Resumen Neoplatonismo PDF

Title Resumen Neoplatonismo
Course Historia da Filosofía Medieval
Institution Universidade de Santiago de Compostela
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Warning: TT: undefined function: 32 Cristina González Fernández, Grupo ANeoplatonismo: Plotino y las Enéadas1. La procesión plotiniana.El tema básico de la filosofía de Plotino es el platónico de la huida y subida del alma, las cuales son, además, un retorno y una entrada en sí mismo. Esta huida no ...


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Cristina González Fernández, Grupo A

Neoplatonismo: Plotino y las Enéadas 1. La procesión plotiniana. El tema básico de la filosofía de Plotino es el platónico de la huida y subida del alma, las cuales son, además, un retorno y una entrada en sí mismo. Esta huida no es local: consiste en separarse afectivamente del cuerpo y en asemejarse a Dios mediante la virtud. Este huir se realiza en dos etapas: una que va de lo sensible a lo inteligible y otra que termina en la cima de lo inteligible que es el bien. Según la filosofía plotiniana, existen tres Hipóstasis divinas a las que hay que remontarse escalonadamente para alcanzar el bien. Además de ser constitutivas de la estructura de la realidad trascendente, se encuentran latentemente presentes en el alma del ser humano. Estas son: el Alma, la Inteligencia y el Bien. El sistema plotiniano supone, de esta manera, una mística de la inmanencia encuadrada en una metafísica de la trascendencia. Las piezas fundamentales de la metafísica plotiniana están tomadas de Platón, ante todo el dualismo ontológico. Plotino unifica drásticamente toda la realidad reduciéndola genéticamente a la unidad de un solo principio y estructurándola jerárquicamente en un sistema perfectamente definido, logrando de ese modo una síntesis original y coherente. Va a concebir el mundo transcendente como constituido por tres, pero solo tres, Hipóstasis divinas. En la estructuración del mundo sensible como imagen del inteligible en la materia, Plotino trata de conciliar, de un lado, la concepción platónica del receptáculo del Devenir con la aristotélica de la materia, y de otro, el animal cósmico del Timeo con el mundo físico de los estoicos concebido como sistema de fuerzas. Adquiere gran relevancia un aspecto de la filosofía plotiniana referente a la vitalización de la realidad. Si el Bien platónico es la meta “a la que aspira toda alma” y el Dios aristotélico es el motor inmóvil que mueve finalísticamente “como objeto de amor”, el Uno-Bien plotiniano es a la vez “el de donde y el a donde” de toda alma. Es a la vez el principio del que provienen y del que penden todas las cosas y el término final al que miran.

Plotino concibe la realidad como vida, actividad y energía; una vida sujeta al ritmo palpitante de un doble movimiento, uno centrífugo de expansión y otro centrípeto de concentración, uno de avance y otro de retroceso. Esto nos lleva a la teoría plotiniana de la procesión. La realidad es para Plotino una corriente de vida que fluye y refluye perennemente entre dos extremos contrapuestos: el Uno-Bien y la materia. Para esta procesión plotiniana, existe un mecanismo y unas leyes o principios a los que se ajusta. En primer lugar, se encuentra el principio de la doble actividad. En cada nivel de realidad hay que distinguir dos clases de actividad: la de la esencia de cada cosa, constitutiva de la esencia de cada cosa y consultancial con ella, y la resultante de la esencia de cada cosa, derivada de la primera pero distinta de ella. Esta doble actividad puede explicarse mediante la analogía del fuego: uno es el calor inmanente al fuego y otro el liberado o transmitido por el fuego. El segundo es el principio de la productividad de lo perfecto. La actividad segunda es liberada por la primera necesariamente, en virtud del principio de que “todas las cosas, cuando ya son perfectas, engendran”, principio que Plotino establece por una especie de inducción en el reino de lo sensible. El tercer principio es el de la donación sin merma. La energía derivada que libera el principio emisor, la libera sin menoscabo de su propia integridad. El cuarto es el principio de la degradación progresiva, según el cual, cada nuevo término es siempre un término inferior, los generado es siempre más imperfecto que los generante. Último lugar, está el principio de la génesis bifásica, el cual se refiere a que la actividad segunda o actividad liberada no es automáticamente constituida de la esencia del nuevo término, sino que la génesis completa de cada nuevo grado de realidad se desarrolla en dos fases. En una primera fase, la actividad generada es todavía indeterminada e informe porque carece de contenido; en una segunda fase, el término generado se convierte en su progenitor y, vuelto hacia él, se llena de contenido, se configura y se perfecciona. Aunque hemos visto que para Plotino la realidad es vida y actividad, es preciso añadir que es vida y actividad intelectiva y contemplativa. Para Plotino, la realidad es intelección y contemplación.

2. Tres Hipóstasis. a) El uno-bien. La filosofía del Uno-Bien se basa en la combinación del Uno del Parménides de Platón con el Bien de la República. Se basa, más concretamente, en la interpretación metafísica de la primera hipótesis del Parménides, interpretaciones que Plotino comporta: En primer lugar, que hay un Uno que no es más que Uno, no es una suposición, sino un hecho real deducible de la existencia de la multiplicidad. En segundo lugar, que el Uno no es ninguna de todas las cosas, quiere decir que es “distinto de todas las cosas”, y eso, porque es “anterior a todas las cosas” y “está más allá de todas las cosas” porque es principio, causa y potencia de todas las cosas, pero potencia activa, no pasiva como la materia. Plotino interpreta la ningunidad como alteridad, la alteridad como anterioridad y allendidad, y estas como causalidad. En tercer lugar, aunque el Uno del Parménides es el mismo que el Bien de la República, para Plotino no está solamente “más allá de la Inteligencia y de la Esencia”, sino simplemente más allá de todas las cosas como principio de todas ellas. La tendencia innata de todos los seres al bien es tendencia a la unidad. La procesión es un descenso porque es una marcha progresiva hacia la multiplicidad. La filosofía del Uno-Bien se puede reducir a tres proposiciones: no es ninguna de todas las cosas, está más allá de todas las cosas, pero en cierto modo es todas las cosas. Corresponden a las tres vías: la de la negación, la de la transcendencia y la de la analogía. b) La inteligencia. La filosofía plotiniana de la segunda Hipóstasis puede concretarse entres puntos: la Inteligencia como Hipóstasis autoconstructiva, como inteligente primario y como unidad múltiple. A partir de un material muy heterogéneo ligado de sus antecesores, Plotino elabora su propia teoría de la génesis de la Inteligencia en dos fases. La primera es la Inteligencia incoada. La Inteligencia procede del Uno-Bien conformándose como una actividad derivada de la cuasi-actividad constitutiva del primer principio. Aunque indeterminada, la Inteligencia incoada no es pura indeterminación, es ya capacidad intuitiva, aunque no sea totalmente intuición. Plotino la concibe acompañada de deseo,

el cual será el resorte que moverá a la Inteligencia incoada a contener su avance a partir del Uno, detenerse y volverse. Con ello se produce la entrada en la segunda fase, la cual describe Plotino como detenimiento, vuelta y visión. La segunda fase es un pasar de potencia a acto. Las dos fases no se desarrollan sucesivamente en el tiempo, sino en un ahora eterno. Es preciso destacar que la pluralización de la Inteligencia no afecta para nada al Uno mismo trascendente, que se queda en su absoluta unidad. La inteligencia primaria es el inteligente primario, que a su vez es el autointelectivo, el se que intelige a sí mismo en sentido estricto, el que intelige la totalidad de sí mismo con la totalidad de sí mismo. En Aristóteles el objeto de la intelección de Dios es su propia intelección, mientras que en Plotino el objeto de la intelección de la Inteligencia son las Formas platónicas. Como la Inteligencia se identifica con su inteligible, esta no es solo unidual, sino, además, “unimúltiple”. Los inteligibles están todos juntos y no juntos, juntos y separados, es decir, juntos pero discriminados. Cada uno es lo que es. En cada uno destaca una forma, aunque contenga todas.

c) El alma. En la teoría de la tercera Hipóstasis subyace como base la doctrina platónica del Timeo sobre el Alma cósmica. No obstante, Plotino va a transformar esta doctrina interpretándola, por una parte, en términos de los tres niveles psíquicos de Aristóteles (vegetativo, sensitivo e intelectivo) y adaptándola, por otra a las leyes de su propia teoría de la procesión. De esta manera, va a reducir los niveles del alma a dos: el intelectivo, que constituye el Alma superior por la cual el Alma se mantiene en contacto con el mundo inteligible, y el sensitivo-vegetativo, que constituye el Alma inferior por la cual el alma contacta con el mundo sensible. Se dan dos procesiones en el caso del alma: una por la que el Alma superior o intelectiva procede de la Inteligencia análogamente a como la Inteligencia procede del Uno-Bien; y otra por la que el Alma inferior procede de la superior, no para constituir una nueva Hipóstasis, sino para formar un nivel inferior dentro de la misma Hipóstasis. Ambas almas son a la vez contemplativas y creativas, solo que en distinto grado y de distinto modo. A diferencia de la Inteligencia, el Alma no se identifica con los Seres

reales que contempla, sino que el objeto primario de su contemplación es la Esencia primaria. Para Plotino, son los cuerpos los que no son capaces de recibir al Alma individualmente, de modo que la división es una afección de los cuerpos, no del alma misma. Con todo, la pluralidad del alma plotiniana no tiene lugar solo horizontalmente, sino que también de forma vertical constituyendo una jerarquía. El primer lugar, existe el Alma suprema, que es el alma como Hipóstasis pura que continúa vinculada al espíritu del cual proviene. En segundo lugar, está el Alma del todo, alma creadora del mundo y del universo físico, la cual se encuentra estrechamente conectada con la physis, la cual constituye su frontera extrema. Por último, el Alma particular es la que abaja a animar a cada uno de los cuerpos, los astros y a todos los seres vivos. Todas las almas proceden de la primera y mantienen con ella una relación de uno y múltiple.

3. La materia. En un intento de conciliar las doctrinas de Platón y Aristóteles, para Plotino la materia no es eternamente existente con independencia de todo principio, sino, lo que es muy distinto, eternamente originada como secuela necesaria de realidades anteriores, o como eslabón último de la cadena procesional. La materia es generada como “indeterminación absoluta” (carece de toda cualidad) por el Alma vegetativa y la génesis de la materia corresponde a la primera fase de la procesión. La indeterminación absoluta es lo que diferencia fundamentalmente la materia aristotélica de la plotiniana. Además, para Aristóteles la materia está en potencia porque puede llegar a alcanzar la forma, mientras que para Plotino la materia es no-ser porque, siendo todos los seres en potencia, no es en acto ninguno de ellos, pues nunca es y nunca puede ser en acto ninguno de ellos, so pena de dejar de ser lo que es: materia.

4. Antropología. Siguiendo la tradición de Platón y Sócrates, Plotino a afirmar que el ser humano no nace en el momento en que nace el mundo físico, sino por el preexiste en el estado

de pura alma. Plotino trato de aclarar la cuestión de porque las almas descienden a los cuerpos distinguiendo entre dos especies distintas de culpas en el alma: La primera especie consiste en el descenso mismo, que es involuntario. El castigo que corresponde a esta culpa reside en la propia experiencia de bajar a un cuerpo. En cambio, la segunda especie de culpa hace referencia al alma que ya se encarnó y consiste en un exceso de preocupación solo por su propio cuerpo, lo que implica alejarse de su origen y olvidarse de sí misma. Plotino considera que la memoria, la sensación, los sentimientos y todo lo que está ligado con estos fenómenos son actividades del alma. La actividad más elevada consiste en la libertad, que es la voluntad del Bien....


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