4. Internacionalizacion del Derecho dsfsdfd dfsdfdsf PDF

Title 4. Internacionalizacion del Derecho dsfsdfd dfsdfdsf
Course Introduccion al Derecho
Institution Universidad Nacional de Río Cuarto
Pages 20
File Size 278.2 KB
File Type PDF
Total Downloads 38
Total Views 130

Summary

Cómo eliminar la contraseña en documentos PDF? ... Todo lo que PDF2Go te ofrecerá en la descarga es el archivo PDF sin protección con contraseña, nada ......


Description

Capítulo II

/$&5(&,(17(,17(51$&,21$/,=$&,Ï1'(/'(5(&+2* 1. Introducción Si bien la materia de los derechos humanos es la primera y más importante manifestación de la internacionalización del derecho, no es la única. Este capítulo WLHQHSRUÀQDOLGDGPRVWUDUODHQVXFRQWH[WRDQWHVGHSDVDUDODQiOLVLVGHWDOODGR GHRWURVDVSHFWRVHVSHFtÀFRVGHODPDWHULD 2./DUHDOLGDGHFRQyPLFD\MXUtGLFDVXSUDQDFLRQDODÀQHVGHOVLJOR;;\FRPLHQ]RVGHO;;, (VIUHFXHQWHTXHHOHVWXGLRVRGHOGHUHFKRORFDOHQFXHQWUHGLÀFXOWDGHVSDUDDFHStar el fundamento de la supremacía aquí postulada del derecho supranacional convencional sobre el derecho constitucional interno.1 Nuestra propia Constitución peca de ambivalencia cuando ubica a los tratados SRUHQFLPDGHODVOH\HV³\QRDOPHQRVH[SUHVDPHQWHGHOD&RQVWLWXFLyQ³ SHUR HQ FDPELR DFHSWD H[SUHVDPHQWH OD FHVLyQ GH FRPSHWHQFLD \ MXULVGLFFLyQ a órganos supranacionales (art. 75 inc. 24), que desde luego prevalecerán por sobre la Constitución. 6LELHQHVGLItFLOTXHVHSUHVHQWHXQFRQÁLFWRLQWHUSUHWDWLYRHQWUHODVQRUPDV supranacionales y la Constitución, por ser ambas de carácter garantista sobre WRGRHQPDWHULDGHGHUHFKRVKXPDQRVHQWRGRFDVR\DKHPRVH[SXHVWRHQRWUR lugar cómo se resuelve dicha cuestión en materia de derechos fundamentales.2 * Para un mayor desarrollo ver GORDILLO, Tratado de derecho administrativo, t. 1, 8ª ed., 2003, cap. VII y otros. 2.1 Con el aditamento del denominado derecho de gentes que menta el art. 118 de la Constitución y el art. 21 de la ley 48. 2.2 &RPR GLMRKDFHPXFKR WLHPSRZAFFARONI, RAÚL, “La Convención Americana sobre Derechos Humanos y el sistema penal,” Revista de Derecho Público, FDA, 2: 61, Buenos Aires, 197, las normas FRQVWLWXFLRQDOHV´VyORSXHGHQLQWHUSUHWDUVHHQHOIXWXURHQHOVHQWLGRFRPSDWLEOHFRQHOWH[WRGHOD Convención,” por lo demás, en muchos casos, “parece tratarse de consecuencias que también hubiesen

II-2

DERECHOS HUMANOS

Distinta es la cuestión de los tratados internacionales que imponen limitaciones a derechos de carácter económico. En el caso de la limitaciones internacionales DOPHGLRDPELHQWHGLItFLOPHQWHSXHGDKDEHUFRQÁLFWRHQYLUWXGGHODUWGH nuestra Constitución. En otros temas como patentes, GATT en general, etc., lo más probable es que con el tiempo prevalezca también en los hechos la norma supranacional. En todo caso, tal vez al lector dubitativo frente a este dilema le resulte reconIRUWDQWHVDEHUTXHHQHOSDtVPiVLPSRUWDQWHGHOPXQGRH[LVWHQTXLHQHVH[SUHVDQ VLPLODUHVGXGDV(VWDGRV8QLGRVTXHDSOLFDDVXVKDELWDQWHVODMXULVGLFFLyQ QRUWHDPHULFDQDLQFOXVRSRUORVDFWRVGHFRUUXSFLyQFRPHWLGRVHQHOH[WUDQMHUR3 TXHQRVXVFULELyHO3DFWRGH6DQ-RVpSDUDQRTXHGDUVRPHWLGRDODMXULVGLFFLyQ supranacional de la Corte con sede en Costa Rica,4 ni todavía la convención soEUHHOGHUHFKRGHOPDUSRUUD]RQHVGHFRQWHQLGR\GHMXULVGLFFLyQVLQHPEDUJR KDVXVFULWR\UDWLÀFDGRHO1$)7$TXHFRPRWRGRWUDWDGRGHLQWHJUDFLyQOOHYDD ODFUHDFLyQGHQRUPDVVXSUDQDFLRQDOHVVXVFULELyLJXDOPHQWHHO*$77HQFX\R organismo supranacional de aplicación cuenta con solamente un voto. /D WHQGHQFLD D OD LQWHJUDFLyQ MXUtGLFD VXSUDQDFLRQDO D~Q SDUD (VWDGRV Unidos, es pues un buen indicador de qué podemos esperar los demás países acerca del futuro. Agréguese a ello la total interdependencia de los países, la globalización de la economía, el notable incremento en todo el mundo de las empresas transnacionales —incluidas las de capitales argentinos— y nuestra SRGLGRGHGXFLUVHGHXQDFRUUHFWD\JDUDQWL]DGRUDH[pJHVLVGHQXHVWURVSUHFHSWRVFRQVWLWXFLRQDOHVµ 8QDGHODVGLVFXVLRQHVFRQFUHWDVODH[SOLFDPRVPiVDEDMRHQHOFDS;,,´/RVDPSDURVGHORVDUWV 43 y 75 inc. 22,” y FRPRGLMRPESCATORE´(VHQHOPRPHQWRGHSUHSDUDUVHSDUDUDWLÀFDUORVWUDWDGRV cuando cada Estado ha debido o deberá considerar y resolver los problemas de tipo constitucional TXHVHOHSODQWHHQ&DGDXQRHVGXHxRGHODVROXFLyQTXHOHVGpSHURXQDYH]TXHVHKDDFHSWDGRHO compromiso internacional con toda libertad, hay aquí un hecho histórico sobre el que ya no es posible volver.” “Jurídicamente no hay, pues, vuelta atrás en la Comunidad. No está permitido poner de QXHYRHQWHODGHMXLFLRORVFRPSURPLVRVXQDYH]DVXPLGRVQRHVWiDGPLWLGRQDFLRQDOL]DUGHQXHYR ORVVHFWRUHVTXHKDQSDVDGR\DEDMRODDXWRULGDGGHOD&RPXQLGDGµ'HOPLVPRPRGRHODUWGH la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados, aprobada por ley 19.865, establece que “una SDUWHQRSRGUiLQYRFDUODVGLVSRVLFLRQHVGHVXGHUHFKRLQWHUQRFRPRMXVWLÀFDFLyQGHOLQFXPSOLPLHQWR de un tratado.” 2.3 Nuestro art. Comentarios al Proyecto de Ley de Contratos Públicos, 5HYLVWD $UJHQWLQDGHO 5pJLPHQGHOD$GPLQLVWUDFLyQS~EOLFD, Buenos Aires, Ciencias de la Administración, 1994, p. 8 y VVVHWUDWDGHODOH\VREUHSUiFWLFDVFRUUXSWDVHQHOH[WUDQMHUR)RUHLJQ&RUUXSW3UDFWLFHV$FWde TXHFRPSOHPHQWDODOH\FRQWUDODPDÀDROH\VREUHRUJDQL]DFLRQHVFRUUXSWDV\QHJRFLRVLOtFLWRV ley RICO, 5DFNHWHHU,QÁXHQFHGDQG&RUUXSW2UJDQL]DWLRQV 18. U.S.C. Secs. 1962, et seq.; otra ley FRQWHPSODODFRQÀVFDFLyQOLVD\OODQDGHWRGRVORVVRERUQRV86&6HFVLQSHUMXLFLRGH RWUDVÀJXUDVSHQDOHVFRQFXUUHQWHV $QWHV GH FULWLFDU HQH[FHVR OD VROXFLyQ QRUWHDPHULFDQD FRQYLHQH UHFRUGDU TXH QXHVWUD SURSLD &RQVWLWXFLyQOLEUDDXQDOH\HVSHFLDOHOMX]JDPLHQWRGHORVGHOLWRVFRQWUDHOGHUHFKRGHJHQWHVFRPHtidos fuera de nuestro territorio. (Art. 118.) 2.4 HENKIN, LOUIS, “International Human Rights and Rights in the United States,” en MERON, THEODOR (compilador), “Human Rights in International Law.” /HJDO DQG 3ROLF\ ,VVXHV 2[IRUG Clarendon Press, 1992, p. 25 y ss., 50 y ss. 2.5 Nuestro Tratado de derecho administrativo, WHGFDSV,9\FDS;,S\VXV

LA CRECIENTE INTERNACIONALIZACIÓN DEL DERECHO

II-3

condición de deudores crónicos,5 y se comprenderá que el orden de prelación de las normas supranacionales convencionales escapa en alguna medida a nuestro poder de determinación. Y ello, sobre todo, si queremos movernos dentro de la economía mundial. De todas maneras es la tendencia universal y cada vez que suscribamos un tratado (necesitados, obligados o convencidos), el principio de la buena fe que rige en la materia impide oponer posteriormente la supuesta violación del derecho interno, así sea constitucional. Suscrito un tratado, ratiÀFDGR\GHSRVLWDGRSRUGHÀQLFLyQQROHHVRSRQLEOHQRUPDDOJXQDGHOGHUHFKR interno de los países signatarios, inclusive de sus respectivas constituciones.6 La tendencia a la regulación en materia de fondos marinos, derecho de altamar,7 protección del medio ambiente, etc.,8HVLQH[RUDEOH 2.1. Los derechos individuales en el derecho supranacional La Constitución faculta al Congreso a aprobar tratados internacionales con WUDQVIHUHQFLDGH MXULVGLFFLyQ DRUJDQLVPRV VXSUDQDFLRQDOHV VLQOD REOLJDFLyQ formal de someterlo a consulta popular. (Art. 75 inc. 24.) Tampoco hay derecho de iniciativa popular para los tratados internacionales (art. 39), aunque no se H[FOX\HODFRQVXOWDSRSXODUDOUHVSHFWR$UW (OORKDFHTXHHOGHUHFKRVXSUDQDFLRQDOPRGLÀTXHHORUGHQFRQVWLWXFLRQDOVLQ intervención directa del pueblo, titular de la soberanía en el orden interno, a menos que el Congreso decida someterlo a consulta popular, que es lo que en buenos principios debiera hacer. En todo caso, cabe destacar que tales tratados internacionales, sean los de derechos humanos o los de integración, por su propia naturaleza tienden a limitar los poderes GHO(VWDGRHQOR LQWHUQRRH[WHUQR5HVXOWDGHHOORTXHHVWHPHFDQLVPRQRSXHGH normalmente resultar en detrimento de los derechos individuales frente al Estado. La Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió in re Giroldi, el 7 de abril de 1995, que las opiniones consultivas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de San José de Costa Rica son obligatorias en el derecho interno de QXHVWURSDtV$VXYH]GLFKD&RUWHGH6DQ-RVpGHFLGLyHOGHMXOLRGH HQ OD RSLQLyQ FRQVXOWLYD Q  TXH OD &RPLVLyQHV FRPSHWHQWH SDUD FDOLÀFDU cualquier norma del derecho interno de un Estado Parte como violatoria de las UHPLVLRQHVQXHVWURFDS El contrato de crédito externo, en el libro Después de la reforma del Estado, 2ª ed., 1998. 2.6 (V´ODLUUHYHUVLELOLGDGGHORVFRPSURPLVRVFRPXQLWDULRVµ´-XUtGLFDPHQWHQRKD\SXHVYXHOWD DWUiVHQOD&RPXQLGDG1RHVWiSHUPLWLGRSRQHUGHQXHYRHQWHODGHMXLFLRORVFRPSURPLVRVXQDYH] DVXPLGRVQRHVWiDGPLWLGRQDFLRQDOL]DUGHQXHYRORVVHFWRUHVTXHKDQSDVDGR\DEDMRODDXWRULGDG de la Comunidad,” PESCATORE, PIERRE, “$VSHFWRV MXGLFLDOHV GHO «acervo comunitario»,” Revista de Instituciones Europeas, Madrid, 1981, p. 331 y ss., p. 336. 2.7 Ver ROZAKIS, CHRISTOS L., y STEPHANOU, CONSTANTINE A., The New Law of the Sea, North-Holland, $PVWHUGDPQXHVWURTratado de derecho administrativo, t. 1, 8ª ed., cap. IV. 2.8 AMAN JR., ALFRED C., Administrative Law in a Global Area, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press, 1992. 2.9 Dictámenes de la Procuración del Tesoro de la Nación, 21-VIII-56, t. 58, p. 222.

II-4

DERECHOS HUMANOS

REOLJDFLRQHVTXHpVWHKDDVXPLGRDOUDWLÀFDURDGKHULUVHDOD&RQYHQFLyQ De este modo, ya no basta con que la administración esté sometida a la ley y ésta a la Constitución, sino que todo el derecho interno está sometido a un derecho supranacional en materia de derechos humanos y libertades públicas. 3RUWDOHVUD]RQHVORVGHUHFKRVLQGLYLGXDOHVSUHH[  LVWHQDWRGRDFWRHVWDWDOD la Constitución, a las sentencias, a las leyes y a los actos y reglamentos admiQLVWUDWLYRV/DVOH\HVSXHGHQUHJXODUORVGHUHFKRVGHORVLQGLYLGXRVÀMDQGRVXV DOFDQFHV\OtPLWHVSHURDXQTXHQLQJXQDOH\VHDGLFWDGDHOGHUHFKRLQGLYLGXDO H[LVWHQRREVWDQWH SRULPSHULRGH OD&RQVWLWXFLyQOD &RQYHQFLyQ$PHULFDQD sobre Derechos Humanos y demás pactos internacionales de derechos humanos previstos en el inc. 22 del art. 75 de la Constitución. 2.2./DDUWLFXODFLyQGHODOHJLVODFLyQQDFLRQDOFRQODLQWHUQDFLRQDO De acuerdo con el art. 31 de la Constitución, “Esta Constitución, las leyes de OD1DFLyQTXHHQVXFRQVHFXHQFLDVHGLFWHQ\ORVWUDWDGRVFRQODVSRWHQFLDVH[WUDQMHUDVVRQODOH\VXSUHPDGHOD1DFLyQµ(QFRQVHFXHQFLD´SXHGHDÀUPDUVH que, en principio, la sola aprobación de los tratados internacionales, de acuerdo con el procedimiento que establece la misma Constitución, incorpora a éstos al derecho interno de la Nación.”9 La Constitución de 1853/60 establecía un orden MHUiUTXLFRGHQWURGHOiPELWRGHVXFRPSHWHQFLDWHUULWRULDO\HQFRQVRQDQFLDDORV WLHPSRVGHVXGLFWDGRHVDQRUPDPiVGHXQVLJORGHVSXpVGHEHVHUHQWHQGLGD HQFRQVRQDQFLDFRQODMHUDUTXtDDFWXDOPHQWHYLJHQWHGHQRUPDV Lo relativo a determinar si el contenido normativo del tratado pasa a ser legislación interna sin otro requisito que el de la aprobación por el Congreso, había dado lugar a soluciones diversas10 según las particularidades que presenta la convención e incluso la ley de aprobación. Demás está decir que cuando una OH\UDWLÀFDXQWUDWDGRSRUHOFXDOVHHVWDEOHFHQUHJODVGHGHUHFKRTXHVHUHÀHUHQ H[FOXVLYDPHQWHDVHUHVKXPDQRVLQGLYLGXDOHVGHUHFKRGHOWUDEDMRGHUHFKRVKXPDQRVHWFFDUHFHGHDVLGHURSUHWHQGHUTXHODUDWLÀFDFLyQYDOHVyORIUHQWHDORV GHPiV(VWDGRV\QRSDUDORVKDELWDQWHVGHOSDtVUHVSHFWLYRODOH\GHUDWLÀFDFLyQ WUDQVIRUPDDHVDVSURSRVLFLRQHVHQQRUPDVMXUtGLFDVTXHWDPELpQVRQLQWHUQDV11 (OWHPDGHORVWUDWDGRVVHYLQFXODtQWLPDPHQWHFRQODFXHVWLyQGHODH[LVWHQFLD y alcances de un derecho comunitario latinoamericano. La integración económica usualmente no formaba parte de las estrategias nacionales reales12 y era común acordar a estos pactos el carácter de un tratado—marco, faltándole el más claro 2.10

Dictamen citado, y Corte Suprema, Fallos, t. 150, p. 84 y t. 186, p. 258. Supra,+DVHJXLGRODV DÀUPDFLRQHVSUHFHGHQWHVALTAMIRA, PEDRO GUILLERMO, Curso de derecho administrativo, op. cit., p. 63. 2.12 INTAL, /DLQWHJUDFLyQHFRQyPLFDGH$PpULFD/DWLQD%XHQRV$LUHVS,QVWLWXWRGH Estudios Políticos para América Latina, serie “Estudios de actualidad,” 9: 19, Montevideo, ALALC, DELL SYDNEY, Apreciaciones sobre el funcionamiento del Tratado de Montevideo, en el libro dirigido por WIONCZEK, MIGUEL, ,QWHJUDFLyQGH$PpULFD/DWLQD0p[LFRS 2.11

LA CRECIENTE INTERNACIONALIZACIÓN DEL DERECHO

II-5

sentido dinámico que se atribuye desde antaño a los tratados de la comunidad europea.13 Se sigue de ello que la Corte Suprema haya interpretado en el pasado que un tratado posterior de esta índole no prevalecía sobre leyes nacionales anteriores. 14$OJXQRVLQVWUXPHQWRVMXUtGLFRVODWLQRDPHULFDQRVFRPXQLWDULRV FDUHFtDQHQWRQFHVGHODYLJHQFLDMXUtGLFDTXHDOJXQRVHVWXGLRVLQWHQWDEDQGDUOH15 La discusión europea16 entre los partidarios de los derechos nacionales soberanos17 y los sostenedores de la tesis del cuasi-federalismo18 llega a nosotros UHVXHOWDGHDQWHPDQRFRPROXHJRYHUHPRVSHURÁX\HWDPELpQQDWXUDOPHQWH de la aceptación en 1983 del Pacto de San José de Costa Rica y de los progresos en materia de integración,19 como es el caso del MERCOSUR. 2.3./DFUHFLHQWHUHJXODFLyQLQWHUQDFLRQDO Ya vimos que el sistema de derechos humanos es hoy en día claramente supraQDFLRQDO\TXHH[LVWHQDOJXQRVVHFWRUHVGHODHFRQRPtDTXHHVWiQYLUWXDOPHQWH LQWHUQDFLRQDOL]DGRVFRPRHOVLVWHPDÀQDQFLHUR20 hay otros en que la regulación internacional es creciente. Así, la protección de los recursos naturales,21 en que 2.13 OPHÜLS, CARL FRIEDRICH, 'LH(XURSlLVFKHQ*HPHLQVFKDIWVYHUWUlJHDOV3ODQXQJVYHUIDVVXQJHQ, en el libro 3ODQXQJ I, dirigido por J. H. KAISER, Baden-Baden, 1965, p. 229 y ss. 2.14 Fallos, t. 254, p. 500, caso La República, año 1962. En cambio, en Francia se les reconoce correctamente un carácter “superior a la ley” y obligatorio para la administración: RIVERO, op. cit., pp. 53 y 54. 2.15 Así ocurre con la Declaración de los Presidentes de América, el Acta de Negociaciones, el Acuerdo de Complementación, los Protocolos del Acuerdo de Complementación, las Resoluciones GHOD&RQIHUHQFLDGH0LQLVWURVGHO&RPLWp(MHFXWLYR3HUPDQHQWHHWFpWHUD$PSOLDUHQInstituto ,QWHUDPHULFDQRGH(VWXGLRV-XUtGLFRV,QWHUQDFLRQDOHV'HUHFKRGHODLQWHJUDFLyQODWLQRDPHULFDQD, %XHQRV $LUHV'HSDOPD  SS  HWFCÁRDENAS, EMILIO S., Hacia un derecho comunitario latinoamericano´'HUHFKRGHOD,QWHJUDFLyQµ%XHQRV$LUHV\VV\GHPiV ELEOLRJUDItDGHOGHOFDS,,GHQXHVWURWHG 2.16 6HGHFtDHQ(XURSDTXH´HVWDVWHVLVHKLSyWHVLVGHMDQUHFRQRFHUTXHVHHVWiD~QOHMRVGHXQMXLFLR XQLIRUPH(VWRWLHQHVXIXQGDPHQWRHQHOSUHVHQWHHVWDGRGHÁXFWXDFLyQHQTXHVHHQFXHQWUDQQRVRODmente el derecho comunitario, sino las comunidades mismas. En esta incertidumbre es comprensible que D~QSHUVLVWDHOIRUFHMHRHQWUHORV¶HXURIyULFRV·ORVSDUWLGDULRVGHORVGHUHFKRVVREHUDQRV\ORV¶UHDOLVWDV· /DRSLQLyQMXUtGLFDGHSHQGHUiGHVLODSUHVHQWHpSRFDGHHVWDQFDPLHQWRHQODFXHVWLyQGHODLQWHJUDFLyQ europea se orienta hacia un retroceso o un desarrollo mayor. Con este alcance tienen poco valor nuevos LQWHQWRVGHLQWHUSUHWDFLyQ\GHEHUtDGHMDUVHODPXOWLSOLFLGDGGHFRQVWUXFFLRQHVKDVWDKR\WUDQVLWDGDVµ EBERHARD MENZEL, comentario aparecido en la revista “Die öffentliche Verwaltung”, Stuttgart, 1969, cuaderno 15/6, pp. 579 y 580. 2.17 GRABITZ, Gemeinschaftsrecht bricht nationales Recht, Hamburgo, 1966. 2.18 OPHÜLS, C. F., Quelle und Aufbau des Europäischen GemeinschaftsrechtUHYLVWD´1HXHMXULVWLVFKH:RFKHQVFKULIWµ0XQLFK%HUOtQ)UDQNIXUWD0FXDGHUQRQ~PHURS\VVSATTLER, ANDREAS, 'DV3ULQ]LSGHU´IXQNWLRQHOOHQ,QWHJUDWLRQµXQGGLH(LQLJXQJ(XURSDV, Göttingen, 1967. 2.19 Ver INTAL, Proyectos multinacionales de infraestructura física%XHQRV$LUHVKAPLAN, MARCOS, &RUSRUDFLRQHVS~EOLFDVPXOWLQDFLRQDOHVSDUDHOGHVDUUROOR\ODLQWHJUDFLyQ, Estudios InterQDFLRQDOHV&KLOHMXOLRVHSWLHPEUHGHS\VV 2.20 $OJRGHHVWRH[SOLFDPRVHQHOFDS,9GHODHGGHOWGHQXHVWURTratado de derecho administrativo, 2003. 2.21 Puede verse ROZAKIS, CHRISTOS L., y STEPHANOU, CONSTANTINE A., The New Law of the Sea, 1RUWK+ROODQG $PVWHUGDP  AMAN JR., ALFRED C., Administrative Law in a Global Area, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press, 1992. En una perspectiva ideológica ubicada en otra

II-6

DERECHOS HUMANOS

hay progresos respecto a la regulación de los fondos marinos, el derecho del mar y diversas cuestiones de medio ambiente.22 Pero es posible que haya todavía más desarrollo regulatorio internacional. En efecto, hay actividades que se desarrollan actualmente en los mares interQDFLRQDOHVIXHUDGHODMXULVGLFFLyQGHWRGRVORVSDtVHV/RVFDVRVPiVDQWLJXRV \FRQRFLGRVIXHURQORVFDVLQRVÁRWDQWHVDOOHQGHODVFXDWURPLOODVGHODVDJXDV MXULVGLFFLRQDOHVGH(VWDGRV8QLGRV/HVLJXLHURQODVUDGLRVLQVWDODGDVIXHUD GH OD MXULVGLFFLyQ PDUtWLPD SRU HMHPSOR GH ,QJODWHUUD SDUD HVFDSDU D ODV regulaciones nacionales. Al mismo tiempo la pesca en aguas internacionales se abarató con los buques factorías, que realizan todo el proceso fabril en aguas internacionales y fuera GHODMXULVGLFFLyQGH(VWDGRDOJXQRQRVLHPSUHUHVSHWDQGRORVFRQYHQLRVLQWHUQDFLRQDOHVVREUHOtPLWHVUDFLRQDOHVDODH[SORWDFLyQGHORVUHFXUVRVPDULQRV ([LVWHQWDPELpQ DO SUHVHQWHEXTXHV IDFWRUtDV TXH EDMREDQGHUD GH FRQYHniencia (FRQYHQLHQFHÁDJ, constituyen fábricas que producen otros productos en DOWDPDUVLQVXMHFLyQDODVQRUPDVLPSRVLWLYDVRODERUDOHVORFDOHVREWHQLHQGR DVtFRVWRVPiVEDMRV\TXHQLVLTXLHUDWRFDQSXHUWR2WUDVQDYHVVHDFHUFDQD retirar la producción, hacer los recambios de personal, etc. Todo este sistema GHFUHFLHQWHDFWLYLGDGHQDJXDVLQWHUQDFLRQDOHVSXHGHOOHJDUDWHQHUVXÀFLHQWH importancia económica como para que las naciones quieran regularlo, controlarlo y por qué no, tributarlo. Cabe pues, en general, esperar un lento pero progresivo avance de la regulación internacional al cual nuestro país como otros estarán también sometidos. 3. Distintas fuentes supranacionales realidad nacional e internacional, ya antes se hablaba también de Le nouvel ordre économique international e l´administration publique, libro coordinado por GÉRARD TIMSIT, Francia, Unesco-IISA, Aire-sur-la-LYs, 1983. 2.22 $OJXQRVHMHPSORVOH\7UDWDGR$QWiUWLFROH\7UDWDGRGHOD&XHQFDGHO3ODWD HQWUH$UJHQWLQD%ROLYLD%UDVLO3DUDJXD\\8UXJXD\OH\&RQYHQFLyQSDUDODSURWHFFLyQGHO SDWULPRQLRPXQGLDOFXOWXUDO\QDWXUDOOH\&RQYHQLRVREUHODSUHYHQFLyQGHODFRQWDPLQDFLyQ GHOPDUSRUYHUWLPLHQWRGHGHVHFKRV\RWUDVPDWHULDVHQVXIRUPDHQPHQGDGDOH\&RQYHQFLyQVREUHHOFRPHUFLRLQWHUQDFLRQDOGHHVSHFLHVDPHQD]DGDVGHIDXQD\ÁRUDVLOYHVWUHV&,7(6OH\ 3URWRFRORGH/RQGUHVVREUHODVHJXULGDGGHODYLGDHQHOPDUOH\&RQYHQLRLQWHUQDcional relativo a la intervención en alta mar en casos de accidentes que causen una contaminación SRUKLGURFDUEXURVOH\3URWRFRORGH0RQWUHDOUHODWLYRDODVVXVWDQFLDVTXHDJRWDQODFDSD GHR]RQROH\&RQYHQFLyQVREUHHOFRPHUFLRLQWHUQDFLRQDOGHHVSHFLHVDPHQD]DGDVGHIDXQD \ÁRUDVLOYHVWUHOH\&RQYHQLRLQWHUQDFLRQDOSDUDSUHYHQLUODFRQWDPLQDFLyQSRUORVEXTXHV OH\ 3URWRFRORDO 7UDWDGRVREUH3URWHFFLyQ DO0HGLR $PELHQWHSURKLELFLyQ GHDFWLYLGDGHV HYDOXDFLyQGHOLPSDFWRDPELHQWDOOH\3URWRFRORDO7UDWDGR$QWiUWLFRVREUHSURWHFFLyQGHO PHGLRDPELHQWHOH\&RQYHQLRVREUHODGLYHUVLGDGELROyJLFD 3.1 TREJOS, GERARDO,ÐUJDQRV\SURFHGLPLHQWRVGHSURWHFFLyQGHORVGHUHFKRVKXPDQRVHQOD&RQvención Americana, en HERNÁNDEZ , RUBÉN y TREJOS, GERARDO, La tutela de los derechos humanos, Juricentro, San José, Costa Rica, 1977, p. 59 y ss. 3.2 Ver DE ABRANCHES, C. A. DUNSHEE, La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en O.E.A.,

LA CRECIENTE INTERNACIONALIZACIÓN DEL DERECHO

II-7


Similar Free PDFs