TEMA 2 TeorÍas - Resumen Teorías de la criminalidad PDF

Title TEMA 2 TeorÍas - Resumen Teorías de la criminalidad
Author Rosa Torrado Andrés
Course TEORÍAS DE LA CRIMINALIDAD
Institution Universidad Pablo de Olavide
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Teorías de la criminalidad...


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Teorías de la criminalidad Tema 2: Delincuente nato a psicópatas Rosa Torrado Andrés

TEMA 2: DEL DELINCUENTE NATO A LAS PERSONALIDADES PSICOPÁTICAS 1. LA CRIMINOLOGÍA COMO DISCIPLINA EMPÍRICA: EL POSITIVISMO CRIMINOLÓGICO Y LA “LUCHA DE ESCUELAS” Con el positivismo nace la Criminología como disciplina empírico-científica. La Escuela clásica había conseguido importantes avances en la ciencia del Derecho penal y las garantías penales y procesales de los presuntos delincuentes. Sin embargo, los códigos penales no habían podido disminuir la criminalidad habiéndose incrementado la reincidencia. Los positivistas se ocuparían principalmente del delincuente, así como de las causas de la criminalidad. La característica diferencial esencial del positivismo criminológico reside en el método positivo, empírico, que trata de someter constantemente la imaginación a la observación y los fenómenos sociales a las leyes de la naturaleza. La teoría del contrato social y de la función preventiva de la pena propias de la Ilustración no se consideraban suficientes para fundamentar positivamente el nuevo orden social burgués industrial. La función legitimadora que asume el positivismo, explicaría su teoría de la pena, en la que se le concede prioridad a la protección eficaz del orden social, frente al planteamiento ilustrado, más centrado en metas retribucionistas, disuasorias o de reforma del delincuente. Surge así la defensa del rigor, de la pena de muerte, evocándose incluso la ley de la “selección natural de las especies” para justificar esta última. Se parte del principio de diversidad del hombre delincuente, considerando al criminal cualitativamente como un individuo patológico, distinto del ciudadano “normal”. Siguiendo a GARCÍA PABLOS DE MOLINA, puede decirse que el positivismo criminológico abriría tres frentes de debate doctrinal: 1- Lucha de Escuelas. En primer lugar, el primer frente de discusión lo constituiría la diferencia de postulados con la Escuela Clásica que trataba de contemplar el crimen con un método abstracto, formal y deductivo, frente al lema positivista “abajo el silogismo”. 2- Diferentes direcciones en la Escuela Positivista. En segundo lugar, dentro de la propia Escuela Positiva existen diferencias entre quienes explican el delito como producto de una predisposición biológica del individuo (dirección antropobiológica) y quienes valoran la incidencia etiológica de los valores sociales (dirección sociológica). 3- Escuelas No Positivistas. El último frente de debate surgiría con las escuelas no positivistas, como la Escuela de Lyon. Por lo tanto, la Escuela Positiva se presenta como una superación del liberalismo individualista clásico, en demanda de una eficaz defensa de la sociedad. Fundamenta el derecho a castigar en la necesidad de la conservación social y no en la mera utilidad, anteponiendo los derechos de los honrados a los derechos de los delincuentes. Las diferencias principales con la denominada Escuela clásica serían las siguientes: 1) Distinto enfoque en el estudio de la criminalidad Mientras que para la Escuela Clásica el delito es solo un ente jurídico abstracto, para el positivismo criminológico el delito es un hecho real, natural, empírico, histórico y concreto. 2) Distinta concepción del delito • Por su orientación garantista, la Escuela Clásica acataba la definición legal de delito, mientras que los positivistas entienden que la esencia del crimen no se agotaría en la violación de la norma jurídica, sino que hay que elaborar un concepto natural de delito, de base sociológica como sinónimo de comportamiento antisocial. • La lucha contra el delito es para el positivismo, la lucha contra las causas del delito. No obstante, el positivismo criminológico profesa una concepción clasista y discriminatoria del orden social, de acuerdo con el mito de la “diversidad” del delincuente. 3) Estudio de la figura del delincuente • Los clásicos se basan en el binomio delito-pena, mientras que los positivistas mantienen que no existe el delito sino el delincuente. • El estudio del delincuente positivista es esencialmente fenomenológico, tipológico, dando lugar a clasificaciones, de tal manera que para la escuela positiva no se castiga el hecho, el delito, sino al autor. El

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criterio de la medida del castigo lo da la peligrosidad del delincuente no la gravedad objetiva de la conducta que tiene mero valor indiciario. 4) Posición determinista • La Escuela Clásica afirmaba el libre albedrío del hombre, mientras que el positivismo es determinista, la libertad humana es una ilusión subjetiva. • La conducta del hombre se encuentra sometida a la ley de la causalidad y determinada por un complejo de procesos físicos y sociales. El hecho de vivir en sociedad sería lo que fundamenta la responsabilidad criminal de quien infringe las leyes (principio de responsabilidad social). 5) Defensa de la prevención especial El positivismo antepone la eficaz defensa de la sociedad al garantismo individualista, con lo que se desconfía de la eficacia de la prevención general y se aspira fundamentalmente a una adecuada prevención especial, procurando que el ciudadano no reincida, a través de un sistema de medidas y tratamientos de readaptación según las características de cada delincuente concreto. Cobra importancia el arbitrio judicial y penitenciario (principios de individualización de la pena) y sus formulaciones más extremas incluso renuncian al nullum crimen sine lege a favor de la labor de especialistas no judiciales (sociólogos, psicólogos, etc.). 1.1. La Scuola Positiva italiana La consagración definitiva de la Criminología positiva surge en el último tercio del siglo XIX con la denominada “Escuela italiana” cuyos principales representantes serían LOMBROSO, FERRI y GARÓFALO. a) Lombroso (1835-1909) LOMBROSO fue médico de profesión y por distintas condiciones relacionadas con su ejercicio tuvo un gran contacto con delincuentes. Partiendo del método experimental y del pensamiento de Cattaneo, adoptó la premisa de que hay un verdadero mundo intermedio entre el vicio y la locura, que se llama delito. En 1876 publicó L’uomo delinquente, que comenzaría con el examen minucioso y completo de una muestra de 66 cráneos de delincuentes italianos y seguiría con el examen también de la antropometría y fisonomía de otros delincuentes, todos ellos italianos, recogiendo mediciones de diversas variables. La tipología lombrosiana se consolidaría en su obra, y estaría integrada por seis miembros: 1. El delincuente nato (Atavismo). 2. El delincuente loco moral (Morbo). 3. El delincuente epiléptico (Epilepsia). 4. El delincuente loco: a) Alienado b) Alcohólico c) Histérico d) Mattoide. 5. El delincuente ocasional: a) Pseudocriminales b) Criminaloides c) Habituales. 6. El delincuente pasional. a.1. El atavismo (delincuente nato) La teoría del criminal nato, es sin duda, la más conocida y la más criticada y comentada de LOMBROSO. Antes de pensar incluso en criminales, LOMBROSO ya había realizado algunos estudios sobre las diferencias existentes entre los considerados “salvajes” y “civilizados”, estudiando las diferencias antropológicas más sobresalientes entre las diversas razas. Para LOMBROSO criminales y no criminales se distinguirían por anomalías y estigmas de origen atávico o degenerativo, considerando al delincuente como un ser atávico producto de la regresión a estadios primitivos de la humanidad. En este sentido, posteriormente LOMBROSO haría referencia a la teoría de la degeneración, la condición patológica y enfermiza del delincuente. Se consideraría que el delincuente nato sería una variedad que reproducen los caracteres propios de sus antepasados en línea recta hasta los animales (teoría atávicodegenerativa). La idea del atavismo aparece estrechamente unida a la figura del delincuente nato, ya que delincuentes y no delincuentes se distinguirían entre sí en virtud de una rica gama de anomalías o estigmas de origen atávico o degenerativo. El delincuente sería una especie de “subhombre” o especie distinta e inferior al Homo Sapiens.

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Asimismo, estudió el delito y la prostitución entre los “salvajes” encontrando que éstos serían hombres sin pudor, que se prostituyen con gran facilidad que viven en promiscuidad, que cometen fácilmente homicidios. Examina igualmente la cuestión del canibalismo por necesidad, religión, prejuicio, guerra, etc. Verificó cómo muchas de estas características serían comunes al tipo del delincuente nato, comparando a éste con un salvaje, al cual le gusta tatuarse, los amuletos, y muestra preferencia por los colores primarios, etc. Por otro lado, su segunda comparación sería con los niños, los cuales considera que están en una etapa anterior de lo que sería la normal evolución del hombre. El delincuente nato sería como un “niño”, reaccionado en forma infantil, no teniendo control adecuado sobre sus emociones y siendo notablemente cruel. Algunas de las características psicológicas, biológicas y sociales de este delincuente nato serían: 1- Gran frecuencia en el tatuaje (en su mayoría obscenos). 2- Umbral al dolor alto (analgesia). 3- En su mayoría presentación de mancinismo (zurdos). 4- Aplanamiento afectivo (indiferencia). 5- Intentos de suicidio. 6- Inestabilidad afectiva. 7- Narcisismo. 8- Venganza y crueldad. 9- Hedonismo (juego, sexo, alcohol, orgías, etc.). 10- Su peligrosidad se demostraría por su alta reincidencia y su tendencia a la asociación con otros criminales para formar bandas, siguiendo códigos de conducta muy estrictos entre los que rigen leyes como la omertá (silencio). a.2. El loco moral (Morbo) LOMBROSO define al loco moral como “una especie de idiota moral, que no puede elevarse a comprender el sentimiento moral”. Los clasifica de “ciegos morales” porque falta en ellos la facultad de utilizar nociones de estética, de moral, mientras que la noción de interés personal, de lo útil o de lo deseado puede ser normal, presentando un frío egoísmo que reniega de lo bello y de lo bueno. Indica que los locos morales se dan con poca frecuencia en los manicomios y con gran frecuencia en las cárceles y en los prostíbulos. Son seres muy astutos por lo tanto rehúsan a usar el tatuaje al ser una distinción criminal. Pueden indicarse los siguientes rasgos de este tipo de delincuente:  Presentan corpulencia física, astucia, precocidad sexual, incapacidad para la vida en familia, vanidad morbosa, inteligencia natural intacta y desfachatez en la comisión arrogante de hechos criminales.  Astenia, pereza para el trabajo, en contraste con la actividad exagerada en las orgías y en el mal.  Son hábiles en la simulación de la locura.  Tanto el delincuente nato como el loco moral, datan de la infancia o de la pubertad. Algunos conceptos lombrosianos han sobrevivido con caracterización y nombre diferentes: psicosis, personalidad psicopática o perversa o como síntomas de verdaderas psicosis o neurosis. a.3. El delincuente epiléptico Se trataba de un tipo de homicidas que después de haber cometido el delito se quedaban tan tranquilos y sin aparentes remordimientos, afirmando los delincuentes en un momento dado que “vieron rojo”, “perdieron por completo el control” o “les temblaría la cabeza” sintiendo “vértigo”. LOMBROSO encuentra entonces una tercera forma de criminalidad, llegándose así al denominado “trípode lombrosiano”. En este caso serían sujetos que no padecerían de ninguna enfermedad mental declarada ni estado alcohólico. Pueden resaltarse las siguientes características de los delincuentes epilépticos: - Tendencia a la vagancia, en ocasiones con largas deambulaciones involuntarias. - Amor a los animales. - Sonambulismo. - Obscenidad (masturbación, homosexualidad y depravación). - Destructividad. - Canibalismo. - Doble personalidad al escribir. - Tendencia a asociarse.

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LOMBROSO admite dos tipos de epilepsia, la denominada epilepsia real y la llamada “epilepsia larvada”. La primera sería aquella en la cual hay ataques, el sujeto cae al suelo, echa espuma por la boca, tiene movimientos desordenados y compulsivos, llega a morderse la lengua, etc. En cambio, en la segunda, no hay ataque, pero sí tendría las características señaladas anteriormente. Para LOMBROSO la epilepsia larvada sería incluso más peligrosa que la locura moral. Considera que la epilepsia y la locura moral estarían conectadas íntimamente, pudiéndose considerar ambas como anomalías constitucionales del desarrollo de la personalidad, siendo fácil asociarse. LOMBROSO integra su teoría en el llamado trípode Lombrosiano, uniendo el atavismo, el morbo y la epilepsia. El sujeto atávico, al no poder evolucionar no adquiriría el sentido moral, convirtiéndose en loco moral. Se considera que el criminal nato puede ser explicado como un ser atávico que no ha evolucionado, como un ser primitivo, como un niño; este criminal sería idéntico al loco moral, el cual sería un ser morboso un enfermo, y el trípode finalizaría con una explicación única en cuanto que éste tipo de delincuentes tendría algunas formas epilépticas que producirían disfunciones cerebrales. La epilepsia es considerada por LOMBROSO como una lesión de los centros cerebrales que regulan la vida moral del individuo. Habría que entender que el concepto de epilepsia lombrosiano posiblemente no coincida con los conceptos actuales de epilepsia. a.4. El delincuente pazzo (loco) El interés de LOMBROSO por los enfermos mentales, por las causas psiquiátricas del delito se puso de relieve en su preocupación por notar que en las cárceles existían muchos enfermos mentales, luchando por la formación de los primeros manicomios para criminales. LOMBROSO diferencia entre los delincuentes locos y los locos delincuentes, siendo estos últimos los enfermos dementes, sin capacidad de entender ni de querer, que cometen algún crimen sin saber lo que hacen. Por el contrario, el delincuente loco sabe que ha cometido un delito y después enloquecería en prisión. Dentro de los delincuentes locos se distinguen las siguientes categorías: a) El delincuente alienado. Lo que pretende LOMBROSO es separar al delincuente del alienado, encontrando gran dificultad. Considera que sería imprescindible la creación de manicomios criminales, ya que habría que evitar que estos individuos se quedasen en prisión o en libertad con el peligro social correspondiente. b) El delincuente alcohólico. El alcohol sería un excitante que paraliza los sentimientos más nobles y transforma el cerebro. Estos sujetos muestran una extraña indiferencia de su estado y de su propia vida, manifestando a veces impulsos violentos. Mostrarían un profundo sueño después de cometer el delito, no siendo raras las amnesias después del furor alcohólico, en ocasiones llegando al suicidio. Estudió diversas formas de alcoholismo como el hereditario, el complicado con otras enfermedades, el crónico, el delirium tremens, etc. c) El delincuente histérico. Este tipo de delincuentes sería más común en las mujeres que en los hombres. El carácter presentaría egoísmo, en una complacencia de sí mismos que indican que estén deseosos del escándalo. Asimismo, se daría impresionabilidad, transformándose por casi nada en coléricos, feroces, fáciles a simpatías y antipatías súbitas, e irracionales y necesidad de mentir. d) El Mattoide (“locoide”). Este tipo de delincuente es un loco, si bien de un género peculiar. Se caracterizaría por la abundancia de sus escritos, en los que vertería ideas estrambóticas, lejanas de la grandiosidad del genio, pero no menos de las del hombre normal. a.5. El delincuente ocasional Este tipo de delincuentes ocasionales no respondería a un único modelo homogéneo, sino que presentaría diversas variantes: a. Pseudocriminales. Se admiten diversas formas, como aquellos que cometerían delitos involuntarios o en los que no existe ninguna perversidad (duelos) pero son considerados delitos por la Ley. b. Criminaloides. En esta ocasión, serían las circunstancias las que los empujarían al delito, son sujetos con cierta predisposición, pero que no hubieran llegado al delito de no haberse presentado la oportunidad, con tendencia a la imitación de otras conductas. c. Habituales. Serian aquellos sujetos que en lugar de tener una educación en la familia o la escuela reciben una instrucción criminógena; la pobreza o la estancia en prisión los transforma en criminales.

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a.6. Pasionales Sus delitos parten de la violencia de alguna pasión. Son bellos en su fisonomía, presentan amnesia solo en el momento del delito y posterior conmoción tras cometerlo. El móvil en el delincuente pasional es una pasión noble, distinguiéndose de las bajas pasiones que impulsan a delinquir a los delincuentes comunes. a.7. La mujer delincuente LOMBROSO escribe en colaboración con FERRERO “La donna delinquente” hablando en el mismo de la delincuente nata, y sus paralelos con la epiléptica y la loca moral, perfilando además a la delincuente alienada, la pasional y la ocasional. Considera, sin embargo, la teoría de la prostitución como equivalencia del crimen, pensando que mientras que el hombre para satisfacer sus impulsos que no puede realizar legítimamente tiene que recurrir al crimen, la mujer tiene una segunda salida menos arriesgada que sería la prostitución. LOMBROSO y FERRERO localizan en la prostituta mayor número de atavismos y de deformaciones que en la ladrona. b) Crítica a la obra de Lombroso Se ha señalado por los especialistas, que en el L’uomo delinquente, se establece un nexo entre criminales y hombre primitivos, pero en ningún momento se compara efectivamente las características de los cráneos de los delincuentes con la de los cráneos fósiles. Asimismo, se ha destacado el pobre tratamiento estadístico de los datos, ya que se compara valores interpoblacionales e intrapoblacionales sin hacer mayores distinciones, así como sólo se tienen en cuenta valores medios y no las desviaciones. LOMBROSO reconoció el trasfondo cultural del crimen por lo que no se sintió vinculado a la definición legal ni a las calificaciones jurídico-penales del mismo. Desde su punto de vista, tanto el delito como la pena son fenómenos naturales inevitables, que surgen como consecuencia de la vida social y la pena encuentra su legitimidad en el derecho de la sociedad a defenderse. La teoría de la pena de LOMBROSO se articula en función de la tipología criminal del delincuente concreto y no del crimen abstracto, por ello reclama un tratamiento individualizador que se ajuste a las características de cada caso. Se declara partidario de la sentencia indeterminada y de la necesidad de encomendar a comisiones de expertos (antropólogos) la administración penal como una continuación lógica del trabajo del juez. Los discípulos más conocidos de LOMBROSO fueron FERRI Y GARÓFALO. El primero de ellos publicó su Sociología Criminal atribuyéndole un mayor valor en la etiología de la delincuencia a factores sociales, económicos y políticos. Para FERRI la Criminología tenía que estudiar la delincuencia tanto en su condición de hecho individual como en la de fenómeno social, con el propósito de que el Estado pudiera adoptar medidas prácticas para su control, preventivas o represivas. Para GARÓFALO, en su obra Criminología, el origen de la delincuencia se hallaba en una deficiencia psíquica o moral, de carácter hereditario que tenía como resultado una falta de desarrollo de sentimientos altruistas y una incapacidad para adaptarse a la vida en sociedad. Para ello creía justo que la sociedad se defendiera de la delincuencia, aunque fuera necesario eliminar a los peligrosos para la comunidad y ayudar a la selección natural para conseguir una sociedad más sana. Llegó a admitir desde la pena de muerte hasta la reclusión de los delincuentes en colonias remotas. 1.2. Algunas consideraciones sobre el positivismo criminológico en España El positivismo se conoció en España años más tarde de la aparición de la obra L’uomo delinquente de LOMBROSO. Los primeros penalistas como VALDÉS RUBIO, aferrándose al libre albedrío ...


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