Capitulo 2 Tiranía del Derecho PDF

Title Capitulo 2 Tiranía del Derecho
Author 818081 818081
Course Introducción a la economía
Institution Universidad de Zaragoza
Pages 2
File Size 60.3 KB
File Type PDF
Total Downloads 62
Total Views 135

Summary

Se trata del resumen del capitulo 2 del libro.
Derecho UNIZAR...


Description

LA TIRANÍA DEL MÉRITO

DANIEL GASCÓN VILLARMÍN

CAPÍTULO 2 El mérito es muy importante en el ámbito laboral por dos razones. La primera es la eficiencia. Es decir, será mejor contratar a alguien que sea muy capaz en lo que hace que a un incompetente. La segunda razón es la equidad. Esta razón se explica como la discriminación por raza, sexo, religión… a la hora de elegir a un trabajador. Con otras palabras, sería elegir a un trabajador menos competente por discriminación. En este caso, sería una injusticia de la que quejarse. A pesar de que contratar por su mérito es una acción buena y sensata, a lo largo de los años el mérito se ha tornado tóxico. POR QUÉ EL MÉRITO IMPORTA Una sociedad que recompensa el mérito en el ámbito laboral es buena por varias razones. Por un lado, un sistema económico que premia el esfuerzo y los buenos resultados, siempre será más productivo que otro que paga a todos por igual, independientemente de los resultados. Por otro lado, premiar a las personas únicamente por sus méritos es equitativamente correcto ya que no discrimina. Además, estas sociedades abren paso a una cierta noción de libertas. Es decir, la idea de que nuestro futuro está en nuestras manos es una visión muy atractiva. A pesar de todas esas buenas razones, el mérito puede dar un giro tiránico. La idea de que nuestro futuro está en nuestras manos es una idea de doble filo. Por un lado, responsabiliza a las personas de actuar moralmente. Por otro lado, nace la idea del factor de la suerte. Es decir, la responsabilidad de actuar como moralmente creemos puede ser algo que nos ganamos o que recibimos como un don. UNA MERITOCRACIA CÓSMICA La teología bíblica tiene la idea de que los sucesos naturales ocurren por una razón. Existe una perspectiva en la que radica el origen del pensamiento meritocrático. Esto es la creencia de que el universo moral está organizado de tal modo que se asocia la prosperidad con el mérito y el sufrimiento con los actos inmorales. Esta perspectiva se relaciona con la meritocracia de tal modo que la riqueza es sinónimo de talento y esfuerzo, y la pobreza de la pereza o falta de voluntad.

Entra aquí el poder de Dios, que es quien imparte castigos y concede premios a voluntad. Dios, suponiendo que sea justo, hace esto de acuerdo con los méritos y no de manera arbitraria. Este modo meritocrático de pensar es muy severo con las personas que sufren infortunios ya que, teniendo en cuenta la idea de que merecemos lo que nos pasa, se piensa que la persona afectada tiene la culpa de lo que le pase. SALVACIÓN Y AUTOAYUDA La salvación llega en parte por la vía de la autoayuda, y eso implica poner un límite al poder infinito de Dios. Desde el punto de vista teológico es difícil sostener la idea de que Dios es justo, omnipotente y que el mal existe. Si Dios es omnipotente y todo lo puede, se supone que él ha creado el mal y, si este es el caso, sería difícil suponer que Dios es justo. Para resolver este dilema se le da al ser humano la potestad del libre albedrío en la que el mal se desplaza de Dios a nosotros. De aquí nacieron diferentes teorías de autores (Pelagio, Agustín de Hipona, Martín Lutero, Juan Calvino, Weber) relacionadas con la meritocracia. (Páginas 53-57). PENSAMIENTO PROVIDENCIAL: PASADO Y PRESENTE Para Lutero, Calvino y los puritanos, los debates sobre el mérito concernían a la salvación. Para nosotros, los debates sobre el mérito están relacionados con el éxito terrenal. El orden meritocrático laico actual moraliza el éxito a través de mecanismos que recuerdan a una fe providencial anterior. Es decir, aunque los triunfadores logran triunfar por sí mismos, su éxito da fe de su virtud. Jackson Lears aprecia en la cultura pública estadounidense una confrontación desigual entre una ética de la fortuna y otra del dominio de la persona sobre su vida. La primera supone que nuestros logros no están a nuestro control. La segunda pone la libertad de la elección humana en el centro del orden espiritual. La noción providencialista de que las personas tienen lo que se merecen presenta dos versiones: la arrogante y la punitiva. Básicamente se atribuyen a un castigo divino los desastres naturales o económicos. SALUD Y RIQUEZA...


Similar Free PDFs