Apuntes Numismática.pd PDF

Title Apuntes Numismática.pd
Author Manuel Cadrecha
Course Epigrafía y Numismática
Institution Universidad de Oviedo
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TEMA 1. EL ORIGEN DE LA MONEDA Y LA MONEDA GRIEGA. (ESTUDIADO)! Punto 1. Antecedentes premonetarios. Los excedentes de producción de los pueblos agricultores y ganaderos en la antigüedad y la necesidad de conseguir productos básicos de los que carecían originaron un primitivo comercio basado en el trueque de artículos. Ese intercambio fue válido mientras se hizo a pequeña escalada, pero cuando aumentó el volumen comercial salieron a relucir una serie de problemas inherentes al sistema, fundamentalmente:

- La falta de coincidencia entre lo que se quería cambiar y recibir. - La disparidad de valores. - La invisibilidad del cambio. Con el fin de solucionar y agilizar el intercambio, aparecieron diversos productos a los que se asignó un valor fijado de antemano y a través de los cuales, se valoraron los restantes bienes materiales. Estos nuevos elementos de cambio son conocidos como monedas no metálicas y, según los excedentes de cada pueblo, eran diferentes, aunque siempre concurrían en ellas la facilidad de conservación y transporte. Así entre los agricultores este papel era desempeñado por los cereales y el aceite. Como los asirios, que contaban y pagaban en muds (modios) conservador en nuestros almudes. Hasta no hace muchos años, en medios rurales peninsulares, se pagaban arriendos de tierras en fanegas de trigo en tanto que en las tiendas se admitían pagos en almudes. Entre los pastores este papel lo cumplían las pieles y los bueyes, los cuernos o las astas de los animales, tal y como se atestigua en la Ilíada y otros textos muy antiguos, habiéndose perpetuado en el latín términos como pecus, oveja, en pecunia y capita, cabeza de ganado en capital, etc., y como reminiscencia de esto ya en fase posterior los talentos de cobre chipriotas adoptaron la forma de una piel de toro Cazadores, pastores o agricultores rendían un elemento común, aunque en este caso más por necesidad que por excedente, la sal. 1

El descubrimiento de los metales supone un nuevo paso en la historia. Sus cualidades, en especial su fácil transporte y rareza, los hace apreciados por todos y comienzan a ser utilizados en forma de lingote, siendo reconocidos en la actualidad como las primeras monedas metálicas. Uno de los testimonios más antiguos lo tenemos en la compra por Abraham de la cueva de Macpela por la suma de cuatrocientos siclos de plata, Génesis 23,14-19. La transacción con barras o lingotes o algunos otros objetos como, anillos, debía ser tan corriente como el dinero entre el comercio de hoy en día. El siclo de la Biblia, entendido como unidad de valor de oro o de plata no tiene otro significado que el peso y no tiene nada que ver con la moneda de metal de idéntico nombre que fue acuñada bastantes siglos más tarde. Mayor relación con nuestro concepto de moneda lo tiene otro de los objetos recogidos en el ilíaca, en que como premio concedido a los vencedores se habla de trípodes calderos de bronce, así como simples bolas de hierro, señalando su equivalencia en ganado, mercancías o esclavas. La utilización del ganado como unidad de valor económico se comprueba también en las leyes de Dracón, en las que se fijan las penas en bueyes y carneros. En Delos, según Pollus, el heraldo anunciaba el bueyes las recompensas con la equivalencia de 1 buey = dos dracmas, y en la Odisea se valoraban a las esclavas en bueyes y se cita los talentos de oro como medida de cuenta. La palabra dracma está relacionada con el uso de los oboloi, varillas o asadores que se utilizaban como moneda utensilio. El significado de la dracma era el de puñado (drax, derivado de una palabra que significaba agarrar) de óbolos o asadores. Ambos términos pasarán en época ya clásica, como había pasado con el siclo, a denominar dos piezas fundamentales del sistema monetario griego, la dracma y el óbolo. Conjuntos de estos asadores se han encontrado en el transcurso de las excavaciones que se llevaron a cabo durante el Siglo XIX en el templo de Hera. Antes de la aparición de los oboloi o asadores circuló el metal en pequeños fragmentos que debían tener entre ellos una correspondencia en cuanto a peso, como queda confirmado por los datos de Egipto en los que se observa una valoración del dinero metálico, que lleva

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nombres concretos y tiene su valor correspondiente en bueyes. Hacia el Siglo VII a.C comienzan a abundar los casos de metales sellados para otorgarles fijeza de valor a través del peso y atestiguar la pureza del metal, es decir, con garantía pública que aseguraban su circulación y la tasación de sus partes al ser dividido.

Punto 2. Origen de la moneda. El área en la cual se originó la moneda occidental se conoce mejor que el perdido y las circunstancias en las que apareció. Las monedas más antiguas fueron acuñadas en la zona occidental de Asia Menor, la Jonia de los griegos. Son pequeñas piezas globolares de electrón, con figuraciones en una de las caras mientras que en ella otra han quedado señaladas las marcas del punzón. El electrón es una liga o mezcla natural del oro y de la plata que se encontraba en las aguas del río Pactolo y de otros ríos de la región de Lidia. Las primeras monedas eran de factura primitiva. Algunas de las monedas jónicas tenían solamente un rayado paralelo por un lado y el signo del punzón incluso por el otro. Otras monedas tenían figuras de animales. Un depósito descubierto en el año 1904/1905 en el basamento del Templo de Artemisa en Efeso, presenta pequeños discos lisos, numerosas monedas de electrón de pesos que varían entre 4.73 gr y 0.13 gr, y que representan fracciones (1/3 y de 1/96) de una unidad (estátera) de 14.2 gr de . Los numismáticos consideran que estas monedas son las más antiguas conocidas. Este tipo de moneda pasó con posterioridad a las acusaciones de oro y plata pura, que la tradición griega atribuye al rey de Lidia Creso (551-546 a.C). Esta misma tradición refiere que el rey Fidón de Argos cuando introdujo la moneda de plata consagró en el templo de Hera un cierto número de asadores de hierro u oboloi. Estos asadores eran la antigua forma del dinero que iba a ser sustituido a partir de ese momento por la moneda de plata. Otra de las hipótesis es que las primeras monedas fueron acuñadas por mercaderes jonios. Esta hipótesis se ha venido sosteniendo en base a la diversidad de diseño de los tipos más antiguos, en los cuales en tres ejemplares llevan el emblema de un cierre acompañado de la frase Faenes eme sema (soy la marca de Fanes). Posteriormente, el monopolio de las emisiones sería rápidamente recogida por el Estado.

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Las acuñaciones pudieran haberse iniciado por dinastías o gobernandoes locales que habrían encontrado conveniente dar esta forma al dinero para pagar a mercenarios u operarios. La fecha en que se introdujo la moneda también es objeto de controversia. Los estudiosos del Siglo XIX pensaban que las primeras monedas se debieron acuñar en el Siglo VII a.C. Hoy en día se considera que en los años posteriores al 650 a.C, es cuando se deben iniciar en Asia Menor las acuñaciones de las primeras monedas. Los estudios sobre las monedas de Regina apuntan a que los ejemplares más antiguos parecen ser acuñados con posterioridad al 550 y conjeturablemente en torno al 530, por lo que las piezas de la tortuga de Egina son anteriores a las primeras monedas de Asia Menor y por lo tanto no están vinculadas con el tirano del Siglo VII.

Punto 3. Moneda Griega. 3.1 Periodo arcaico moneda globular. ! Se puede definir en la evolución de la moneda griega como arcaico al periodo que va desde el 600 al 480 a.C. Aunque la moneda se difunde rápidamente como reflejo de la expansión económica griega y de la colonización del Mediterráneo las monedas sin embargo permanecieron con un formato primitivo Muchas de ellas eran de pequeño tamaño y de forma globular, debido a que el procedimiento de acusación debía de ser todavía perfeccionado. Símbolos de animales y objetos inanimados eran los tipos predominantes. La cabeza humana figuraba raramente y cuando lo hacia se modelaba de perfil y con el ojo diseñado como si fuese visto de frente.

3.2 Introducción del cuño de martillo. ! Una mejora de la técnica de acusación se da los años finales del periodo arcaico. Las monedas de forma globular se convirtieron con el tiempo en más redondas. Los tipos monetales, aunque todavía primitivos respectos a los de las siguientes fases, fueron mas elaborados y con más precisión en la ejecución. Hacia el final de este periodo, el cuño de martillo comenzó a ser usado en las fabricaciones de los tipos, ademas de ser utilizado como instrumento para la acusación de la moneda se 4

empleada para llevar a cabo la acusación del reverso de la moneda. La nueva técnica tenía problemas con el punzón ya que las incisiones del cuadrado incuso hecho por aquel ni eran muy regulares ni estaban bien centrados.

3.3 Periodo clásico: la moneda como símbolo de la ciudad. ! El Siglo V a.C fue también el gran periodo de la moneda (periodo clásico hasta el reinado de Alejandro en que comienza el helenístico), también del arte o de la política. La acuñación de la moneda se convirtió en un símbolo de identidad de la ciudad griega y se calcula que más de 1400 ciudades acuñaron monedas, y la mayor parte de ellas lo hicieron durante el Siglo V a.C. Esto explica la rápida mejora de la técnica de acuñación y de la calidad artística durante este periodo: en este sentido cada ciudad podía mejorar y tomar ventaja de las experiencias e innovaciones de las acuñaciones que se realizaban en las otras ciudades.

3.4 Generalización de la acuñación a martillo. ! La moneda mejoró rápidamente, si al inicio del Siglo V nos encontramos que el acabado de los ejemplares acuñados era un tanto arcaico y primitivo, al final del mismo se habían producido algunas de las monedas más bellas de la historia. Ya en grado de dominio técnico, los grabadores griegos podían hacer todo aquello que deseaban. Como prueba de su maestría, algunos comenzaron a firmar sus creaciones. A partir de ahora la acuñacion a martillo fue plenamente usada como parte de la técnica de acuñación. Se incorporó a la misma el reverso, es decir el cuadrado incuso de la parte opuesta del punzón, y en él mismo comenzaron a aparecer nuevos tipos figurativos, inscripciones o ambas cosas a la vez, siendo ensanchado con el fin de cubrir todo el campo de la moneda.

3.5 Grabador: dos matrices. ! En Atenas se utilizó por primera vez el punzón sobre el reverso para acuñar muevas imágenes en una de sus monedas, un antiguo tetradracma. Esta gran moneda de plata presentaba en el reverso una lechuza, pájaro dedicada a la diosa protectora de la ciudad, Atenea. Los primeros ejemplares datan del Siglo VI a.C. 5

Otras zonas del mundo griego también adoptaron la nueva técnica, y la expresión artística recibió un gran impulso. Además, el grabador trabajaba ahora sobre dos matrices y no en una, lo que quería decir que tenían más espacio para disponer sobre el tipo las figuras y las leyendas.

3.6 Representaciones de dioses y héroes. ! La técnica y el arte mejoraron: el busto y el rostro humano fueron retratados con un mayor cuidado y a menudo con resultados de gran belleza. Los retratos de personas vivientes no formaban parte del repertorio artístico del tiempo; los griegos acuñaban representaciones idealizadas, casi etéreas, de dioses, semidioses y héroes. La mayor parte de las imágenes son retratos y figuras de perfil, aunque a finales del Siglo II hacen una tímida aparición las representaciones de frente. El fin del periodo mostró uno de las mejores piezas, si no la mejor, de todos los tiempos: la gran decadracma pieza de plata de diez dracmas de Siracusa.

3.7 La moneda griega y la plata. ! La moneda ciega del pedido clásico, con anterioridad al 350 a.C fue en su mayor parte de plata, metal que se encontraba con una cierta abundancia en el mundo helenístico. Las minas de Laurión, que fueron explotadas por Atenas durante tres siglos, después de la Guerra Persa, son las más célebres, pero había otras, especialmente las de la Tracia y las de Macedonia que tenían tanta importancia como aquella. Normalmente, la moneda griega de plata es grande y gruesa, de una forma no totalmente circular, con los bordes redondeados, que conservan bastante bien la curva de los globos del metal en los que se hacía. El nivel medio de peso era insólitamente alto respecto al estándar posterior, la tetradracma ateniense, un nombre a menudo difuso, pesaba más de 17 gramos.

3.8 Electrón, oro y bronce. ! La moneda de electrón se limitaba ahora a unas pocas ciudades del Asia Menor. Oro en cantidad normal para la exigencia de una acuñación monetaria se encontró en tiempos de Filipo I de Macedonia. 6

Los dáricos de oro persas eran ampliamente usados en la misma Grecia, pero la única emisión aúrea de este periodo se hizo en plena crisis económica de los atenienses al final de la Guerra del Peleponeso, cuando en el año 407 a.C, el oro que adornaba las estatuas del Partenón fue fundido para hacerlo moneda. El bronce es usado por primera vez a fines del Siglo V en Sicilia y en la Magna Grecia, donde este metal constituiría ya, sin acuñar, el circulante estándar de la población indígena.

3.9 Representaciones: anverso y reverso. ! Las monedas eran representaciones muy variadas, el anverso era normalmente ocupado por una cabeza o por el símbolo de una divinidad y el reverso, unas veces por un símbolo local, tenía un carácter religioso. Sólo pocas ciudades intentaron adoptar símbolos un poco más complicados. Mientras que los carros de carreras son típicos de las monedas siracusanas, en las cecas macedónicas predomina representaciones de bueyes y de escenas con sátiros. Ciertas ciudades creyentes sentían predilección por escenas de sabor mitológico. Los diseños eran ejecutados en altor relieve y eran en general de excelente factura, conocemos el nombre de algunos grabadores (Cimon, Evainetos) que estaban tan orgullosos de su obra como para firmarla, generalmente con pequeños caracteres cuidadosamente integrados en el diseño, en la unción del cuello con cabeza o en las ínfulas de los dioses. En cambio, las acuñaciones de los más importantes centros comerciales se caracterizan por mantener una fosilización de los tipos, que no cambian de una emisión a otra, manteniendo unos diseños primitivos y arcaicos que son muy inferiores artísticamente a las emisiones de muchos de los pequeños estados.

3.10 La Modena como símbolo de la ciudad independiente. ! Se consideraba en las ciudades griegas a la moneda como símbolo de independencia y de soberanía, y todas ls ciudades acuñaban moneda propia, buscando la variedad en el diseño y realzando aquellas características que ellos consideraban que les distinguían de las otras ciudades.

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Hay algunas localidades, de escasa importancia como para no ser mencionadas en las fuentes literarias, que se conocen sólo por su moneda. Mientras muchas de las monedas tenían una circulación solamente local, algunos tipos en cambio eran internacionalmente reconocidos: la tortuga de Elina, la lechuza de Atenas, con la cabeza y el símbolo de Atenea, el potro de Corintio, con un Pegaso como símbolo en el reverso.

3.11 Moneda de cuentas.! 1 TALENTO (6000 dracmas), 1 MINA (100 dracmas), el peso de la dracma ateniense después de la reforma de Solón del año 594 a.C se establecido en 4.37 gramos y con Alejandro Magno bajó a 4.26 gramos.

TEMA 2.LA MONEDA ROMANA (ESTUDIADO)! Punto 1. Moneda Romana de época republicana, bronce. El trueque, en un primer momento intercambiaban sus productos por cabezas de ganado que serán la base de las transacciones pecus (pecunia) o capita (capital). La aparición del Aes rude (Siglo V-338 a.C). La moneda romana tenía su origen en pleno mundo helenístico. El cobre es abundante en Italia, y el romano era solo uno de los muchos pueblos de la península en usar el bronce a peso como unidad de medida de valor. Esta práctica ha dejado restos de us paso en muchas palabras todavía en uso como suspender, stipendio, espeso, que tienen como elemento común pendere, que implica el significado de suspender libremente. Las monedas romanan más antiguas fueron las rudimentarias piezas de bronce que no tenían sello oficial, tampoco una forma y su peso era variable. Debido a sus grandes dimensiones eran fundidas y no batidas. La tradición del aes rude según la tradición romana es situada a comienzo del reinado de Servio Tulio (c. 578 - c. 534), pero puede afirmarse ya que circulaba a principios del Siglo V.

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En cuanto al origen de este aes rude, unos piensan que se debe al Estado, otros a los banqueros, en cualquier caso la Ley de las Doce Tablas (450) hizo su circulación obligatoria. Aes Signatum (338-289 a.C): el peso de este aes varía considerablemente por encima y por debajo de un peso ideal de 5 libas romanas (libra: 327,45 gramos). Hay piezas de 4 libras (cuadrusis) y también de 5 libras (quincusis). Para los pesos inferiores se fragmentaban por ser piezas de metal divididas en partes iguales o bien se recurría al aes rude. El aes signatum, que adoptaba la forma cuadrada o rectangular estaba contrastado con emblemas a menudo elementales (cabeza de divinidad, un buey, ternera, cerdo, armas, ramas secas, concha, una rueda, un pegaso, un perro, etc.) Pero a diferencia del uso dado por los griegos, los romanos añadieron a los emblemas contraseñas de valor, que consistían en pequeños trazos verticales para indicar la unidad de la libra o pequeños glóbulos para la unidad de una onza. En un principio los motivos se graban pro una cara, después lo harán por dos. El nombre del signatum lo recibe por que lleva emblemas o marcas, signos en definitiva. En algunas monedas aparece la palabra ROMANON, lo que prueba que se trata de una emisión romana. Aes Grave (aes libral, 289-250): Matingly fechaba su comienzo en el 289, Crawford y Thomson a comienzos del Siglo III. Las piezas de bronce (aes grave) que sustituyeron a los bloques de bronce de forma irregular (aes rude) y al aes signatum no son anteriores al Siglo III a.C y parecen haberse inspirado en la moneda griega. Pero son diferentes de la moneda griega, tanto por el metal y la fractura, por lo que parece oportuno considerarlos como perteneciente a una tradición de acuñación independiente de la griega. Las piezas de metal tenían diferentes formas, que fueron cambiando hasta llegar al aes grave. Este será una gruesa moneda que adopta la forma redonda o lenticular realizada en bronce fundido y que lleva la impronta oficial con la indicación del valor legal. Este aes pesaba alrededor de una libra romana (327,45 gramos), de asía el nombre de aes libral con el que ha sido conocido el aes grave y se puede decir que a partir de este momento comienza el auténtico sistema monetario romano. El as, era la unidad básica de la moneda fundida. As grave libral (250-217)

- La tipología de las emisiones:

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Hacia el 225, cuando el peso del as había descendido a 270 gramos, es decir, 10 juncias, apareció la emisión que, con los tipos fijos va a perdurar dos siglos. Sobre el anverso tendría una cabeza primitiva de Jano, dios de gran importancia en el panteón romano y sobre el reverso la proa de una nave de pobre factura, quizás haciendo referencia al papel creciente de Roma como potencia naval (tomada de una moneda de Demetrio Poliorcetes del año 306 a.C y posiblemente asimilada después de la victoria de Quinto Capitolino en Antium que llevó a Roma las proas de las naves enemigas erigiendo una columna rostal). Los divisores de esta emisión presentan todos el mismo reverso de la proa, variando la divinidad que aparece en el anverso. En el semis es Saturno y la marca de valor S. El triente, con Minerva cubierta con casco corintio y cuatro glóbulos, el sextante con Mercurio y dos glóbulos y la única con la cabeza de Roma y un glóbulo. Los glóbulos indican el número de doceavas partes del as que contiene la moneda. Cuando el as era libral, cada glóbulo representaba una uncía (27 gramos), pero al reducir su peso el valor que expresa el glóbulo también queda reducido proporcionalmente. Esta emisión en bronce, poco manejable, es de clara inspirac...


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