Ensayo Popol Vuh PDF

Title Ensayo Popol Vuh
Author Lubia Antonela Sobalvarro Reyes
Course Literatura Hispanoamericana
Institution Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua Managua
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Summary

Este ensayo describe las interpolaciones bíblicas en la obra Popol Vuh....


Description

Las interpolaciones bíblicas sobre la creación presentes en el Popol Vuh

Una de las grandes características que presentan los pueblos indígenas de América es su gran religiosidad, en caso de los maya-quichés no es la excepción. Dentro de su ideología religiosa no conciben el mundo y el universo como tal sin la intervención de las divinidades, de manera que todo existía en su equilibrio por y mediante los dioses. Es por ello también su afán de explicar y establecer un origen no solo de su civilización sino del hombre que empezó a habitar el planeta. En el Popol Vuh es posible destacar distintas temáticas que no precisamente será la principal pero que de alguna manera contribuyen a la armonía dentro de la finalidad de la obra. Una de esas temáticas es la creación. Al pensar en este tópico es posible que pensemos casi de inmediato en la Biblia, pues este es el libro que relata por conocimiento de todos, la creación del mundo y de todos los seres vivos por una Divinidad Creadora. La primera parte del Popol Vuh está dedicada a la descripción del proceso creativo, y este parece incorporar elementos del relato del Génesis. El objetivo del presente ensayo es destacar algunas de las interpolaciones encontradas en la primera parte del Popol Vuh con el relato bíblico del Génesis. Para empezar tanto el Popol Vuh como el Génesis de la Biblia destacan que antes de la creación el universo se encontraba vacío, con la existencia únicamente de las divinidades. Ambos relatos se refieren al ambiente como un lugar vacío y sin vida. 

“Solo había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Solo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz” (Popol Vuh, I parte, 27)



“Ahora bien, resultaba que la tierra se hallaba sin forma y desierta y había oscuridad sobre la superficie de [la] profundidad acuosa…” (Génesis 1:2a).

En este aspecto ambos relatos coinciden, sin embargo, en el Popol Vuh se dice que antes de que el Dios Creador empezara su obra “todo estaba en calma” mientras la Biblia describe caos y desorden, un lugar inhóspito imposible para la vida.

Otro aspecto que se puede advertir es el espacio en el que se encuentran los dioses en ambos relatos: “Los que engendran, los que dan la vida están sobre el agua rodeados de claridad. Están ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les da el nombre de Gucumatz, el ser entre los más grandes sabios” (Popol Vuh, I parte, 27). En este caso, las divinidades creadoras se encuentran en las aguas, en reposo y de manera tranquila. La Biblia, por otro lado no menciona que Dios se encontrara en las aguas, más bien menciona que: “… Y la fuerza activa de Dios se movía de un lado a otro sobre la superficies de las aguas” (Génesis 1:2b). Algunos entienden “la fuerza activa de Dios” como una representación de su poder y vigor creativo, pero no como la presencia inmediata de Dios, que es el caso de las divinidades del Popol Vuh. A continuación ambos relatos describen la creación de fenómenos físicos como el día y la noche, siempre con algunas diferencias: Las divinidades creadoras del Popol Vuh, Tepeu y Gucumatz se encontraban “en la oscuridad, en la noche” y “hablaron sobre la vida y la claridad, cómo se debería hacer para que aclara y amaneciera” (Popol Vuh, I parte 27, 28). Esto quiere decir que la oscuridad que existía era considerada noche y los dioses procedieron a diferenciar ese período con la luz del día. En el Génesis, por otro lado se dice que Dios procedió a dividir la luz de la oscuridad. “Empezó a llamar a la luz Día, pero a la oscuridad llamó Noche. Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día primero” (Génesis 1:5). También destinó la creación de las lumbreras Sol y Luna para efectuar tal división y para diferenciar estaciones del año (Génesis 1:14). Considerando estos aspectos de interpolación se puede notar en ambos relatos el fenómeno de creación mediante la palabra. Vemos a los dioses maya-quichés ordenando: “¡Hágase así! ¡Llénese el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe, que surja la tierra y que se afirme para que pueda sembrarse! ¡Que brille el día en el cielo y en la tierra!” 2

(Popol Vuh, I parte, 28). En el relato judeo-cristiano vemos este fenómeno de manera parecida: “Y Dios pasó a decir: ¨Llegue a haber una expansión en medio de las aguas, y ocurra un dividir entre las aguas y las aguas¨. ¨Que las aguas [que están] debajo de los cielos se reúnan en un mismo lugar y aparezca lo seco¨. ¨Haga brotar la tierra hierba, vegetación que dé semilla, árboles frutales que lleven fruto según sus géneros, cuya semilla esté en él, sobre la tierra¨ (Génesis 1:6, 9, 11). Un último aspecto que se abordará en este ensayo es la interpolación entre ambos relatos cosmogónicos referente a la creación del hombre. Sendos relatos coinciden en que el ser humano fue creado después de la tierra, el cielo, y los animales, sin embargo, las perspectivas al momento de su construcción son distintas. En el mundo maya-quiché, el hombre nace como una necesidad o deseo de los dioses de ser venerados pues los animales no habían podido llenar esta expectativa: “No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el nuestro, el de sus creadores y formadores. Eso no está bien” (Popol Vuh, I parte, 32). Los dioses se indignan porque los animales solo chillan, cacarean y graznan pero son incapaces de invocarlos, es por ello que los condenan a ser devoradas sus carnes. Después de varios intentos fallidos surge el hombre como tal a base de maíz, un hombre inteligente, consciente y que puede rendir tributo a los dioses. En el relato bíblico el hombre surge como una necesidad de la Divinidad por crear un ser a su semejanza, es decir, un individuo con atributos y cualidades semejantes a las divinas. “Y Dios pasó a decir: ¨Hagamos [al] hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza…¨ (Génesis 1:26). Este individuo fue hecho a partir del polvo y aunque se le concede libre albedrío para decidir por sí mismo, Dios planta en su corazón una necesidad espiritual que solo puede satisfacerse mediante el servicio divino (Mateo 5:3). Estas solo son algunas de las interpolaciones que existen entre el Popol Vuh y la Biblia. Habría falta más espacio para exponerse de forma cabal. Pero estos ejemplos sirven para evidenciar, como ya se ha dicho la profunda religiosidad de los maya-quichés. El hecho de que parte de su cosmogonía tenga similitud con el relato bíblico ha tratado de explicarse mediante diversas teorías las cuales suponen que los cronistas españoles, en este caso 3

Francisco Ximénez, el religioso dominico que encontró el libro sagrado y lo transcribió haya hecho algunas añadiduras o correcciones para “cristianizar” el texto. Sea esto cierto o falso, lo que nunca podrá negarse es que el Popol Vuh pese a la trascendencia de los tiempos ofrece una ventana para apreciar no solo la cultura e historia de una civilización sino también el pensamiento, la filosofía de un pueblo que de alguna manera sigue vivo.

Referencias Otilia Cortez (2008). Intertextualidad y Paralelismos entre la Biblia y el Popol Vuh. Recuperado de: http://www.ucm.es/info/especulo/numero40/.html. Consulta: 17 de abril de 2016. Watch Tower Bible And Tract Society Of New York, Inc. (1987). Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras.

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