Weber 1 Método interpretativo y teoría de la acción PDF

Title Weber 1 Método interpretativo y teoría de la acción
Author Pablo Ordóñez
Course Teoría Social y Política
Institution Universidad Carlos III de Madrid
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Max Weber (1864-1920) Weber fue un jurista, economista aficionado, historiador y, finalmente, sociólogo. No solo lideró el proceso de institucionalización de la sociología como disciplina, sino que realizó una immensa contribución a distintas ramas de la sociología. Entre estas, la teoría de la acción, la sociología de las organizaciones, el estudio comparado de las religiones, la teoría del estado, la teoría del capitalismo, la sociología urbana y la sociología comparada. Weber empieza a interesarse por la sociología allá por 1906-1908. La sociología para él necesita todavía definir su objeto y su metodología de manera clara. El considera que pertenece a las llamadas ciencias de la cultura y no a las ciencias naturales. I-La sociología interpretativa El objeto distintivo y principal, pero no exclusivo, de la sociología debe ser la interpretación de la acción social. Es decir, en lugar de buscar factores externos capaces de desencadenar determinados comportamientos, la sociología debe invertir sus esfuerzos en descubrir el sentido que le dan los propios actores a sus acciones y el papel que juegan otras personas en orientarlas. Weber resalta que no se trata de profundizar en los motivos inconscientes que orientan la acción, como haría la psicología, sino en los motivos conscientes. II-La teoría de la acción en Max Weber El objeto de interpretación en la sociología weberiana es la acción social. La acción social puede ser concebida como un conjunto de acciones relativamente uniformes ejecutadas por conjuntos de individuos y estilizadas de manera a constituir tipos ideales. Un ejemplo de tipo ideal de acción social lo constituye el llamado "espíritu del capitalismo" al que estas notas se refieren más abajo. 1. Tipos de acción. Weber describe una serie de tipos de acción. Con esta lista Weber no pretende ni proporcionar una lista exhaustiva de dichos tipos ni que el comportamiento concreto de los individuos encaje de modo preciso y exclusivo en cada uno de dichos tipos. De hecho, asume que la mayoría de los comportamientos concretos de los individuos contienen elementos de distintos tipos de acción. a. Acción racional (acción precedida del cálculo) Weber distingue entre acción racional, acción tradicional y acción afectiva (o emocional). La característica principal de la acción racional es que va precedida del cálculo sobre el significado de distintas alternativas de comportamiento. Es decir, el individuo antes de emprender una acción calcula en qué medida dicha acción se adecúa a determinados criterios de actuación o contribuye a alcanzar determinados objetivos. Dentro de la acción racional, distingue en aquella que está orientada a fines y aquella que está orientada por valores.

-Acción racional orientada a fines (también conocida como acción instrumental): Es un tipo de acción guiada hacia la consecución de un objetivo. Los individuos consideran distintas alternativas de comportamiento, calculan en qué medida cada una de ellas les ayuda a conseguir dicho objetivo y a qué precio (ej. esfuerzo, talento, dinero) y eligen aquella que, una vez tenidos en cuenta los costes de cualquier curso de acción, maximiza la posibilidad de alcanzar dicho objetivo. La racionalidad orientada a fines puede aplicarse también a la selección de fines misma. Consiste, por ejemplo, en dar prioridad a aquel fin que uno estima poder alcanzar con mayor probabilidad; o en dar prioridad a aquel que uno estima procurará mayor satisfacción. -Acción racional orientada a valores: Es un tipo de acción donde los valores que las personas tienen orientan su comportamiento en uno u otro sentido. Ejemplos de valores que pueden determinar el curso de acción estarían el sentido de obligación hacia los demás, el espíritu meritocrático, los valores religiosos. La acción racional orientada a valores es aplicable tanto a la elección de medios para alcanzar un objetivo como a la decisión de perseguir uno u otro objetivo. Aunque hay veces en que valores y fines, valores y medios están alineados (ej. son consistentes), hay otras ocasiones en que la acción racional orientada a fines puede entrar en conflicto con la acción orientada a valores. Ejemplo: Pensemos en una estudiante que se está preparando para la selectividad. Cabe la posibilidad de que esta estudiante llegue a la conclusión de que estrategia óptima para conseguir la nota a la que aspira sea sobornar a los funcionarios que guardan las preguntas de los exámenes para que se las comuniquen con varios días de antelación. Sin embargo, este tipo de comportamiento iría en contra de la importancia que esta estudiante le otorga a la honestidad. Si al final decide proceder con el soborno, diremos que su comportamiento se ha guiado por la racionalidad instrumental. Si en cambio decide estudiar más y dejar pasar la oportunidad de sobornar a los funcionarios, diremos que su comportamiento se ha guiado por la racionalidad orientada a valores. Otro ejemplo: Pensemos en una persona a la que nada le produce más felicidad que la riqueza. Sin embargo, en su escala de valores, el rendimiento académico de los hijos es lo más importante. Un comportamiento guiado por la racionalidad instrumental sería aquel que se guía fundamentalmente por la obtención de más riqueza, aunque esto suponga desatender las tareas escolares de los hijos. Un comportamiento guiado por la racionalidad orientada a valores consistiría en sacrificar el aumento de riqueza de manera a poder dedicar más tiempo a que los hijos saquen mejores notas en el colegio. b. Acción afectiva: Es la acción motivada, no por un cálculo racional, sino por las emociones. (ej. Besar por amor). El movimiento Romántico en la literatura, por ejemplo, abogaba y glorificaba este tipo de comportamiento. La acción afectiva se acerca a la acción racional orientada a valores cuando una persona elige de manera consciente el dejarse guiar por las emociones simplemente porque considera

que estas deban ser la guía del comportamiento. En otro extremo, la acción afectiva deja de ser acción en la medida en que el agente no sea consciente del papel de una determinada emoción en la explicación de su comportamiento. Un ejemplo sería la persona que por acción refleja y llevada por la ira arroja un jarrón a la pared. c. Acción tradicional: Engloba a las acciones realizadas simplemente porque se piensa que es así como se hacen y se han hecho siempre las cosas. La acción tradicional se acerca a la acción racional orientada a valores si el agente de manera consciente y porque le otorga un gran valor, orienta su acción a la tradición. Se acerca al mero comportamiento si el agente no tiene conciencia de que hace lo que hace porque siempre lo ha hecho así o porque otros los han hecho siempre así. Es acción tradicional plena cuando una es consciente de que hace lo que hace porque siempre se ha hecho así pero no le otorga un valor especial a seguir la tradición. Weber nos dice que la acción casi siempre incluye elementos o consideraciones relacionadas con los cuatro tipos ideales de acción, pero no descarta la existencia de otros criterios adicionales. Asimismo, considera que el proceso histórico hacia una mayor racionalidad se refleja en la acción, en la medida en que la acción racional se impone a la tradición y la acción racional orientada a fines se impone a la acción racional orientada a valores.

Racional Resultado esperado de la

No Racional

No acción, mero comportamiento

Tradicional y Afectiva (sin mediar calculo o valoración, la tradición o las emociones guían la acción) (salvo cuando obedecer a la tradición o a las emociones traduce el especial valor que tiene para los agentes el dejar que tanto la tradición como las emociones dicten la acción, en cuyo caso la acción es acción orientada a valores).

Tradicional y Afectiva, cuando aún condicionando la acción, los agentes no son conscientes del papel que la tradición o las emociones juegan.

Orientada a fines

acciónacción Ejemplo 1: Me leí todas las lecturas porque concluí que era la mejor manera de conseguir una buena nota. Ejemplo 2: Decidí encaminar mis esfuerzos a ser una buena académica porque no sentía que tuviese talento para la música ( Ser una buena profesional en el futuroselección de una carrera determinada Factor (Valores, Tradición, Emoción)  Acción Ejemplo 4: Valores Le di una matrícula porque el trabajo es lo que más valoro y me pareció que ella había trabajado mucho más que los otros estudiantes a los que había dado un 9. Ejemplo 5: Tradición Compré el roscón como hago todos los años. Ejemplo 6: Afecto Le maté por celos Ejemplo 7: (Orientada a valores: la tradición como valor orienta la acción) Compré el roscón como todos los años porque pienso que es importante mantener las tradiciones navideñas. Ejemplo 8: (Orientada a valores: el afecto como valor orienta la acción) Compré la escultura en contra de la opinión de mis amigos, que no lo consideraban una buena inversión, porque creo que el juicio que debe guiar las decisiones respecto a la compra de objetos artísticos es la emoción que estos le provocan a uno.

Orientada a valores (salvo si lo que los agentes valoran es la utilidad de una determinada acción para alcanzar un objetivo, en cuyo caso, la acción orientada a valores es también una acción orientada a fines).

III-Ideas, Racionalidad, y Occidente Weber aplicará su concepción de la sociología y de los tipos de acción al estudio del capitalismo. Las preguntas que guían la trayectoria intelectual de Marx son "¿por qué la miseria obrera en la sociedad capitalista?", "¿por qué el conflicto entre obreros y capitalistas?", "¿qué es necesario para la emancipación de la clase obrera?". A estas preguntas, la respuesta de Marx es tajante: ‘La Explotación’, explotación que es inherente al capitalismo en su conjunto y a dos de sus instituciones centrales, la propiedad privada sobre los medios de producción y la mercantilización de la fuerza de trabajo. A Weber en cambio le interesa más otra pregunta, que no es otra que "¿A qué se debe el auge de Occidente en los siglos 18 y 19?" “¿A qué se debe que China, que hasta entonces había sido el país más rico y civilizado del mundo, se quedase atrás respecto a Occidente?” Su respuesta es que el auge de Occidente se debe al capitalismo y, dentro del capitalismo, a la racionalización de la actividad productiva, ejemplificada por la empresa racional, la mecanización y la división del trabajo. ¿A qué se debe la racionalización de la actividad productiva? Weber se vuelve a distanciar de Marx. Efectivamente, para Marx, la racionalización de la producción resulta de un proceso selectivo y adaptivo resultante de la competición económica que a su vez descansa sobre las dos instituciones clave del capitalismo, la propiedad privada y los mercados, así como sobre el afán de lucro de los seres humanos. Weber problematiza y desempaqueta el concepto de "afán de lucro". Primero distingue entre el afán de lucro en sí, universal, y la existencia en la sociedad de un tipo de persona cuyo carácter le hace comportarse de manera a no solo enriquecerse sino también a contribuir de manera incesante al aumento de la producción. La aparición y difusión de este tipo de personalidad y hábito de comportamiento al que Weber denomina “Espíritu del Capitalismo” es algo novedoso y la condición última del crecimiento económico en Occidente. Se caracteriza por rasgos de carácter como el trabajo incesante o el ahorro y, en el caso de los empresarios, el cálculo sistemático, la planificación rigurosa y la reinversión de beneficios en la propia empresa. Y ¿qué hace posible la aparición de este tipo de personalidad? Weber sugiere que este tipo de personalidad deriva de la internalización de un código ético, de unas normas de comportamiento, por parte de un segmento de la población que se había unido a sectas protestantes de carácter calvinista, como podían ser los metodistas, los cuáqueros, los presbiterianos, o los mormones. Este código ético prescribía a los miembros de dichas sectas: 1) una fe inquebrantable en Dios 2) una dedicación absoluta a comportarse a mayor gloria de Dios y 2b) una dedicación absoluta a la actividad con la que se ganaban la vida. El cumplimiento riguroso de dicho código ético era la mayor prueba que podían extraer los individuos de haber sido agraciados con la salvación. No cumplirlo de forma riguroso era en cambio una señal de que estaban destinados al purgatorio o al infierno.

Es importante aclarar que dicho código ético, que Weber denominará La Ética Protestante, no prescribía los tres comportamientos arriba señalados como manera de ganarse la salvación, sino como una señal del destino que les aguardaba al morir. Y ¿de dónde provenía este código ético? Aquí es donde entra en juego la sociología interpretativa. Weber propone que el desarrollo e internalización de este código ético proviene de la interpretación singular que algunas sectas protestantes habían realizado de los textos bíblicos, una interpretación que resaltaba dos ideas: la idea de predestinación y la idea del trabajo como vocación. La doctrina de la predestinación decía a los cristianos que Dios ya tenía decidido qué individuos alcanzarían la salvación y qué individuos estaban condenados. Contrastaba con la doctrina católica según la cual los seres humanos pueden alcanzar la salvación a través de sus obras. La doctrina de la predestinación era una fuente de angustia entre los creyentes protestantes, pues la vida terrenal era tan poco gratificante en aquella época que la mayoría de la gente esperaba encontrar una compensación en el más allá. Por tanto, a la impotencia que sintieron al tomar conciencia de que el paraíso no era algo que uno pudiese ganarse sucedió la búsqueda de signos de salvación, de signos de que uno estaba entre los elegidos. Y la conclusión a la que llegaron los seguidores de dichas sectas protestantes fue que el signo más claro de salvación era cumplir estrictamente los designios de Dios y contribuir con el propio comportamiento a glorificar a Dios. Pues, ¿por qué desobedecería uno a Dios, por qué le ignoraría, si este le había incluido entre los escogidos para salvarse? Comportarse a mayor gloria de Dios tenía pues por fuerza que significar el contribuir con el comportamiento a la gloria de Dios. La idea del trabajo como vocación complementaba a la doctrina de la predestinación. Vocación evoca el concepto de “llamada”. En alemán, Beruf o trabajo, puede descomponerse en su prefijo, BE y la raíz RUF. RUF significa “llamada”, BE significa “de algo o alguien”. En inglés, vocación se traduce como “calling” o llamada. Los miembros de las sectas protestantes que creían en esta concepción del trabajo, consideraban que el trabajo o actividad que uno desempeña en la vida ha sido encomendado por Dios. Por tanto, comportarse a mayor gloria de Dios tenía que comportar el desempeñar la actividad a la que uno se dedicase de manera incansable y de la mejor manera posible, pues esta le había sido encomendado por Dios mismo. El sentido que los seguidores de esas sectas dieron a los escritos bíblicos subyace por tanto al código ético que se impusieron. Dicho código ético era transmitido desde la infancia a los miembros de las sectas protestantes a través del Catecismo. Una vez internalizado, se traducía en esa pauta de comportamiento que Weber denominó el Espíritu del Capitalismo. El auge de Occidente, por tanto, tiene su origen en una interpretación de los textos bíblicos, que se traduce en una ética de comportamiento (La ética protestante) y que da lugar a un tipo específico de comportamiento (El espíritu del capitalismo). Este comportamiento está en el origen de la empresa racionalmente organizada, la división del trabajo y la especialización de las tareas productivas que, a su vez, hacen posible el aumento prodigioso de la producción que se produce durante el capitalismo....


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