Tema 7. La encáustica. La técnica del temple. PDF

Title Tema 7. La encáustica. La técnica del temple.
Course Análisis y Técnicas de la Obra de Arte
Institution Universidad de Oviedo
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Bibliografía: - Brysson Lowe, F., Pintura a la cera, Leda las Ediciones de Arte, Barcelona 1974. - Maltese, C., (coord.) Las técnicas artísticas, Cátedra, Madrid, 1985. - Mayer, R., Materiales y técnicas del arte, Herman Blume, Madrid, 1985. - Doerner, M. Los materiales de la pintura y su empleo en el arte, Editorial Reverté, 1972.

TEMA 7. La encáustica. La técnica del temple. La encáustica Se trata de una técnica de pintura a la cera utilizada ya desde los egipcios, quienes la utilizaban en sus pinturas murales, aunque quienes la desarrollaron fueron los griegos, que posteriormente se la transmiten a los romanos. Se utiliza tanto en pintura mural como de caballete. Se observa un declive de la técnica tras la caída del Imperio Romano, y con el tiempo termina desapareciendo completamente, por la dificultad de la técnica, pese a ser más resistente que el fresco e incluso que el temple. Aparece de nuevo en el siglo XVIII, con la necesidad de una mejor conservación de las pinturas murales, al buscar un material que diera buenos resultados en condiciones adversas (como la humedad). Esta situación les lleva de nuevo a las fuentes escritas griegas más antiguas, entrando en contacto con el proceso clásico, encontrando el proceso de la cera aplicada sobre un soporte de cera o de marfil, grabado o marcado con estilete caliente, al que se aplicaba una especie de láminas de cera […]. Otra solución que aporta Plinio es mezclar la cera con los pigmentos, de forma que se cree una mezcla compacta para pintar con ella; y otra última que proponía pintar los cascos de las naves con pinturas a la cera, lo que protegía a los barcos del desgaste producido por el agua, siendo un gran aislante del agua, evitando por ejemplo la putrefacción de la madera. Plinio cita a algunos artistas de pintura a la cera como Arístides de Tebas (s. IV a. C.), Polignoto de Tasos o Pausías. Se utilizaba la cera púnica (cera virgen de abejas, lavada en agua de mar, lo que le aportaba oxolato de potasa, lo que producía un blanqueamiento y una textura adecuada para mezclarla con las pinturas. A partir de estas fuentes y una serie de experimentos con la cera, se obtiene una especie de cera con una textura similar a una mantequilla incolora, a partir de la cual se empieza a trabajar con los pigmentos, creando una amplia e interesante paleta de colores. Se trata de una cera virgen que funde a los 60/62º más o menos, que debe ser fundida en recipientes esmaltados, evitando el hierro para que no ensucie los colores. Para su trabajo puede disolverse con aceites grasos para poder manipularla. Se puede utilizar una cera vegetal como es la denominada "candelilla" que funde a los 67/70º. Dentro de las ceras procedentes de animales es también muy buena la cera china, producida por unos insectos con una textura parecida a la goma laca, y que funde a los (?)º, muy utilizada debido a su buen resultado y a la economía del material frente a la cera virgen de abeja. También se utiliza la parafina, derivada de la destilación del petróleo y las materias bituminosas, aunque tiene la desventaja de tener un punto de fusión a una temperatura baja, y por tanto se ha de ser muy cuidadoso en su manipulación para evitar que se queme. Dentro de las estéticas podían aplicarse capas de pintura, más ligeras o más densas, superponiéndolas, pudiendo rascar con un estilete.

Ventajas:

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Ofrece una cromática más lucida que otras técnicas. La cera es transparente, por lo que la pintura no amarillea, ni ennegrece. Es muy elástica, por lo que no cuartea los pigmentos. Hay que trabajar con calor, por lo que los utensilios deben ser metálicos, y conlleva un proceso difícil y delicado, que requieren una buena técnica.

Utensilios: -

Los materiales de trabajo han de ser metálicos, para permitir su calentado, de modo que puedan manipular la cera. En los escritos del s. XVIII y XIX aparecen los siguientes: -

Paleta de bronce Cauterio: instrumento que consiste en una varilla metálica con mango en uno de sus extremos, la cual se aplica candente. - Utensilios hallados en la tumba de un pintor romano: Cuencos, utensilios metálicos, etc. Según documentos del siglo XVIII: -

Paletas, una pequeña estructura (como un cajón) con huecos en la superficie donde fundir, de forma que podían poner brasas en la parte baja, lámparas para calentar, etc. A medida que avanzamos en la historia se producen cambios en los utensilios según las innovaciones en la tecnología: -

Bandejas metálicas montadas sobre pies de alambre. Un brasero eléctrico. Bandeja con un pequeño recipiente para la cera y un brasero eléctrico. Paletas eléctricas. Cestrum (espátulas), que con sus diferentes formas contribuyen a dar calidades al pigmento depositado sobre el cuadro. / Cestrum eléctrico con mando termo regulable. Ejemplos de estas pinturas: -

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Máscara teatral. Pintura mural encáustica. Solunto, Sicilia, Siglo I a. C. Museo Arqueológico Regional de Palermo. / Máscara teatral. Pintura mural a la encáustica. Solunto, Sicilia. Siglo I a. C. Museo Arqueológico Regional de Palermo. (Otra) Retrato de una dama. Encáustica sobre madera. Hawara. Periodo Romano de Egipto. C. 55-75 d. C. Retrato de Hombre. Encáustica sobre madera. El Fayum. Periodo Romano de Egipto. Mediados del siglo I d. C. / Retrato de muchacha. Encáustica sobre madera. El Fayum, periodo Romano de Egipto. / Retrato de una joven. Encáustica sobre madera. El Fayum, periodo Romano de Egipto 161-180 d. C. Joan Eirinch Müntz, Encáustica, Paisaje, 1755-1759. Arnold Böcklin, Autorretrato con la muerte, 1872./ La isla de los muertos, 1883. En el siglo XX la experimentación con la encáustica lleva a obras como la de Jasper Johns, Encáustica y collage sobre lienzo, Flags, 1954; con un sentido crítico. Carlos Suárez, Parafina, Mi país, 2000. / Paraísos artificiales-6, 2008.

La técnica del temple

Se puede definir como una técnica pictórica donde se usa el agua como disolvente y diversos elementos como aglutinantes (colas animales, vegetales, gomas, huevo, leche, etc.), a lo que se añade aceite de linaza, que aporta brillo y flexibilidad a la pintura. Es una técnica a medio camino entre una técnica acuosa y la grasa. El soporte ideal para esta técnica ha sido siempre la tabla, aunque también se ha utilizado el temple sobre lienzo. Se aplica siempre sobre sobre tablas rígidas cubiertas de una imprimación absorbente. El temple hasta finales del s. XVIII se aplicaba el color de modo uniforme, vista como una técnica de superposiciones sucesivas, obteniendo una composición muy plana y muy gráfica. En el siglo XV y primer Quattrocento la aplicación del color se hace por medio de yuxtaposiciones graduadas. En la segunda mitad del Quattrocento se usan veladuras para la aplicación del color. Consecución de profundidad, gradaciones más suaves y mayor variedad luminosa. Se conoce que sus orígenes son muy antiguos y se estima que hayan penetrado en occidente desde Bizancio. Tiene tanto éxito que en el s. X se desplaza a otros sistemas antiguos. Se ha utilizado sobre todo en los retablos góticos, y se ha combinado muy bien con la técnica del dorado. Ha sido muy utilizada por los artistas catalanes e italianos. Los pintores bizantinos la utilizaron como medio de pintar sus iconos. Existen diversas recetas de preparación. Habitualmente se dice que no se pueden alterar el orden de la preparación porque se cortaría la emulsión. Habían de tenerse en cuenta que lo primero en utilizarse era la yema del huevo, a lo que se aplicaba el aceite o barniz de linaza, luego el agua, y finalmente el pigmento. Luego se extendía sobre las tablas, que de estar bien preparado, obtendrían buenos resultados. Como truco para evitar la fermentación comenzaron a utilizar unas gotas de vinagre (que contiene ácido acético) para que no se estropeara el huevo y para conseguir conservar el producto. Como soportes utilizaban las tablas preparadas con colas animales o vegetales, pero también el lienzo o en pintura mural (sobre todo a partir del s. XIII). El temple admite desde una aplicación de capas finas hasta veladuras, pero no empastes, ya que es una pintura de acabado muy fino. Tampoco admitía mezclas de colores, siempre hay que dejar que un color seque para poder aplicar otro encima. Además de la técnica de huevo, que es la más extendida, hay otro aglutinante empleado desde la antigüedad, con unas cualidades muy parecidas: la caseína.

Ventajas: -

Estética brillante y luminosa, con un acabado mate que puede incluso bruñirse. No oscurece ni amarillea. No tiene tendencia a agrietar ni a cuartear.

Inconvenientes: -

Requiere una mezcla de colores diaria, debido a que la mezcla se corrompe rápido, lo que implica una dificultad para lograr los mismos tonos. Si no se consigue una buena mezcla, esta en vez de secar puede pulverizarse, cayéndose del soporte, o puede acabar levantándose como una lámina o estirándose, con pegotes.

Ejemplos de obras al temple: -

Retablo de la Anunciación (1333). Simone Martini. Temple sobre tabla con dorado. Las muy ricas horas del Duque de Berry (1412-1416). Hermanos Limbourg. Temple sobre vitela (piel de cordero recién nacido). Retablo de Vallmoll (1450). Jaime Huguet. Temple sobre tabla con dorado. La Anunciación (1430-1432). Fra Angélico. Temple sobre tabla. Galatea (1896). Gustave Moreau. Temple, tinta, acuarela, y gouache sobre cartón. El árbol de la vida (1909). Gustav Klimt. Temple sobre lienzo....


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