Tendencias II temario completo 2 PDF

Title Tendencias II temario completo 2
Course Tendencias Historiográficas II
Institution Universidad de Granada
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TENDENCIAS HISTORIOGRÁFICAS IITema 1. La crisis de la Historia: Postmodernidad y giros antropológico y lingüísticos.Uno de los problemas que tenemos es que la historia designa a la vez un conocimiento y a la materia de dicho conocimiento. Lo que nos interesa aquí es la historia como disciplina. La H...


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TENDENCIAS HISTORIOGRÁFICAS II Tema 1. La crisis de la Historia: Postmodernidad y giros antropológico y lingüísticos. Uno de los problemas que tenemos es que la historia designa a la vez un conocimiento y a la materia de dicho conocimiento. Lo que nos interesa aquí es la historia como disciplina. 1. La Historia La palabra historia designa hoy un conjunto epistemológico de prácticas cognitivas y un conjunto heterogéneo de prácticas escritas. En una disciplina como la historia, que nos sirve para entender el mundo, tenemos que entender perfectamente sus condiciones de producción y que es lo que queremos con la historia. Todas las sociedades tienen a constructores de relatos (historiadores) que se dedican a unir los hechos históricos para poder comprender lo que ha llevado a la sociedad a estar como está. La historia es imprescindible para el ser humano y para entender a la sociedad, en definitiva. Muchas veces la historia adquiere categorías distintas, formando novelas históricas e incluso cines. La historia se utiliza como medio de entretenimiento. En las sociedades occidentales desde la Ilustración, lo que se construye es una disciplina que debe de responder a un conjunto de parámetros cuyo objetivo es obtener la verdad. En su desarrollo científico en Europa, aparece como disciplina de las ciencias sociales, que buscan explicar el pasado de una cultura. La modernidad contempla la aparición de formas disciplinares y se ha construido una genealogía de como hemos llegado a la disciplina, una serie de hitos como Lorenzo Valla (ejemplo de la crítica filológica, plantea una crítica a como el documento que justifica los derechos del pontificado son realmente una invención y una falsificación). En esta estela y como constructor de la diplomática, tenemos a Mabillon. Algunos de los primeros autores que se ocupan de la numismática como Bude. En el siglo XVIII, en gran medida la historia tiene un estatuto básicamente literario o historia narrativa, pero se tiene que enfrentar a los desafíos que la ciencia de la naturaleza está planteando. Tenemos que entender que este es el momento cuando las ciencias de la naturaleza van a tener el estatuto de verdad. A ellas se les atribuye que son quienes construyen la verdad fuera del ámbito del mundo sagrado. Este desafío plantea hasta qué punto los relatos épicos y las crónicas son reales, tienen el estatuto y reúnen las condiciones suficientes para ser expresión de la verdad. Es el triunfo del modelo heroico de ciencia y comienza el camino de los científicos de convertirse en héroes culturales, personajes a los que no se les puede rebatir apenas nada. En este punto estamos hablando de como las ciencias naturales comienzan a desarrollar su método científico, un método irrebatible en muchas ocasiones que les da el estatuto de verdad.

Este modelo heroico de ciencia plantea un desafío que transforma lo que es historia, ya no va a ser simplemente una crónica, ni un poema épico. La historia va a querer adquirir los caracteres de la ciencia y va a construir teorías, protocolos de trabajo, definir líneas interpretativas, etc. La historia como disciplina se va a convertir en un arma para el progreso y la construcción de la revolución burguesa. La historia querrá empezar a utilizar ahora el método científico para establecer estatutos de verdad. La historia sufre una gran transformación convirtiéndose en una gran disciplina, que busca el origen del desarrollo humano. Pone en marcha aparatos de investigación cada vez más avanzados. Hay un interés mucho mayor por el pasado. Aparecen filosofías de la historia que intentan explicar el devenir humano, obras como la de Adam Smith o Karl Marx. Junto a esta filosofía también se introduce una disciplina del trabajo que hay que llevar al trabajo de investigación, como las fuentes históricas, lo que hay que estudiar, la puesta en marcha de unas políticas de la memoria mucho más claras, etc. Es decir, se comienza a hacer reflexiones de cómo hay que trabajar la disciplina. En este periodo se comienzan a realizar instituciones universitarias, donde se le va a dar importancia a la historia, sobre todo se comienza a dar importancia a hechos que antes no se estudiaban como la economía o los grandes héroes de la historia. Una de las salidas que tiene la carrera de la historia es el gestor de las políticas de la memoria. Una secularización de las cosmovisiones, unas nuevas concepciones del tiempo, emergiendo, la economía política clásica con Adam Smith a la cabeza. El historicismo de la ilustración como la de Montesquieu o Voltaire. También tenemos toda una tradición filológica y hermenéutica, como Lorenzo Valla o Bodin. Todo esto sería orientado hacia el modernismo o modernidad, ahora, el otro gran paradigma que se superpone es el positivismo, sobre todo viene a legitimar la práctica historiográfica que quiere acercarse a las leyes de la naturaleza y se buscan leyes generales del comportamiento humano e incluso se intenta encontrar una ley general que regulen los comportamientos humanos en cualquier condición. Es imposible controlar todos los elementos. Esa historia va a ser un paradigma dominante hasta el siglo XX, donde todavía en la matriz de la modernidad van a parecer dos escuelas historiográficas como Anales y el Marxismo. -

Anales nace vinculada a la revista de este mismo nombre, que nace de la escuela “historia historizante”, del positivismo francés. Es el primer ejemplo de una historia total y social en gran medida y que tiene una serie de rasgos definitorios, primero el objeto de la historia es el estudio de los seres humanos en sociedad, van a dar un salto fundamental, planteando que nada humano es ajeno a la historia. Una de las cuestiones fundamentales es la sustitución de una historia de acontecimientos por una historia de problemas, por lo que hay que conocer lo factual, pero lo importante es el análisis de las sociedades. También plantean la colaboración con otras disciplinas, sobre todo con la geografía. Hace de una fuerte

disciplina en la crítica documental, todo documento es un monumento, cuando decimos que algo es un monumento lo estamos elevando sobre algo que es corriente. Lo que ellos resaltan es una herencia del propio positivismo, es una línea crítica y fundamental que tienen que ver con el quehacer historiográfico. Otro de los rasgos que va a definir Anales es el carácter cuantitativo y serial de sus trabajos. Cuando se refiere a serial es que se construyen series, no nos interesa tanto una dote, pero lo que ellos dicen es que hay que construir una serie, saber cuantas dotes había en un periodo determinado (creo yo que es lo que en el texto de cabreara se identifica como historia explicativa). El tiempo es largo, medio y corto. El tiempo largo es el de las montañas, de lo que tarda mucho en cambiar, mientras que el corto son los acontecimientos y el medio son los periodos. Surge el problema de la libertad de las personas, sin embargo, algo que se le echa en cara a los anales, era que era muy estructuralista y esto pesaba mucho sobre los seres humanos quedando determinados por las estructuras. Por supuesto es importante la idea de civilización. Anales fue fundamental por su influencia en el mundo porque ha sobrepasado esos límites. Con la crisis de la modernidad en historia se dan las últimas generaciones de anales que todavía está muy cercanas con Braudel. En cuanto a los postulados básicos de annales, es la sustitución de una historia narrativa por una historia analística orientada por un problema, pasan de un positivismo y se orienta a los problemas políticos, a una historia socioeconómica. Además, acaban con esa historia total para abrirse camino a la multidisciplinariedad. Lo que más va a escribir esta escuela son las monografías, porque le permiten un cuadro minucioso de un periodo. Tenemos que hablar de tres fases de la evolución de la escuela de los anales, identificada cada una de ellas con una generación. La primera etapa es la de los fundadores de la revista en 1929, por Lucien Febvre y Marc Bloch. Estos se rebelan contra la historia tradicional y política. La segunda generación es la que se corresponde con Fernand Braudel, una vez pasada la II Guerra Mundial. Esta generación destaca por esa importancia que le dan a la estructura y a la coyuntura, es decir centrarse más en la estructura que en la narración. La tercera generación está más orientada a la historia de las mentalidades y uno de los representantes más importantes es Georges Duby, Jacques Le Goff y Emmanuel Le Roy Ladurie. -

El marxismo o mejor dicho el materialismo histórico, fundado por Marx y Engels. Desde el punto de vista historiográfico no va a tener una gran importancia en las universidades y en la historia hasta la entrada de los países socialistas. Lo que a nosotros nos interesa es el marxismo francés con Pierre Villar o marxistas ingleses. El marxismo es una escuela materialista, por lo que el ser es antes de la consciencia. Plantea la determinación en ultima instancia de la esfera económica, por lo que la necesidad está encima de cualquier otra cosa.

El materialismo histórico tiene una categoría fundamental con respecto a los medios de producción que hace referencia a las condiciones materiales de la construcción, pero también a las relaciones sociales de producción establecidas en torno a estas formas de producción. A partir de este momento, tambien se centraría en la lucha de clases como motor de la historia. El materialismo histórico se ocupó de los

movimientos sociales, posteriormente se centró en la política, se centró mucho en economía, movimientos sociales porque desde sus inicios el centro de estudio fue el movimiento obrero; y el otro elemento de estudio es el espacio. Una de las cuestiones con las que tuvo que luchar el materialismo histórico, fue contra el dogmatismo estalinista, dotando de un estatuto disciplinario muy férreo, sobre todo más que otras escuelas. Sin embargo, el marxismo falló en otros elementos como el del género o el problema de la raza. Las últimas generaciones de los marxistas ingleses son ya historiadores que introducen elementos de cambio dentro de la propia historiografía. Los fundamentos del materialismo histórico se centran en aplicar las categorías del tiempo desde donde fue articulado en el siglo XIX, a las categorías del tiempo analizando los conceptos básicos del marxismo como la lucha de clases, los procesos dialécticos o la preeminencia de los fenómenos económicos. En esta nueva interpretación, la historia está dominada por el criterio económico y social, al basar toda su argumentación en las sociedades surgidas de las diferentes relaciones de producción que generan diferentes sociedades. Por tanto, encontraríamos una sociedad esclavista, una sociedad feudal y una sociedad capitalista. Todo esto tiene que ver con la crisis de la modernidad que se dio en el segundo tercio del siglo XX. La crisis de la historia es de los que nos vamos a ocupar y de los cambios sustantivos que se han dado en estos últimos años. Vamos a hablar fundamentalmente de la academia occidental, de como se produce en el mundo occidental, hay de muchas cosas de las que no tenemos conocimiento, porque nos llega mucha información confusa. Desde el punto de vista de la historiografía, encontramos una profunda crisis que lleva a repensar el estatuto de la historia, que es la historia, para que sirve, cual es el trabajo de los historiadores. No puede haber una sola voz en la historia y todos los grupos sociales tienen que estar presentes en la historia, como podemos ver en la reivindicación del movimiento feminista en la que la historia no puede ser solo para los hombres. La importancia del presente. Otro factor importante es la caída de las barreras interdisciplinares, es fundamentalmente que los saberes tienen fluidez entre unas disciplinas y otras. Un historiador tenía un conocimiento y contactaba con otras disciplinas para hacer su trabajo mucho mejor. En el caso de la historia es muy relevante porque estamos estudiando cosas que durante años solo estudiaron los historiadores del arte o incluso, utilizamos elementos de la antropología. Todo este magma es donde nos encontramos a finales del siglo XX. Con la crisis de la modernidad se nos plantea el problema de considerar la historia como disciplina realista, hay una construcción y se plantean desafíos que ponen en cuestión la autoridad de la historia. Con todo esto la historiografía plantea, que la historia es posible, una historia compleja, pero que hay un conocimiento de carácter histórico y que es posible llevarlo a cabo. La historia hasta finales del siglo XX ha tenido un estatuto muy claro, dar categoría de ciencia, de verdad, a la historia. Es un arma que ha servido para la construcción de los estados nacionales. Además, es una

disciplina que busca la verdad. En gran medida porque la historia tiene esa función, colocarnos en nuestro ámbito político y permitirnos y hacer inteligibles esas coordenadas políticas y culturales en las que nos encontramos. Esta concepción de la historia está fijada por la modernidad y cuando esta entra en crisis se produce tambien una crisis de la propia historia porque no sabe cómo hacerle frente. A partir de un momento a finales del siglo, nos encontramos con desafíos al orden establecido, porque hay otras posibles vías de continuar como seres humanos en este plano. Desde el punto de vista teórico, la física y las ciencias de la naturaleza, lo que esta relacionado con las prácticas científicas va a cambiar de forma radical, va a haber multitud de transformaciones que van a afectar tambien a las ciencias sociales para comprender que hacemos aquí y cual es el conocimiento que tenemos. El final de siglo está lleno de desafíos que hemos sufrido en estos últimos años con la ruptura de la libertad económica. En ese sentido digamos desde los años 80, de manera que podemos seguirla con toda claridad. En esta década se escribirán una serie de libros que no se podrán encontrar en todas partes, llegando solo a los países donde se escriben o a otros países, pero con traducciones más superficiales y mal hechas. Las obras de ficción históricas no disciplinares cumplen tambien una función, porque otorgan un sentido a lo que está ocurriendo en este momento, le da otro tipo de legitimidad. Los cambios historiográficos que comienzan a producirse en la historiografía y algunas de las transformaciones ya las podemos encontrar en los años 70, quizás en España no llega tan pronto por motivo de la dictadura, pero si había una serie de reivindicaciones políticas que tienen un carácter social. Ya en estos años empieza a haber una serie de llamadas de atención que, desde los propios grupos como anales y marxistas, comienzan a plantear preguntas y desafíos que tiene la crisis de la modernidad. Desde el punto de vista de los anales, la consciencia que se toma es que hay un proceso de atomización de la historia que a día de hoy todavía se sigue sufriendo. Algunas de estas discusiones eran fruto de esta confusión de por qué se tenían que llevar a cabo determinadas prácticas, somos un gremio que decidimos que es adecuado y que no y que se estudia y como. Dentro de esto hay una lucha de poder para ver quien lo controla. En el caso de la historia marxista, sin renunciar a la materialidad o al carácter económico y las investigaciones que venían haciendo, adquirieron una gran importancia otros aspectos de la vida, que adquieren una nueva dimensión. La consciencia de clase pasa a ser un elemento fundamental y Thomson empieza a crear unas nuevas clasificaciones de la clase que no tengan solo que ver con el elemento productivo. En el caso de la escuela anales se da un fenómeno relativamente curioso porque hay una línea de preocupación por la cultura, pero empieza a adquirir una gran importancia con la historia de las

mentalidades que no buscaba ser tan economicista. Tenía una gran debilidad metódica, aunque había autores que sí que la practicaban. Desde la tercera generación de los anales, lo que va a ir adquiriendo una gran significación es lo que se llama la nueva historia cultural que coincide con prácticas historiográficas de otros países y no solo en Francia. Esto es un ejemplo de la gran importancia que adquiere la antropología histórica, que se orienta, no solo, al estudio de las familias, adquiriendo una dimensión nueva, utilizando el instrumental que aporta la antropología en el elemento del parentesco. Todas estas nuevas maneras o preguntas que comienzan a aparecer se encuentran en la historia de la vida cotidiana, que son propios estos elementos propios de la antropología histórica. Chartier y Farge, que hablan de la historia social de las prácticas sociales, un cambio fundamental se produce en el ámbito de la política con trabajos que se denominan a si mismos como historiadores culturales de lo político. Lo que se quiere es obviar algunos de los problemas que había tenido la investigación, que son de carácter cultural. En el ámbito de la historiografía marxista van a ser los ingleses quienes tengan la hegemonía en este ámbito social, asumiendo los desafíos que los nuevos sujetos sociales. Los británicos van a ser los primeros en asumir que lo que plantean las feministas es importante y que el marxismo había tenido carencias en estos temas. Todo lo que tiene que ver con la historia ambiental y feminista comienza a plantearse en estos momentos. Todo el marxismo renovado, nuevas propuestas de los británicos, alcanzan su máxima extensión con la “historia desde abajo”, que pretende cambiar esa visión desde donde proviene el poder, fijándose en la población y no en los de arriba. Encontramos por tanto el debate, de si lo pequeño es importante o no. Muchas de las alternativas que se dan, las encontramos en el estudio de caso, pero sobre todo en la microhistoria. El debate de la modernidad y postmodernidad, una profunda crítica a los metarrelatos, pero a lo que hacen referencia es a que no hay un modelo que lo explique todo, hay que construir generalidades, pero no universales. De hecho, la historia universal ya no tiene cabida, no es una historia universal, esta construida desde la centralización occidental construida por el devenir histórico de Europa. Hay un reforzamiento de vínculos con cierta filosofía y escuela como la de Frankfurt o las aportaciones de la antropología. La microhistoria italiana se plantea como una de esas alternativas a la confusión que hay. La microhistoria aportó mucho para pararnos a pensar, pero no ha tenido mucha continuidad. Otro de los impulsos es el grupo que es el “sistema mundo” situado en Fernand Braudel Center en el Estado de Nueva York, en un condado. Este es el grupo que reivindica o se considera heredero de autores como Fernando Braudel, se inscriben en esa estela historiográfica, cuyo referente es Inmanuel Wallerstein, que plantea una historia de la expansión europea desde el punto de vista europeo. Plantea un sistema mundo, en el que la expansión europea es la primera globalización y hay que entenderlo como un sistema mundo que

tiene desigualdades sociales importantes. Tiene raíces marxistas braudelianas que plantean estudios globales, cuya preocupación fundamental son los problemas de la construcción de la desigualdad con los imperios, todas las dinámicas de colonización europea. Sobre todo, han criticado mucho que, en muchas ocasiones, esta separación en compartimentos estancos no ayuda en realidad. Desde los años 60 del siglo XX hay un debate claro del imperialismo, porque multitud de territorios se constituyen en países, pero sobre todo el reparto de la hegemonía sobre el mundo. Desde el punto de vista de los países que luchan por su independencia y los que ya la tienen, oyen voces que plantean críticas muy bien elaboradas, como el caso de André Gunder Frank o autores marxistas como Samir Amin, que hablan del desarrollo desigual de las sociedades y la legitimidad de buscar caminos alternativos. Desde América latina tenemos todas las críticas al colonialismo y a la independencia como Edmund O’Gorman, Darcy Ribeiro y Enrique Dussel (La filosofía de la liberación). Son grupos con poca importancia y de su información nos va a llegar muy poca, porque se escriben en otras lenguas. Salvo que muchas veces estén los textos en lenguas en las que acceden mucha gente y con una política del saber, serán las que eme...


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