TEMA 3.3. Fenómenos de putrefacción PDF

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2º criminologia asignatura MEDICINA LEGAL...

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Unidad didáctica 3. Tema 3.3.

Fenómenos de putrefacción

TEMA 3.3 Fenómenos de putrefacción.

Dr. Salvador Giner Alberola 1

Unidad didáctica 3. Tema 3.3.

Fenómenos de putrefacción

TRANSFORMACIONES CADAVERICAS Son las modificaciones que se producen en el cadáver desde el mismo momento en que comienza su condición de tal. Las primeras modificaciones están en relación directa con el cese de las actividades básicas del organismo. 

Ausencia de circulación sanguínea a nivel de los vasos cutáneos.



Desaparición de las respuestas reflejas a la estimulación mecánica.



Desaparición de las respuestas a los estímulos dolorosos.



Pérdida del tono muscular, que produce una flaccidez generalizada.



Puede encontrarse emisión de orina y materia fecal por relajación de esfínteres. Asimismo puede verificarse emisión de semen que puede obedecer a la contracción post mórtem de los conductos seminales.



Restos de contenido gástrico a nivel periorificial.

EVOLUCI ON POSI BLE TRANSFORMACI ONES CADAVERI CAS MUERTE

CONGELACIÓN

AUTOLISIS PUTREFACCION ADIPOCIRA CORIFICACIÓN MOMIFICACIÓN REDUCCION ESQUELETIZACIÓN PULVERIZACIÓN

FAUNA CADAVÉRICA PREDADORES

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FENÓMENOS AUTOLÍTICOS.

La marcha de las transformaciones cadavéricas depende de tres tipos de modificaciones: la autolisis celular, la acción putrefactiva de la flora endógena y de las influencias ambientales. El profesor Di Maio la define como la destrucción aséptica de los tejidos causada por las enzimas intracelulares. Es el proceso de desintegración celular que comienza luego de producida la muerte. No participan los gérmenes bacterianos y depende de la acción de las propias enzimas bacterianas. El déficit celular de oxígeno produce daños irreversibles en varios sistemas fundamentales. Las alteraciones celulares provocan modificaciones de los tejidos y de los órganos de los que forman parte: a. Sistema Nervioso: es uno de los parénquimas que más rápidamente sufre transformaciones autolíticas. b. Suprarrenales: también se autolisan rápidamente, más marcado a nivel medular. c. Páncreas: es otro órgano sensible a la autolisis. d. Bazo: también se torna degradable por autolisis. e. Riñones: mayor resistencia que los anteriores. El más lábil es el túbulo proximal.

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PUTREFACCION CADAVÉRICA.

Es un proceso que conduce a la reducción del cuerpo por la acción complementaria de diversas sustancias químicas, la actividad de gérmenes bacterianos y la acción de distintas especies de insectos, agentes micóticos y

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diversos predadores. Di Maio lo define como “la destrucción del tejido por la acción de las bacterias”. Los gérmenes responsables se desarrollan en la materia orgánica cadavérica, produciendo enzimas que actúan sobre los principios orgánicos, dando lugar a modificaciones profundas y nauseabundas del cadáver que conducen a su destrucción. Es variable de un cadáver a otro, incluso, la marcha del proceso puede ser desigual en distintos sectores corporales o, presentar áreas con evidente y avanzada putrefacción, alteradas con otras, en las que se ha desarrollado un proceso conservador. La putrefacción cadavérica evoluciona en fases sucesivas. Como todo proceso biológico, los límites de cada período no son netos, y se superponen elementos característicos de dos períodos distintos, de tal manera que se avanza de una fase a la otra. Los períodos son cuatro: 1. Período cromático. La coloración de la piel es la responsable de la denominación de esta fase. La acumulación de la sangre en las zonas declives, hace que el resto de la piel adopte una palidez cérea característica. El primer signo externo objetivable, es la denominada mancha verde abdominal. Aparece a nivel de la piel de la pared abdominal, en la región de la fosa ilíaca derecha, siendo su coloración inicial entre verde y azulada, aumenta de forma paulatina, su intensidad y se extiende a zonas contiguas. Esta localización de inicio es debida a la abundante flora bacteriana endógena en región cecal. En su aparición y desarrollo influyen diversos factores ambientales, siendo el más importante la

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temperatura, así en condiciones medias comienza entre 24 a 48 h. postmortem, mientras que en climas cálidos será de 14 h., en contraposición con los climas fríos que es entre 5 y 7 días. La mancha verde evoluciona a una coloración pardo rojiza o negruzca, como consecuencia de la diseminación de gérmenes a territorios contiguos y a través del sistema venoso y linfático, dibujándose en la piel la red vascular superficial, que se hace más manifiesta en caras laterales de abdomen y anterior de muslos. Este período dura varios días, con una extensión aproximada de una semana. 2. Período enfisematoso Se caracteriza por el desarrollo exuberante de gérmenes bacterianos

productores

de

gas,

lo

que

confiere

profundas

modificaciones en el aspecto del cadáver: 

El gas se difunde hacia el tejido celular subcutáneo provocando un aspecto hinchado, que desfigura sus facciones y dificulta la identificación visual.



Abombamiento torácico y abdominal



Las mamas adquieren gran volumen y aparecen turgentes. La distensión cutánea llega a ser máxima a nivel de pene y escroto.



El color verde se extiende al resto del cuerpo y vira al parduzco y la acumulación del gas en las cavidades corporales provoca: -

La red vascular superficial se acentúa.

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Los globos oculares protruyen a través de las órbitas; y la lengua a través de los labios.

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El cadáver adopta un aspecto monstruoso.

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La presión del gas sobre el estómago da lugar a la salida por boca y nariz de secreciones y líquidos sanguinolentos procedentes de vías aéreas y pulmones.

Este período se desarrolla durante varios días y se extiende, en ocasiones, por espacio de dos semanas. 3. Período colicuativo. Dependiendo de las condiciones medioambientales entre dos y tres semanas postmortem aparece este período en donde se acentúan las transformaciones cutáneas, con desprendimiento epidérmico, con formación de ampollas que

inicialmente son pequeñas y que

progresivamente van confluyendo para aumentar de tamaño; estas ampollas contienen gas y líquido sanioso de color pardo rojizo; conforme aumenta su extensión se rompen más fácilmente, incluso a la simple presión, con formación de colgajos cutáneos de extensión variable que dejan al descubierto la dermis subyacente. Se desprenden los cabellos, el vello corporal y las uñas de las manos y de los pies. Los gases van escapando al tiempo que el cadáver pierde el volumen característico de la fase anterior; el cráneo se denuda, los ojos se hunden, las alas nasales se aplastan y se destruyen las partes blandas de la cara; en abdomen aparecen soluciones de continuidad por las que también se pierden los gases, y los órganos se reblandecen pero conservan aún su continuidad y pueden individualizarse.

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Los sectores más propensos a la putrefacción son la mucosa intestinal,

el

páncreas

y

la

médula

suprarrenal.

Los

signos

macroscópicos de autolisis encefálica se hacen ostensibles a las 48 horas de la muerte. Los más resistentes son la próstata y el útero. En el interior de las cavidades torácica y abdominal, puede encontrarse un líquido aceitoso. Esta fase se prolonga durante varios meses, generalmente entre 8 y 10 meses. 4. Periodo de reducción esquelética. Culminará con la total reducción del cadáver. La licuefacción compromete, poco a poco a todos los tejidos blandos: 

Los tegumentos desaparecen progresivamente.



Dentro del tórax, la tráquea, los bronquios y el corazón son sumamente resistentes y pueden reconocerse durante tiempo. Los pulmones se transforman en una masa tisular hundida entre las vértebras.



Los restos de tejido orgánico abdominal se fusionan formando una masa de coloración amarronada negruzca y recibe el nombre de putrílago.

Finalmente la cabeza se desprende del tronco, se desarticulan las costillas del esternón y de sus articulaciones vertebrales; se separan los huesos largos de los miembros, y, en un lapso variable entre 3 y 5 años las partes blandas del cadáver desaparecen por completo.

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FACTORES DE VARIACIÓN.

Numerosos factores tanto individuales como ambientales condicionan e influyen en la evolución del proceso putrefactivo. A nivel individual encontramos que la putrefacción se desarrolla más rápidamente en los obesos que en persona delgadas. -

Aceleran o Procesos sépticos, debido a la proliferación y a la diseminación pre mórtem de gérmenes bacterianos. o Enfermedades con derrames cavitarios. o Neoplasias generalizadas o localizadas. o Muertes por explosión, grandes quemaduras, etc.

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Retardan o Terapia antibiótica en grandes dosis antes de la muerte. o Hemorragias masivas. La falta de sangre priva a las bacterias de un medio ideal de diseminación. o Deshidrataciones graves. A menos volumen de agua corporal, menor tasa de proliferación bacteriana. o Diversas intoxicaciones.

A nivel ambiental, el fenómeno de la putrefacción se desarrolla de manera óptima dentro de cierto rango de tres variables, como son temperatura, humedad y ventilación. La sequedad conduce a la momificación y la humedad considerable a la saponificación. El calor elevado y el frío intenso conservan el cadáver durante

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tiempos muy largos. Y la aireación abundante, a través de la desecación del cadáver, puede conducir igualmente a la momificación.

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AUXILIARES DE LA PUTREFACCION. En el proceso de destrucción cadavérica colaboran diversas especies de

insectos que acuden a los cadáveres a depositar sus huevos en él. Otros animales superiores atacan también al cuerpo muerto, mutilándolo y devorándolo parcialmente, actuando también como auxiliares de la putrefacción en la desorganización de los cadáveres y, así tenemos: -

Animales domésticos. Perros y gatos pueden atacar los cadáveres. Atacan las partes blandas, provocando extensas destrucciones favorecidas por la putrefacción. En la piel, pueden identificarse las marcas de los dientes. Los gatos y roedores producen pérdidas de sustancias netas, redondeadas, de bordes circinados, característicos de la impronta de sus dientes centrales.

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Roedores. Las ratas atacan cadáveres en cualquier circunstancia o lugar: en la ciudad, en el campo, en cuerpos depositados en el agua, en zonas costeras, etc. Atacan preferentemente en las partes salientes de la cara (orejas, pómulos, etc.).

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Peces. Cualquier clase de pez puede atacar a un cuerpo, tanto fresco como putrefacto. Aun los pequeños pueden generar extensos daños.

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Crustáceos. En zonas ribereñas, es relativamente común el ataque de distintas especies de crustáceos. Pueden remover sectores circulares de piel y dejar expuesta la grasa subcutánea, la cual se desprende formando masas de adipocira.

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Insectos. Las hormigas atacan precozmente el cuerpo, en especial, la región de la cara. Producen lesiones que pueden confundirse con excoriaciones apergaminadas, deprimidas, milimétricas y que, muchas veces, conforman patrones vagamente lineales o se encuentran en la periferia de lesiones penetrantes.

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Aves. Las de carroña son las que comúnmente atacan a los cadáveres, pero muchas especies de aves pueden, ocasionalmente, alimentarse de cuerpos descompuestos.

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