Ejercicio de seminario - Pec popper y Berlín PDF

Title Ejercicio de seminario - Pec popper y Berlín
Author Carlos Villarrubia
Course Teoría Política Contemporánea II
Institution UNED
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Summary

Pec Popper y Berlin...


Description

Carlos Villarrubia Mendiola DNI 51452069B Teoría Política Contemporánea II

¿Critica Isaiah Berlin el historicismo? ¿Porqué? ¿En qué diferencia su historicismo del de Popper? Antes de entrar en el fondo del asunto, vamos a establecer una breve definición de historicismo a partir de la cual podamos entrar a responder a la primera de las preguntas que se suscitan, para a continuación establecer los paralelismos o divergencias existentes entre el estudio crítico que sobre dicho concepto elaboran ambos autores. A los efectos de ofrecer una definición formal de historicismo que no se deje influenciar por el análisis de dicho concepto que realizan los autores objeto del presente comentario, vamos a citar al historiador alemán Karl Werner, autor que acuñó el término, que lo definió como “una corriente de pensamiento que acentúa la importancia de la historia en el destino del hombre y de la sociedad”. Para ello, el historicismo busca el descubrimiento de una serie de leyes científicas inevitables en el desarrollo de la Historia a los efectos de interpretar todo hecho ocurrido y subsumirlo dentro de una patrón previsible y determinado. Este es el foco principal de la crítica que de dicho concepto realizan ambos autores, en especial Berlin que ve en esta corriente de pensamiento un ataque a la libertad individual, núcleo esencial sobre el que pivota su obra, ya que para el autor no “hay una sola explicación para el orden y las características de las personas, cosas y acontecimientos”. Y considerar que existen leyes que determinan el devenir o discurrir de los acontecimientos implica que la libertada individual no existe dado que la voluntad del individuo no pude en modo alguno incidir en dichos acontecimientos que por definición son inevitables, y por lo tanto, el hombre no sólo es ajeno a ellos, sino también, en consecuencia irresponsable de sus propios actos. No existen por lo tanto para Berlin “las” leyes de la historia, no hay un determinismo histórico, no queda lugar para la teleología y el historicismo. Conocer la historia no es tratar de averiguar la razón oculta que la gobierna, pues no hay tal cosa. Ni, menos aún, pretender extraer de los acontecimientos del pasado las normas de nuestra acción presente o futura. En su lucha particular contra el monismo, Berlin nos quiere hacer ver que es un error tratar de reducir este saber a una mera ciencia natural, tan predecible y explicable como la Física o la Biología. El estatus de la Historia es totalmente diferente. Uno de los textos más relevantes en el intento de fundamentar epistemológicamente su pluralismo es, precisamente, The Concept of Scientific History. En este escrito Berlin se empeña en hacer caer el ideal de que la Historia es una ciencia natural más, ya que dicha manera de pensar es el preámbulo de la justificación de los regímenes totalitarios. Esta idea de Berlin es expuesta con total claridad por Ryan Patrick Hanley, en un estudio sobre Berlin y la historia, cuando dice que: “Donde se equivocaba la Ilustración, según Berlin, era en su ambición de aplicar los métodos de la ciencia natural a los fenómenos

humanos, y particularmente al estudio de la historia de las culturas humanas.” Como vemos, en esta obra Berlin continúa con su principal crítica a la Ilustración, a saber, el monismo que hay implícito en ella. La idea fundamental que defiende aquí Berlin es que no puede aplicarse el mismo método con el que se estudian las ciencias naturales al estudio de las ciencias humanas. El argumento seguido para criticar esta idea cientifista es que si hay fases absolutamente necesarias para que la humanidad se vaya desplegando en una Historia ya escrita, entonces cualquier medio para que eso ocurra está justificado. No hay más que echar un vistazo rápido al siglo XX para entender que Berlin tenía toda la razón en este punto: el resurgimiento de Alemania y la revolución del proletariado son dos momentos históricos tan necesarios que la muerte de millones de personas no es más que un puente que hay que atravesar si queremos llegar al fin previsto y deseado. Para desmentir dicho ideal de la Historia como ciencia, Berlin utiliza el empirismo: “El sentido de lo que permanece idéntico o unitario en la diferencia y el cambio (lo cual ha sido exagerado por los filósofos idealistas) juega también un papel dominante a la hora de hacernos ver el sentido de las tendencias inalterables, del flujo unidireccional de la historia. A partir de aquí, es fácil pasar a la más cuestionable creencia de que cualquier cosa que sea inalterable lo es porque obedece ciertas leyes, y que lo que obedece leyes siempre puede ser sistemáticamente convertido en ciencia.” La crítica de Berlin a la concepción cientifista de la Historia se centra en el “desprecio” que dicha aproximación de la Historia hace a los individuos que la componen, del mismo modo que al criticar los totalitarismos Berlin se muestra preocupado por la facilidad con la que el individuo concreto parece perderse en la grandiosidad de los procesos históricos. Una vez más, el carácter argumentador de Berlin es esencialmente práctico: en vez de adentrarse y profundizar en los fundamentos epistémicos de la teoría que está criticando, parece siempre remitirse a las posibles consecuencias prácticas que dicha teoría pueda tener, lo cual es bastante comprensible si tenemos en cuenta que Berlin fue un testigo de excepción de todos los horrores acaecidos en el siglo XX, desde la persecución judía de los años 30 y 40 hasta el Comunismo de la Guerra Fría. En resumen, Berlin ve en el historicismo un clima adverso y perjudicial para la construcción de una convivencia tolerante y democrática pues que termina anteponiendo el todo social a los individuos que lo componen, cuando el caso es que estos son, en realidad, los únicos que van a sufrir las consecuencias de cualquier cambio o proceso histórico. La crítica que lleva a cabo Popper del historicismo se centra más en la epistemología y en el hecho de que para él, el historicismo se basa en un malentendido habida cuenta del propio condicionamiento humano a la hora aplicar una método científico al estudio de unos hechos, ya para ello es necesario previamente identificar cuales de esos hechos son relevantes y cuales no lo son, por lo que, en consecuencia, el observador va a estar condicionado por las circunstancias sociales y políticas existentes en ese momento. En consecuencia, al no poder abstraerse de esas circunstancias, el estudio científico resultante va a verse afectado. Es decir, que la critica de Popper se centra en el método en sí, o en otras palabras, en la forma de abordar el estudio, mientras que para Berlin la crítica es de fondo, es decir, que su crítica va más allá del hecho de que el observador pudiese verdaderamente abstraerse de sus circunstancias históricas....


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