado, incluso, a algunas situaciones paradójicas. Mientras que en la mayor parte de países europeos se tiende a unificar la terminología respecto a cómo designar a los profesionales del lenguaje (logopeda, ortofonista, terapeuta del lenguaje…), en España, el Consejo de Universidades, junto con las directrices del Título de Logopedia, publicó también en 1991 las correspondientes a otras generales conducentes a la obtención de una titulación muy próxima: Maestro Especialista en Audición y Lenguaje (Real Decreto 1440/1991, BOE de 11 de octubre), especialidad de Magisterio, que interfería con las competencias del logopeda. Esta situación ha imposibilitado el acceso de Diplomados en Logopedia a los puestos de Logopeda en los colegios públicos. A estas dificultades se han sumado la insuficiente convocatoria de plazas en los centros hospitalarios y en los servicios sociales, el ejercicio profesional como logopedas por otros titulados, la falta de reconocimiento hasta hace poco de la profesión y otras cuestiones.

La Orden CIN/726/2009, de 18 de marzo, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Logopeda indica lo siguiente: “La legislación vigente conforma la profesión de Logopeda como profesión regulada cuyo ejercicio requiere estar en posesión del correspondiente título oficial de Grado.” A pesar de ello, la existencia de una titulación oficial favoreció en su día y sigue favoreciendo la implantación de unos criterios uniformes en la profesión de logopeda, tal y como sucede en la mayoría de los países que la ofertan. Igualmente, hay que señalar la importancia de los Colegios de Logopedas que desde 1998 llevan siendo activos participes de esta evolución, actuando como interlocutor de la profesión con la Administración Central del Estado. Paralelamente a la función de los colegios profesionales, y debido a la larga tradición asociativa entre los logopedas, existen varias asociaciones, siendo la pionera AELFA (Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología), ya mencionada, seguida de ALE (Asociación de Logopedas de España), y ADUL (Asociación de Diplomados Universitarios en Logopedia). Estas y otras asociaciones, junto con los colegios profesionales, son una expresión de la fuerza y dinamismo de la profesión. SOBRE COLOAN: El 13 de junio del 2000, se presenta la solicitud en la Consejería de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía. El 24 de septiembre del 2002 se aprueba por el Consejo de Gobierno de la Consejería de Justicia y por el Parlamento Andaluz el “Anteproyecto de la Ley para el Colegio Oficial de Logopedas”. El 6 de marzo del 2000 cita en el Parlamento andaluz y en abril en el BOJA las enmiendas. La Ley 9/2003 de creación del Colegio Oficial de Logopedas de Andalucía es del 6 de noviembre y se pulica en el BOJA nº 227 del 25 de noviembre del 2003 y en el BOE en noviembre del mismo año. En marzo del 2005 se convoca la Asamblea Constituyente, y en junio se celebra jurando oficialmente sus cargos la primera Junta de Gobierno. En 2009 se celebraron de nuevo elecciones y se juran cargos. En 2013 y 2017 otras elecciones, las terceras de Carmina Martin Garrido....


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