Mijaíl Bajtín resumen PDF

Title Mijaíl Bajtín resumen
Course Semiótica
Institution Universidad Nacional de Tucumán
Pages 6
File Size 236.1 KB
File Type PDF
Total Downloads 191
Total Views 431

Summary

Mijaíl Bajtín (Ponzio): Signo y sentido El problema del sentido traspasa los límites de la lingüística 1 y se coloca en un plano más amplio al que llama “metalingüística” o “filosofía del lenguaje”. SEÑAL ≠ SIGNO  Tiene una función prefijada, unidireccional, asume un solo significado. (no hace falt...


Description

Mijaíl Bajtín (Ponzio): Signo y sentido El problema del sentido traspasa los límites de la lingüística 1 y se coloca en un plano más amplio al que llama “metalingüística” o “filosofía del lenguaje”. SEÑAL



SIGNO

 Tiene una función prefijada, unidireccional, asume un solo significado. (no hace falta interpretación A=A)

 Se caracteriza por: plurivocidad (muchas voces), indeterminación semántica, ductilidad expresiva (A=B), se adapta a situaciones nuevas y diferentes.

 Entra en juego en la comunicación mecánica, lenguajes técnicos, etc. donde la respuesta es única, sin interpretaciones alternativas.

 No requiere solo identificación, también establece una relación dialógica que permite una toma de posición, una respuesta: lo que llama “comprensión respondente” (proceso de interpretación).

 Es un proceso de identificación, en el que se trata de reconocer elementos que se repiten, que permanecen iguales a sí mismos con respecto a un código dado.

 Es algo más que la señal. Si bien contiene señalidad y autoidentidad no se reduce a ellos. También es variable, ambivalente y valorativo. (alteridad)

Ej.: En la lengua materna del hablante la identificación de la señal queda borrada. Al aprender una lengua extranjera la señalidad y la identificación todavía se dejan sentir, y tienen que ser superadas, todavía no se convirtió la lengua completamente en lengua, es decir, en signidad y comprensión. *La relación “señal/signo” es paralela a “significado/tema”: SIGNIFICADO



TEMA (sentido)

 Se caracteriza por ser estable, reproducible, está sujeto a un proceso de identificación. Consiste en la autoidentidad del signo en la lengua o código al que pertenezca.

 Es el sentido completo de una enunciación, ligada a una situación concreta. Está determinado por factores verbales y extraverbales (sígnicos y no sígnicos) que forman parte del contexto de interacción verbal.

 Al contrario del tema que es unitario, en el significado se puede descomponer los elementos significativos que lo componen.

 Tiene un carácter valorativo y requiere una comprensión activa (respuesta), una relación dialógica, presupone siempre un intercambio sígnico en determinadas situaciones comunicativas.

 Es el “aparato técnico” para realizar el tema.

 Además de ser algo unitario, es también único e irrepetible. Ya que hace referencia a la situación concreta en la que se realiza la semiosis.

El tema (sentido) es lo que hace que un signo verbal sea un signo. Si se prescinde del tema, si se considera el significado de una enunciación solo en relación al código (sistema abstracto de la lengua) como si fuera independiente respecto a su contexto de enunciación, el signo verbal se reduce a una simple señal.

1

La teoría lingüística saussureana le atribuye demasiada importancia al rol de la lengua (al sistema) y no demasiado al habla. 1

La distinción entre significado y tema puede coincidir con la división que Peirce2 hace del interpretante: 1-Inmediato (lo fija en el uso, en la tradición, consiste en descifrar correctamente el mismo signo); 2-Dinámico (es el efecto actual que el signo realmente determina). El signo hay que considerarlo tanto en relación al interpretante dinámico, como al “objeto dinámico” (la realidad que de algún modo logra determinar el signo en su representación), también para Peirce el signo no puede ser nunca repetitivo, cada vez que se toma es un nuevo acto semiósico, es el principio peirciano de la “semiosis ilimitada” del subseguirse sin fin de los interpretantes. *Significado y tema también se corresponden con las de “significado neutro” y “sentido actual”, esta distinción existe solo por abstracción, en realidad existen solo “sentidos actuales”, signos empleados concretamente en situaciones determinadas. La relación entre significado-sentido se especifica como “contenido explicito” de la enunciación y “sobreentendido”. El significado de una enunciación no coincide nunca con el contenido verbal: “las palabras dichas están impregnadas de cosas sobreentendidas y de cosas no dichas”. Pero, la parte sobreentendida que dota de sentido la enunciación, es de naturaleza social. Podemos explicar las ideas de Bajtín sobre el sentido y significado de la enunciación, distinguiendo: ENUNCIACIÓN Comprensión respondente

Identificación

Se corresponde con

Se corresponde con

Signidad (sentido)

Enunciado

Se coloca en el plano de la unidad lingüística, del completamiento sígnico.

Frase/s

Señalidad (Significado)

Ligada con el interpretante de la identificación (es el significado en sentido estricto y diferente del sentido). Es el nivel de lo descomponible de los elementos lingüísticos.

La comprensión respondente se dirige a la enunciación como a un todo unitario que no se puede descomponer, la identificación se dirige a los elementos en los que la enunciación (como frase) se puede descomponer en el plano fonológico, sintáctico y semántico. Además, como frase, la enunciación se da como repetición de determinados rasgos distintivos que permiten reconocer los fonemas, monemas y estructuras sintácticas, en cambio, como enunciado, la enunciación se considera en su singularidad, lo que quiere decir “aquí y ahora”.

No solo la comprensión respondente no repite la enunciación, como en el caso de la identificación, sino que la trata como algo singular e irrepetible. Una frase repetida es siempre la misma frase; un

2

El significado de un signo para Peirce, existe en la interpretación que de él nos proporciona otro signo que lo interpreta, es decir el interpretante. 2

enunciado repetido no es el mismo enunciado 3. El enunciado requiere, cada vez que la enunciación se repite, una comprensión respondente diferente. Para identificarla, la enunciación requiere un conocimiento (competencia lingüística) que es universal. Para entenderla de forma respondente, es decir como enunciado, la enunciación requiere un saber (competencia comunicativa) que es singular4. La enunciación es siempre de alguien para alguien. Responde y reclama una respuesta, que va más allá de los límites de lo verbal. La enunciación vive en el juego de comprensiones respondentes, expresadas por signos verbales y no verbales. El texto es el entramado de esos signos de los que se alimenta la enunciación, y distinguir entre un texto verbal (constituido solo por enunciaciones) y un texto verbal y no verbal (signos e interpretantes no verbales). Fuera del texto, la enunciación ya no es tal, pierde su sentido y se convierte en frase aislada; que no son de nadie y no se dirigen a nadie, no poseen una intención comunicativa. La textualidad es uno de los parámetros de la enunciación y es lo que diferencia el enunciado de la frase. Aclaración: la distinción entre “significado/sentido”, “significado/tema” en Bajtín, “interpretante inmediato/dinámico” en Peirce, o en la enunciación entre “frase/enunciado” parece que corresponde a la distinción entre lengua y habla. No sirve para comprender la relación entre “significado/ sentido”, porque lo que determina dicha relación es también la noción bajtiniana de “sobreentendido”. Hay una correspondencia entre la noción de “significado añadido” de Rossi-Landi y la de “sobreentendido”, Rossi-Landi propone la distinción entre significados de: 1) Partida: se dan en forma directa, literal, consciente. 2) Añadidos: sobre todo lo que decimos influye lo que no decimos, son los que “están debajo” de los significados de partida. Enunciaciones aparentemente simples contienen esferas de significación más complejas. Así las enunciaciones se relacionan con el exterior, con otras enunciaciones, con el texto, el contexto, el resto del universo del discurso, etc. Los significados añadidos son, como el “sobreentendido”, presupuestos que remiten a experiencias practicas, valores, saberes de un determinado ambiente, que puede ser un grupo familiar reducido o todo un universo de discurso en una cultura. Significados de partida y añadidos se dan en el proceso concreto de la semiosis y en la relación entre signos e interpretantes. La distinción entre significados de partida y añadidos, significados fijados por el uso, la tradición, el código común y significados mutables, ligados al contexto concreto de comunicación y de la interpretación. No solo en los significados que dependen del contexto es posible encontrar algo implícito, Bajtín demuestra que los significados comunes, públicos, fijados por la tradición son los que mas se prestan a permanecer implícitos, mediados, escondidos, secundarios, inconscientes. Los significados de partida y añadidos subsisten tanto en la lengua como en el habla, tanto en el “significado” como en el “tema”, tanto en referencia al “interpretante inmediato” o al “interpretante dinámico”. Rossi-Landi y Bajtín concuerdan en el hecho de que el sobreentendido no puede ser algo abstracto individual o privado, son de dominio público, determinados socialmente. Los “fenómenos de sentido” pueden perdurar, dice Bajtín, también de forma oculta y en un estado latente durante periodos históricos y manifestarse cuando la cultura a la que pertenecían ya no existe, revelándose en contextos culturales de épocas sucesivas capaces de darle una comprensión respondente. Significa que el sentido no está siempre limitado al contexto que le es contemporáneo. En algunos casos es la distancia, lo que él llama la “exotopia”, la que favorece la comprensión del sentido. Ej. Ni Shakespeare ni sus contemporáneos conocieron a ese “gran escritor” que conocemos nosotros hoy. El autor está prisionero de su época, las épocas sucesivas lo liberan de esta prisión. El “sentido” resulta ser, el conjunto de los “significados añadidos” que completan los “significados de partida”. Los primeros son sus antecedentes y, por el hecho de que pueden ser sobreentendidos o permanecer ocultos tienen siempre una objetividad propia, una materialidad histórica, una autonomía respecto a la voluntad, al proyecto concreto e individual de la comunicación. 3

4

Lo que se repite al repetir una enunciación es la frase, no el enunciado.

Es una toma de posición, un juicio de valor. Como frase, la enunciación no es respondente y no tiene ninguna entonación valorativa. 3

Podemos resumir todo, con la misma enumeración que uso Bajtín para descomponer la comprensión del sentido en actos individuales: 1) La percepción psicofisiológica del sentido físico (palabra, color, forma espacial). Sentido que todavía no se percibe como tal, aquí la comprensión del signo se limita a detectarlo como un cuerpo. 2) Reconocimiento del signo (como conocido o desconocido). El conocimiento de su significado repetible (general) en el lenguaje. Es el momento del signo como señal, en su relación con un código. Identificar el signo, reconocerlo en su significado general, repetible, la interpretación termina aquí. 3) La comprensión de su significado en un contexto dado o remoto. Es la comprensión del sentido que puede: a) limitarse a los “significados añadidos” próximos; los que forman parte de su época b) referirse a “significados añadidos” remotos. 4) Por último, la comprensión dialógico-activa (contraste-consenso). Bajtín y Peirce: Signo, interpretación, comprensión Para Peirce el significado es el interpretante. La interpretación no se limita a la repetición, traducción literal, sustitución sinonímica, sino en reelaboración y explicación. El interpretante, al ser un signo, remite a otro interpretante y así al infinito, no existe ningún interpretante definitivo. La identidad del sujeto requiere un continuo desplazamiento de forma que cada vez que el signo es interpretado se convierte en otro: es otro signo que actúa como interpretante. Todo ello tiene repercusiones sobre la concepción del sujeto que es, como dice Peirce, él mismo un signo y por lo tanto se encuentra constantemente desplazado convertido en otro, en un proceso de remitentes de un interpretante a otro. En vez de ser anterior al signo y controlarlo, el sujeto se autoidentifica haciéndose signo interpretante de un signo anterior. El carácter dialógico del sujeto es, inevitable. Bajtín tiene una posición parecida cuando afirma el “carácter dialógico de la palabra”. Tanto en Bajtín como en Peirce, la estructura dialógica y dialéctica del signo resulta del hecho de que para ser tal, tiene que ser al mismo tiempo idéntico y diferente de sí mismo . Solo en la perspectiva del sistema abstracto de signos, el signo parece tener un carácter fijo, coincidir consigo mismo y representarse con la formula A=A. En los contextos comunicativos concretos, el signo necesita algo más que un proceso de identificación, se necesita una interpretación. Esta identidad es necesaria para la semiosis , sin ella el reconocimiento del signo sería imposible, pero la autoidentidad del signo es siempre indirecta, tendría que representarse con la formula A=B=C=D… donde el signo de igual no anula la diferencia, la alteridad. El interpretante es de tipo icónico y por eso permite lo creativo. También la palabra aislada de su contexto lingüístico y situacional, palabra que ya no está viva como la del diccionario, necesita para realizar su identidad, de la mediación de otras palabras, su significado no puede fijarse de forma directa. La identidad del signo, por lo tanto, no se determina en la repetición sino en una cadena de interpretantes que permanece abierta. La identidad del signo es siempre diferida: no es posible borrar el efecto de su peregrinar, de su transmigración a otros cuerpos sígnicos; a través de los cuales la identidad del signo se afirma, en el signo se encuentran todos los elementos que han ido enriqueciendo el signo en su intercambio con otros signos. La identidad no se obtiene porque el signo sea algo fijo y definido, sino gracias a su indeterminación, puesto que tiene que ser otro para ser ese signo. La identificación del signo solo puede demostrarse cuando se refleja en el espejo de otro signo y está hecha con todas las deformaciones que este juego de espejos comporta. El signo se enriquece después de salir afuera en busca de sí mismo, de los disfraces a los que tiene que recurrir para afirmar su identidad, pero también puede producirse un “empobrecimiento” una devaluación semiósica. Esto depende de las relaciones con otros signos, estas nunca son de intercambio igual. Ej.: la señal, a diferencia del signo, existe una correspondencia entre significante y significado a través de sustitución (el color rojo del semáforo, tiene un solo significado). Signo es la unidad dialéctica entre autoidentidad y alteridad, el sentido actual de un signo consiste en algo mas que se añade a los elementos que permiten su reconocimiento, esta constituido por esos aspectos semántico-ideológicos que son únicos, ligado con el contexto situacional de la semiosis. Diferencias entre Bajtín y Peirce: este último utiliza una “semiótica cognoscitiva”, ligada con una teoría del conocimiento, y la de Bajtín es una “ filosofía del lenguaje” está ligada a la crítica literaria, no porque se aplique a la literatura (la de Peirce puede aplicarse) sino porque la literatura constituye su 4

punto de vista. La metalingüística de Bajtín no tiende a superar solamente la lingüística, sino también el lenguaje mismo, muestra las posibilidades del mismo lenguaje que por su misma constitución tiende a la alteridad. Dice Barthes: “gracias al análisis de Bajtín […] se entrevé la posibilidad de analizar la escritura literaria como un dialogo con otras escrituras, un dialogo de escrituras dentro de una escritura”, Bajtín dice “los derechos de propiedad exhibidos por el autor sobre su discurso son opinables e ideológicamente capciosos”. La dialogía de la escritura literaria (que encuentra su máxima expresión en la novela polifónica) se diferencia de la palabra escrita u oral que se propone un fin determinado, científico, ético, político, pedagógico, etc. en la escritura se expresa una relación especial con el otro, a través del grado de distancia entre el autor, el personaje y el destinatario. La alteridad de la escritura se completa con una desposesión del yo, el hecho de encontrarse fuera es fundamental en la creación literaria, la ironía, la comunicación indirecta, etc. son diferentes aspectos de lo mismo: la alteridad de la escritura. El dialogo en la escritura, sobre todo como se realiza en la novela polifónica, tiene algo de peculiar que lo distingue del dialogo que se realiza fuera de la literatura. Una palabra que tiene valor por sí misma, que es constitutivamente otra. Bajtín se coloca en la semiótica de la significancia, como semiótica del texto, de la escritura, que remite de un significante a otro significante y como semiótica que no sigue el mito de la hegemonía del código, del sujeto, del significado, puede también comprender la semiótica cognoscitiva de Peirce (de la interpretación). Dialogismo y polifonía La concepción bajtiniana de los procesos que se dan en la literatura es dialógica, se funda en el dialogo y como el proceso de comunicación (que nunca es univoco y monológico) se desarrolla. Es una innovación respecto al carácter discursivo unidireccional y dominador de la retorica clásica, y alumbra una construcción participativa, integradora, social, en la que cabe la diversidad, la multiplicidad de voces, el escenario “polifónico”. Enfrenta a Saussure, que considera demasiado el rol de la langue y no el de la parole, Bajtín creía que se podía clasificar y analizar el discurso. Propone estudiar la lengua como fenómeno de comunicación relacionado con un contexto y unos valores de interlocución definidos por los protagonistas del dialogo. Distingue el alcance de la comunicación según los mencionados “géneros” expresivos, el “volumen” semántico, la naturaleza dialogante de sus actores, la situación en la que se produce y sus alcances extralingüísticos y metalingüísticos. La interpretación de los textos clásicos no se puede hacer desde la abstracción temporal, social y cultural del momento en el que el autor empleo los recursos del dialogo con sus lectores. De los géneros Bajtín destaca la novela, utilizó autores novelescos como Dostoievski5, para la exposición de su teoría. Utiliza el término musical de polifonía el que le servirá para significar la construcción de la novela a base de voces diversas, frente a la homofonía de la novela tradicional (solo una voz, la del propio autor). El dialogismo será para Bajtín lo fundamental de la modernidad. El monologismo, es un discurso en el cual no se diferencia entre las distintas voces participantes. La voz del narrador, de un príncipe y campesino aparecerá con un mismo estilo, una misma entonación, mismos léxico. Eso es porque el sujeto autor está centrado en sí mismo y no intenta proceder a un acto de comunicación que signifique un encuentro real con la otredad. Esto caracteriza la literatura de la Edad Media, donde el sujeto presenta un monologo, el autor organiza por completo el mundo narrado, responde a la cultura oficial de la sociedad de manera ideológica. El dialógico, es un enunciado cultural y artístico que muestra un intercambio entre emisor y un destinario, los cuales se revierten en sus roles, convirtiéndose en un proceso dialógico de conversación. En la novela de Dostoievski aparecen “varias voces” que contienen una pluralidad de mundos, que se corresponde con cada voz que se deja oír en el texto. La esencia de la polifonía consiste en que sus voces permanezcan independientes y se combinen. Para Bajtín, el ser resulta imposible de concebir fuera de las relaciones que lo vinculan al otro, necesario para la percepción de uno mismo: “No es mas que en el otro hombre donde encuentro una experiencia estética y éticamente convincente de la finitud humana […]. El cuerpo no tiene nada de 5

La novela de Dostoievski según Bajtín es la novela polifónica por excelencia. 5

autosuficiente: tiene necesidad del otro, de su reconocimiento y de su actividad formadora […]. Ser significa comunicar”. Afirma Bajtín que “la novela polifónica es entera...


Similar Free PDFs