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Resumen entero del libro de Amoris Laetitia...

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA

Resumen: Amoris Laetitia

Elias Santiago

2014-0717

TRABAJO PRESENTADO AL PROFESOR EDUARDO A. NÚÑEZ C. COMO REQUISITO A LA ASIGNATURA ST-ET -218-T004 MATRIMONIO: SACRAMENTO DE AMOR, GRUPO 004

INTRODUCCION.

La alegría del amor experimentado por las familias es también la alegría de la Iglesia. Esta es la idea inicial con que el Papa Francisco abre Amoris Laetitia, su exhortación al amor en la familia. El amor alegre y vivificante de la familia surge de la experiencia del amor gozoso y vivificante de Dios. La enseñanza de la Iglesia sobre la familia, por lo tanto, es en sí misma un acto gozoso. Porque esa enseñanza es, en primer lugar, la proclamación apasionada del "Evangelio de la familia", la verdad simple pero profunda de que Dios ama a todas las personas en y a través de la familia. El Papa Francisco advierte que demasiados comentarios sobre estos temas reflejan "un deseo inmoderado de cambio total sin suficiente reflexión o fundamento", o "una actitud que resolvería todo aplicando reglas generales o derivando conclusiones indebidas de consideraciones teológicas particulares". El Papa rechaza ambos.

DESARROLLO. Capítulo 1 Después de la introducción, el Papa Francisco comienza sus reflexiones señalando que la Biblia está llena de familias, nacimientos, historias de amor y crisis familiares. La pareja que ama y engendra vida es un verdadero icono vivo, dice el Papa, capaz de revelar a Dios. En este capítulo se nos dice que Dios se nos revela como una "comunión de amor", es decir, como tres "personas" distintas que dan todo y reciben todo el uno del otro: Padre, Hijo y Espíritu Santo . La familia también está llamada a ser una comunión de amor. El Papa Francisco nos dice que un hombre y una mujer cuyo matrimonio se caracteriza por "entrega voluntaria en el amor", es una imagen única de Dios, "un verdadero icono viviente ... de la vida interior de Dios" La autodona debe explicarse detalladamente: significa el compromiso exclusivo de por vida entre sí y la apertura a una nueva vida. No se trata solo de sexualidad; también significa el respeto mutuo, la consideración y la apertura al autosacrificio que encarna la entrega sexual. El Papa Francisco habla de cómo hoy nuestras relaciones pueden convertirse fácilmente en "frenéticas y superficiales". No podemos dejar tiempo para expresar "una intimidad delicada y tierna" que debería caracterizar las relaciones familiares, pasar más tiempo, por ejemplo, involucrarse en las redes sociales que de una manera significativa entre ellas. Amoris Laetitia es un recordatorio oportuno de la ternura, una palabra importante para el Papa Francisco, que podemos y debemos experimentar en las relaciones familiares.

Capitulo 2

El Capítulo 2 refleja los resultados de las consultas que se han llevado a cabo en los últimos dos años y las deliberaciones de los obispos en los dos sínodos. El Papa Francisco quiere que la doctrina de la Iglesia y la práctica pastoral acepten seriamente los desafíos experimentados por las familias, especialmente las que están en la periferia de la sociedad. y él los identifica aquí y los comenta con detalle. El Papa Francisco no se enfoca solo en los llamados temas candentes: anticoncepción, fluidez de género, matrimonio entre personas del mismo sexo. También habla de la amenaza para el matrimonio y la familia causada por el abuso de sustancias, el desempleo, la migración y otros problemas que hemos enumerado anteriormente. Sin embargo, él es fuerte en su condena de lo que él llama la "deconstrucción legal de la familia". La posición de la Iglesia sobre estos temas no tiene la intención de ser cruel o dañina y el Papa quiere que seamos sensibles y solidarios con las personas en todas las situaciones y relaciones. Al mismo tiempo, quiere que la Iglesia atestigüe la autenticidad del matrimonio como posible solo entre un hombre y una mujer en una unión indisoluble, porque solo tales uniones pueden ser "compromisos estables que den fruto en la vida nueva". Sindicatos que son "temporales o cerrados a la transmisión de la vida", lo que él llama uniones "de facto", incluido el mismo sexo, no puede "garantizar el futuro de la sociedad", aunque pueden ofrecer cierta estabilidad a las personas involucradas en ellas, y esto debe ser reconocido.

Capitulo 3 El Capítulo 3 llega al corazón de las buenas nuevas que la Iglesia tiene para ofrecer a las familias. También identifica el papel indispensable de la familia en la misión de la Iglesia. El Papa Francisco habla fuertemente sobre la indisolubilidad del matrimonio, la santidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, el matrimonio como posible solo entre un hombre y una mujer, y la apertura a la transmisión de una nueva vida como característica esencial de la unión sexual conyugal. A lo largo de Amoris Laetitia, vemos que el Papa Francisco tiene el ideal del matrimonio y la familia ante nosotros como algo que se debe buscar activamente con la ayuda de la gracia de Dios. Al mismo tiempo, reconoce que, en realidad, nuestras vidas no pueden alcanzar este ideal. Él quiere alentarnos en tales situaciones para que no nos rindamos ni caigamos en la desesperación. A pesar de sus debilidades, nos dice, las familias pueden convertirse en una luz en la oscuridad.

Capitulo 4 Este es un capítulo notable sobre la naturaleza del amor conyugal y explica por qué ese amor es

un "icono del amor de Dios por nosotros". Al mismo tiempo, el Papa Francisco es realista. Él dice que "no hay necesidad de imponer a dos personas limitadas la tremenda carga de tener que reproducir perfectamente la unión existente entre Cristo y su Iglesia". Convertirse en un espejo del amor de Dios es algo que solo sucede a través del tiempo y mediante la cooperación con la gracia de Dios. El Papa Francisco hace una clara distinción entre el amor verdadero, que dice que es "la mejor forma de amistad"y que atesora la belleza interior y la alegría sobre la apariencia física y el placer con lo que él llama "individualismo adolescente". El Papa Francisco deja muy clara la necesidad del respeto mutuo entre los cónyuges con respecto al acto sexual y rechaza en particular cualquier subyugación a este respecto de las mujeres por los hombres. El Papa Francisco también explora en este capítulo el valor de la virginidad y el celibato. Estos deben ser entendidos como formas particulares de amor. En el pasado, a veces se los consideraba superiores al matrimonio, pero el Papa Francisco rápidamente rechaza esto y desalienta cualquier intento de jugar el uno contra el otro. Tanto el celibato como el matrimonio encarnan diferentes aspectos del único amor de Dios por su pueblo. Finalmente, a medida que las parejas envejecen, deben reafirmar su amor mutuo al "buscar constantemente nuevas formas de fortalecerse". "Amamos a la otra persona por lo que es", dice el Papa Francisco, "y no simplemente por su cuerpo". Dios acompaña a las parejas a través de las diferentes etapas de sus vidas para que puedan regocijarse "en cada nuevo paso y en cada nueva etapa".

Capitulo 5 El Papa refleja su preocupación de que la sociedad de hoy se ve atrapada por la autoabsorción y el individualismo. Gran parte de lo que escuchamos en la sociedad y especialmente en los medios tiende a premiar la autorrealización y la autorrealización por encima de todo. Los cristianos consideran que la autorrealización es importante: "La gloria de Dios", según San Ireneo, "es el hombre plenamente vivo". Sin embargo, como los cristianos lo ven, la verdadera autorrealización solo viene a través del autosacrificio, es decir, a través de la voluntad de dar nuestras vidas el uno al otro. En este capítulo, el Papa Francisco reflexiona sobre lo que significa el amor abnegado en el contexto de las diversas relaciones familiares: hijo, padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana, ancianos y familia política. Mientras que en Occidente muy a menudo nuestro concepto de lo que forma una familia se ha reducido, en el sur global, África, América Latina y Asia, donde la mayoría de los católicos vive ahora, la familia todavía se piensa en términos de una red extendida de relaciones . El Papa Francisco es muy consciente de la importancia de las relaciones

a través de las generaciones, por ejemplo, entre los niños y sus abuelos, y tenemos mucho que aprender de su profundo respeto por el papel de los ancianos en la vida de los jóvenes. El Papa Francisco habla en detalle en este capítulo sobre los roles distintivos de padres y madres y cómo un niño tiene el derecho natural de ser criado por ambos. Esto no siempre es posible, y en tales casos, las familias y las comunidades lo compensan generosamente. El Papa Francisco es muy alentador con los padres adoptivos y adoptivos.

Capitulo 6 En Amoris Laetitia, estamos mirando a la familia principalmente a través de la lente de la misión. La pregunta clave que enfrentamos como Iglesia es ayudar a las personas a darse cuenta de que "el Evangelio de la familia responde a las expectativas más profundas de la persona humana ...". El Papa Francisco está convencido de que la Iglesia Católica está "proponiendo valores que son claramente necesarios hoy en día, incluso en los países más secularizados" . Este capítulo exige un nuevo examen radical por parte de las autoridades eclesiásticas de la calidad tanto de la formación inicial como del apoyo continuo que brinda a las parejas casadas. Reconoce que la formación de sacerdotes y otras personas dedicadas al ministerio familiar también debe ser revisada. El Papa Francisco discute aquí lo que significa la paternidad responsable. Vivimos en un contexto cultural que, como hemos visto, tiende a privilegiar la libertad personal por encima de todo y puede ser "hostil a la vida". Las parejas necesitan ayuda para tomar decisiones conscientes con respecto a tener hijos. El Papa Francisco escribió antes, "formar conciencias, no reemplazarlas". Las enseñanzas del Vaticano II sobre la conciencia se repiten aquí: "el núcleo y el santuario más secretos de una persona". Allí cada uno está solo con Dios, cuya voz resuena en las profundidades del corazón ".

Capitulo 7 El Papa Francisco se enfoca en la educación en este capítulo. El Papa Francisco enfatiza que, por encima de todo, los padres necesitan pasar tiempo de calidad con sus hijos y no hay sustituto para esto. Los padres a menudo se preocupan hoy sobre dónde están físicamente sus hijos y están preocupados de protegerlos de daños corporales. El Papa Francisco quiere que los padres estén igualmente preocupados acerca de dónde están sus hijos existencialmente, es decir, en términos de su crecimiento personal y madurez. El Papa Francisco también enfatiza la necesidad de una educación en la esperanza. Él repite este

sentimiento aquí, haciendo un llamado a las familias para que brinden a los jóvenes una sensación de confianza en el futuro, la paciencia necesaria para alcanzar los objetivos a largo plazo y la autodisciplina necesaria para diferir la satisfacción inmediata o la gratificación para lograrlos. Esto es necesario porque el estrés de los rápidos avances tecnológicos crea la falsa impresión de que todo se debe lograr de inmediato o no se puede lograr en absoluto. Los padres también tienen la responsabilidad de garantizar que la educación sexual que reciben sus hijos en las escuelas concuerde con sus valores religiosos.

Capitulo 8 Amoris Laetitia es un intento de llevar la realidad del amor de Dios a las realidades frecuentemente dolorosas de la vida familiar, realidades en las que se centra este capítulo. Cuando se trata de la controvertida cuestión de si las personas en uniones "irregulares" pueden ir a la comunión, el Papa Francisco detalla varias formas en que la ruptura matrimonial y el divorcio rompen la comunión y requieren arrepentimiento y reconciliación. Antes que nada, debe haber aceptación de que objetivamente el divorcio es incorrecto. Si las personas niegan esto, entonces el Papa declara sin rodeos que se han separado de la comunidad cristiana. El Papa también ha pedido a las personas en situaciones irregulares que hagan todo lo posible para remediar su situación y ha enmendado los procedimientos con respecto a la anulación para que sean más sencillos. En Amoris Laetitia, el Papa Francisco quiere que reconozcamos que la conciencia tiene un papel definitorio en este encuentro personal. Anteriormente, dijo que la Iglesia no siempre ha hecho lo suficiente para "hacer lugar a las conciencias de los fieles", lo que sugiere que ha habido una tendencia a reemplazar las conciencias en lugar de formarlas.

Capitulo 9 Amoris Laetitia termina con una reflexión sobre la espiritualidad de la familia. Solía ser un dicho común: la familia que reza junta permanece unida. Hoy en día, en muchas familias el desafío parece ser encontrar tiempo de calidad para cualquier forma de vida común, y mucho menos para la oración familiar. Amoris Laetitia es un llamado a las familias para que reconsideren esto y tomen decisiones deliberadas que mejorarán la calidad de vida familiar. En Amoris Laetitia, el Papa Francisco subraya el valor de tratar de reclamar el domingo como un día familiar y que debe ser esa fuente semanal de alimento y renovación que permita a la familia cumplir su misión como Iglesia doméstica. Las relaciones, ya sea entre amigos, entre cónyuges, entre hijos y sus padres, pueden fracasar si les exigimos lo que solo Dios puede darnos. Esta es la

razón por la que el Papa Francisco exige un "realismo espiritual", particularmente entre los cónyuges. El Papa Francisco nos recuerda al concluir que Amoris Laetitia "nadie más que Dios puede presumir de hacerse cargo del núcleo más profundo y personal del ser amado; solo él puede ser el centro supremo de nuestras vidas. Esta es una idea muy importante que debemos comprender.

CONCLUSION La Iglesia forma una parte crítica de esa realidad. Pero la Iglesia no siempre ha apoyado a las familias, argumenta el Papa. A veces carente de humildad y realismo, la Iglesia con demasiada frecuencia ha estado contenta "simplemente denunciando los males actuales", buscando "imponer reglas por pura autoridad". Al apartarnos de tales actitudes, Francisco constantemente redirige nuestra atención a la belleza y la alegría de la vida matrimonial y la familia. Como se puede entender fácilmente a partir de una revisión rápida de sus contenidos, la exhortación apostólica Amoris Laetitia busca enfáticamente afirmar no la "familia ideal" sino la muy rica y compleja realidad de la vida familiar. Sus páginas proporcionan una mirada de corazón abierto, profundamente positiva, que se nutre no con abstracciones o proyecciones ideales, sino con atención pastoral a la realidad.

APRECIACIÓN PERSONAL Un hogar cristiano debe ser uno que siempre tenga una puerta abierta para los débiles y vulnerables; no solo una puerta abierta, sino también una fuente de celo misionero para salir a buscar a los perdidos e invitarlos a su hogar. Como seres humanos, tenemos la necesidad de ser amados infinitamente. Es una necesidad que solo Dios puede satisfacer. Siempre existe el peligro de que hagamos demandas a otras personas que son injustas e incluso imposibles de cumplir. También podemos buscar el cumplimiento de nosotros mismos a través de las vidas de los demás. Esto también puede arruinar una amistad o una relación. El libro es una lectura cercana de la vida familiar, con ideas espirituales y sabiduría práctica útil para cada pareja humana o personas que desean formar una familia. Sobre todo, es evidentemente el resultado de la atención a lo que la gente ha vivido durante muchos años.

BIBLIOGRAFIA Francisco, P. (2016). Amoris Laetitia. El Vaticano...