Tema 5 ISA apuntes 5 PDF

Title Tema 5 ISA apuntes 5
Author Isabel Carmona Saenz de Tejada
Course Historia Económica II
Institution Universidad de Sevilla
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Tema 5 ISA apuntes 5...


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Tema 5: La economía española en el periodo de entreguerras (1914-1935). CONTEXTO POLÍTICO. -

1914-1919: 1ª Guerra Mundial. España se mantiene neutral, no participando en el conflicto. 1919-1923: Crisis de sistema de la restauración. Auge del movimiento obrero (UGT y CNT). Fuerte conflictividad laboral y social. Guerra de Marruecos. 1923-1930: Dictadura de Primo de Rivera. Golpe de Estado militar. Régimen autoritario “blando”. Modernización de “derechas”. 1931-1936: 2ª República. Establecimiento del sufragio universal (democracia). Modernización de “izquierdas”. Creciente conflictividad social, política y cultural. 1936-1939: Guerra Civil.

1. El impacto de la 1º Guerra Mundial. La Gran Guerra Transformo profundamente la economía mundial. Las economías de los países neutrales tampoco escaparon a los efectos del conflicto. Para un país como España, le afectó principalmente por la vía del comercio. Provocó grandes cambios en las transacciones internacionales, en tres direcciones: 1. Aumentó la demanda de algunos bienes manufacturados que producían los países neutrales, tanto para abastecer a las naciones en guerra como para satisfacer a otros países que antes se los compraban a los países en guerra. Esto dio oportunidades de desarrollo a aquellos países con una industria más atrasada a abaratar costes e incluso mejorar la tecnología de producción. 2. Disminuyó la oferta de productos industriales que se adquirían en el extranjero. Redujeron a mínimos sus exportaciones de materias primas como el carbón, fertilizantes químicos y bienes de equipo. La oferta de los países en guerra se redujo debido a su conversión a la producción armamentística. 3. Se contrajo fuertemente la demanda exterior de alimentos como frutas y productos voluminosos que requerían de un coste superior de transporte en periodo de guerra, este aumento del precio del transporte marítimo se produjo por el incremento del riesgo de hundimiento. La combinación de estos factores dio una oportunidad a la industria española, abriendo la oportunidad de exportación desconocidas en el pasado (tejidos de algodón, siderurgia, armamento…). La industria española tuvo la oportunidad de producir todo aquello que antes importaba. Algunos sectores salieron perdiendo por el encarecimiento de materias primas que utilizaban en el proceso productivo, por lo que tuvo un impacto desigual mostrado en el precio de los productos: -

En la agricultura: La agricultura vinculada a la agro explotación (olivo, vid, frutales…) entra en crisis debido a la caída de las exportaciones a países beligerantes: Como, por ejemplo, el Mercado de Jerez que sufre una grave crisis debido a que su principal mercado estaba en Gran Bretaña. La agricultura cerealista vive una fuerte expansión gracias al crecimiento de la demanda de los países beligerantes y al alza de los precios internacionales, la producción crece a una tasa media anual del 2,4%. El problema era que la agricultura cerealista constituía el subsector más atrasado de la agricultura española. La 1º Guerra Mundial disparó el precio internacional del trigo. Ello supuso un fuerte incentivo para que los agricultores de los países neutrales incrementasen la producción y pusiesen en cultivo nuevas tierras.

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Minería y energía: Entre los sectores más afectados fue el minero-energético. o

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La minería metálica cayó en picado como consecuencia del hundimiento de la demanda de los países beligerantes: las ventas cayeron un 56%. De este hundimiento solo se libró el hierro del país vasco debido a la demanda inglesa de este. La minería del carbón vivió un “boom” gracias a que los grandes países productores de Europa (Gran Bretaña, Bélgica, Alemania y Rusia) restringieron sus exportaciones al estar en guerra. “Sustitución de importaciones”. Sin embargo, el carbón español (caro y de baja calidad) no tendrá la más mínima posibilidad de competir una vez finalizada la guerra. El incremento del precio del carbón provoco un incremento en el uso de la electricidad como sustitutivo, de ahí que en los sectores posibles de implantación se implantaba la electricidad por su menor precio. Ya en 1920 se utilizaba más la electricidad que el carbón.

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Manufacturas: La industria manufacturera española se vio fuertemente beneficiada por el crecimiento de la demanda de los países beligerantes y por los procesos de sustitución de importaciones generados por la caída de la oferta procedente de los mismos. Sin embargo, no todos los empresarios industriales reaccionaron de igual manera a la oportunidad que suponía la coyuntura de guerra. o Empresarios industriales que entendieron la guerra como una mera “situación coyuntural”, destinada a pasar. No incrementaron su capacidad de producción ni incorporaron nuevas tecnologías. Se limitaban a incrementar su producción forzando al máximo el aparato productivo existente, con la finalidad de aprovechar el alza de la demanda y los altos precios mientras durasen. Ejemplos: industria textil, calzado… o Los empresarios industriales que vieron en la guerra una oportunidad para adquirir una posición competitiva en los mercados que pudiese mantener más allá de los años de la contienda. Invirtieron en nuevas tecnologías (aunque las dificultades para importarla les limitaron) y desarrollaron nuevos productos. Ejemplos: Industria química, transformación de metales y fabricación de maquinaria.

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El sector servicios: Este sector experimentó un importante desarrollo en España durante la 1º Guerra Mundial. Crecieron, sobre todo, las compañías navieras (gracias al aumento de la demanda de fletes desde el exterior) y los bancos (que aprovecharon para desarrollar su red de sucursales por el territorio español). El crecimiento de las exportaciones hizo que las empresas dispusiesen de más divisas y oro. Además, los procesos de sustitución de importaciones dieron origen a la creación de nuevas sociedades mercantiles. Todo ello hizo que creciese la demanda de servicios bancarios.

SALDO COMERCIAL DE ESPAÑA: España obtiene un superávit comercial histórico gracias al crecimiento de las exportaciones (+22%) y gracias a la caída de las importaciones (-57%). Conclusión: Según el PIB, la economía no creció tanto como parecía. Este fue debido a que aumentó la producción, pero no la productividad, con lo cual al final del conflicto bélico se volvió al atraso. La guerra ayudó a la industrialización por las transformaciones estructurales y diversificación. Cuando se restableció la normalidad y los empresarios se tuvieron que someter a una disciplina de costes, muchas iniciativas que se desarrollaron durante la guerra no pudieron sobrevivir. Es indiscutible que la guerra fortaleció más que debilitó a la economía española, sin embargo, en el entorno político- social dio lugar a una fuerte conflictividad.

2. Disputa social por el reparto de los beneficios de la guerra. Los beneficios de la guerra se distribuyeron muy desigualmente. Tanto, que algunos sectores salieron perdiendo. Se puede decir que, la participación de los ingresos del trabajo en la renta nacional cayó entre aquellas dos fechas. Durante el periodo de guerra se produjo una erosión en los salarios de los trabajadores en el periodo de guerra, a excepción de los mineros que coincidieron con el periodo de auge de la hulla. 2

El incremento de algunos salarios fue acompañado de un incremento mayor de los precios. La Gran Guerra dio lugar a un periodo inflacionista, aunque España al no estar en la guerra sufrió un incremento de precios inferior. Este incremento de los salarios también dio lugar a un incremento de los costes de producción. Hacia 1920 los obreros, tanto industriales como agrícolas, consiguieron apropiarse de una parte de la renta adicional que la economía nacional había sido capaz de generar. No fue inocua, ya que se produjo a través de movimientos huelguísticos masivos, tanto en el campo como en las fábricas. Esta coyuntura marcó el momento de mayor contestación obrera registrado en el último siglo, y muy probablemente en toda la historia contemporánea de España. Diversos factores incentivaron este espíritu reivindicativo: 1. El recorte sufrido en el poder de compra de los salarios como consecuencia de la fuerte inflación. 2. Los inicios de la revolución proletaria en Rusia y el inicio inminente de estos sucesos en toda Europa. 3. El descontento popular y la radicalización obrera también se nutrieron de la exasperación que provocaba en los grupos sociales de ingresos bajos no participar en absoluto en la oleada de prosperidad que el conflicto había llevado al mundo de los negocios.

3. Crisis, reordenación económica y políticas públicas. La Gran Guerra desembocó en una crisis económica internacional. No duradera, pero severa. España la sufrió intensamente. La crisis se trasmitió por la vía del comercio exterior. Las exportaciones cayeron en picado, en torno a un 40% entre 1919-1922. La industria española perdía posiciones en el ámbito internacional con la recuperación de los países en guerra y fue ocasionado por la depreciación de las monedas de los países beligerantes que eran los más industrializados. Las importaciones en España se incrementaron en ese periodo un 33% dando lugar a un fuerte déficit en la balanza comercial. La crisis económica se manifestó de distintas formas: -

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Cierre masivo de empresas creadas durante la guerra. Se produjeron algunas quiebras de bancos. Debido a la situación de inseguridad se produjo una caída de los bancos comerciales en especial a la economía catalana. Deflación. A medida que se normalizaba la oferta productiva internacional, se desplomaron los precios que más habían subido por su escasez de suministro. Pero no hubo una bajada de los salarios debido a la presión sindical. Aumentó el desempleo. Recesión en la producción industrial. Se estancó, pero la agricultura predominante aminoró el impacto de la recesión. La crisis industrial no fue general, puesto que se produjo un alza de la inversión, esto se debía a la existencia de dos tipos de industria: 1. Las actividades perjudicadas por las condiciones económicas de posguerra. Se trataba de los sectores más maduros de la 1º industrialización (la minería, el carbón...) 2. Actividades emergentes, sectores industriales nuevos. Durante la guerra no habían podido desarrollarse plenamente por la falta de recursos, pero ahora tenían la posibilidad de hacerlo. La sensación final era de crisis, pues las industrias maduras eran las que tenían más peso. El gobierno instauró un marco más protector para los productos nacionales. Se pusieron barreras arancelarias, pero se negoció una reducción arancelaria para asegurar el abastecimiento de aquellos productos que era necesario importar.

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POLÍTICAS PÚBLICAS Las políticas de protección y ordenamiento de la producción y los mercados fueron uno de los ejes de la obra económica de la Dictadura de Primo de Rivera. El estado debe ser el organizador e impulsor de la producción nacional. Para ello se reforzaron las barreras de entrada a productos extranjeros y el despliegue de políticas de protección administrativa para las empresas autóctonas. El Consejo de Economía Nacional era el encargado de dar las directrices para proteger la producción nacional. Las medidas tomadas para el proteccionismo administrativo fueron: -

Decreto para favorecer la creación y desarrollo de industrias nacionales mediante subsidios, desgravaciones y contratos públicos. Establecimiento de organismos encargados de realizar propuestas para regular la producción de todo tipo de productos. Consejo Regulador de la Producción Nacional. Estrictas barreras de entrada en los mercados. Se creó el Comité Regulador de la Producción Industrial que, para fundar, ampliar o trasladar una empresa se necesitaba su consentimiento. Todas esas medidas aumentaron el grado de monopolio y la rigidez del sistema económico.

El rasgo más distintivo de las políticas públicas en terreno económico fue el programa de obras públicas. La modernización y ampliación de las infraestructuras de transporte y comunicación fueron prioritarias y de gran importancia. El estado asumiría un papel activo como inversor. En el ferrocarril las compañías no invertían por baja rentabilidad del negocio. Se creo la Caja ferroviaria que aportaría capital para la inversión. La ampliación de la red fue modesta, pero fue una mejora sustancial. La construcción y renovación de carreteras consiguió una red extensa y de alta calidad, que estimuló el uso del automóvil y el transporte de mercancías y pasajeros por carreteas. Por último, se llevó a cabo una inversión pública relativamente cuantiosa vinculada con las confederaciones hidrográficas. El objetivo era incrementar la generación de energía eléctrica y extender el regadío. La puesta a cabo benefició a las industrias que suministraban los bienes requeridos. La realización de estas obras públicas tan cuantiosas se llevó a cabo mediante el endeudamiento. El estado creo el Banco de Crédito Local.

4. Crecimiento y cambios estructurales durante la Dictadura. El año 1922 puso fin a la recesión de la posguerra. Desde entonces y hasta 1929, el país vivió una etapa de prosperidad y bienestar económico. El PIB aumentó el 3,8% anual y el PIB per cápita en torno a un 3% anual. En esta expansión de la producción sobresalió la inversión. El crecimiento del capital fijo supuso que una parte cada vez más grande de la renta generada fuese destinada a la inversión. Pero el progreso económico no fue equilibrado. Es preciso distinguir entre agricultura e industria. -

El sector agrario, mostró un escasísimo dinamismo, la principal aportación al crecimiento fue el descenso del paro en el campo. Muchas personas iban a los centros urbanos en busca de nuevas oportunidades laborales con el auge de la construcción y el impulso de la industria. La agricultura más competitiva, la dedicada a las frutas y productos de huerta y cultivos arbustivos, conocieron una notable expansión al acceder a más consumidores, tanto urbanos de interior como extranjeros. La capacidad del sector agrícola moderno de vender al exterior cantidades crecientes de productos servía para financiar las compras, también crecientes, de energía y de bienes de capital necesarios para el desarrollo industrial.

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La industria fue el principal motor de desarrollo del boom de la década de los 1920 (Los felices años 20), en concreto la industria básica destinada al desarrollo de bienes intermedios y de bienes de producción, más la generación de electricidad. 4

Los sectores industriales avanzaban a velocidades muy distintas. La más rápida correspondía a las industrias productoras de bienes de capital. La minería y las industrias de bienes de consumo eran impulsadas a una velocidad mucho más lenta. Pierden importancia la minería no energética y la industria de bienes de consumo. En resumen, la expansión del sector secundario estuvo dominada por la industria pesada. Su desarrolló profundizó el proceso de diversificación y modernización del aparato industrial. En este decenio, España daría el salto a la industrialización. Las fuerzas impulsoras fueron cuatro: 1. El equipamiento de la industria una vez restablecida la normalidad en el comercio internacional. La inversión de maquinaria e instalaciones fue de enorme envergadura debido a que muchas empresas no podían haberlo hecho durante la guerra. 2. La construcción residencial. La urbanización de la población española fue muy rápida. La construcción de viviendas estimuló la demanda de otras industrias relacionadas. 3. La electrificación. Permitió la creación de generar energía eléctrica a gran escala y la adopción de la nueva tecnología que funcionaba con ella. La construcción de plantas hidroeléctricas exigió un esfuerzo inversor en obra civil y bienes de equipo. 4. Programa inversor de la Dictadura de Primo de Rivera (ya hablamos de ello) El modelo de crecimiento económico basado en la industria se agotó a final de la década. El agotamiento procedió de diversos elementos: a. El primero fue la crisis mundial de 1929, que hundió la demanda y los precios. El ciclo inversor terminó, extinguiendo una de las fuentes fundamentales de la aceleración industrial. b. El programa inversor del Estado fue bruscamente cancelado . c. La quiebra del régimen político, provocada por el descrédito de su política económica. La política expansiva del gasto público con el programa de obras públicas se hizo incompatible con la política tributaria y monetaria. El objetivo de ambas políticas era el equilibrio presupuestario y la estabilidad del tipo de cambio de la peseta. Estos dos objetivos eran contradictorios. El aumento del gasto público se hizo mediante dos vías: i. El aumento de impuestos. Calvo Sotelo intentó introducir nuevos impuestos y mejorar la gestión de la administración tributaria, pero la oposición de grupos sociales hizo fracasar el objetivo de nivelar el presupuesto. ii. Entre 1926-1929 el déficit público aumentó y se financió mediante deuda pública. La deuda emitida absorbió el ahorro acumulado. Los bancos absorbieron la deuda sin obstáculo a dar más créditos. El sistema de financiación funcionó hasta 1929. La quiebra del modelo se hizo evidente cuando Calvo Sotelo en 1929 presentó un presupuesto que cortaba drásticamente el gasto público. El ciclo político se cerró de forma muy inestable. La 2º república proclamada en 1931 vería a lo largo de su gobierno problemas por la crisis económica.

5. La depresión de los años treinta en España La crisis económica de 1929 se manifestó en España a través del hundimiento de las exportaciones y de la inversión. El hundimiento de la demanda exterior sumió en una aguda recesión a los sectores que la servían, y de rebote se extendieron al resto de la economía. Las importaciones también disminuyeron con igual o parecida brutalidad, manteniéndose el déficit comercial. También se registró saldo negativo en la balanza de capitales produciendo un serio desequilibrio en las cuentas exteriores. En otras macro magnitudes también se notó la fuerte recesión. La producción industrial fue la más afectada con un descenso superior al 20%. 5

En cambio, el retroceso del PIB fue más suave y, sin embargo, el PIB per cápita decreció apreciablemente a causa del aumento vegetativa de la población y la paralización de la emigración al exterior. Pese a todo se ha comprobado que España no sufrió una crisis tan aguda como en otros países.

¿Fracaso la Segunda República por culpa de la crisis económica mundial? Durante años se ha discutido si la 2º República fracasó por culpa de la crisis económica mundial o si, la crisis no afectó a la economía española. Hubo dos cauces de difusión: -

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En primer lugar, La Gran depresión empezó con el hundimiento de la Bolsa De Nueva York, que obligó a los bancos a reclamar los créditos concedidos a empresas, bancos o administraciones públicas europeas. Esta devolución de los créditos derrumbó el entramado financiero europeo. Pero en el caso de España, esta no estuvo afectada por este mecanismo de difusión de la crisis, ya que había salido de la 1º guerra mundial sin una sola deuda. En segundo canal de difusión fue el comercio exterior. Se produjo el cierre de empresas que no podían devolver los créditos. La demanda norteamericana de importaciones cayó. La crisis que se estaba viviendo convenció a los estadounidenses de aferrarse al arancel protector para conservar sus puestos de trabajo. El comercio internacional se contraía cada vez más. A España le afecto esta retracción de importaciones y exportaciones. Este fue el mecanismo que más afecto a la economía española. Pero España sufrió menos la crisis que los otros países europeos por ser más atrasada económicamente y menos abierta al comercio internacional.

En España se daban unas causas específicas que generaban una crisis económica. El régimen Republicano fue muy mal acogido por las empresas y la aristocracia por miedo a una expropiación y nacionalización. Este clima suscitaba una falta de confianza entre los empresarios e inversores. Si a España no le afectó tanto la crisis ¿por ...


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